hola chicas esta es primera historia espero y les guste. Los personajes son de nuestra linda stephenie meyer y la historia es totalmente mia y de mi loca mente.

espero les guste.

El Admirador.

Prefacio.

-bella…- susurro demasiado bajo que casi ni lo escucho pero lo interrumpí sabía lo que iba a decirme y no quería escucharlo.

-no Edward – dije sintiendo las lágrimas acumularse en mis ojos, es que acaso no bastaba con haberme humillado ya, ahora quería decirme delante de todos que todo fue un juego y que yo había caído como lo bruta soy. – Lo lograste – me miro confundido – por fin lograste arruinarme la vida a mí a la gran estúpida de Isabella Swan – dije ya llorando.

-no bella no es lo que…- dijo rápido, pero lo volví a interrumpir.

- ¿Qué Edward? ¿Que no es lo que creo?, por dios solo dime que quieres que crea después de lo que has hecho los últimos 6 meses, que acaso no fue suficiente con humillarme todos los días – dije antes de dar media vuelta salir corriendo del gimnasio.

No podía creer lo que hizo y vaya que dolió y mucho, alguien haya arriba debe odiarme para haber sufrido eso, como había sido tan estúpida de no darme cuenta que era todo una broma, las cartas, los regalos y todo, sabía que nadie podía enamorarse de mí. Dios quería creerle pero no podía, aunque en su mirada vi que decía la verdad no era suficiente no después de ser la victima de todas y cada una de sus bromas.

En eso sentí que choque contra alguien - ¿Bells? – dijo ese alguien pero realmente no le preste atención sino que seguí corriendo hasta que llegue a mi pick up roja, me sorprendí de que mi torpeza no hiciera su presencia.

En el camino a casa mis lágrimas nublaban mi vista, sabía que al llegar podría llorar todo lo que quisiese pues Emmett seguía en el baile y se quedaría en casa de Rose, Jasper también se encontraba en el baile y se quedaría con Alice y también sabía que ellos no habían presenciado la humillación de Edward hacia mí porque estaban ocupados haciendo cosas no aptas para menores. Y en casa Charlie estaría durmiendo, así que nada me impediría derrumbarme en la tristeza.