Yo te voy a proteger

Es un fanfic en honor a el genio caído Neji Hyuga, a quién adore con locura, y lloré con mucha mucha emoción, y bueno...mejor los dejó leer.

La recomendación musical es "Like You" de Evanescence y mucho por la letra.

Y...etto...¡Vamos allá! (Inner: Basta ya, ambas sabíamos que Neji moriría)

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Prólogo: Recuérdame

La soledad navega sobre una ola de perdón en las alas de los ángeles

-Síouxsie Síoux

Lentamente, sus ojos de deslizaron por toda la habitación. Después de la muerte de Neji para protegerla a ella y a Naruto, no le quedaba nadie con quién sentirse tan abierta en tantos sentidos. Hanabi era una hermana estupenda, la cuál aparte de hermana es amiga, pero no era ni de lejos lo mismo, se había desvanecido con Neji toda la protección, cariño y confianza que casi nunca sentía. Y quizá se lo mereciera, después de ser tan egoísta, pero unas pequeñas palabra eran las que regían por su cabeza.

Violetas.

En vida, habían sido la flor preferida de su primo, y no tanto por que le recordaran algo, sino por lo que le transmitían...

Aves

Sin duda el animal favorito del castaño, ya que para el figuraban toda la libertad y vida que uno mismo tiene.

Se levantó de la cama, vestía ropa muy obscura, un mallón negro con un camisón azul rey, y en su cabello, una diadema gris, todo debajo de un pequeño suéter negro.

Tomó su cartera y salió de su cuarto, como no había hecho en algunos días, despues de le guerra contra Madara, y ya empezaba a notarsele en los ojos, que lucían sin color alguno, solo una ingenua mota de profunda soledad que se asomaba de ellos.

-¡Hinata!- exclamó Hiashi al verla salir de su cuarto, alegre por verla, pero también intrigado. El golpe de la muerte de su primo le había caído extremadamente mal, y no era para menos, incluso él había llorado, el genio de la familia había caído. Como lo que era, un genio- ¿Vas a salir, hija? Hanabi te puede acompañar, yo te puedo acompañar, si quieres N...-¿en serio? ¿aún no sabía que Neji no la podría cuidar más?

-No, gracias. Quisiera ir yo sola- sus primeras palabras despues de gritar "nissan" y rezar por él, por poco que fue.

-Pero ahora...-intentó argumentar Hiashi. Podía ser un exigente militar, pero cuando de familiaridad se trataba, era un sobreprotector. Y no le gustaba que su hija saliera con ese mallón tan ceñido que mostraba mucho sus piernas. Y el camisón, por Kami-sama, era casi transparente, no podía dejar que saliera así.

-Insisto. Quizá me expresé mal. Debo hacerlo sola...-y se acercó a la puerta de salida, para tomar sus zapatos que generalmente usaba para todo, esos de tacón.

-Pero dime que regresarás.

-Voy a regresar pronto. No me tardo-su padre era un preocupón celostino y desde que...pasó, ahora un sobreprotector.

Se calzó los tacones y se quedó sentada en una de las bancas del jardín. Podría ser que Ino ya hubiera abierto la florería, pero aún se sentía muy indispuesta para salir.

No seas cobarde

Salió por la puerta, ante la mirada de varios ojos blancos, grises, lilas y azules pálidos que se fijaron en ella, atónitos.

Y cuándo salió de su casita muchos ojos fuera de la gama de colores del Byakugan, la miraron y los rumores no tardaron en salir a flote.

Llegó hasta la florería de Ino, donde afuera había grandes ramos de lirios blancos, ya que era lo tradicional para las muertes y lo que todo mundo compraba.

Ino estaba detrás del mostrador, viendo las flores, con el mismo brillo de dolor en los ojos de un tono zafiro con azul cielo. Eran ninjas, pero también mujeres.

-Buenos días, Ino-chan...-la timída y demacrada voz de la Hyuga fue lo que hizo que Ino reaccionara.

-Hmp,...buenos días, Hina-chan- fue lo que dijo la rubia, mirandola extrañada, desde hacía semanas que no la veía., bueno que nadie la veía.

-¿Tienes violetas?- preguntó con inocencia, algo que no había cambiado en ella.

-No lo sé- reconocío Ino, saliendo del mostrador y buscando entre los aparadores- Solo tengo un ramo, ¿está bien?

-Perfecto-dijo la ojilila, mientras Ino hacía lo propio que se debía hacer: Se envuelven en un papel de color, dependiendo para qué sean, luego se les salpica agua para que esten frescas más tiempo. Y se sorprendió con la elección de la chica, pues los lirios transmitían paz y libertad, pero tal vez había algo en esas flores. Como fuera, le tendió el ramo, envuelto en papel azul cielo, y vio el billete que la Hyuga pretendía darle.

-¿No tienes cambio?

Hinata suspiró y negó con la cabeza. Ese era el billete de menos valor que tenía en su cartera, y no creía que Ino aceptara cheques o tarjetas de crédito.

-No es necesario. No me des cambio.

-¿No?- era la primera vez que le hacían algo semejante a la Yamanaka. ¿Sin cambio?

-No, esta bien. Arigatou.

-Arigato? ¿A mí? Gracias a tí.

Hinata salió de la tienda, con el gran ramo en las manos. Esas flores le transmitían muchos recuerdos, hermosos y tristes.

Con paso rápido, llegó a un lu gar con grandes esculturas de ángeles, y una reja de acero, pintada de negro, adentro había muchos árboles, y grandes piedras con nombres grabados. Transmitía más paz de la que uno imaginaría.

Hinata caminó entre las tumbas, buscando un único nombre, aunque vio varios que reconocía, y que le dolían.

Dejó una flor en la de Tsunade, abrazando con fuerza su ramo hasta llegar a la que esperaba con ansias.

Hyuga Neji

1994-2012

El genio que todos admiramos

Una nueva ave surca por los cielos.

Ella misma había escrito lo que estaba grabado en esa piedra de marmól pulido, el nombre de Neji estaba escrito con oro, y el apellido con plata, la familia no se había desmedido en gastos para esto.

Dejó las flores recargadas en la placa, aun estaba brillante y reposando bajo esa sakura, ella misma se abrazó a la débil promesa que habían hecho.

Y pronto recordó que había hecho de todo, menos llorar por él, a pesar de tanto dolor solo una lágrima cayó de sus enormes ojos

De pronto tuvo la extraña sensación de no estar sola y volteó nerviosa a su alrededor. Un rubio de ojos azules también miraba la tumba, con las palabras escritas. Dejó al lado de las violetas un ramo de lirios pero azules, y se arrodilló al lado donde Hinata estaba arrodillada, y miró fijamente la placa.

-Antes me parecía sumamente presumido e irritante. Pero es de las personas más valientes que he conocido y sin duda, te protegía bien. Demasiado bien.

-H-hai...yo...etto-su respiración se empezó a agitar, y sus ojos a llenar. Sabía que necesitaba a alguien para poder llorar, alguien que no la juzgara y que la abrazara con amor.- L-lo voy a extrañar...m-mucho...Y-yo...

Muy tarde para hablar, el inminente desmayo fue suficiente para que la tomara en brazos y torpemente, tratara de ayudarla y reanimarla.

-No te preocupes-le susurró Naruto, cariñoso como siempre, y con una sonrisa de oreja a oreja, mientras la cargaba en su espalda.

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Espero que les haya gustado el inicio, me estoy esforzando garrafalmente para escribirlo, y de verdad, gracias por todo.

Disclaimer: Naruto no es mio, sino ya saben dondé estaria Neji.

¡Besos-dattebayo!

atte.

Amaya de Inuzuka ~^w^~