Un viernes, Yami Halackti, conocido como el Faraón o el rey de los juegos, estaba caminando por el centro comercial, cuando ve una tienda de cartas donde puede cambiar algunas de sus cartas para hacer más poderosa su baraja. Mientras observaba cada carta, sus ventajas, desventajas, habilidades espaciales, vio una carta parecida a su Mago Oscuro pero a la vez diferente, sin que se diera cuenta o por instinto la agarro, y luego la pago. Estaba como poseído, porque camino y camino hasta que llego a su casa y se encerró en su cuarto, es que reacciono y ahora sí, observo detenidamente la carta. Como anteriormente había observado, se parecía al Mago Oscuro de su baraja, pero a diferencia del que tenía, este se parecía a él, y a la vez tenía diferencias, como la mirada, este la tenía inocente y sus mechones, este no tenía ninguno pero eran sustituidos por un pequeño flequillo en el centro de la frente. Una vez leído sus habilidades y demás, decidió traer esa carta consigo por si tenía un duelo.

Después de que Yami comiera, se bañara y se vistiera, salió con sus amigos, Joey, Ryo, Tristán, Malik y Duke.

-Hola chicos

-Hola, Yami

-¿Vamos a la arcada?

-Si

Una vez en la arcada, después de un rato apareció Tea

-Hola, Yamito

-¿Qué quieres Tea?

-¿No te alegra verme?-dijo en un tono "sensual"

-Ni en lo más mínimo-dijo tratando de zafarse de Tea, que se había abrasado a él

-¿Por qué niegas que te da gusto verme?-dijo apretando más su cuerpo al de Yami, para ver si tenía "alguna reacción"

-Me da repulsión tu presencia, la verdad, preferiría estar en un establo lleno de estiércol que contigo Tea-dijo logrando zafarse finalmente de Tea

-Tea, déjalo en paz, ¿quieres?-dijo un ya cansado Joey de la actitud de "señorita" de Tea

-¿A ti quién te metió en esto, perro?-dijo en tono de burla

-¿A quién llamaste perro?

-Aparte de perro, sordo

-Cállate, la única razón por la cual no te rompo la cara es porque eres mujer, porque si no, jura que ya estarías en un hospital

-Huy, si, mira como tiemblo-dijo burlándose más del pobre Joey

Sin que Tea se diera cuenta, los demás empezaron a alejarse de su vista y perderse entre la multitud. Para cuando se dio cuenta fue que Joey se fue por el lado contrario, creyendo que es a donde fue "su Yamito" (n/a: créanme que estoy por vomitar al incluir a la AMANZU no la soporto), sin que se dieran cuenta, Joey se escabullo de su vista y se reunió con los chicos

-Créanme, un día de estos la voy a matar-dijo Joey ya frustrado de los acosos de Tea hacia Yami
-Sabes que desde hace tiempo pudiste demandarla y hacer que le pusieran una restricción-dijo Ryo

-Lo sé, pero créeme que será más divertido así, porque quiero ver que hará si salgo con alguien

-Cierto, yo igual quiero ver, pero si es necesario, la mato antes de que logre sus objetivos de eliminar a tu pareja-dijo Malik

-Olvidemos a Tea un rato, ya me dio dolor de cabeza-se quejó Tristán-Mejor vamos a divertirnos y olvidemos a esa mujerzuela

-¡SI!-dijeron todos al unísono

-¿Pero a dónde vamos?-pregunto Joey

-Mmmm... ¿Qué les parece al lugar que Tea más odia?-dijo Yami

-¿Cuál?-dijo Malik

-Al museo, recuerden, no soporta la historia y menos si es de Egipto

-Si-dijeron al unísono todos

Una vez decidido, todos fueron rumbo al museo. Lo que sorprendió a los chicos, fue la historia de un faraón sin nombre, que salvo a la humanidad de ser destruida, pero lo que más sorprendió a los chicos y sobresalto a Yami, es que el faraón tenía cierto parecido con él (Yami) y se quedaron más sorprendidos, al ver que el monstruo que estaba arriba de él se parecía al Mago Oscuro, pero Yami se quedó como ido, porque el monstruo se parecía al que había comprado recientemente.

-Yami, ¿estás bien?-pregunto Joey

-Yami-dijo Malik

-¡Yami!-dijo Duke

-¡YAMI HALAKTI!-gritaron al unísono todos sus amigos

-¿Eh?... ¿Pasó algo?-pregunto desconcertado Yami, provocando que a sus amigos les saliera una gota marca anime

-¿Estas bien? Andabas como poseído o algo-dijo Joey

-¿No notan bien las características del jeroglífico que está arriba del Faraón?

-¿A qué te refieres?-pregunto un desconcertado Ryo

-Miren-mientras les enseña su carta y la pone al lado de la tabla-esta carta la compre hace unas horas

-Se parece a ti-dijo Joey

-Solo un poco, por la forma del cabello, y el color de ojos, porque tiene grandes diferencia-dijo Duke al hacerse de "sabelotodo"

-Eso es lo que me sorprendió hace rato cuando la compre, se parece a mí y al mago oscuro de mi baraja, pero a la vez es muy diferente

-¿Y por qué compraste la carta?, digo, no tiene puntos de Ataque ni de Defensa-dijo Tristán

-Si los tiene, la revise bien, solo que se activa por medio de un ritual

-Aja, y ¿cuál es?-dijo Duke enarcando una ceja

-Etto... no me acuerdo

-¿Y cómo sabes que es poderoso?-pregunto Joey enarcando una ceja

-Etto... pues porque... etto...pues como Kuriboh que parece débil, pero es fuerte

-Cierto, a Kuriboh le dicen el monstruo más débil en el Duelo de Monstruos, pero es muy fuerte si se le combina las cartas correctas-dijo Ryo con aire de pensativo-pero, ¿cómo estás seguro que esa carta te funcionará si ni siquiera la habías visto?

-Llámenlo corazonada

-¿Por qué estás tan seguro?-pregunto Malik

-Como dije, llámenlo corazonada, algo me llevo a la carta, igual que me llevo a las otras, esta debe tener algo especial

-Como digas-dijo Joey, luego volteo a ver su reloj-Miren la hora, tenemos que salir antes de que cierren el museo y nos quedemos encerrados con las momias

Todos asintieron y salieron lo más rápido posible del Museo. Una vez fuera, vieron que todos los locales empezaban a cerrar, se despidieron y cada uno tomo su propia dirección hacia su casa.

Una vez que Yami estuvo en casa, ceno, se bañó, se puso el pijama y se fue a dormir. Una vez dormido, la carta del Mago Oscuro que compro ese día empezó a brillar, sin que despertara a su dueño, de ella salió una figura, era el Mago Oscuro parecido y a la vez diferente que Yami

-Faraón-susurró el chico-Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, pero pronto recuperará su memoria, y el destino se cumplirá-dijo acercándose a la mejilla de Yami, depositando un tierno beso, luego hizo una reverencia y despareció.

Al día siguiente

Yami recién despertaba, se sentía un tanto extraño, como si algo estuviera por pasar; simplemente lo ignoro, se metió a bañar, se vistió, desayuno y les llamo a sus amigos para que pasaran el día viendo películas, pero cuando estaba por ver que películas ver, llamaron a la puerta, al abrir la puerta se encontró con una anciana que le sonreía cálidamente

-¿Qué deseaba?-

-Faraón, han pasado muchos años desde que nos vimos, le vengo a dejar algo que usted dejo a mi cargo

-¿...?-Yami no entendía nada, esa mujer le parecía extraña, pero le daba confianza

-Espero y que pronto recupere sus memorias-dijo la anciana, mientras sacaba una caja dorada que tenía el ojo de Horus en el frente. Yami, sin entender muy bien el por qué, agarro la caja y la vio por un momento, quería negar la caja, ya que pensaba no pertenecerle, cuando volteo a ver a la anciana, está ya había desaparecido

-Qué extraño-cerro la puerta-¿Qué debo hacer con esto?-dijo mirando la caja, al abrirla se encontró con la piezas de un rompecabezas, que vagamente le recordaron a la pirámide que tenía el faraón en aquella inscripción-Ahh... deberé dejarlo para después...-no termino la frase porque sus amigos recién llegaban

-Hola Yami-saludaron todos al unísono

-Hola-dijo desanimado Yami

-¿Qué tienes faraón?-pregunto Duke

-¿Desde cuándo me llamas faraón, Duke?-pregunto un tanto extrañado

-¿Te llame así?

-Si

-Ni cuenta me di, pero olvidándonos de eso, ¿qué tienes? andas medio raro

-No es nada-suspira-solo que algo no cuadra en esto

-¿A qué te refieres?