Bueno, aquí os traigo mi nuevo proyecto de fic: una serie de cortos (de entre 500 y 1500 palabras cada uno) ambientados en el loco universo de TF2. Pero no esperéis encontrar romance o escenas épicas de acción, porque en esta historia no hay nada de eso. Porque esta historia trata de cosas del día a día, de la convivencia entre 8 tíos y alguien de género confuso entre ellos. Espero que lo disfrutéis.

Se me olvida que TF2 y sus personajes no me pertenecen, aunque eso es bastante obvio.

Las escenas narradas en esta historia no tienen lugar en una época determinada, pero todas ocurren antes de Mann vs Machine y, por lo tanto, del 4º evento de Halloween.


La ducha

Scout había estado corriendo toda la tarde. Era su obligación cuando estaba en el campo de batalla y su pasatiempo cuando tenía un rato libre si ninguno de sus compañeros de equipo quería jugar al béisbol con él, que era muy a menudo. Agotado, se sentó en uno de los escalones de fuera de la base, para descansar, y miró hacia el cielo. Empezaba a anochecer, lo que significaba que la cena estaba casi lista. Esa noche le tocaba a Engineer cocinar, lo cual era estupendo porque era uno de los mejores cocineros de la base. Su estómago gruñó solo de pensar en degustar la comida del texano. Sí, nada mejor que una buena cena después de correr.

Scout se dirigió hacia la cocina, que también hacía las veces de comedor. Engineer estaba acabando de cocinar las chuletas, mientras Medic ponía la mesa, Heavy leía un libro y Demoman... Demoman se suponía que tendría que estar barriendo el suelo, pero se había quedado dormido usando la escoba como apoyo. Cómo podía mantenerse en pie era todo un misterio.

El bostoniano se dispuso a coger sitio para la cena, pero antes de poder apartar una silla Medic le bloqueó el camino.

-Aparta Doc, que tengo hambre- le dijo el joven a su compañero mientras trataba de buscar un hueco por el que esquivar al doctor.

-Nein. Apestas peor que un perro mojado y no pienso permitir que compartas mesa conmigo sin antes darte una ducha- le replicó el alemán sin dejarle paso

-¿Qué? Venga ya. Si no quieres comer a mi lado vete a la enfermería- respondió Scout.

-Sí Doctor dice ducha, es ducha- le dijo Heavy al joven sin apartar la vista de su libro, aunque en su voz había tono de amenaza.

-Tienen razón, chico. Parece que te hayas caído en un estercolero- dijo Engineer.

-Está bien, panda de maricas, me ducharé- gruñó Scout resignado.

Una vez había cogido la ropa limpia, Scout se desnudó y se metió en la ducha, no sin antes contemplar su espectacular (canijo) cuerpo en el espejo.

-¿Por qué molaré tanto?- se preguntó tras meterse en la ducha.

El bostoniano abrió el grifo con la expectativa de que el agua estuviera en su punto. Pero las leyes no escritas de la ducha dictan que esto nunca sucede.

-¡Mierdamierdamierdamierda!- gritó mientras cerraba el grifo.-¡Esta congelada!

Scout volvió a abrir el grifo, esperando haber ajustado bien la temperatura, pero esta vez...

-¡AGGGGGHGGHGH! ¡ESTA ARDIENDO LA JODIDA!- gritó dolorido mientras cerraba de nuevo el agua.

La volvió a abrir de nuevo...

-¡HELADA!

Y otra vez más...

-¡ARDIENDO!

Otro intento...

-¡COÑO, ESTO ES PEOR QUE COLDFRONT!

Y uno más...

-¡LAS LLAMAS DE PYRO DUELEN MENOS!

Finalmente, tras una larga y dolorosa ducha, Scout, cuyo cuerpo estaba la mitad tiritando de frío y la otra mitad achicharrada, salió de la ducha, aseado pero dolorido. Se acercó a coger una toalla, solo para encontrar a Spy, quien estaba riéndose sin parar junto al calentador.

-¡Eres un hijo de la grandísima puta!- le gritó Scout, completamente enfurecido tras atar cabos, antes de comenzar a perseguir al francés escobilla de váter en mano y usando la toalla como taparrabos, Spy huyendo de él sin parar de reírse.

-¿Es que no podemos tener ni una cena en paz?- preguntó Sniper al resto del equipo, quienes estaban cenando ya.

-No- respondieron todos a la vez.