Caminaba de la mano de Ron Weasley, como algunas veces se le ocurría hacer a él. No es que me molestara caminar de la mano con mi novio pero tampoco aseguraba que me encantara la idea de que nos vieran así. Todo el colegio lo sabía y obviamente no es que en algún momento se hubiera convertido en el tema principal de conversación pero aun así. Tampoco es que me interesara demasiado lo que pensaran de mí, después de todo no estábamos quebrantando ninguna norma del colegio. Estábamos a unos días de terminar el curso (en realidad esa tarde y un día más). Los exámenes ya habían terminado y alrededor solo se podía sentir el alivio y la tranquilidad que todo el alumnado de Hogwarts sentía de regresar a casa y reunirse con sus familias. Nuestro último año y pronto nos despediríamos, algunos nos seguiríamos viendo pero otros más perderían contacto absoluto. En eso pensaba cuando lo vi.

Realmente lo que me sorprendió fue la mirada hostil del mismísimo Draco Malfoy hacia mi novio o más concretamente hacia la mano que teníamos entrelazada. Siendo él, no me hubiera sorprendido si de repente se le ocurriera mofarse de nuestra relación o simplemente hacer un comentario despectivo como: "Sabía que el pobretón no podía encontrarse algo demasiado bueno, pero no me imagine que callera tan bajo como para aliarse con una sangre sucia. Supongo que a éste punto no me sorprende" o "¿Acaso estás de niñera Granger? ¿O es que es tan estúpido que necesita clases particulares?" Para después reírse a carcajada limpia. Pero estaba segura que no estaba lista para esa mirada. Por una fracción de segundo, en la que levantó la vista y sus ojos se encontraron con los míos, no pude evitar ver ¿dolor? En sus ojos. ¿Qué le ocurría a Malfoy? ¿Por qué me había mirado de esa forma? Mi mente siguió cavilando sobre el asunto durante unos segundos más antes de volver a la realidad, una realidad donde me encontraba de camino a la sala común de Gryffindor para disfrutar los escasos días que nos quedaban de convivencia.

Dejé de lado el asunto de Malfoy y seguí la conversación que unos minutos atrás mantenía con Ron.

Cuando llegamos por fin me relajé, por alguna extraña razón fuera de mi entendimiento no había podido relajarme ni un poco desde ese "encuentro" con Draco. Al parecer Ginny se dio cuenta porque se acercó a mí y con una sonrisa un tanto preocupada me preguntó.

-¿Qué te ocurre Mione? Has estado muy callada y seria ¿En qué piensas?-

Yo no podía contarle sobre mis dudas acerca de Malfoy porque enseguida reaccionaría como si le hubiera hablado de una mala broma o simplemente me tiraría a Loca así que ocupé una de las preocupaciones más comunes recientemente.

-En realidad pensaba en que extrañaré mucho Hogwarts… saber que ya no volveré a dormir entre sus paredes después de tanto tiempo es un poco difícil de asimilar… éste lugar se ah convertido en mi hogar y realmente lo extrañaré-

Suspiré para agregarle énfasis a mis palabras. Ella sonrió y palmeó mi hombro a modo de entendimiento. A ella aún le quedaba un año más, pero en lo que se refería a Harry, Ron, Neville y los demás éstos serían nuestros últimos días en Hogwarts.

-Sí, supongo que yo me sentiré de la misma forma el próximo año. No se como lograré soportar un año sin su compañía… Las bromas de Ron, las sonrisas de Harry… y tus consejos, sobre todo tus consejos y también tus regaños, en verdad los echaré mucho de menos-

Ella también suspiró y yo no pude evitar sonreír, se veía como una verdadera mártir y aunque estaba segura de que la mayor parte de esa expresión (aunque no sus palabras) era actuada, si no la hubiera conocido de tantos años entonces le habría creído que se sentía verdaderamente mal.

Así pasó la noche, llena de risas y recuerdos de nuestras aventuras en el colegio. Cuando llegó la hora de dormir todos nos despedimos y nos retiramos a nuestras respectivas habitaciones. Ginny siguió parloteando conmigo sobre lo mucho que nos iba a extrañar durante unos largos minutos, hasta que al fin guardó silencio, bostezó y con un "Buenas noches" se quedó dormida. Sonreí al escuchar el silencio que nos rodeaba y sin dejar de hacerlo me dejé caer en los brazos de Morfeo.

Cuando me desperté no pude evitar abrazar con fuerza las almohadas, suspirar repetidas veces y después darme cuenta de que ya nadie estaba en el dormitorio. Observé la hora y me sorprendí demasiado al ver que era demasiado temprano, aún no me creía que todas las chicas ya se hubieran levantado, no era normal en ellas. Suspiré nuevamente y me levanté, me dirigí al servicio y me duché. Cuando terminé me vestí y bajé al Gran comedor.

Ahogué un pequeño grito cuando una mano se aferró a mi muñeca y sin pizca de delicadeza me arrastró hasta una de las aulas, mi cerebro intentaba reaccionar pero no sabía lo que ocurría. Cuando al fin pude enfocar a mi atacante mi mandíbula se desencajó y mis ojos se salieron de sus orbitas ¿Qué hacía Draco Malfoy tan misterioso, llevándome a una sala sola? Eso no tenía buena pinta así que me quedé totalmente quieta y él me soltó. Rebusqué mi varita y me aferré con fuerza a ella, no entendía lo que ocurría pero si él quería hacerme daño, al menos me defendería.

Él me dio la espalda unos segundos y cuando abrí la boca para hablar él se adelantó, rodeó mi cintura con sus brazos y me besó con ímpetu, con desesperación y con mucha, pero mucha delicadeza. No entendía lo que le sucedía a mi cuerpo ya que mi cerebro le ordenaba a mis manos que reaccionaran y lo golpearan pero éstas yacían a mis costados como objetos inanimados.

De un momento a otro mi mente se desconectó de mi cuerpo y le devolví el beso, no sabía desde hacía cuanto tiempo lo había deseado pero me sentí completa cuando mis manos reaccionaron y se enredaron en el cabello de su nuca, mi torso se pegó aún más a su cuerpo y mis labios se movían sincronizada mente con los de él. No supe cuanto tiempo estuvimos así, comiéndonos a besos. Pero sí de lo libre que me sentí al besarlo de esa forma. Él se separó de mí con delicadeza y con una mirada suplicante y llena de dolor susurró:

-Fue un gusto conocerte Granger, no sabes lo mucho que deseé que éste momento llegara-

Y sin más salió de ahí, dejándome con el corazón latiéndome frenéticamente, la respiración agitada, las mejillas encendidas, los labios ligeramente hinchados y a mi más confundida que nunca. Cuando al fin pude reaccionar salí de ahí y me dirigí al lago, no tenía idea de que era lo que buscaba pero si estaba segura de que no quería ver a nadie. Aún rondaban por mi cabeza las imágenes de su rostro cuando nos conocimos, sus palabras hirientes, sus gestos de superioridad, esas sonrisas que decían "soy mejor que tú", la mirada de la tarde anterior, la de esa misma mañana, sus labios sobre los míos y por último sus últimas palabras. Después de tanto tiempo me di cuenta de que estaba enamorado de mi y que yo, sin saberlo También estaba enamorada de Él.


Bueno, es la primera vez que escribo en esta página. No se si alguien llegará a leerlo y sinceramente por el momento no me preocupa demasiado ya que solo hice éste Oneshoot para probar un poco como se suben los capítulos.