hola a todos! he aquí la última parte del fic. realmente no pensaba en poner más partes pervertidillas, pero el aleatorio de mi mp3 me sorprenió con mi canción favorita y me vino la inspiración! a sí que lo de siempre: espero que disfutéis y mucísimas gracias por los review y los fav, que me han animado ha terminar este fic y a seguir escribiendo.


A la mañana siguiente, un rayo de sol se colaba entre las cortinas atravesando la ventana y despertando a Soul. Cuando este logró abrir los ojos vio a la rubia acurrucada en su pecho, se quedó mirándola un rato y, cuando finalmente ella abrió los ojos se centró en los de Soul mientras sonreía.

-¿cuánto llevas despierta?

-¿tanto se nota?- dijo mientras reía. –estaba tan cómoda que no me apetecía levantarme.

Ambos sonrieron, se abrazaron fuertemente y se besaron apasionadamente. Poco después Soul se levantó y fue a preparar el desayuno, bueno, lo intentó, pues la muchacha estaba realmente cariñosa esa mañana.

Empujó al de los ojos rojos como la sangre contra el sofá y se colocó encima de él, apenas se había vestido después de la noche anterior, llevaba la camiseta de Soul y la parte inferior de su conjunto. El joven la encontró tan apetecible que no dudó en seguirle el juego, metió sus manos por dentro de la camisa y empezó a acariciarla, a masajearla y a morderla por toda su extensión.

Maka le desabrochó los pantalones e hincó sus dedos en su torso.

Soul, al notar que cada vez tenía menos control, hizo que cambiaran de posiciones.

Después, devoró el cuello de ella dejándole enormes marcas con tonalidades entre carmesí y un morado suave. Maka clavaba sus uñas en la espalda del muchacho, y dándose cuenta de que estaba a su merced, volvió a ponerse ella encima y, con sus labios y su lengua, recorrió el camino desde su torso, pasando por el abdomen bien formado del albino hasta llegar a su ropa, acarició el miembro ya muy excitado de este y poco a poco metió la mano por dentro se su pantalón. Sonreía malévolamente al ver que era él quien ahora estaba bajo su control. Bajó sus pantalones hasta las rodillas y mordió los bóxers negros que no por mucho tiempo seguían puestos. Soul emitió un gruñido y apartó a la joven de aquella zona, otro cualquiera la habría dejado seguir, pero esto se había convertido en un juego en el que no podía perder.

La cogió por la cintura, la levantó en volandas, y la tumbó de nuevo en el destartalado sofá. La despojó de su camiseta y devoró uno de sus pechos mientras masajeaba el otro con la mano, cada vez que mordía la rubia no podía evitar gemir. Parecía que Maka estaba perdida, sobre todo cuando el albino comenzó a bajar por su vientre hasta llegar a su intimidad. Bajó su ropa interior y, sin más miramientos, su lengua comenzó a jugar con su clítoris.

Maka lo dio todo por perdido y se rindió ante la agilidad de la lengua del muchacho, que poco a poco pasó a su entrada y comenzó a explorarla. Maka, temblando por la excitación solo podía murmurar:

-Soul… para…

Éste sonreía y seguía con su trabajo haciendo que la rubia arquease más y más su espalda y cerrase los ojos con fuerza. Cuando estaba a punto de terminar, apartó al joven bruscamente con las pocas fuerzas que le quedaban.

Después, bajó directamente a su erecto miembro y comenzó a masajearlo, el joven estaba al límite. Maka pasó de usar sus manos a usar su boca, el albino no podía mas, avisó a la chica:

-Maka… yo… voy a… para!

Pero ella no paró, provocó al muchacho un orgasmo como el que nunca había tenido, había ganado. Pero Soul quería la revancha.

Volvió a utilizar si lengua y Maka terminó con otro orgasmo. ¿Podía considerarse esto un empate?

Ambos cayeron rendidos al sofá, aun no terminaban de creerse lo que acababa de pasar, pero la ropa esparcida por el suelo era una prueba evidente de que no estaban soñando.

Se abrazaron tiernamente y permanecieron así unos minutos, hasta que notaron un fuerte olor de tortitas quemadas, o más bien, carbonizadas totalmente. Maka salió corriendo a apagar la sartén y Soul sonreía divertido.

Llamaron a la puerta y se vistió para salir a abrir, realmente sabía que la casa no estaba en la mejor situación para una visita, pues era evidente lo que habían hecho. Pero Soul no lo recordó y abrió la puerta a sus amigos, allí estaban Tsubaki, Kid, Black Star, Liz, Paty y Chrona.

Al recordar como estaba el salón, intentó que no entrasen en el apartamento, pero todos se dieron cuenta de la ropa tirada por todas partes. Soul se puso realmente nervioso, pero para rematar la faena apareció Maka únicamente vestida con la camiseta de Soul. Todos se quedaron realmente sorprendidos y la muchacha tenía la cara del mismo color que los ojos del albino, el cual sólo pudo sonreír y removerse el cabello blanco mientras cerraba la puerta. Sin duda, había sido lo más vergonzoso que habían vivido nunca.


FIN