Mil disculpas por el retraso de medio año pero actividades y falta de inspiración me impedían concluir esta historia. Aquí está finalmente terminada. Espero les guste.

Reconciliación

Thor bajó la escalinata que conducía al jardín real. Allí, sentado en un banco blanco, rodeado de macetas con plantas autóctonas y de otros mundos, se encontraba Loki, meciendo a una dormida Freyja. A sus pies estaba una cesta con un biberón caliente, una toalla y demás accesorios para la niña. Thor se sentó junto a ellos sin hacer ruido.

Con la sincronía de un reloj, Freyja despertó y reclamó su leche. Loki le entregó el biberón, que la pequeña succionó con gusto. Recién entonces, Thor decidió hablar.

-En varias ocasiones me tildaste de soberbio e impulsivo – Loki no se dignó mirarlo pero su esposo bien sabía que lo estaba escuchando -. Es cierto, quiero tener la razón y me cuesta darme cuenta de un error. Para mí la vida se resume en tonos blanco y negro, nunca grises y por eso, a veces, me tildaste de estúpido.

-Vamos, Thor – cortó el joven, cansado -. Di lo que debas decir.

-Déjame terminar – pidió Thor -. Me manejo en los extremos: bueno, malo, blanco, negro, simple, complicado.

-Estuviste platicando con madre y ella te sugirió una alternativa para que tus amigos conozcan a Freyja, que fuera más razonable que tu idea de viajar a Midgard – anticipó Loki y esta vez lo miró -. ¿Qué te propuso?

-Antes de eso, déjame terminar – ordenó el príncipe con un bufido -. Como me manejo entre dos extremos, me costó entenderte ayer. Veras, para mí, para todos en Asgard, eres un héroe y al ver en lo que te has convertido, olvidé lo que antes eras. Olvidé que sientes culpa.

-¿Culpa? – repitió Loki, escandalizado.

Thor asintió, seguro de lo que afirmaba.

-Cambiaste, expresas más lo que sientes, aprendiste a querer a otros, te jugaste por otros, me amas y amas a Freyja. Ya no niegas tus sentimientos y recordar lo que hiciste en el pasado te provoca remordimientos. Además, tienes razón. Hay midgardianos que no deben haberte perdonado y llevarte puede resultar peligroso.

-Ahora sí estás razonando – se mofó Loki y calló. No lo iba a decir pero reconocía que lo que Thor le decía era completamente cierto.

-Tampoco me llevaría a Freyja sin tu autorización – aseguró Thor, observándolo con intensidad -. Por eso madre propuso que mis amigos, aquellos que lo deseen, por supuesto, vengan a conocerla a Asgard.

Loki se volvió hacia la niña, mientras lo pensaba.

-Ironman no se veía muy feliz con el viaje cuando vino.

-Utilizarían Bifrost – respondió Thor, mirando hacia arriba por la obviedad -. Vamos, Loki. No bromees, la idea me parece buena. Mis amigos conocerán a Freyja y ni ella ni tú deberán abandonar Asgard.

-¿Tus amigos incluyen a Hulk? – quiso saber Loki, mientras limpiaba rastros de leche del mentón de su hija.

-Estoy convencido que Bruce querrá disculparse contigo – aseveró Thor -. Pero si vamos al caso, fue la única manera de detenerte.

-¿Qué hay de Jane Foster? – interrogó Loki en tono casual.

-¿Por qué lo preguntas? – cuestionó su esposo.

Loki dejó de atender a Freyja para mirarlo.

-Porque ella te ama y la consideras su amiga.

Thor sonrió. Loki y sus celos le provocaban alegría y ternura.

-No se le negará el viaje, aunque la última vez que la vi no terminamos amigablemente.

Interesado, Loki alzó una ceja.

-¿Qué ocurrió?

Thor bajó la cabeza y se miró las manos enlazadas.

-Intenté explicarle que cuando la conocí sí sentí algo por ella pero que luego me había enamorado de ti.

-¿Qué te respondió?

-No me creyó – confesó Thor con pena -. Pensó que yo fingí amarla para que me ayudara a recuperar Mjolnir.

-Es aceptable en una midgardiana – opinó Loki con desprecio -. Entre ellos la traición está a la orden del día. Razonó como razonaría cualquiera de su adorada Tierra.

-A ti también te costó creer que te amamos – le hizo ver Thor con suavidad -. Cuatro años para ser exactos.

Loki se mordió el labio inferior y como Freyja terminó de beber, se ocupó de ella para fingir que no lo escuchaba.

Thor se preguntó si no había sido duro pero a fin de cuentas tenía razón. Pellizcó la mejilla regordeta de su hija con cariño y se puso de pie.

-Si estás de acuerdo, propondré a padre comenzar con los preparativos.

-Me parece adecuado – aceptó Loki.

Thor asintió y se alejó por donde había llegado. Por el camino, recordó la mención a Jane y sonrió mientras sacudía la cabeza, aunque tendría que comunicarse con Bruce y proponerle maneras de hacer las paces con Loki. Después de todo, le había dado una inolvidable paliza, merecida en su momento pero paliza al fin.

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Los Avengers estaban discutiendo en el salón de usos múltiples de SHIELD, o más bien, intercambiando puntos de vista (si así podía decirse) acerca de la invitación que una delegación de Asgard acababa de hacerles para conocer a la hija de Thor. Obviamente Freyja no era el problema a debatir, sino el encuentro con Loki, su archienemigo y casi erigido destructor y tirano de la Tierra.

Después de escuchar a sus compañeros, Natascha habló.

-Se supone que los asgardianos son semidioses, deidades ancestrales para nosotros, y si ellos absolvieron a Loki, pienso que debemos mostrarnos razonables.

-Además, según se comenta, fue él mismo quien detuvo Ragnarök, que hubiera acabado con el universo entero – apoyó Bruce, con la voz serena y su tranquilidad espontánea.

-Habla por ti mismo – contestó Clint, rencoroso -. Te vengaste dándole una paliza pero no todos tuvimos esa posibilidad. Él me lavó el cerebro y me esclavizó como a un títere.

-Perdón – carraspeó Tony con la mano en alto -. Nuestro amigo Thor pidió hablarte en forma privada, Bruce. Me parece que el problema contigo es más profundo que con los demás terrícolas.

Tanto Steve como Natascha se mordieron los labios para no reír. Nadie olvidaba la lección épica que Hulk le había propinado a Loki.

-Pongamos las cartas sobre la mesa – expuso Bruce a modo de conclusión, y no parecía molesto -. Tenemos que dar una respuesta a Thor. Hay dos opciones, o le decimos que no, que por resentimiento hacia Loki, ahora devenido en héroe universal, nos negamos a conocer a su hija, o le respondemos que sí, aceptamos que nuestro antiguo enemigo cambió y viajamos a Asgard en misión de paz, una paz interplanetaria que pregonamos todos.

-Puso las cosas en claro, doctor Banner – tomó la palabra Nick Fury, que hasta ese momento se había mantenido callado y sentado en un rincón alejado de los demás -. Thor nos invitó a visitar su hogar y su familia. La Tierra viene creando alianzas con Asgard desde su primera visita. Opino que lo correcto es asistir.

-Eso es lo que yo dije desde un primer momento – dejó en claro Tony y todos rodaron los ojos -. Es cierto que al principio pensé que era una locura viajar a Asgard después de mi experiencia personal, pero si lo de Bifrost resulta y los conocimientos asgardianos son tan avanzados, podría convertirse en una travesía placentera. Ahora bien – miró a Bruce intensamente -. ¿Vas a decirle antes o después del viaje que estás comprometido con su ex?

-La doctora Jane Foster no es de tu incumbencia - respondió Banner pacíficamente, con una sonrisa entre los labios.

…..

Freyja tenía seis meses cuando se fijó el día para que los Avengers la conocieran. Esa mañana, Loki se levantó puntualmente para alimentarla, mientras que Thor se retiraba para ultimar los detalles. Era la primera vez que sus amigos visitarían su casa y quería que el evento fuera memorable por su perfección. Loki no se mostraba ni nervioso, ni tranquilo, simplemente era él mismo, comportándose de manera natural, como si ningún acontecimiento importante estuviera por producirse.

-Estás alterado – comentó a Thor cuando el príncipe heredero regresó más tarde a los aposentos y no dejaba de caminar en círculos.

Thor se detuvo y volteó hacia él. Trató de esgrimir una sonrisa pero no le salió más que una mueca porque estaba muy nervioso.

Loki se le acercó y tomando las mejillas de su esposo entre las manos, lo observó fijo.

-Todo saldrá bien – le aseguró -. Madre es quien se ha encargado del agasajo y a ella lo que hace le sale perfecto. Me dijiste que tus amigos no son los quisquillosos que yo creía y que Banner es un midgardiano pacífico, que sabrá disculparse. Vamos, esposo mío – le atrapó la mano -. No falta mucho para que lleguen.

-Loki – murmuró Thor -. Sabes que te amo.

Un "y yo a ti" hubiera sido la respuesta adecuada pero Thor conocía lo suficiente a su cónyuge y se alegró cuando Loki le sonrió brevemente, mientras le empujaba el brazo para partir a vestirse.

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Hasta Tony debió reconocerlo: el viaje a través de Bifrost era tranquilo y podía decirse que, además, resultaba placentero. Bruce y Jane explicaron que en el proceso, las moléculas de cada uno sufrirían una leve modificación para teletransportarse pero que la mutación apenas duraría unas décimas de segundo y se estabilizarían al llegar al puente. Esto no alivió las dudas de ninguno de los viajeros pero sin otro modo de llegar a Asgard, y con la curiosidad por conocer el mundo y la hija de su amigo, se dejaron transportar.

Tony, Natascha, Clint, Steve y Nick Fury, vistiendo sus trajes de guerrero, y Bruce y Jane tomados de la mano y vestidos de gala, se materializaron los siete en un parpadeo frente a las narices de Heimdall. Este los escudriñó con su mirada inquisidora uno por uno hasta llegar a Jane.

-No me está vedado ningún secreto de los migdardianos. Jane Foster. Vienes como la prometida de Bruce Banner y buscas reconciliarte con el príncipe Thor para continuar tu vida. Todos son bienvenidos a Asgard. Adelante.

El guardián se hizo a un lado y los acompañó hasta afuera de la bóveda, donde una delegación con Fandral a la cabeza los esperaba con caballos preparados para acompañarlos al palacio. La mayoría de los Avengers eran jinetes expertos, especialmente Natascha, que se jactaba de haber ganado torneos, y también Jane se defendía bien, explicando que sus abuelos paternos habían tenido una granja. Solo Bruce tuvo problemas para estabilizarse en su corcel, y una vez que Tony, entre bromas, le enseñó a sujetar las riendas, pudieron emprender la marcha.

Mientras esperaban a los huéspedes, Thor se fue tranquilizando. Estaba sentado junto a Loki en altos tronos dorados colocados en el centro de la sala. Ambos esposos estaban vestidos con sus trajes de gala, Thor sostenía Mjolnir y Loki ceñía la espada regalada por las walkirias. Thor pensó que después de todo, sus amigos habían aceptado visitarlo y encontrarse con Loki. Podía estar seguro de la palabra de Bruce, que le había prometido presentar sus respetos al príncipe a modo de reconciliación.

No había de qué preocuparse, acercaría a Loki a sus amigos y sería beneficioso tanto para ellos como para Asgard y Midgard.

Sin embargo, al tiempo que Thor recuperaba la confianza, fue Loki quien comenzó a sentirse ansioso. No porque temiera que los midgardianos le faltaran el respeto sino porque recordó quién había sido cuando intentó apoderarse de la Tierra y se comparó con la persona en la que se había convertido ahora. Estaba orgulloso de sí mismo y de la familia que tenía, y se preguntó fugazmente qué hubiera sido de él si su plan hubiera tenido éxito y se hubiera convertido en el amo de Midgard. Quizás habría cumplido su sueño pero dudaba de que hubiera llegado a ser feliz. La felicidad, como actualmente la conocía, no consistía en acumular poder, conquistar y someter, sino en compartir, proteger y, lo más importante, amar y sentirse amado.

El anuncio del arribo de los visitantes, lo apartó de sus reflexiones y miró a Thor de soslayo. Su esposo le sonrió con complicidad y le acarició suavemente la mano en el instante en que se abrían las puertas.

Los midgardianos desfilaron por una alfombra borgoña, uno detrás del otro, encabezados por Ironman. Solo Bruce y Jane entraron juntos, tomados siempre de la mano, y al ver este gesto Thor se alivió y Loki se quitó los celos que aún sentía por la joven. Nick fue el último y el primero que inclinó la cabeza respetuosamente ante los príncipes.

-Bienvenidos, amigos míos – los saludó Thor con alegría y se puso de pie para abrazarlos -. Este es mi hogar, Asgard.

Loki permaneció sentado en su trono, serio y callado.

Bruce le tendió la mano con franqueza. Los demás se detuvieron en seco para observarlos. Loki estudió la mano tendida y finalmente la estrechó, mientras se ponía de pie.

-Esta es la doctora Foster – anunció Bruce acercando a Jane -. Mi prometida.

-Lo felicito, Banner – contestó Loki con un ligero asentimiento.

-¡Felicidades! – se alegró Thor y abrazó a la joven.

Ella sonrió tranquila. El abrazo no le produjo incomodidad y comprobó que ya no sentía el amor profundo por Thor, tampoco resentimiento. Era una mujer libre y preparada para formalizar sin miedo su relación con Bruce.

Tanto Natascha como Clint hicieron a un lado sus recelos y saludaron a Loki. Lo sintieron diferente. Una persona centrada y pacífica, alejada del monstruo que tuvieron que combatir. Steve sintió lo mismo y Tony se atrevió a palmearle la espalda después de estrecharle la mano. Loki nada dijo pero le lanzó una mirada de advertencia para ese tipo de confianzas en el futuro.

Thor los invitó a pasar a otra sala donde se había servido un suculento refrigerio, y Tony, que conocía de banquetes, admitió que los bocados eran exquisitos. Mientras comían, Loki fue a buscar a su hija. Trajo a Freyja vestida con el mismo traje que había usado en su presentación oficial y fue la delicia de todos. Le hicieron morisquetas, Natascha la cargó un instante, y Nick, que temía que se asustara con su traje negro de cuero, solo recibió sonrisitas de la niña. Al llevar un parche en el ojo, la pequeña lo sintió como a su cariñoso abuelo y se deshizo en risitas a su lado. Solo Bruce se mantuvo a una distancia prudente por su timidez y fue Jane quien le acercó a Freyja para que la alzara un momento.

Los midgardianos quedaron fascinados con la princesita y felicitaron de corazón a Thor. Con su nobleza y ternura, el príncipe abrazó a Loki y les señaló que sin su esposo, esa niña no hubiera existido. Por primera vez desde que llegaran, Loki sonrió brevemente y la sonrisa le dio un brillo especial. No lo sintieron más falso ni alejado, simplemente una persona orgullosa con lo que era y tenía.

Luego Thor los invitó a hacer un recorrido por el palacio, hubo agasajos por parte de la Corte y finalmente conocieron a los soberanos esa misma noche en un banquete.

Los invitados permanecieron diez días en Asgard viviendo como reyes, y tuvieron que partir cuando Heimdall les advirtió que los requerían en la Tierra para una misión. Todos prometieron regresar pronto y todos cumplieron pronto la promesa.

La visita resultó un éxito tanto para la pareja como para los midgardianos. De a poco, con el transcurrir de los meses, Loki fue abandonando sus recelos y más tarde no solo le permitió, sino que instó en una ocasión a su esposo a que partiera a Midgard a ayudar a sus amigos. Thor le pidió varias veces que lo acompañara pero él se negó a regresar a la Tierra. Sin embargo, el Universo entero sabía que Loki lo había salvado y aunque nunca pisó SHIELD, en la sala principal de reuniones, un retrato suyo fue colgado y su historia pasó a integrar el folklore terrestre, junto con las historias del poderoso Thor, dios del Trueno, su madre Frigga y Odin.

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No lejos de Asgard existía un reino similar a Midgard. Tenía agua, dos soles, tres lunas y una inmensa playa de arenas blancas. Freyja acababa de cumplir tres años humanos y los príncipes decidieron tomarse un descanso y viajar hasta allí con su hija. Llegaron al amanecer y Loki quedó fascinado con el paisaje del mar iluminándose con los dos soles, mientras en el firmamento aún podían verse estrellas tenues. A sugerencia de Thor, se quitó las botas y la sensación suave de la arena en sus pies le resultó deliciosa. Hizo lo mismo con Freyja, que se sentó espontáneamente a jugar con la arena.

Más tarde Thor lo invitó a recorrer la playa, tomados de la mano. El aire fresco del mar, la musicalidad de las olas y el sabor a sal los hicieron detenerse junto a la marea que subía y bajaba. Con la niña en brazos, bordearon la orilla, treparon las rocas y se sentaron a contemplar el paisaje. Thor ubicó a Freyja en sus rodillas, mientras que Loki juntaba las suyas y las cubría con los brazos. Su mirada de admiración era la de un niño.

Thor no soportó más la mezcla de deseo y ternura y lo besó. No era el primero ni el último beso pero fue uno especial, alejados los dos del mundo, solos y juntos. La vida pintaba para seguir siendo un regalo hermoso.

FIN

¡Hola!

Aquí he llegado al final de esta historia. No hubo más conflictos y quise que todo fuera feliz. Este fic fue mi primera y espero que no la única incursión en este fandom. Yo escribo sobre El Señor de los Anillos, Sherlock y Piratas del Caribe con otro seudónimo, Midhiel. La mayoría de mis historias figuran en el sitio slasheaven, una página exclusiva de slash. También publico en amor yaoi y en fanfiction. En todas bajo el seudónimo de midhiel

La idea de la familia en la playa fue sugerencia de Mary Foster. Ella se los imaginó a los tres en la arena y se me ocurrió que una playa en un mundo lejano con dos soles y tres lunas, podía ser el paisaje ideal para que estuvieran los tres juntos en la última escena del fic.

Bueno, solo espero que el fic les haya gustado, o al menos los haya entretenido.

Si alguien quiere contactarme, solo escríbame y le responderé, quizás me tarde por falta de tiempo, pero lo haré. Hoy no sé si podré contestar todos los comentarios pero lo iré haciendo con el correr de los días. Ah, también tengo una dirección en facebook midhiel midhiel. Aunque no entro a diario, la reviso, al menos semanalmente.

Muchos abrazos a todos y espero haberles hecho pasar un buen rato, tanto como yo disfruté escribiendo esta historia.

¡Saludos y gracias por leer!