Disclairmer: El mundo y los personajes de Digimon no me pertenece. Esta historia nació para fines de entretenimiento y no busco lucrar con ella.
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Digimon Adventure: Alfa & Omega
Si la luz es más brillante, más oscuras serán las sombras que se reflejan. La oscuridad nunca fue débil, tenlo presente… Fue la luz, la que se fortaleció incansablemente durante esos años de aparente calma, alejada de su influencia. Sin embargo, no olvides que la lucha entre ambas fuerzas jamás tiene fin.
En donde te encuentres existe la luz y la oscuridad... La lucha contra el mal no termina nunca. Sin embargo, si no nos olvidamos de la luz que anida dentro de nuestros corazones y del poder que tenemos para realizar nuestros sueños, ¡No tenemos de qué preocuparnos!
Una nueva batalla se prepara… Los signos, las señales y los designios comienzan a delatar lo inevitable… ¿De qué lado pelearás?
Ahora son ustedes los que harán que la aventura…
¡DIGIEVOLUCIONE!
Volvemos a empezar
La historia se escribirá de nuevo
A enorme velocidad
lo se bien
Teñirse tu veras
De rojo la Tierra
hasta su entrañas
Salvarla todos debemos,
Con valor
(...)
Atravesemos con decisión
Hasta un lejano confín
Difícil sera sin temer
Mirando lejos sin desfallecer
Que los latidos del corazón
Quemen su pecho con ardor
Aquel mañana que se olvido
Volvamos todos a recuperar
EN LA BATALLA
QUE VA A INICIAR!
[Opening Digimon Adventure 02]
Prólogo
Entre las furiosas olas del mar, que arremetían violentamente contra la costa, una silueta comenzaba a definirse entre las sombras. Su expresión denotaba, más que cualquier sentimiento, satisfacción. ¿Quién iba a decir que aquella solución había funcionado mejor de lo que esperaba? Sus pasos avanzaban por la arena, recorriendo los caminos que numerosas veces habían atravesado. Sus ojos veían los paisajes que tantas veces habían contemplado. Reconocía cada rincón de sitio que se había transformado en su prisión. Sí, sus últimos años, en un obligado exilio, habían ocurrido en ese lugar. El tiempo, para él, carecía de verdadera importancia aunque estaba seguro de que pronto, muy, muy pronto, llegaría el momento que tanto había anhelado.
Pronto sería hora de su venganza.
Veinticinco años no eran, para él, de gran importancia, porque existía desde el momento mismo en el que el mundo se originó. La espera, aunque larga, lejos había estado de ser eterna. Lejos había estado de ser insoportable... En poco tiempo, él podría ejecutar tranquilamente sus planes, sin importar lo que debiese afrontar para lograr su cometido.
Las vidas de los niños elegidos habían transcurrido en relativa paz durante esos años. Los había contemplado a tráves de las aguas, con maliciosa curiosidad, deseando encontrar sus debilidades más fuertes y sus temores más grandes. Sin embargo, sus propósitos, sus deseos, lo habían obligado a esperar un poco más, aun cuando deseó incansablemente consumar su furia.
Sólo un poco más.
Posó sus ojos en el cuerpo inerte de Makoto Kido, el hijo de uno de los antiguos niños elegidos, que había servido para ayudar a sus intenciones, ofreciéndose como un adecuado voluntario para someterse a su poder. Claro, con un poco de su persuasión. Aquel niño había sido de gran utilidad en su debido momento, cuando se dedicó a utilizarlo para construir su propia Semilla de la Oscuridad pero, lamentablemente no había logrado sobrevivir a las pruebas.
Sin embargo, había sido gracias a eso, que él había logrado mejorarlas y perfeccionarlas.
Y ya tenía en su mente a los elegidos para portar la oscuridad, porque, para consumar su venganza debía hallar a los niños perfectos. Esos niños, cuyo corazón era ideal para que la oscuridad germine, estaban sumergiéndose cada vez más en las oscuras aguas del mar…
Y ellos ni siquiera lo sabían.
Hikari se incorporó violentamente sobre su cama, abriendo los ojos ante la inesperada pesadilla que había asaltado su sueño aquella noche. Takeru se movió sobre la cama, encendiendo la luz de su lado, instantaneamente, y frotando sus ojos cansados, para mirar a su esposa, que respiraba agitadamente. Hikari no solía despertarse a mitad de la noche, y cada vez que lo hacia, no sucedía nada bueno. Takeru se había acostumbrado, durante los últimos años, a las noches tranquilas y serenas…
Por eso, se alarmaba cuando Hikari se sobresaltaba, en medio de sueños.
—¿Hikari? —dudó él, con voz queda, mientras se incorporaba lentamente. Ella no respondió. —¿Amor? — inquirió, mientras acariciaba lentamente su brazo, para confortarla.
Los ojos cobrizos de Hikari viajaron, inmediatamente, hacia él, rogandole que la cuidase, como había sucedido en contadas ocasiones. A Takeru le parecía que esa mirada de su esposa era la que más temor le causaba, porque Hikari no retrocedía de miedo ante nada… O, eso le demostraba ella. Con el paso de los años, su esposa había fortalecido su carácter en más de un aspecto. Cualquiera que se convenciera de su fragilidad era alguien que no la conocía bien, puesto que, al contrario de su apariencia, Hikari era una persona sumamente fuerte.
No era para menos, con todas las cosas que habían debido afrontar… Y, por todo eso, a Takeru no le gustaba ver esa mirada en sus ojos… Hablaban de desgracias futuras, de destinos inevitables.
—¿Hikari? ¿Qué sucede? —cuestionó, con alarma. Necesitaba que ella dijese algo, cualquier cosa…
—Fue una pesadilla —susurró ella, con voz apenas audible. Parecía que trataba de convencerse así misma—. Sólo fue una pesadilla.
Entonces, finalmente, se abrazó a Takeru, con insistencia. Necesitaba esa esperanza… Necesitaba ese corazón. Las imágenes, cada vez más difusas, parecían confundirse cada vez más en sus pensamientos. Cada vez dudaba más del contenido de sus sueños oscuros y terribles que la transportaban a otras épocas… A un pasado más doloroso. Algunas traviesas lágrimas pretendían escapar de sus ojos, causadas por aquella angustia que la embargó desde que despertó. Escondió su rostro, para evitar que su esposo viese su expresión y se dejó consolar por las caricias confortantes de Takeru.
—Tranquila—susurró Takeru, acariciando el cabello castaño de Hikari, dulcemente—... Estamos juntos, todo está bien… Estoy contigo, mi luz. Tienes que descansar, Hikari, mañana será un gran día.
—Como cada primero de Agosto—acordó ella, en voz baja.
Takeru se rió, y acarició dulcemente su mejilla, alzándole el rostro, para acariciar sus labios con los suyos.
—Como cada día a tu lado—contradijo él, con aquella sonrisa que lo caracterizaba—... Vamos a dormir, amor —le indicó, unos minutos más tarde.
Hikari sonrió, mucho más aliviada, cuando su marido la rodeó con sus brazos, al acostarse y acurrucarse sobre la cama. Pese a sus propias intenciones, aun seguía sintiéndose extrañamente preocupada. ¿Qué era aquella sensación que afloraba en su interior, ensombreciendo la paz que reinaba en su vida? ¿A que se debía? Entrelazó sus dedos con los de su marido, mientras cerraba los ojos firmemente. Necesitaba descansar...
Pero entonces, escuchó un grito.
Sus hijos, fue lo primero que apareció en su mente.
Tanto Takeru como ella reaccionaron de inmediato. Las luces se encendieron al instante mientras que ellos se incorporaban violentamente y corrían hacia el cuarto de sus hijos. El corazón le palpitaba fuertemente en el pecho mientras entraba al dormitorio, seguida por su esposo. Estaba aterrada, sorprendentemente aterrada. Buscó, rápidamente cualquier vestigio de lucha, de pelea... Fue un acto instintivo, pero su mirada encontró la temblorosa figura de uno de sus hijos, sentado sobre el colchón. Los ojos de Tsubasa, azules y cristalinos, derramaban lágrimas.
—¿Hijo? —dudó, acercándose hacia él y estrechándolo entre sus brazos, alarmada. Con sus manos, se encontró revisándolo inmediatamente. No soportaría que estuviese herido ni nada por el estilo— ¿Qué pasa?
—Estaba allí —comentó señalando hacia la ventana.
—¿Que?—dijo, y la voz se le ahogó.
¿Quién…?
—¿Quién? ¿Quién estaba allí? —dudó Takeru, acercándose al sitio indicado por el pequeño.
Koichi, el mayor de los niños, miraba a su hermano con preocupación desde el extremo de la cama. Sus ojos cobrizos contemplaban confusos la escena. Tsubasa estaba abrazando firmemente a Tokomon, mientras que los demás digimons comenzaron a rodear la cama del rubio. Tailmon y Patamon lucían incómodos en ese instante.
—Tranquilo… Quizás fue una pesadilla —comentó Hikari, sin creer sus propias palabras, mientras acariciaba el cabello rubio de su hijo.
Pero Tsubasa negó, moviendo la cabeza. Hikari sabía que él no mentía, sabía que algo había visto… No entendía nada de aquello, ni como, ni quien, ni por qué pero sabía que algo los estaba acechando… Sin embargo... No quería, no podía creerlo.
Ella pensaba que estaban seguros, los cuatro… Deseaba pensar eso.
—Estaba allí, mamá.
Era la misma súplica que ella utilizaba con Taichi, cuando eran pequeños y pensaba que su hermano mayor dudaba de su palabra.
Estrechó a Tsubasa contra su pecho, reteniéndolo entre sus brazos. Alguien los estaba atormentando... A ellos dos. Los ojos de Takeru se cruzaron con los suyos, ambos estaban pensando en lo mismo.
Aquellas pesadillas, la de Hikari y la de Tsubasa… Tenían una relación.
Lo que faltaba era descubrirlo. No podía estar seguro de que iban a arrepentirse de hacerlo.
N/A: Un pequeño y corto prólogo sobre DA: Alfa & Omega. ¡Mi nuevo proyecto! Mientras escribía sobre los Digimon en esa serie de comienzos mezclados con el paso del tiempo ("Cambios", como las he nombrado en mi cabeza) me encontré imaginando un futuro un poco más lejano para nuestros niños, no tan niños, elegidos. ¡No podía evitarlo! Tenía los nombres, las personalidades... Todo. O casi todo, mejor dicho. Porque, en ese momento, solamente eran ideas que se cruzaban por mi mente, y tenía que plasmarlas.
Aunque seguramente lo voy a abandonar durante un corto tiempo, quiero escribir esta historia sobre la nueva generación.
¿Y cómo empezar un relato sobre la Oscuridad sin hablar de la Luz? De hecho, Hikari, Tsubasa, Koichi y Takeru vuelven a aparecer, para comenzar con está historia :)
Pd: Un pequeño agregado: el opening de D.A 02
(Editado) Voy a dedicarme a corregir faltas de ortografía y pequeños errores de continuidad en la historia, nada que altere la trama principal sino detalles que me molestan. Probablemente, para unificar criterios, utilice los nombres japoneses de los personajes.
Saludos ^^