¡Hola!

Para empezar quisiera contarles que esta idea ha estado rondando por mi cabeza hace bastante, BASTANTE tiempo, la escribí y como soy tan insegura le mandé un Inbox a –según mi parecer- una de las mejores escritoras Kogan, oh sí, hablo de ti futura mejor doctora(?, RocKath Girl. Gracias por ayudarme, tus consejos y hacer que la historia quedara más coherente.

Sin más, los dejo con la historia.

¡Nos leemos abajo!


Me removí inquieto entre las sábanas, las punzadas de dolor en mi cabeza llegaron a tal punto que se volvieron insoportables. Abrí mis pesados párpados pestañando seguidamente para acostumbrarme a la tenue luz que se colaba por una de las ventanas iluminando la habitación. Una vez que mis ojos lograron enfocar bien un suspiro a mi izquierda me hizo girar la cabeza en su dirección. Me congelé, literalmente, ante lo que mis ojos captaban. Ahí, a unos centímetros de mí estaba Kendall durmiendo profundamente.

—¡AHHHH! —un grito horrorizado salió de mi boca ante la vista, cayendo de la cama.

—¿Q-QUÉ? —gritó alterado Kendall, arrojando las cobijas a un lado y levantándose de la cama.

Al verlo por completo, reparé en la desnudez de él, al instante bajé la vista hacia mi. Quedé más horrorizado al notar como yo también lo estaba.

—¡AHH! —volví a gritar.

Él se miró, luego a mí y pareció sopesar el asunto, porque seguidamente gritó como lo había hecho yo hace unos minutos. Se cubrió con las sabanas y yo cogí una almohada, que tiré en el camino, para cubrirme. Por un momento nuestras miradas volvieron a cruzarse; pánico y desconcierto puro. Un grito unánime inundo la habitación, y sin mirar atrás me levanté del suelo y corrí a esconderme en el baño, que agradecí mentalmente, estuviera dentro de la habitación.

»Esto es una pesadilla —murmuré en un intento de convencerme mientas mojaba mi cara con el agua del grifo—, no puede ser cierto, debe ser una confu... —justo cuando iba a negar todo, la palabra murió en mi boca.

Un recuerdo había llegado a mi mente de momento, y éste era que estaba besando a Kendall mientras él me afirmaba por la cintura y lo más perturbador era que se sentía endemoniadamente bien.

Sacudí mi cabeza con fuerza para poder borrar esa bizarra imagen, que solo me atormentaba más que tranquilizarme. Me recargué contra la pared, pero el frio que sintió mi espalda desnuda por el contacto con los azulejos me obligó a enderezarme y por consecuente alejarme de la gélida pared.

»Esto es una pesadilla, debe serlo, no puede ser real —me repetí, frustrado frotándome con fuerza las cienes.

Sentía que mi cabeza explotaría en cuestión de segundos cuando borrosos recuerdos atacaban mi desorientado cerebro confundiéndolo aún más. Por mucho que lo odiara, esto no era una pesadilla, algo había ocurrido la noche anterior con mi mejor amigo. Mi cuerpo se estremeció ante la idea. Un sentimiento de pánico comenzó a inundar mi ser.

»No, no, no, no, ¡NO! —me repetía una y otra vez, intentando convencerme de que nada había pasado. Me recargué nuevamente en la pared, ya no importándome el frio de ella y me deslicé hasta acabar sentado en el frío suelo de aquel cuarto. Más y más recuerdos golpeaban mi mente conforme pasaban los minutos.

Esto es una mierda —dije exasperado pasándome una mano por mi cabello.

¡Vaya! No creí que dijeras malas palabras —dijo una voz a mis espaldas, ante ello alce mi rostro y me encontré con la faz asombrada de mi mejor amigo rubio. Al momento bajé la vista avergonzado, Kendall tenía razón, nunca antes había dicho algo así—. ¿Qué es una mierda? —preguntó con un matiz de interés en la voz.

Esto —hablé, pero el rubio me miro alzando una ceja.

¿Podrías ser un poco más específico? —sonrió golpeándome suavemente el hombro.

Odio esto, odio —suspiré— esto.

Sigo sin compren- —lo corté antes de que pudiera continuar.

La relación con Camille, ella es agradable y linda, pero desde lo ocurrido con James... Nada volvió a ser lo mismo —dije simplemente y me encogí de hombros, esperé unos segundos y tomé una bocanada de aire—, terminé con ella, pero esta vez es definitivo, terminamos para siempre —murmuré quedo, pero con convicción. Camille y yo, sólo seríamos amigos.

Él se sentó a mi lado en la mullida cama y posó uno de sus brazos sobre mis hombros y me sacudió amistosamente. Ese simple y cariñoso gesto, me reconfortó.

¿Estas triste por terminar con ella? —preguntó suavemente, teniendo cuidado de que las palabras no me dañaran.

Lo pensé unos segundos, pero luego sonreí y negué con la cabeza.

»Entonces, ¿Cuál es el problema? —me preguntó interesado—. ¿Qué es lo que hace esto una mierda? —inquirió el oji-verde sin retirar su brazo de mis hombros.

Me solté de su agarre y me levanté de la cama. Comencé a caminar en círculos mientras me frotaba la cara en señal de frustración.

Se supone que vivimos un sueño; tenemos fama, dinero, un montón de admiradoras locas, pero adorables que nos aman y apoyan… pero por más que lo intentamos ninguno de los cuatro ha tenido una relación exitosa, el más cerca de estar en una fuiste tú, pero Jo se fue... —ante la mención de la relación pasada de Kendall me detuve para observar su rostro y lenguaje corporal, sabía por su propia boca que para él, el tema de Jo ya no era un tabú, pero no estaba seguro y lo último que quería era herir a mi amigo, sin embargo el elevó el rostro y sonrió.

Tal vez aún no ha aparecido ese alguien especial

Tal vez —dije, dándole la razón y restándole importancia. Entonces, nos sumergimos en un silencio tranquilo, donde no era incomodo, más bien agradable.

¿Te sientes mejor? —preguntó levantándose de la cama con entusiasmo.

Eso creo —respondí algo dubitativo. Hablar con él me había servido mucho y llenado el alma de paz, pero a pesar de eso, tenía una extraña sensación.

Vamos, ¡Anímate! —exclamó con júbilo—. Es viernes y tenemos el departamento para nosotros solos.

El recuerdo se esfumó en cuestión de segundos, pero aún no podía reaccionar, de algún modo no concebía, mejor dicho yo no creía posible que algo así hubiera podido suceder. Respiré hondamente. Después de auto convencerme de que era un genio y de alguna manera encontraría una explicación razonable —que no fuera la que cualquier persona creyera— para despertar desnudo junto a Kendall, además del por qué mi mente había creado esas bizarras, inverosímiles y estúpidas imágenes, me levanté o mas bien dicho traté, porque un dolor, que no había sentido momentos antes por la adrenalina del momento, inundo mi espalda baja; imposibilitando cualquier movimiento. Ante ello sentí mi cara arder, el hecho de estar adolorido sólo comprobaba la irrefutable idea de que todo había sido real.

Tomé una bocanada de aire, para tranquilizarme y apaciguar el dolor, así que mordiéndome el labio inferior por la fuerza ejecutada y el dolor que provocó esta acción en mi cuerpo, me erguí del suelo ayudándome de una de las toallas que estaba ahí colgada. Una vez de pie, apoyé mi frente en el cristal del espejo.

—Es-esto no puede ser real, esto... Es un error, yo... —sentí las lágrimas acumularse en mis ojos, los cerré con mayor fuerza dejándolas salir— arruiné nuestra hermosa amistad.

Lo siguiente que hice fue tratar de reprimir los sollozos que salían de mi boca, pero me fue imposible. No podía negarlo y seguir engañándome a mi mismo. Anoche ocurrió algo con mi mejor amigo, podía culpar a el alcohol, pero en el fondo seguía estando consiente y sabía que una parte de mi había estado esperado una cosa así, y mi ser había disfrutado todo. Este pequeño pensamiento originó mas lágrimas y las ganas de llorar incrementaron mucho más, todo se había ido a la mierda.

—Lo-logan, ¿Te-te encuentras bien? —preguntó Kendall, golpeando la puerta del baño que compartíamos. Su voz preocupada y nerviosa me devolvió a la realidad.

—Yo —aclaré mi garganta para que mi voz no sonara temblorosa. Sequé el rastro de lágrimas que bajaban por mi rostro y mordiéndome el labio inferior, tratando de ahogar los sollozos logré articular—: sí, s-sólo me ducharé.

No escuché su voz dándome alguna respuesta, lo único que oí fueron sus pisadas alejándose de la puerta del baño. Agradecí que fuera una regadera y no una tina, el levantar diez centímetros el pie me dolió como un demonio. De nuevo mis mejillas estaban encendidas. Una vez adentró sentía el agua caliente recorriendo mi cuerpo, y eso me relajó, cerré mis ojos y nuevos recuerdos llegaron golpeando a mi cabeza.

¿Estas seguro? —le pregunté con miedo, estaba seguro que la señora Knight se enojaría cuando descubriera que habíamos tomado su tequila.

Tranquilo Logie, sólo tomaremos unos tragos —dijo intentándome convencer, sin lograrlo del todo— mamá no notara la diferencia —hablo tranquilo y seguro, de alguna manera después de usar un tono confiado su vaga excusa me tranquilizó.

Bien.

¡Perfecto! —dijo entusiasmado agitando la botella sobre mis rostro—. Ahora sólo necesitamos limón y un poco de sal.

No lo sé Kendall, no creo que esto sea lo correcto —le dije inseguro, aún tenía mis dudas sobre si era buena o mala idea el hecho de robarle el licor a mamá Knight.

Eres un cobarde —murmuró—, si no quieres, no lo tomes, yo lo haré de todos modos —sonrió con suficiencia y yo sentí mi sangre hervir. Podrían llamarme ñoño y nerd, pero nadie, ni siquiera mis amigos, me llamaban cobarde.

Nunca dije que no lo haría, sólo estaba comprobando si tú estabas seguro de esto —hablé fingiendo un tono de superioridad.

¡Claro que lo estoy! Después de todo fue mi idea ¿no?

Pero nunca antes has bebido —de nuevo salían mus dudas y temores.

Para todo hay una primera vez —sonrió y por un instante me perdí en el brillo de sus orbes esmeraldas.

Abrí abruptamente mis ojos cuando un líquido caliente comenzó a bajar desde mi entrada hasta mis piernas. Mi cara estaba roja y suspiré frustrado, me apoyé en los azulejos de la pared, perdiéndome nuevamente en mis recuerdos.

Arrg ¡esto me quema la garganta! —exclamé como pude, estaba tosiendo y el escozor que sentía mi garganta por el tequila era terrible, arrojé el pequeño vaso al suelo, que no tardó en hacerse trisas.

Vamos Logan, no estuvo tan mal —pronunció feliz con un ligero tono carmín en las mejillas, que encontré sin duda adorable, pero al darme cuenta de mi pensamiento sacudí mi cabeza de un lado a otro, el efecto del alcohol comenzaba a hacer efecto en ambos.

Quizás para ti, para mí fue asqueroso —dije estremeciéndome al sentir aún el ardor en mi garganta—, y el limón no sirve para nada.

Vamos Logan, sólo uno más, ya verás que cada vez será más fácil —sugirió tentativamente golpeándome con la botella de tequila suavemente el hombro.

Esta bien —respondí con resignación, Kendall era testarudo y cuando algo se le metía en la cabeza, no paraba hasta lograrlo.

Tome un trozo de limón pero su mano me detuvo.

No, no, Logie —agregó negando con su cabeza— esta vez es puro, solo tequila, tequila y nada más.

¡¿Qué!? —exclamé—. No, eso no lo haré —negué cruzándome de brazos—, eso no era parte del trato.

No duró tanto mi voluntad, porque comenzó a hacer sonidos de gallinas mientras ponía sus brazos como alas para una mejor representación.

¡Bien! —le arrebate la botella de las manos, enojado, y tomé de un sorbo al menos 70 milímetros de aquel líquido. Cuando acabé, comencé a toser de forma escandalosa, aquel licor quemó mi garganta a tal punto que el dolor me obligó a llevarme las manos al cuello. Kendall dio suaves golpes en mi espalda mientras reía— Aho-ahora... t-tú —logré pronunciar aun tosiendo.

Kendall sin rechistar aceptó el reto. Me quito la botella y bebió aquel licor, comenzó a toser y fue mi turno de reír. Cuando nos calmamos dejamos la botella en su lugar, y ahora que la veía con detenimiento, estaba seguro de que notarían la ausencia de una buena cantidad de licor de aquella botella. Sentado en cuclillas me dispuse a recoger los vidrios del suelo. Kendall insistió en ayudarme, pero me negué, sólo eran unos trozos, pero el testarudo no se rindió y se agachó para estar a mi altura.

En un momento nos perdimos en la mirada del otro, sin saber muy bien como, comenzamos a acercarnos. Podía sentir su aliento rozando mis labios. No me resistí y lo besé. Creí que él me alejaría, me golpearía e insultaría, pero en lugar de todo aquello- que parecía ser lo mas lógico- acunó mi rostro en sus manos y nos levantó hasta ponernos de pie. A pesar de ser solo una caricia de labios, ese pequeño contacto había enviado corrientes eléctricas a todo mi cuerpo, sin duda era el mejor beso que me habían dado en toda mi vida.

Desperté de mi ensoñación, terminé de ducharme y con cuidado me envolví en una toalla. Tomé una bocanada de aire, armándome de valor para poder encararlo y giré el pomo de la puerta, no deseaba enfrentarme con sus esmeraldas aun, pero tampoco podía quedarme en el baño para siempre.

Entré al dormitorio y me alivié al encontrarlo vacío, solté el aire contenido en mis pulmones y me caminé a la cómoda en donde estaba mi ropa. Dirigí una mirada fugaz a la habitación; nuestra ropa desparramada por el suelo. Ver mi cama en perfecto estado y la de él desordenada me dio un vuelco el estómago. Me vestí recordando el último tramo de una de las noches más inesperadas y locas de mi vida.

Rozó con su lengua mi labio inferior y yo accedí ante su petición. Ambos explorábamos la boca del otro en unos besos vehementes y desesperados, cargados de anhelo y deseo. Entre caricias y besos llegamos a la alcoba, él me arrojó a la cama y posicionó sus brazos a mis costados aprisionándome entre su cuerpo y el colchón.

Tomó mi labio inferior y comenzó a juguetear con el; lo succionaba y luego le daba unos pequeños mordiscos, mientras que sus ávidas manos recorrían mi anatomía. Mis gemidos no se hicieron esperar. Mi notoria erección se rozó con la suya y fue más de lo que pude soportar, un grito cargado de placer escapó de mis temblorosos, rojos e hinchados labios.

Ke-Kendall pa-para —le rogué en contra de mi voluntad.

¿Qu-qué sucede Logie? Acaso, ¿t-tú no quieres? —preguntó como pudo, apenado y bajando la mirada.

Su rostro sonrojado, sus ojos un tono más oscuro y sus pupilas dilatadas, sus labios rojos y ligeramente hinchados me proporcionaron la imagen más hermosa y sexi que jamás había tenido. No pude resistirme y lo besé. Él correspondió con la misma intensidad

»En-entonces, ¿quieres? —preguntó divertido con la respiración agitada.

Sí —murmuré débilmente y sonrojado. Le di un casto y fugas beso en los labios— necesitaba asegurarme de que tú también lo deseabas.

Jamás he deseado algo con tanto ímpetu en mi vida, que esto —susurró sobré mis labios frotándose contra mí.

Lo siguiente a aquel recuerdo era confuso, la ropa desapareció de un segundo a otro, nuestras respiraciones se hicieron agitadas. Luego nos hicimos uno y antes de acabar Kendall me susurró un suave 'te amo'. Me paralicé, no podía creer que eso no lo recordase, en ese momento estaba tan cansado que antes acabar le di un suave beso y cerré los ojos.

—De acuerdo Logan, relájate, quizás sólo dijo por el calor del momento —me dije a mi mismo, mi cerebro podía tener razón, pero ese pensamiento me deprimió— ¡Arrg! ¿Por qué todo esta tan confuso? —cerré los ojos con frustración—. Él te ama, son los mejores amigos desde tercer grado, ¡Claro que te ama! Como un amigo, casi hermanos —traté de auto convencerme a mi mismo.

—Los hermanos no harían algo así —sonó la voz de Kendall por la habitación, y me congeló. No fui capaz de girarme para enfrentarme a él—. Tenemos hablar.


Espero que les haya gustado leerla tanto como a mí me gustó escribirla.

Ahora, si tienen alguna idea de lo que puede pasar mándenmela en un Inbox, porque lo que es yo estoy en blanco. lol Les digo en inbox porque si llegase a usar su idea –porque puede que algún ser me ilumine y pueda escribir- me gustaría sorprender al otro lector y no que posiblemente haya leído lo que pasaría en un Review, aunque si quieren dejarme alguno, ¡Bienvenido sea! Lol

Paz (;