HOLA! Yo aquí de vuelta. Cuanto tiempo eh! Jeje pero bueno, como lo prometido es deuda les traje la segunda parte de mi primera historia ("Veo en ti la luz") no es necesario leerla para quienes no sepan de que se trata, pero si se pasan por ahí porfis déjenme un comentario diciendo que les pareció (exacto, me encantan los comentarios jiji, claro que no superan al chocolate XDXD)

Como ven esta historia NO se llama "Veo en ti la luz parte 2", le cambiaré el título si veo que está a la altura (está a prueba XD), créanme, puedo ser demasiado exigente conmigo misma ¬¬. Ah! También aviso de que hago algunos comentarios sobre la serie de kung fu panda, espero que no los confunda.

Bueno, una última cosilla antes de comenzar, como me encanta probar cosas nuevas ^^ … esta historia es de más tipo aventura, pero romance y humor obviamente siguen siendo mis pilares primordiales, y ténganme un tantito de paciencia que estos primeros capis son para dar comienzo jeje, espero que lo disfruten y sinceramente espero no decepcionarlos (créanlo o no me estoy comiendo las uñas! XD)

Ah! Última cosilla y no digo nada más, esta historia está ambientada diez años después de la primera parte, con dos parejas conformadas (Tigresa y Po / Grulla y Víbora)

Sin más que decir además de que espero no cagarla (fue una palabra algo fuerte no? O.o XDXD) he aquí la historia…

disclaimer: los personajes de kung fu panda no me pertenecen, pertenecen a dreamworks, no hago dinero con esto. Etc.


PRÓLOGO.

El sudor empezó a resbalar por su rostro, pero sabía que las destartaladas y viejas paredes de aquel escudriñado lugar donde vivía no la detendrían con facilidad. La gran ventisca que la azotó amenazó con amedrentarla, dar vuelta atrás y volver a sus pasos para intentarlo una próxima vez, pero las imágenes de varios meses de intentos fallidos le ayudaron a ignorar el dolor de su quejumbrosa espalda lastimada. Con gran esfuerzo llegó hasta el otro lado del muro y se echó a correr a la velocidad máxima que le permitía su avejentado cuerpo. De lejos pudo escuchar el escándalo acompañado de los gritos de alerta. Ya se habían dado cuenta de su fuga, debía darse prisa si no quería que el lobo la atrapara.

Le echó un último vistazo a lo que había sido su prisión y con la lengua afuera le levantó la pezuña del medio.

Nadie la detendría ahora…

CAPÍTULO 1… ANGELITOS.

El alba asomó. Sus suaves rayos de incandescente fulgor acariciaron con suave delicadeza al pueblo del Valle de la Paz. La luz llegó atravesando hasta las más recónditos rincones de las casas iluminando todo en su interior, aunque como era de esperarse los suaves rayos del amanecer no despertaron a nadie. Era una mañana en la que uno disfrutaría de una exquisita y relajante naturaleza llena de paz si no fuera costoso levantarse de la cama habiendo posibilidad de dormir un par de horas más.

Eso era lo que más le molestaba a un perezoso guerrero de blanco y negro, salir de su letargo tan cómodo y con el sutil canto de la mañana que avisaba la pronta llegada de la primavera. Sintió que nadie podría entender lo que era despertar tan cómodo… y ocultando un pequeño tesoro entre sus brazos. Fijó su vista hacia abajo. Allí estaba ella, al igual que la noche anterior, profundamente dormida.

Su mirada se enterneció y no se movió ni un ápice deleitándose con la hermosa guerrera que yacía a su lado acurrucada en su pecho. Era recibir una paz tan grande sentir el suave sonido de su pecho al subir y bajar paulatinamente a un ritmo lento... hipnotizante. Casi nunca tenía la oportunidad de verla así puesto que no era de despertarse temprano en ningún momento. Su vista ahora se fijaba en su hermoso rostro, sus delicadas facciones que años de entrenamiento y feroces luchas jamás podrían arrebatarles, aquel pelaje tan delicado y suave, sus hilarantes y hermosos labios que procedían con locura en las más bellas noches de amor.

Se quedó prendido en sus preciosos labios, no podía entender como podían estar tan quietos o sin soltar un regaño en esos momentos. Po sonrió con ternura preguntándose en que momento había empezado a acariciarle la mejilla, surcando aquel colorido naranja con rayas negras, parecía tan frágil en aquellos momentos y aunque fuera un insulto para ella le enternecía desbordadamente.

-eres mi dueña corazón- susurró besándola suavemente en los labios disfrutando de tan pequeño y tan significativo detalle, cuidando de que Morfeo no la dejara escapar. Tomó una de sus patas abarcándola con cariño, aunque la tentación pudo más que él. -tengo manita no tengo manita...- empezó a canturrear Po mientras le pegaba con dos dedos que simulaban ser pies.-hya! Hyyya! Tatatata. piu piu- Ok, quizás eso de no querer despertarla no era del todo verdad.

Pero ya eran tantos los años de su fiel compañía. Pronto cumplirían diez años juntos, para él, la mejor década de su vida. La amaba. Dios sabía cuanto la amaba.

Dejó su pata a un costado sin soltarla, recorriendo por su cuerpo y su mente una vida llena de momentos. Desde que la vio de pequeña… a la niña más bonita que jamás hubiera visto y el kung fu. Que mezcla tan perfecta! Memoró su llegada al palacio de Jade y el trabajo que le había costado su amistad, y si que le había costado!

-aun no puedo creer que seas mi esposa- volvió a susurrar con los labios pegados en su frente.

El suave suspirar del viento exterior sobre la fresca hierba le trajo más memorias consigo, le incitó a seguir recordando.

Se remontó al tiempo en que eran amigos, amigos que se dieron su primer beso casual por el ensayo de una obra de teatro, casi no había dormido de la emoción agradeciendo al maestro Shifu por ello; de su segundo beso bajo la luz de los fuegos artificiales en la misma noche que se confesaron su amor, las citas a escondidas del yugo de su estricto maestro que a la vez era su suegro. Brrr! Las discusiones y las tan ansiadas reconciliaciones.

Tuvo que reprimir una carcajada al recordar a Shifu con un colapso nervioso al enterarse que sería abuelo.

Sus recuerdos empezaron a viajar de aquellas exuberantes noches pecadoras a cuando sostuvo su mano animándola a traer a sus hijos al mundo. Los más preciados regalos que ella le había otorgado, dos hijos con habilidades extraordinarias tanto en lucha como en la cocina.

Al momento que escuchó el primer llanto, aquel chirriante sonido acompañado con los quejidos maullantes de una cría felina, se había paralizado de la emoción. Solo con ver a la pequeña mini tigresa sintió su vida completa y llena de dicha; y cuando llegó el segundo unos momentos después... un pequeño panda. Por las artes del kung fu! Nadie se lo había esperado y para él fue otro ataque de alegría. Ni hablar cuando los vio en brazos de su madre. Lucía cansada, pero hermosa y alegre como siempre. Pudo sentir toda su vida pasar por delante, desde sus inicios en el restaurante y su largo camino para convertirse en un maestro del kung fu, en ese momento todo había valido la pena. Absolutamente todo.

Su historia de amor, su vida entera. Siempre temió perder todo aquello que significaba tanto para él. Nunca podría saber si alguna jugarreta del destino le jugaría en contra o viniera otro loco jugando a la guerra con armas peligrosas.

Un blando suspiro lo volvió a la realidad. Su esposa estaba ya despierta y le observaba.

-pasa algo?- preguntó Tigresa conociendo esa mirada preocupada. Po volvió a sentir paz viéndola con los ojitos semiabiertos intentando despertarse.

-nada cariño- susurró - solo pensaba en ti.-

-¿y que pensabas sobre mi?- preguntó ella con una sonrisa escabullándose en su rostro al ver que su esposo empezaba a besarle cariñosa y traviesamente el cuello mientras la atraía más a él… quizás demasiado cariñoso y travieso.

-siempre pienso que todas las mañanas te levantas tan hermosa, pero hoy… exageraste demasiado!- Tigresa solo rió y se apartó antes de que no pudiera escaparse nunca de ahí. Conocía de sobra lo que pasaría si no se alejaba pronto de aquel abrazo mimoso.

-es hora de empezar el día guerrero dragón- dijo Tigresa ya fuera de la cama.

-pero pastelito! faltan dos horas para que suene el gong!- se quejó arremetiéndose contra la sábana negándose a moverse.

-recuerdas que ayer llevaste a los niños a pasar todo el día en el restaurante de tu padre?- Tigresa empezó a cambiarse la ropa del día anterior tras el cambiador de papel chino instalado en la habitación. Llevarían años juntos, pero el pudor que sentía Tigresa nadie se lo quitaría. Al menos Po se sentía satisfecho recordando que al principio de estar juntos siempre se cambiaba en el baño. Pero la luz traicionera del dia enmarcó grácilmente su silueta femenina a través del fino papel. Po asomó sus ojos por encima de la sábana y su mente no pudo dejar de imaginar cosas como siempre. Después de todo no habían tenido mucho tiempo a solas en la última semana, ya la extrañaba, la añoraba y sabía que no había nada mejor que comenzar con una buena mañana. Se fue levantando haciendo el menor ruido posible empleando todo lo que había aprendido esos largos años en el palacio de Jade.

-les gusta pasar tiempo con su abuelo, y la comida gratis- respondió a pequeños pasos.

-llegaron con sus estómagos llenos y cansados de correr todo el día seguramente-

-Ese era el sueño papá- Po aclaró su garganta imitando la voz de su padre - "Quiero que me des nietos!... Quiero ver niños corriendo alegres por mi restaurante rodeándome, saltando, jugando y llamándome abuelo!" Si, esas fueron sus palabras exactamente-

-se quedaron dormidos apenas llegaron y a esta hora ya deben estar despiertos- dijo aún detrás del cambiador, pero ya lista para un nuevo día. Sus grandes sentidos felinos no detectaron a cierto panda que la acechaba.

-y tu crees que están rompiendo algo o portándose mal mis angelitos?- dijo Po apareciendo por detrás de ella acorralándola contra la pared sin darle opción a escapar.

-angelitos?- Cuestionó Tigresa girando para verlo a la cara con una ceja levantada.

-angelitos-reafirmó.

-son iguales a ti- le acusó.

-mmm – sin recibir reclamo alguno Po fue complaciéndose con pequeños besos en el cuello de su amada atrayéndola hacia si.- son guapos?... inteligentes?... Increíblemente asombrosos?-

-mmmm me vuelven loca- cautiva de sus exigencias se dejó llevar de nuevo a la calidez de su lecho, pero… CRUSH!

La azucarada pareja se separó algo decepcionada, los niños ya habían roto algo… otra vez. Tigresa si tenía razón…

EN LA COCINA.

-… Se parecen tanto a su padre- dijo Mantis soltando un bostezo mientras observaba el progreso de dos jóvenes guerreros de ocho años de edad.

-listo?-

-todavía no lo encuentro. Ve más a la derecha… a tu otra derecha- decía una pequeña tigresa olfateando aquel lugar e intentó alcanzar un tarro que se encontraba al fondo de una alta alacena.

-tienes idea de cuánto pesas?- se quejó un pequeño panda que levantaba a su hermana sobre los hombros, pero después de pisar algo que ellos mismos habían tirado cayeron de bruces al piso, y el tarro junto con ellos.

-auh auh- se quejaron doloridos, pero sus rostros se iluminaron al ver que ese tarro contenía lo que por días habían estado buscando.

-las galletas del tio Mono!-

-no se porque siempre se salen con la suya- dijo Mantis feliz viendo a Lily dejar una pila de galletas frente a él pagando así el precio de su silencio.

-Rápido Shi, tenemos que salir de aquí- dijo Lily ayudando a levantarse a su hermano de un tirón.

-Tío Mono está aquiiií- canturreó un primate apareciendo por la puerta con los ojos rojos y un tic nervioso en uno de ellos. –Pasé casi toda la noche en vela esperando este momento!- dijo avanzando a paso firme y amenazante para luego dirigirse a Mantis - Y tú! no puedo creer que los estés ayudando para llevarte también mis galletas!-

-que galletas?- preguntó inocentemente Mantis, pero la pila de galletas a su espalda era más alta que él.

Mono se golpeó la cabeza y volvió a centrar toda su atención en los mellizos.

-muy bien pequeñas pulgas, suelten esas galletas y nadie saldrá herido!- advirtió con un dedo acusador.

- ya llevamos sesenta y cinco veces ganadas - alegó "Lily", una pequeña tigresa que era la viva imagen de su madre, excepto por sus ojos color verde jade y por el chaleco blanco que llevaba. Lily era el nombre que su padre, el Guerrero Dragón, le había escogido.

- solo queremos una galleta - dijo "Shifu", un pequeño panda que con sus pantalones color beige era el vivo retrato de su padre, excepto por sus colmillos, las garras felinas y por un gorrito rojo de lana que siempre llevaba consigo pegado fielmente a su cabeza. Shifu llevaba el mismo nombre que su abuelo por elección de su madre, la maestra Tigresa, aunque estaba acostumbrado a que lo llamaran "Shi"

Mono negó con la cabeza.

-me da igual, ya estoy cansado de encontrar siempre mi tarro vacío, saben desde hace cuánto no he visto más de tres galletas en él?- Los mellizos ignoraron la mirada psicópata que les regalaba su querido tio y se pusieron en posición de lucha para terminar con aquel problema de una vez, con una mirada cómplice asintieron. La estrategia era fácil, debían pasarse el tarro en zigzag hasta llegar a la puerta de la cocina y salir corriendo como locos.

-preparado tio?- dijo Lily en posición de lucha.

-no perderé porque esta vez tengo un plan sorpresa esperándolos...- Hubo un breve momento de silencio y los mellizos comenzaron a mirarse entre sí confundidos. Mono repitió más fuerte.- dije que tengo un plan sorpresa esperándolos!... Grulla, Víbora! - Llamó – dónde están? dijeron que me ayudarían esta vez!-

-Ah si, aquí estamos!- dijo sin mucho ánimo Grulla apareciendo por la puerta de la cocina y levantando sus alas en pose de lucha, pero en seguida las bajó rendido - perdón por la tardanza, pero alguien despertó de muy mal humor-

-yo aún no puedo creer lo que hiciste anoche!- chilló Víbora apareciendo por la puerta.

-que pasó ahora?- preguntó Mono acomodándose al lado de sus sobrinos, quizás a punto de presenciar una nueva discusión. Era ya casi una costumbre verlos discutir. A pesar de estar tantos años juntos, en los últimos tiempos Grulla y Víbora parecían ser la mismísima reencarnación de Superman y Lex Luthor.

-Pues ayer en la noche…-

-how how! demasiada información!- alertó Mono señalando a los niños que miraban sonrientes con la curiosidad infantil plantada en sus rostros.

Víbora siguió.-ayer en la noche me enteré de que había recibido un mensaje urgente de mi padre y Grulla no me lo había dado. Debía partir ayer hasta allá para entregarle una estatuilla familiar que olvidó la última vez que estuvo aquí, la necesita para una ceremonia. Debo partir hasta allá-

-viva!- dijo Grulla sin un hilo de gracia y le mostró el mensaje enrollado a Víbora –mira, aquí tengo el mensaje y no dice en ninguna parte la palabra "urgente", solo dice "para la maestra Víbora de parte de su padre, el Gran Maestro Víbora". Y debo admitir la valentía de mi suegro al admitir por quien tiene de hija-

-no me provoques Grulla, tengo muchas ganas de estrangular a alguien-

-entonces te tocaría barrer toda la sala de entrenamiento- dijo Grulla ofreciéndole una escoba.-toma-

-olvídalo-

-wow!, una bruja que no quiere volar!- Víbora le lanzó un plato y Grulla estirando una cola utilizó el primer escudo que encontró… Mono.

-Pues déjame decirte algo pichón de cuervo…-

-oh no no no no. NOOOO!- Exclamó Mono con los ojos bien abiertos.

DESPUES DE QUINCE MINUTOS Y VARIOS PLATOS LANZADOS POR VÍBORA…

-ay mamá!- susurró Mantis adolorido por Mono.

Nadie podía entender como la discusión había pasado desde un simple problema con un mensaje a los ronquidos de Víbora por las noches o la vez que Grulla había discutido con su "querida" suegra. Reclamo tras reclamo a Víbora se le agotaba la paciencia. Mantis y los niños se habían sentado a comer galletas mientras apostaban cuantos chichones le quedarían a Mono.

-no puedo creer que no se le acaben los argumentos- dijo Tigresa asomando su cabeza desde la puerta de la cocina.

-yo no puedo creer que los niños hayan encontrado las galletas de Mono, llevo una semana sin encontrarlas!- dijo Po orgulloso de sus "angelitos" y al igual que Tigresa asomando su cabeza.

Grulla estaba hasta el tope de frustración por tanta discusión llevada desde hace días y decidió terminarlo de una vez.

-Víbora, amor escucha- empezó cauteloso azotando sus alas de frustración sin darse cuenta del azotón que le dio a Mono – ya estoy cansado de tantas discusiones- Ella se le quedó mirando dudosa y una sonrisilla tramposa quiso salirse de costado, de pronto su enojo se había esfumado. Los demás comenzaron a aplaudir mentalmente a Grulla menos Mono que lo estrangulaba en su interior– sabes que eres lo más importante para mi… yo, cruzaría el cielo entero por ti, nadaría todos los mares, cruzaría un desierto entero sin una gota de agua porque me importas. Verdaderamente ya no quiero pelear- dijo con la voz rendida.

Al ver la clara alegría de Víbora todo mundo se hubiera levantando otorgándole una medalla y varias felicitaciones a su amigo emplumado. Mono había podido liberarse al fin escabulléndose lo más lejos de él.

Víbora abrazó a su marido, estaba dispuesta a no volver a discutir con él después de tan dulces palabras - Bueno, que te parece si me acompañas hasta mi pueblo? debo entregar hoy esa estatuilla.-

-que va! Hace mucha calor!- Después de un silbido peligroso de una víbora enfadada, Grulla quedó tendido en el piso con un chichón en la cabeza mientras todos le daban el mismo golpe mentalmente. Po retrocedió unos pasos asustado viendo a Víbora avanzar hacia él, pero ella solo se llevó a rastras a su esposa que le pedía ayuda con la mirada.

"suerte copito de nieve!" le deseó.

-bbbrr, si que da miedo!- chilló Mono observando sus adoloridos y valientes brazos que habían atajado varios platos, no era una forma bonita de empezar la mañana.

-Ja! Yo no le tuve miedo- dijo orgulloso el más pequeño del grupo.

-claro, Mantis es muy valiente! Por cierto, linda mini armadura- dijo en tono de acuso.

-oh, gracias!, es que es para impresionar una chica- se defendió Mantis en pose sensual. -Caerá rendida – Yui, una hermosa pantera de conquistadora voz que estaba muy fuera del alcance de Mantis, exactamente eso era lo que más le atraía, que estaba fuera de su alcance, Mantis no podía dejar de pensar en ella.

-si, claro. – la respuesta de Mono no pudo ser más sarcástica.

Po miró de un lado a otro inspeccionando cada rincón –donde están los niños?- se lamentó, ni siquiera les pudo dar los buenos días a sus angelitos, pero Mono enseguida lo había comprendido.

-mis galletas!- Salió corriendo siguiendo el rastro de dos escurridizos malandrines que lo llamaban tío.

EN EL JARDÍN…

-aaaaaaaaarrrrrrgh! No entiendo porque Grulla está tan cambiado, ya no lo reconozco! - se quejaba Víbora arrancando la hierba del piso. Tigresa solo la miraba confusa.

-no estoy muy segura de que exactamente Grulla sea el que esté cambiado- le respondió. Ella lo único que veía es que Grulla intentaba lidiar con el poco humor que ella tenía y que todos terminaban temblando del miedo por sus arrancones de furia.

-a que te refieres?-

- a que últimamente has estado un poco emmm- Tigresa escogió las palabras sabiamente por no usar "maniática esquizofrénica!" para su amiga - … desequilibrada emocionalmente, aunque por lo visto no te diste cuenta de ello-

-que! claro que no!- dijo con una clara vena amenazando aparecer en su frente. Tigresa puso mala cara y guardó lo demás que tenía para decir– yo no lo entiendo. Dime, como es que tú no tienes discusiones con Po. Cual es tu secreto?-

-secreto?- cuestionó Tigresa - Varias veces me contengo para no estrangular a ese panda, sobretodo cuando se le escapan frente a los demás los nombres que utiliza cuando estamos en la intimidad-

Víbora echó una pequeña risita.- Claro "pastelito". Pero nunca los he visto discutir, y un par de veces los he visto jugando como niños pequeños, eso no tiene precio- dijo casi con un resoplo y Tigresa no pudo evitar sonrojarse –y la última discusión que tuvieron fue porque Po quiso vestir a Lily con un hermoso vestido y adornos en el pelo- la felina no pudo evitar sonreír tras recordar quien había ganado esa discusión con artimañas hasta el punto que ella había usado algo parecido.

"canalla!" -supongo que será por que no tenemos tiempo para discutir. Desde el entrenamiento… y los niños! Los consentidos de mi padre- resopló Tigresa con una clara sonrisa.

-Te tocó unos angelitos con cola y tridentes amiga-

-Tienen la misma habilidad que su padre para meterse en problemas-

-eso los vuelve… -

-una bomba de tiempo que nunca para de dar una explosión tras otra.- ambas rieron dejando que la fresca brisa entrara en sus sentidos relajándolas.

-Al menos, no creo que se metan en algún nuevo problema, no por lo menos hasta el desayuno- Bromeó Víbora, pero en ese momento vieron desde el salón de los guerreros a los mellizos junto con Mono salir corriendo seguidos por varios espíritus. Víbora calculó en seguida el resultado… la vasija de los espíritus rota. En seguida se tapó los oídos.

-NIÑOS!- Gritó su amiga a todo pulmón

Tigresa los vio desaparecer y exhaló intentando recuperar la calma. Entonces se levantó.

-Debo arreglar aquella vasija… de nuevo.- Víbora echó una pequeña risita. Sus sobrinos eran los niños más adorables que había conocido, al igual que los más traviesos. Cuando ellos no estaban o iban a visitar a su abuelo al restaurante todo el palacio se llenaba de una paz y un silencio insoportable. Todos se habían acostumbrado ya a sus travesuras y a esa inusual alegría infantil que siempre recorría los pasillos del Palacio de Jade.

Después de tantos años ella siempre tuvo el deseo de tener hijos con Grulla, pero la posibilidad era un tanto difícil al ser de especies diferentes, había muchas parejas que no lograban tener hijos por esa cuestión, o tardaban años en lograrlo. Exactamente ese no había sido el caso de su amiga. Cuando todos se enteraron del embarazo de Tigresa no podían creerlo. Parecía un sueño increíble sentir las pequeñas pataditas desde su vientre, ni hablar de Po que estaba peor que un niño en navidad, y aunque algunos malhablados del pueblo dejaron en entredicho la fidelidad de Tigresa, se tragaron sus palabras al darse cuenta de que era la única en su especie en todo el pueblo y solo alabaron a Po como la figura varonil del pueblo.

"Machistas!"

Como le hubiera gustado compartir cosas así con Grulla. Debía admitir que siempre sintió una pequeña tristeza por ello.

Víbora se levantó del piso sacudiéndose el polvo. Esa mañana no estaba del mejor humor, tenía hambre, estaba enojada con Grulla y debía entregar a su padre esa dichosa estatuilla. Lo mejor sería relajarse un poco en el pueblo antes de partir.

EN ALGÚN LUGAR DEL PALACIO DE JADE…

-No deberíamos estar aquí, no deberíamos estar aquí- repetía Mono arrancando de su paso unas largas telarañas.

-los tios están peleando mucho últimamente, debemos buscar algo para reunirlos y que mejor que algo que un antiguo y misterioso artefacto? Quizás podríamos encontrar algo para que se reconcilien o para que la tía Víbora se vuelva un poco más dulce.- dijo Lily acercándose a una llamativa caja de ébano. Con una sonrisa sacó sus filosas garritas e intentó abrir el candado como su madre le había enseñado.

-además tu dijiste que un buen tío no deja hacer tonterías a sus sobrinos… solos. Así que ayúdanos y te devolveremos tus galletas-dijo el pequeño acomodándose su pequeño gorro colorado.

"malandrines!" pensó Mono mientras miraba desconfiado, mejor vigilarlos antes de que volvieran a hacer cosas desesperadas como pegar a Víbora y Grulla con pegamento para mantenerlos juntos. Genial idea! Había valido una tarde entera tratando de despegarlos y las discusiones entre ambos que no paraban le había dejado la cabeza aturdida por un buen par de horas.

-oigan niños, que les dijo su padre sobre esculcar las cosas en lugares como estos?-

-que si encontráramos tus galletas le lleváramos una parte- respondió el pequeño panda rebuscando entre grandes mesadas altas.

-Olvídenlo, que les dice su madre?-

-dice que alguien siempre debe vigilar. Pero nadie vendrá aquí, todos están ocupados- respondió Lily aun luchando con el candado. Mono rendido decidió ayudarlos. Sabía que los niños eran uña y mugre juntos, cuando alguna idea se les metía en la cabeza la cumplían a como dé lugar. Además no quería ver a Grulla aparecerse en su habitación nuevamente por que Víbora lo había echado.

-oye, que te parece el místico espejo del Ying y el Yang? Tendríamos una tía muy dulce- dijo Shifu acercándose a un armario grande cerrado, el mismo que una vez había separado a Po en dos partes, un Po bueno y el otro malo.

-y también una tía que nos obligue a hacerle masajes todo el tiempo. No sé si lo sepan, pero una vez su padre miró aquel espejo y se volvió en dos personas completamente diferentes- respondió Mono analizando la espada que tenía entre manos.- aunque el maestro dijo que si Po volviera a mirar el espejo tendría un efecto diferente-

-cool! Que efecto?- preguntó curioso el mini panda de gorrito rojo. Mono solo le respondió encogiendo sus hombros, no sabía la respuesta.

-Oigan, y si le amenazamos con esta espada? muajaja- preguntó Mono levantando una larga al ver la cara de los niños que no se convencían lo dejó de lado y se le ocurrió una idea. –donde están las piedras de transformación? Podríamos pedir disculpas aparentando ser ellos-

-El abuelo nos la quitó cuando pedimos caramelos en su nombre- respondió el pequeño.

-cierto-

Shi se acercó con curiosidad a la caja que su hermana intentaba abrir.-woooow, que es esto?- Preguntó cuando escuchó un "clik". Lily había logrado abrir el candado.

- ahora veremos-.

Mono también se acercó viendo sacar a sus sobrinos otra caja más pequeña y más bonita envuelta en telas de seda roja. Con sus delicados detalles y el hermoso tallado que llevaba parecía más importante que el mismísimo emperador, y esa caja más importante que el emperador estaba en las manos resbalosas de sus sobrinos!

-a ver dénmelo!- dijo Mono arrebatándoles la caja.

-tio Mono, que es eso?- preguntaron con curiosidad.

-No tengo idea niños. Nunca lo había visto, no parece tan antiguo… solo importante- Los tres observaron juntos la elegancia tan perfecta de esa caja e inspeccionaron su tallado, era una extraña imagen de una aldea envuelta por raíces negras que resaltaban por su espesa negrura. No estaba tan añejado ni maltratado por el tiempo, parecía llevar varios años de cuidado dentro de aquel lugar. Había una inscripción en la parte trasera…

"La caja del maestro Yoshua. El que todo cambia, todo lo voltea, y a descabelladas cosas lleva"

Mono lo intentó abrir, pero no pudo.

-otra cerradura que abrir?- preguntó incrédulo Shi, su hermana lo tomó y lo intentó abrir mil veces, pero no funcionó. De un momento a otro las peludas orejas de los mellizos se levantaron alertadas.

Mono los miró curioso a sabiendas del fino oído felino de sus sobrinos. –qué pasa?-

-parece que alguien atoró su cabeza en algo- dijo Lily algo confundida.

-y puede que vengan para acá! Debemos irnos!- alertó Shi algo asustado.

-me pregunto que tendrá adentro, quizás caramelos!- dijo ansiosa Lily. Pero lo dejó ahí. Ella era la más sensata de ambos hermanos, y la que siempre tenía las ideas… las buenas ideas. En realidad no tan buenas. No llegaron ni a la puerta cuando pequeños ruidos sonaron en el lugar, resaltando unas pequeñas palabras inentendibles. Había alguien cerca de ellos y ya podían verse más atareados que la cenicienta.

Shi no pudo evitar sentir que alguien había dicho su nombre… -"Shifu"-. Se giró rápidamente chocando contra una gran pila de cajas torpemente acomodadas, por su padre seguramente, y terminó cayendo todo el peso… sobre Mono.

-Auh auh!- Mono intentó quitárselo de encima, pero era muy pesado para él solo.- niños ayúdenme con esto-

-tranquilo tio, iremos por ayuda- dijo el pequeño corriendo a la salida.

-si, no te muevas de aquí.- Ambos niños desaparecieron por la puerta a toda velocidad.

"no volverán. Verdad?" se preguntó a si mismo Mono. "claro que no colega, pero hay algo bueno… encontré mis galletas!"

Mono abrazó con cariño a su pequeño tarro que había salido rodando de una de las cajas. No había sido tan malo después de todo.

"pff. Cajas!"

Finalmente todo se había tornado al silencio, pero ninguno se había dado cuenta de que en el tallado de aquella misteriosa cajita que habían hallado, las raíces negras de su dibujo parecieron vibrar unos momentos.


Y, que tal mi pequeño comienzo? Si gusto? Algo cursi el principio? Faltó algo? Me meto mucho con Mono? XD (Eso pienso cambiarlo ji) porfis porfis porfis dejame un review, y si no te gusto... emmm, pues también dejame un review XDXD, o consejos en lo que podría mejorar, si hay algo, cualquier cosilla que pueda molestar no dudes en contármela.

Emm, solo quería aclarar algo. Como ya ven, esta historia está ambientada con Po y Tigresa como una pareja conformada y con hijos, emmm no hay que aclarar que su relación va más allá de los besitos inocentes (de lo contrario no tendrían hijos XDXD). Y puede que en un futuro cambie a rating M, aun no lo decido. Cualquier cosa si hago una parte muy subida de tono pongo una señal de advertencia o lo subo aparte como oneshot. Y también quisiera saber tu opinión al respecto en este tema, bueno, es algo que todavía no decido. Y la idea va y viene a mi XD (no me deja dormir ¬¬) bueno, es solo una idea.

Sin más que decir, hasta el próximo capi!

Ah! Si, casi se me olvida, "Tigress 96" me pediste ayuda para poder subir una historia en fanfiction (hace 3 meses una semana y dos días XD), es que no sabía como comunicarme con tigo y pues ahora lo dejo…. Y pues si subes alguna historia házmelo saber, por que mucho tiempo para entrar en fanfiction no tengo, pero hay una buena noticia… ya llegan la vacaciones! Y tendré todo el tiempo del mundo jijii.

Paso 1_ entrás a la página de Fanfiction y apretás en "Sign up".(arriba a la derecha)

Paso 2_ llenás tus datos (recuerda que la contraseña tiene que llevar por lo menos un número… ah! Y que tu Nick/username no sea repetido, de lo contrario tendrás que buscar otro).

Paso 3_te envían un mensaje a tu email para confirmarlo y entrás a tu nueva cuenta de fanfiction.

Paso 4_ entrás a tu cuenta de fanfiction. Apretás en "publish" y "Doc manager" y debes subir el documento donde escribiste la historia/capítulo. Lo buscas con "examinar" lo seleccionas y lo cargas con "submit document"

Paso 5_luego apretas en "new story" y aceptas haber leído las reglas de fanfiction (con gusto yo las leería si vinieran en español XD). Luego apretas de nuevo en "new story".

Paso 6_ escoges en que sector va la historia (en el sector de kung fu panda, obvio) y luego llenas los datos de tu historia y listo el pollo!

Emmm, creo que eso es todo, espero que haya sido completo. Quizás ya tengas tu cuenta, pero dejo los pasos por si alguien más quiere saber jejej.

Hasta el próximo capi.