Sora salió del apartamento para ir a buscar a Tai, bajó las escaleras y cuando llegó a la calle se dio cuenta de que no tenía ni idea de adónde dirigirse. Suspiró apenada pero de repente una idea surgió en su cabeza. El campo de fútbol. Hacía mucho tiempo que no iban allí, lo habían dejado de hacer cuando ella había empezado a jugar al tenis pero allí habían pasado toda su infancia entre cés ped, barro y un balón de fútbol.
Así que hacia allí fue. Y no se equivocó. El castaño estaba sentado en la hierba en mitad del campo, arrancando el césped con las manos. Tenía los hombros hundidos y parecía que hasta su pelo no estaba tan tieso como de costumbre. Sora se dio cuenta de lo triste que estaba su amigo. Caminó lentamente hacia él y Tai levantó la cabeza al oír los pasos. La miró y sonrió con ironía.
-¿Vienes a reprocharme una vez más lo mucho que me equivoqué? - Para Sora aquella frase llena de amargura y resentimiento fue como una puñalada en el corazón. Por un momento, se quedó petrificada mientras a su mente venía todas las veces que durante aquella última semana le había echado en cara a Tai su error. Es cierto, que le había hecho mucho daño que él pensara que parecía un chico pero ella también le había herido al reprochárselo una y otra vez sin escuchar sus disculpas. Se mordió el labio y miró en otra dirección. Tai bufó, se levantó y se sacudió las briznas de hierba de los vaqueros. Metió las manos en los bolsillos. Sora lo miró, estaba guapísimo bajo la luz de la luna que lo envolvía en un halo de luz argéntea.
-Lo siento. - dijo Sora sin poder aguantar más. - Siento cómo te he tratado estás últimas semanas, lo siento... Me dolió mucho que pensases de mi que parecía un chico, no podía soportarlo. Pero... no quería hacerte sentir así de mal, soy una estúpida que solo pensaba en ella misma sin contar con tus sentimientos... -A la pelirroja le escocían los ojos y le temblaba la voz, de su boca salía vaho al hablar por el frío que hacía aquella noche. Tenía la cabeza gacha para no mirar a Tai a los ojos. No soportaría su mirada de reproche aunque sabía que se la merecía. El castaño arrastró el pie por la hierba.
-No te precupes, en un principio, la culpa fue mía. No tendría ni que haber mencionado el tema cuando sé que te hace mucho daño. Lo siento muchísimo, Sora. ¿Me perdonas? - Ella alzó la cabeza y Tai se sintió desvanecer al ver sus ojos llenos de lágrimas. La chica se abalanzó contra él y hundió el rostro en su pecho, sollozando. Tai reaccionó y la estrechó entre sus brazos mientras depositaba un beso en el pelo de ella. El líder sentía su corazón latir desenfrenadamente por su mejor amiga hasta el punto que perdió la razón, le tomó el rostro y la besó intensamente en los labios. Sora se sorprendió en un primer momento pero, sin dudar, correspondió a su amigo liberando sentimientos que durante mucho tiempo estuvieron guardados en lo más profundo de su corazón. Cuando Tai rompió el beso, apoyó su frente contra la de ella y la chica le acarició las mejillas con las manos buscando un segundo beso.
-Dime que no me he equivocado al darte ese beso.
-Tai, idiota. - lo volvió a besar con cariño. -No sabes cuánto he esperado esto.
-Tal vez demasiado. - murmuró sonriendo. - Pero bueno, al final hemos hecho brillar el Emblema del Amor, ¿no?
Sora sonrió
-Todavía tiene que brillar más Tai, mucho más.
"Hoy estoy muy contenta, hace un año que T.K. y yo estamos juntos y estar con él es lo mejor que me podría pasar en este vida. A mi hermano y Sora también les va genial juntos, demasiado bien diría yo... Hay veces en las que puedo escuchar sus gemidos en la otra habitación jaja
T.K. es tan atento y dulce conmigo que no quiero separarme jamás de él. Ahora ya no tengp miedo de decirle lo que sentía treinta mil veces al día aunque él ya lo sabe. Mi mundo es perfecto y el de mis amigos también eso hace que me sienta aún más feliz. Lo más complicado de todo esto fue decirle a Davis que tenía que dejarlo con él. Fue duro y estuvimos un tiempo sin hablarnos pero ahora todo va mejor e incluso tiene novia, Catherine. Ahora esa chica que se metía conmigo por tener cuerpo de niña ya no puede hacerlo porque mi cuerpo ha cambiado muchísimo en este último año.
Soy feliz... para qué decir más... tengo a la persona a quién más amo a mi lado y como dice él ya no somos un "Tú" y un "Yo" ahora somos un "Nosotros"
Bueno hasta aquí ha llegado la historia, espero que a todos los que la habéis leído os haya gustado.
Gracias a todos los que me dejáis vuestro review cuando leéis el capítulo, eso anima mucho y me ayuda a escribir más y mejor :) Pronto subiré otra historia que creo que se llamará "El atraco al corazón" será básicamente un Takari ( es que es mi pareja favorita) Creo que eso es todo, espero que sigáis leyendo lo que escriba y hasta la próxima. ;)
Un beso y una abrazo enorme a todos!
Takari95