La oscuridad rondaba aquel barrio muggle, cada casa que estaba ahí eran tan humildes como las demás que las rodeaban excepto una, un poco más grande que las otras pero con cierto aire elegante... Esa era tan especial que ninguno de los muggles que vivían cercana a ella sospechaban que las personas fuesen siquiera un poco diferentes a ellos y por decir algo... mágicas. Solo bastantes extrañas, comentaban entre ellos mismos...

En el alfeizar de una de las ventanas más altas estaba sentada una chica de rubios cabellos y ojos cerrados con una blanca e inmaculada piel y mejillas sonrosadas de aproximadamente dieciséis años miraba la lluvia que caía por la ventana, parecía que el cielo lloraba por cada una de las muertes que desde hacía algunos meses atrás a la fecha... El retorno de Voldemort y con él, la peor época para el mundo mágico, ella soltó un par de lágrimas por sus padres... Que a pesar de no haberlos conocido le dolía su muerte. Había crecido con su tío y su hermano en esa casa que a veces apenas visitaba, siempre estaba en el colegio de magia y hechicería, era una bruja sangre pura y junto con su hermano y su tío eran los últimos miembros de la familia Prince.

Esa era la situación desde hacía casi ya quince años atrás, cuando su hermano apenas tenía cinco años de edad y ella aun no cumplía siquiera el año de nacida. Sacudió la cabeza y abrió sus ojos para después fijar esa cálida y brillante mirada a su habitación, con paredes pintadas de un hermoso color plata y muebles en blanco y negro, esa casa podía aparentar ser pequeña pero en realidad era un hechizo ya que por dentro las habitaciones eran espaciosas al igual que la cocina pero había un lugar que siempre era el favorito de la rubia, la biblioteca de su tío. Volteo a ver a su buró en el cual estaba una foto, su foto favorita, bueno en realidad eran dos. Una que tenía un marco plata y negro era de sus padres con ella y Cygnus, su hermano mayor, el cual ahora vivía en Francia y tenia pensando en llevarla a vivir allí cuando ella terminase Hogwarts pero no estaba segura de querer irse a vivir a un lugar tan lejano de su tío, sus amigos y... su novio, Draco Malfoy. LLevaba dos años saliendo con él y lo amaba por encima de todo, con el se sentía libre pero protegida aunque no le gustasen sus amistades: Hermione Granger, una hija de muggles, Ron Weasley, un traidor a la sangre y Harry Potter, su más grande enemigo y el mejor amigo de ella...

Suspiro, jamás podría lograr que su novio y sus amigos se llevaran cordialmente y con respeto, no que hicieran una amistad pero a veces deseaba que pudieran soportarse un poco, claro que lograr eso sería un milagro... Eran slytherin y gryffindors y la legendaria rivalidad estaba entre esos dos grupos, y ella, aunque siendo una slytherin estaba en el medio y eso la cansaba a veces. El color del cielo ahora gris le recordaba a los ojos de su novio cuando le dieron la noticia de que su padre iría a Azkabán, por primera vez se veía afectado por algo relacionado con su familia. Ella lo consoló para que después pasara a los gritos y a las maldiciones en contra del progenitor por la culpa de poner a su familia en boca y en la mira de toda la sociedad del mundo mágico...

Vio hacia abajo, donde el callejón daba a su ventana y vio a dos sombras moverse, se acomodo el vestido verde que le había dado la madre de su novio en su último cumpleaños y tras tomar su varita de aliso bajo a la puerta seguida de Colagusano, un invitado no muy apreciado por su tío...

La abrió para encontrarse con dos mujeres que ella recordaba a la perfección, la madre y tía de Draco, Narcissa Malfoy y Bellatrix Lestrange, la última era la mortifaga más leal de Voldemort. Narcissa era rubia y castaña con unos hermosos ojos azules y piel blanca con rasgos elegantes y aristocráticos, mientras la mortifaga tenia por cabello una maraña rizada de cabellos color negro al igual que sus ojos y una piel bastante pálida, los años que había estado en Azkabán no le habían sentado nada bien.

"Cissy "murmuro la morena "¿Quien es ella?"

"La hija de Orión y Lyra" hablo la rubia "Un gusto volverte a ver Bloom"

"Al contrario, el gusto es mio" sonrió la adolescente "Desde las vacaciones de hace un año que no hemos tenido la oportunidad de tomar el té"

"Por casualidad Draco ha hablado contigo" pregunto de nuevo la rubia

"No realmente, su última carta me llego hace casi dos semanas" dijo ella con un leve sonrojo "en esa carta me dijo que nos veríamos hoy, que el vendría por mi... La verdad no recuerdo exactamente las palabras"

"Ella que tiene que ver con Draco" pregunto la mortifaga curiosa por primera vez

"Bloom, es la novia de Draco" pronuncio su hermana "Espero que ella sea la elegida por él para ser la futura señora Malfoy" ni se inmutó ante el sonrojo de la rubia

"Por lo menos es sangre pura" murmuró de mala gana Lestrange

"Bellatrix, podrías dejar de interrogar a mi sobrina" dijo su tío que iba llegando "pasemos a la biblioteca, Bloom ve a tu habitación"

La slytherin sin decir ninguna palabra subió las escaleras mientras su tío y las dos mujeres entraban en la pequeña biblioteca para charlar... Cuanta curiosidad tenia por saber de qué hablarían, pero no podía hacer nada, su tío habría colocado un hechizo insonorizador como siempre así que no lo pensaría en siquiera intentarlo, volvió a sentarse en su lugar de antes no sin colocar la foto en su respectivo lugar y tomar la otra, con el mismo marco y estaban ella y su novio abrazados, sin que él se diese cuenta claro porque no le gustaba que lo vieran de esa forma en publico... Así era él y así era la forma que lo quería, podía ser un completo egocéntrico y arrogante pero por algo había conquistado a la rubia.

Sonrió y dejo la foto en su lugar para después voltear al reloj y entrar rápidamente en el armario. Tomo unos pantalones ajustados en color negro con una blusa de manga larga en color azul pálido y un abrigo de color negro con unos botines de tacón bajo en negro y tras maquillarse ligeramente y peinarse su largo cabello rubio, se llevo su bolso con su varita y bajo a la pequeña sala y tomo asiento mientras leía un libro para pasar el tiempo, al cabo de una media hora Narcissa y su hermana salieron despidiéndose de ella y Snape mientras en los ojos de Cissy se veía un poco mas de calma aunque aun había una extraña sombra en sus ojos, le preocupo pero decidió no preguntar nada, se levanto tras haberse marchado las dos mujeres y le pregunto a su tío:

"¿Acaso ha ocurrido algo?" pregunto visiblemente preocupada

"No, nada" dijo indiferente el mayor

"Tío, yo lo conozco a la perfección y se nota que usted está un poco preocupado" acuso la chica "Acaso algo le ha pasado a Draco"

"Él tendrá que saciar tu curiosidad Cassiopeia" hablo Snape mientras se iba y dejaba a la rubia sola en la habitacion.

La rubia vio con molestia a la direccion donde se habia marchado su tío y fruncio el seño, siempre le decia lo mismo cuando le preguntaba algo, ya que era demasiado curiosa para su propio bien y eso lo habia demostrado cuando se hizo amiga del trio dorado y se metia en problemas. Salio de sus pensamientos cuando tocaron la puerta y fue prácticamente corriendo a abrirla, ahí estaba Draco, totalmente vestido de negro como siempre, la beso suavemente mientras pasaba sus brazos por la cintura y ella por el cuello de él. Se separaron con un carraspeo de su tío y el rubio la mantenía cerca de él.

"Creo que deberían de mudarse a un lugar más protegido" hablo el rubio "Con el regreso del señor Tenebroso, están en peligro aquí"

"Bloom puede irse a vivir con tu familia, yo estoy en Hogwarts todo el tiempo" dijo su tío ante la mirada sorprendida de la rubia

"Entonces ya que hablaron acerca de mi como un objeto nos podemos ir" dijo ella saliendo por delante de Draco y bastante molesta y dirigiéndose a la chimenea seguida del rubio para después desaparecer entre las llamas verdes de la chimenea.

Ambos rubios aparecieron en el callejón Diagon, donde después iban caminando ella sujeta del brazo de su pareja, bastantes personas los veían con curiosidad, todo se debía al asunto de Lucius y su estadía en Azkabán, los Malfoy se habían vuelto un asunto publico ya que el patriarca habia fallado en la misión que el señor Tenebroso le habia dado y su castigo era estar en prisión.

Se dirigieron a un lugar un poco más oscuro donde se detuvieron y ella olvido momentáneamente su enfado para ver sorprendida el lugar…

"¿Por qué estamos aquí?" pregunto ella confundida

"Tengo que contarte algo y sé que no te podrá gustar" suspiro profundamente "Recuerdas que cada inicio de verano te llevaba a algún lugar y estas vacaciones no lo hice, fue porque mi padre tuvo la culpa y ahora estoy en manos del señor Tenebroso"

"¿A qué te refieres?" pestañeo confundida y con cierto temor

"Soy un mortifago, me iniciaron al principio de vacaciones y mi tía Bellatrix me ha estado ayudando en legeremancia y oclumancia porque ya me han encomendado una misión" vio al suelo

"Draco" suspiro y un par de lágrimas cayeron por sus mejillas mientras lo abrazaba y susurraba:

"Tranquilo, yo te ayudare en todo" lo beso mientras él le respondía. Paso las manos por la cintura estrecha de su novia mientras el beso se volvía más apasionado, se separaron por falta de aire y la recostó en su pecho, "no permitiré que nada te pase, lo prometo" pensó la rubia cerrando los ojos…

En la noche, estando sola en casa. Su tío y Colagusano, el traidor habían salido sin la intención de decirle nada, solo que no los esperase para cenar y después de haber cenado ella misma, se habia dado un baño y colocado su pijama favorito, el cual consistía en un pantalón de a cuadros negros y blancos con una camisa de tirantes de negro y una bata plateada de una fina seda y se fue a dormir por un par de horas, cuando despertó recordó que al día siguiente era el cumpleaños de Harry y envolvió con cuidado el pequeño marco con la foto que le habia pedido a su tío Severus, una foto de Lily Evans en su época de estudiante… Sabía que le encantaría y de eso estaba segura…

Habia algo que no la dejaba dormir y por lo tanto se rindió mejor, ya intentaría dormir mañana, tomo un libro de pociones avanzadas que le habia dado su tío y empezó a leerlo, hasta que escucho un suave ruido en la planta de abajo y tras tomar su varita de aliso bajo por las escaleras, vio en la sala y en la cocina y no encontró a nadie ni nada que hubiese ocasionado el ruido; la única opción que le quedaba era revisar la pequeña biblioteca, apresuro su paso y abrió la puerta lentamente para encontrarse con su rubio novio y un estante desordenado de libros con algunos de ellos en el piso. La habia asustado bastante, se acerco a él con una mirada inquisitiva, estaba usando uno de sus trajes de su color favorito, negro. La apretó hacia él, casi le sacaba más de una cabeza de altura. Beso su coronilla y apretó sus brazos en torno a la delgada cintura de ella mientras ella cruzaba sus brazos por el cuello de él, adoraba sus ojos azul grisáceo cuando brillaban de felicidad.

"¿Qué haces aquí?" pregunto ella en un susurro

"Si quieres me voy" dijo el irónicamente

"No te molestes Draco" dijo ella

"Si quieres traigo a Potter" musito celoso antes de que ella lo besara, algo tierno pero que cada vez que pasaba más tiempo se volvía más apasionado.

La chica sonrió cuando el beso se termino y tenía las mejillas arreboladas. Tomo asiento junto al rubio en un sillón cercano y este tomo una tibia manta con los colores de slytherin, se acurruco en el pecho del rubio y cerró los ojos.

"Draco… porque has venido" susurro "Sabes bien lo que piensa mi tío y tus padres"

"Mi padrino está en una misión de quien-tu-ya-sabes" murmuro en el mismo tono

Bloom solo se estremeció, nunca habia pensado tener que ser testigo de una misión de mortifagos, de solo pensarlo le daban escalofríos y pensar que su novio era uno de ellos le ponía los pelos de punta, sabía que Draco no era capaz de lastimar a nadie si no fuera en defensa propia pero Voldemort era lo que más le aterraba, su padre y su madre habían sido asesinados por el mismo y eso la habia dejado en ese lugar sola con su hermano pero por suerte su tío los habia acogido y criado como si fueran sus hijos. Cerró los ojos y empezó a quedarse dormida, el aroma a menta de su novio la relajaba, el también cerró sus ojos y suspiro… Esta podría ser la última vez que pudiese disfrutar de un momento tan tranquilo como ese, con la chica y persona que más quería en todo el mundo mágico y muggle…