Daba gracias de haberle hecho caso a Esme y traer ropa extra, ahora entiendo el porqué de su sonrisa reprimida.

Edward y yo habíamos estado abrazados por bastante tiempo, no queríamos soltarnos, no queríamos separarnos el uno del otro pero teníamos que hacerlo.

-Sabes, nunca había visto nada tan sensual, como verte cazar y regresar con la ropa desgarrada.

Baje mi cabeza un poco abochornada.

-me hiciste perder la cabeza en solo segundos, la manera en que te acercaste al oso, tus movimientos felinos y sensuales. Todo.

Su mirada se torno negra otra vez, me senté encima de el, y empecé a besarlo de nuevo, esta vez íbamos más lentos, quería disfrutar más el momento.

Se adentro poco a poco en mí y nuestros movimientos rápido se volvieron sincronizados, éramos uno solo.

El tiempo realmente voló, teníamos que volver a casa. Me avergonzaba un poco el saber que todos estaban enterados de lo que había pasado. Pero debía calmarme, no había secretos en esta familia, con un lector de mentes, una persona que ve el futuro y alguien que siente las emociones, realmente no se puede tener vergüenza.

Aunque nadie podía sentir nada de mí por mi escudo y Edward estaba conmigo, lo tenía bloqueado, no debía preocuparme mucho.

Entramos a la casa y todo estaba en completo silencio, me relaje un poco. Tenía más tiempo para prepararme mentalmente antes de que empezaran a bombardearme con preguntas incomodas.

De repente teníamos a Emmet frente a nosotros; su sonrisa del gato de Alicia era perturbarte, trate de ignorarlo, pero su mirada me seguía a donde quiera que quisiera dirigirme.

No pude evitar, incomodarme más y sentirme acorralada.

-¿QUEE?

Emmet ensancho aun más su sonrisa como si eso fuera posible y entrecerró los ojos, nos veía de arriba abajo, pero no decía nada. Voltee a ver a Edward y él como siempre estaba cómodo.

Intente ignorarlo ya que no decía nada y eso me hacía sentir aun mas incomoda, subí a el cuarto a dejar la mochila con la ropa desgarrada. Cuando iba bajando las escaleras me tope con Alice y Rose; tenían la misma maldita sonrisa de Emmet.

-Pero qué demonios…- lo dije lo más bajo posible, es obvio que me escucharon porque sus sonrisas se hicieron más grandes.- Me van a decir que pasa o…

-Vamos a buscar privacidad hermanita para platicar más a gusto.

Voltee a ver horrorizada a Rosalie y repare en que Esme también se encontraba ahí y Jasper más atrás, por lo visto Edward ya estaba más o menos enterado de lo que había pasado, porque su comodidad, se había terminado.

-sabes que es lo mejor de todo esto, que no tenemos que rogarte por qué no cuentes los detalles, al estar tan relajada, al parecer tu mente se abrió y pude ver absolutamente todo.

Ahogue un gritito de horror, si hubiera podido ruborizarme, realmente estaría morada. Alice y rose estaban muy divertidas con esto. Esme no había venido, por lo menos ella sabía respetar mi privacidad,

-La cosa es que.- continuo rose con su tortuosa sonrisa.- que a Alice la tomaron desprevenida las imágenes y fue sintiendo el calor de las escenas, obviamente tú sabes que si algo siente Alice, Jasper lo duplica, y bueno cuando menos lo esperamos ya estaba cada quien con su respectiva pareja haciendo lo suyo.

No podía creer lo que me decían tenían que estar bromeando, voltee a ver la cara de Alice para detectar algo de burla en su cara pero lo único que vi fue, vergüenza… eso si era nuevo y por lo visto no me estaban contando mentiras.

-obviamente.-continuo rose.- después de tan gran frenesí que sufrimos todos fuimos a reclamarle a Jasper y a Alice y bueno, empezó a contarnos todo. Tuvo cuidado de bloquearte porque realmente estabas bastante relajada al parecer.

Me relaje un poco más, no fue tan malo como parecía, además todos habían sido víctimas de algo gracias a mi.

-solo espero que Emmet no me moleste mucho.

-Bueno acordamos que nadie te va a decir nada, obviamente las miradas de burla no las vas a poder evitar pero por lo menos nadie va a decirte nada respecto a tu vida sexual.

-y lo mejor es que sacamos algo bueno de todo esto, ya sabemos que si estas relajada tu escudo puede dejarte.- Alice estaba contenta con este descubrimiento.- así que hay que empezar a trabajar en eso, para ver qué es lo que puedes hacer.

Después de una larga charla con Alice y Rosalie, decidí ir a buscar a Edward. No habíamos platicado aun sobre lo que había pasado, de repente, sentía algo de culpa, de cierta manera sentía que me había aprovechado, el tenia otras ideas sobre su primera vez y yo de la nada se las había derrumbado.

Al final con Alice quede en que iba a ir con los Denali, mas específicamente con Eleazar, el tenía el don de saber quienes tenían dones y en qué consistían, el me podía ayudar por lo menos a decirme que es lo que hacía y bueno ya lo demás lo haría yo.

Lo único que me molestaba de todo eso era la líder de ellos, Tanya. Rosalie me conto que siempre ha estado obsesionada con Edward y aunque este no le hizo caso nunca, no quiero ir y morir de celos, por causa de una arrastrada.

En fin el coraje me estaba ganando por el momento y no era bueno. Tenía que estar relajada para hablar con Edward y para afrontar las consecuencias de lo que había hecho, aunque en realidad no me arrepentía, pero estando con el debería de parecer que sí.

Iba a entrar a nuestro cuarto, y de repente me cruce con Emmet. Realmente temía lo que pudiera decirme, sabía que habían hecho un "juramento" y nadie me iba a decir nada, pero aun tenía esa estúpida sonrisa y eso era lo que me enfadaba.

Sin pensármelo dos veces me abalance sobre él, como no se lo esperaba logre aventarlo por las escaleras, terminamos en el patio yo encima del, antes de levantarme, le propine un fuerte golpe, y al fin pude ver que su sonrisa había desaparecido, me sentía satisfecha.

Iba de regreso a la casa y todos estaban en la puerta con los ojos muy abiertos de la impresión, solo Edward se veía muy enojado y no creo que la puerta que destrozamos tenga algo que ver.

Alice le mostro algo y se relajo, hasta parecía que estaba sonriendo, y por estar distraída con él, no me pude zafar de los enormes brazos de Emmet.

Empecé a sentir el enojo al máximo, no podía controlarme. Había momentos en los que no me gustaba que me trajeran como muñeca. Me sentí explotar, empuje a Emmet lo más lejos que pude de mí, me pare frente a él y al ver sus ojos llenos de terror, me detuve inmediatamente.

-lo siento.

Emmet solo me veía con los ojos a punto de salírsele, no había hecho nada diferente a otras veces ¿o sí? Todos estaban viéndome atentamente, los únicos que no parecían sorprendidos eran Alice y Edward.

Agache la cabeza y corrí a la casa, no quería que me inundaran con preguntas de eso ahora. Alcance a escuchar a Edward que dijo que el vendría a hablar conmigo.

Toco la puerta, como si fuera necesario a veces su "caballerosidad/respeto" me molestaban demasiado.

-no quiero ver a nadie.

Y como siempre el tocar la puerta, era solo una advertencia de voy a entrar, no me importa que digas que no.

-Bella, ¿qué pasa? No hay razón para avergonzarse de esto, te enojaste y sacaste parte de tu poder. Emmet se lo busco, a demás va a pasar un buen rato antes de que se atreva a molestarte otra vez, todavía no puede recuperarse del susto y te aseguro que de haber sido humano, se habría desmayado.

No pude evitar sonreír un poco, no podía creer que había asustado al oso de la familia, definitivamente le debía una disculpa.

-¿Qué paso? Todos se veían demasiado sorprendidos y no puedo entender porque, simplemente reaccione como siempre.

-pues si reaccionaste como siempre, pero con más intensidad. Creo que expulsaste parte de tu don. Te pusiste roja y tus ojos empezaron a brillar. Lanzaron como una especie de luz verde y parecías a punto de explotar.

Mi cara era de puro horror, así yo también me hubiera asustado. Voltee a ver a Edward preocupada que iba a hacer, y si me hacían enojar en público, tenía que quedarme para siempre fuera de la vista de la gente.

-pero bueno ahora que le pasa a todos.- se estaba burlando de mi, trate de controlarme porque aun no sabía que había pasado y no quería lastimarlo.

-ya enserio, solo expulsaste al parecer tu escudo y eso fue lo que asusto a Emmet y sorprendió a todos, porque puede repeler ataques físicos, ya no solo mentales.

Bueno eso era más aceptable y no me asustaba tanto. Tal vez no le debiera una disculpa a Emmet, el siempre se aprovecha de mi y nunca me pide disculpas, no le va a pasar nada porque alguien más pequeña pueda ser letal. Eso sonó como a Alice, creo que eso de ser vampiro está afectando mi mente.

Sacudí mi cuerpo como si me hubiera recorrido un escalofrió.

-entonces ¿ya no tenemos que ir con los Denali?

-no sabía que querías ir

-bueno yo no, Alice lo sugirió, dijo que Eleazar tal vez podría ayudarme.

Mientras estábamos hablando, estaba acortando mas la distancia que lo separaba de mí, eso ya no me dejaba pensar con claridad y se suponía que teníamos que hablar.

-y porque detecto cierto alivio en tu voz, bella.

Para cuando termino de decir mi nombre ya estaba aferrado a mis caderas, susurrando mi nombre al oído.

-bu...bueno, por algo que dijo Rosalie.

Empezó a besar mi cuello, hasta llegar a mi hombro y se acerco a mis labios. Me beso con tanta intensidad, que me olvide de mi nombre.

-sabes que eres el amor de mi vida y que te amo, verdad.

-ss.…si.

-entonces, entiendes que no tienes que preocuparte por nada ni nadie.

Solo moví la cabeza, ya que no me encontraba en condiciones de hablar.

Fui relajando mi cuerpo poco a poco, sintiendo cada vez más, lo mucho que lo necesitaba.

Esta vez tuve cuidado de no romper su ropa, fui quitando lo botones de su camisa con sumo cuidado.

Mientras él hacia lo mismo, pero con mi pantalón.

-no puedo seguir así.

Lo mire confundida, pero no me duro mucho tiempo. Sentí como empezaba a desgarrar mi pantalón.

El ver cuánto me deseaba me hizo, perder el control me aferre a su camisa y la rompí. Me aferre a su cuello y lo bese con más intensidad, mordisqueaba y besaba todo a mi paso, no quería dejar un centímetro de piel sin probar.

Un grito por parte de Alice, hizo que nos separáramos de golpe y nos quedamos alertas.

La cara de Edward poco a poco fue cambiando.

-¿qué paso, que va mal?

-hay que cambiarnos Alice quiere hablar con todos. Me cambie lo más rápido que pude y en cuestión de segundos ya estábamos en la sala todos reunidos.

Todos estábamos esperando a que Alice empezara a contarnos que había pasado, pero otra vez tenia la mirada perdida.

-los vulturis, vienen. Aun no sé muy bien porque o para que, al parecer me están bloqueando.

-tal vez porque estoy aquí, no puedes ver muy bien.

-no es eso, sorpresivamente, puedo ver con claridad el futuro, no sé si porque no estás ahí o porque aprenderás a controlar tu escudo.

-conociendo a Edward, tal vez no esté ahí.- Rosalie lo miraba con un poco de recelo, Edward estaba a punto de contestar y Alice lo callo.

-vienen a hablar sobre el secreto que revelamos a los humanos, victoria fue a verlos les conto sobre James, distorsiono las cosas. No vienen todos pero si, los suficientes como para acabar con nosotros. Tenemos que hacer algo.

-hay que explicarles lo que sucedió, no tenemos porque pelear, si no revelamos el secreto nosotros.- Carlisle no tenía la mas mínima intención de actuar violentamente, pero y no iba dejarme de nadie y si tengo que luchar lo voy a hacer.

-No tengo muy claro lo que va a suceder, lo que si es que van a venir a principios de primavera. Podemos interceptarlos en el claro donde jugamos o esperarlos aquí en la casa, como si nada pasara.

Todos se quedaron sumidos en sus pensamientos, yo solo pensaba en defenderme, no iba a aceptar que vinieran a decirme que hacer, no podía. Y si iban por Charlie. Charlie, no había pensado mucho en él, no quería que lo lastimaran, lo iba a defender a como diera lugar.

Jasper se acerco a mí y coloco su mano sobre mi hombro, tratando de tranquilizarme, me relaje poco a poco y deje que su don hiciera efecto en mí.

-gracias.

-cuando quieras.

Voy a estar vigilando el futuro, tratare de averiguar algo mas, no puedo saberlo todo ya que bella interfiere en momentos, pero averiguare lo mas que pueda, no están intentando guardarse nada, porque si quisieran que no los viera ya me habrían bloqueado.

Cada quien se sumió en sus pensamientos de nuevo, Carlisle y Esme subieron a la biblioteca. Alice y Jasper se fueron a "respirar" aire fresco. Emmet y Rose, a su habitación.

-tengo que ver a Charlie.

No espere a que Edward respondiera algo, Salí corriendo hacia mi antiguo hogar.

Podía sentir Edward siguiéndome los pasos, pero no deteniéndome. Quería ver a mi padre, quería saber que estaba bien y asegurarle que nada malo iba a pasarle.

Estaba acercándome a la casa y baje la velocidad, tampoco quería asustarlo o lastimarlo sin querer.

Me acerque más despacio, utilizando todos mis sentidos, estaba en la casa, acababa de ordenar pizza. Se iba a morir de hambre sin mí, tenía que venir de vez en cuando a prepararle algo cuando no estuviera.

Y como siempre viendo un partido.

Pude captar su aroma y no sentí ni la más mínima picazón en la garganta, por las dudas deje de respirar.

Me pare en la puerta trasera respire de nuevo, ahora el aroma se había intensificado, pero no me afectaba en lo mas mínimo.

Toque la puerta, no queriendo asustarlo. Su corazón se acelero un poco y vino despacio hacia atrás.

Abrió la puerta con cuidado y cuando me vio su corazón se acelero más. Le sonreí un poco sin mostrar los dientes y no lo pude evitar me abalance sobre él para darle un abrazo. El me lo correspondió tan bien.

-que sorpresa hija, no te esperaba. Es una alegría tenerte en casa.

Mientras decía eso, trataba disimuladamente de limpiarse las lágrimas que había derramado.

-solo te extrañaba mucho y quise pasar a decirte hola.

Pase con el a la casa, me acomode en el sillón grande, haciéndole espacio para que el hiciera lo mismo. Se sentó sin decir nada y disfrutamos del partido que tanto le gustaba.

No platicamos mucho, pero sabía que esto significaba mucho para el.

-¿puedo quedarme hoy aquí, papa?

Extrañaba mi casa, extrañaba sentirme protegida, extrañaba un poco la escuela, la monótona vida de humana que tanto desprecie en los últimos meses. No me arrepentía de nada, pero no quería causar daño a mis seres queridos.

En este momento me sentía completamente egoísta, sabía que no debía de ser así, pero no podía cambiar mi manera de pensar, si algo le pasaba a Charlie por mi culpa nunca me lo iba a perdonar.

-tú no necesitas invitación a tu casa, puedes quedarte el tiempo que quieras. Con eso me harías muy feliz.

Por un momento vi lo cansado que se veía Charlie, ya no era un hombre tan fuerte, cada dia le pesaban mas lo años.

Lástima que no se había vuelto a casar, mi madre sin duda lo dejo mal.

Renée, no había pensado en ella.

-papa…

-si

-Renée no ha hablado, para preguntar por mí, hace mucho que no se de ella.

Se quedo pensando un momento, como tratando de recordar.

-si ha hablado muy poco, dijo que Philp ha tenido un accidente y por eso no se ha podido comunicar contigo. Dijo que te había mandado algunos correos pero no se los habías contestado. Le dije que últimamente habías estado un poco ocupada con la escuela, y que además tenias novio que iba a ser muy difícil que te localizara, pero que iba a tratar de darte la noticia despacio para que no te asustaras. Ella sola decidió que no te dijera nada y empezó a pedirme detalles de tu novio, de cómo se habían conocido y fue cuando termine la plática alegando sentirme mal.

No pude evitar reírme, ya me imagino a Charlie en un apuro de esos jajaja.

El tiempo se pasó volando, no me había dado cuenta de cuando había extrañado a Charlie.

Nos fuimos a nuestras habitaciones, yo simplemente a contemplar mi cuarto, Charlie se durmió al instante, el pobre estaba muy cansado.

En cuanto su respiración se hizo más profunda, me puse a limpiar la casa. Poco a poco, quería dejarlo todo bien, para cuando el despertara, tal vez eso le ayudara a quitarle la cara de cansado que tenia.

-no sé si te diste cuenta, pero el simple hecho de que hayas venido a verlo lo hizo, rejuvenecer como 10 años.

Edward estaba sentado en la sala, con la mirada en la televisión.

-si lo note y quiero que se sienta mejor, por eso voy a limpiar la casa y me voy a quedar aquí esta noche.

-me parece perfecto, ¿puedo ayudarte en algo?

Y así empezamos a limpiar la casa, hasta que no quedo un solo espacio de la casa sucio.

Revise el refrigerador, para ver que le iba a hacer de desayunar, me iba a ocupar de él y con acciones le iba a hacer saber que no estaba solo y que lo iba a proteger de todos y todo.

-voy a ir con Alice, para saber que noticias tiene, si tiene algo importante que decir voy a venir por ti, si no te voy a estar mirando de lejos, esperando a que tu padre se descuide para venir a robarte un beso.

Se despidió con un beso tierno, como siempre lleno de muchas promesas.

Eran las seis de la mañana, Charlie no tardaba en despertarse, así que empecé el desayuno. No me había dado cuenta del asco que me causaba el olor de la comida, apenas hace unos meses la disfrutaba tanto, no sé qué pasaría si me atreviera a probarla.

Escuche como poco a poco, Charlie se despertó. Se metió a bañar y después bajo.

Y si Edward tenía razón había rejuvenecido como diez años o más de ayer ahora.

El desayuno estuvo tranquiló y Charlie se veía bastante feliz, yo también me sentía feliz.

Solo esperaba que lo que Alice descubriera del futuro no acabara con mi felicidad de golpe.