A/N: ¿Saben algo? ¡Hoy es mi cumple años! \(ñ_ñ)/ ¿Qué cuántos años cumplo? 16, sí lo sé, soy más joven de lo que pensaron. Por ser mi cumpleaños, he decidido celebrar publicando un capítulo de una serie de One-Shots basados en mi playlist.

Espero que les gusten mis One-Shots ;)


We Found Love - Rihanna


Erase un día en una pequeña cafetería, un chico pálido trabajando como mesero en dicha tienda. Se movía rápidamente de un lado a otro, apuntaba las órdenes de sus comensales en su pequeño bloc de notas. En algunas cuestiones tenía que moverse con lentitud para evitar estrellarse contra las personas que salían y entraban de la cafetería, que a pesar de no ser demasiado grande, era algo conocida. En un determinado momento, el joven se acercó a otro chico de más o menos su edad que se encontraba sentado en una mesa situada en la parte delantera de la tienda.

-Buenos días, mi nombre es Logan.- El muchacho apuntó, con un extremo de su lápiz, su gafete que estaba en la parte izquierda de su pecho. -¿Qué desea hoy señor?- Dice sin siquiera mirar al otro joven.

-No me llames señor, solo tengo 23 años.- Dijo el comensal. Logan alzó la vista de su bloc y se quedó impresionado por la belleza masculina de su cliente. –Quisiera unos huevos con tocino y un jugo de naranja, por favor Logan.- Dice entrecerrando sus ojos para apreciar mejor el gafete.

Logan se sonrojó ya que el sujeto lo miraba directamente, aunque no haya sido a la cara. –P-por supuesto. En un momento traigo su orden.- Logan dio media vuelta y se alejó de aquel hombre de ojos verdes.

Logan se acercó a la ventanilla para dejar la nota con la orden del comensal. El chico pálido se dio un pequeño descanso para apreciar con disimulo al hombre que se encontraba afuera. De repente escuchó una campanilla que le dejaba saber que la orden estaba lista. Logan miró su reloj y se impresionó al ver que habían transcurrido 10 minutos desde que se puso a ver al hombre, pero para él habían solo sido segundos. Tomó el plato lleno de comida y el vaso lleno de la pulpa de fruta antes de colocarla en una charola para regresar a la persona que llenaba sus pensamientos desde hace tan solo minutos.

-Aquí tiene su orden.- Dijo una vez llegó al frente de su cliente y empezó a colocar lo que llevaba en su charola a la mesa. –Que lo disfrute, señor.- Dijo Logan con una sonrisa amistosa, pero en realidad estaba muy nervioso de estar en presencia de aquel extraño; nunca le había sucedido algo así.

-Te pedí que no me llamaras señor.- Dijo con una sonrisa divertida. –Puedes llamarme Kendall.-

Logan sintió que su corazón se detenía por unos breves momentos apreciando la sonrisa de aquel sujeto que acababa de decirle su nombre. Kendall, un nombre apropiado para él. Logan pensó y sonrió al igual que una adolescente enamorada. –Es un gusto Kendall.- Le tendió la mano para apretujarla.

Kendall apretujó la mano de su mesero. –También lo es para mí Logan.- Dice con una sonrisa.

Logan se quedó tan solo unos pocos segundos apreciando a Kendall. –Me retiraré para que puedas desayunar.- Se sonrojó un poco al hecho de que lo estaba distrayendo de que comiera en paz.

-Claro, luego nos vemos.- Y con ello, Logan se retiró con una luz de esperanza y entró de nuevo a la cafetería para proseguir con su trabajo.


Cerca de las 5 de la tarde, Logan salió de su trabajo en la cafetería y se marchó a su apartamento que compartía con su mejor amigo, James. Cuando entró en su apartamento, lo golpeó en la nariz un delicioso aroma. James está cocinando para la cena. Logan pasó su lengua sobre sus labios; James cocinaba demasiado bien.

-He regresado.- Dijo Logan para comprobar que su amigo estaba en la cocina.

-Estoy en la cocina Logan.- Dijo James con voz fuerte.

Logan arrastró su cansado cuerpo a la cocina y ver con sus propios ojos de color chocolate lo que James preparaba. – ¿Qué preparas James?- Logan le preguntó tratando de ver a través de él, pero falló miserablemente ya que James era mucho más alto.

-Lasaña.- Dijo James, preparándose para el grito de emoción de su pequeño amigo.

-¡Eso es fantástico!- Logan abrazó a su amigo por detrás de la espalda como muestra de agradecimiento. –Es mi comida favorita y la tuya es la mejor.-

-Lo sé Logan, pero apártate o sino no la acabaré y no la podrás comer.- Dijo James fingiendo estar molesto.

Logan se apartó lentamente de él. –Lo siento, olvidé por completo que no te gustan mucho los abrazos.- Dijo bajando su mirada al suelo.

-No te preocupes amigo, sé que estabas emocionado.- El chico alto le dio una sonrisa para hacerle saber que estaba bien por lo ocurrido.

-Bueno, iré a tomar una ducha antes de comer.- Logan empezó a estirar su cuerpo mientras disfrutaba la sensación del relajamiento de sus músculos. –Estoy muerto de cansancio.- Dijo Logan antes de empezar a caminar en dirección de su habitación para seleccionar su ropa e ir al baño para tomar una ducha caliente.

Mientras Logan tomaba su merecida ducha caliente, su mente empezó a presentarle las vívidas imágenes de aquel apuesto chico llamado Kendall. Tenía unas inmensas ganas de poder conocerlo, pero al seguir reflexionando su mente llegó a un punto en la que le hizo pensar que tal vez Kendall solo había pasado a desayunar ahí casualmente. Cuando terminó, salió de la ducha y empezó a secarse para después ponerse ropa cómoda y luego ir a la cocina para cenar con su mejor amigo.

-¿Te sientes mejor?- Le preguntó James refiriéndose al cansancio que le había dicho que se sentía.

-Sí, tomar un baño me relajó lo suficiente.- Dijo Logan dándole una sonrisa, mostrado sus hoyuelos.

James sirvió la lasaña que había preparado cortándola en varios trozos y haberlos colocado en un plato. Tan pronto como los colocó sobre la mesa, Logan se sirvió el trozo más grande que había.

-Tranquilo Logan, no se irá a ninguna parte.- James dijo con tono burlón, pero decidió dejar eso a un lado al ver que la expresión facial de su pálido amigo cambiaba a uno un poco más triste. -¿Algo te preocupa amigo?- James dijo con seriedad.

Logan negó con la cabeza, no quería hablarle a James acerca de Kendall.

-Logan, hemos sido amigos desde hace muchos años, sé cuando algo te está inquietando.- James se sentó frente a él antes de empezar a cuestionarlo. –Dime, puedes confiar en mí.-

Logan dejó escapar un leve suspiro de sus labios. –Conocí a alguien hoy en la cafetería.- Dijo Logan en casi un susurro.

-¿Cómo es?- James le cuestionó, quería saber en quién había puesto sus ojos su amigo para así poder ayudarlo.

-Estaba sentado, pero me supongo que era alto.- Dijo el pálido con algo de inseguridad. –Me dijo que se llamaba Kendall, tenía el cabello rubio y sus ojos eran de color…- Dejó escapar un suspiro, un suspiro de felicidad. –Verdes.-

James guardó silencio para hallar una forma de ayudarlo. Él había descubierto que Logan era gay 3 años después de haberse convertido en amigos, pero le aseguró que lo apoyaría en todo, que su preferencia sexual no tendría que cambiar las cosas entre ellos, después de todo lo más importante en las personas en su personalidad.

-No sé si sea correcto…- Se inclinó un poco sobre la mesa, apoyándose sobre sus codos. –Pero la próxima vez que lo veas deberías conversar, aunque sea un poco, con él.- James esperó la respuesta negativa que seguramente le daría su amigo.

-¡Por supuesto que no!- Logan se exaltó. –Creerá que soy alguien que solo busca sexo.-

-Logan, solo porque converses con él, no significa que quieras tener sexo con él.- James lo regaño e hizo una breve pausa. –No por el momento.-

Logan se sonrojó por lo que le habían dicho, después de todo sí era verdad. –No sé ni siquiera si volverá a la cafetería.- Se cubrió el rostro con sus manos con algo de exasperación.

-Logan.- Llamó su atención. –Recuerda que el amor no se encontrará en un lugar indicado, en ocasiones se encuentra en el lugar menos esperado, puede que éste sea tu caso.- El chico alto trató de animarlo.

-Puede ser que tengas razón James.- Logan dijo con un tono de derrota, pero en el fondo de s mente que era un muy buen argumento.

-Claro que sí, es en estos casos para lo que soy muy bueno reflexionando.- James dijo con algo de disgusto.

-Sí, eres un tonto.- Logan se rió de su desgracia.

James le lanzó un pedacito de lasaña y ambos se rieron y luego continuaron comiendo tranquilamente; Logan ya tenía por lo menos una idea de lo que debía de hacer.


Había transcurrido una semana y, para la buena suerte de Logan, Kendall se presentaba en la cafetería a la misma hora pidiendo de desayunar algo distinto cada día. Los primeros 2 días, Logan no se atrevió a conversar con él ya que después de todo era muy tímido. Al día siguiente después de esos, por fin se decidió conversar con él, pero fue Kendall quien le ganó y fue él el que la comenzó. Desde ese momento, Kendall le hablaba para que conversaran mientras desayunaban; aunque al comienzo Logan se rechazaba gentilmente el desayuno ya que su mente podría interpretarla como una cita, pero el rubio era muy testarudo y terminó accediendo.

Transcurrieron 2 semanas antes de que James convenciera, mejor dicho obligara, a Logan de pedirle una cita formal a Kendall; ese era su propósito de hoy. Logan vio el reloj y notó que era la hora con la que regularmente Kendall llegaba y como si alguien le diera un poco de ayuda, el rubio de ojos verdes tomó su lugar en la mesa que ocupaba siempre. Logan con una actitud más optimista, salió para tomar la orden de Kendall y regresó para luego llevarle sus respectivos alimentos. Una vez terminó de comer, Logan sintió un nudo en la garganta que le impedía hablar.

-Kendall.- Logan dijo con un hilo de voz.

-¿Qué pasó Logie?- Kendall le preguntó con algo de preocupación, en el corto tiempo que se conocían, nunca había visto al pálido actuar de esa manera.

Logan se sonrojó y se estremeció ligeramente al oírle pronunciar su apodo con el cual lo identificaba. –Quería preguntarte sí… sí…- No podía completar lo que tanto quería.

Kendall puso una mano en frente de su rostro para acallarlo. –Antes de que termines Logie, necesito preguntarte algo.- Se quedó en silencio para recibir su esperada respuesta.

-Continua.- Fue lo único que el mesero contestó.

-¿Quieres salir conmigo?- Dijo Kendall, con algo de esperanza brillando notablemente en sus ojos.

Logan sintió como el aliento le faltaba para hablar o incluso respirar. -¿Es enserio Kendall?- Los ojos de Logan brillaban de igual, o incluso más, forma que los ojos verdes que tenía de frente.

-Claro que sí.- Kendall dijo con seguridad.

Logan se quedó en completo silencio antes de dar su respuesta. –Me encantaría salir contigo Kendall.-

Kendall dio internamente un grito de victoria. – ¿Paso por ti hoy a las 8:00 pm?-

Logan le asintió. –Estaré listo.-

Kendall se levantó de su asiento y le dio un tierno beso en la frente. –Te veré esta noche, Logie-Bear.- Y con eso dicho, el rubio se fue.

Logan se sonrojó violentamente al escuchar el nuevo apodo que el de ojos verdes le había dado. Sin duda le contaría a James de lo sucedido y esperaba con ansias a que llegase la noche.


Cuando Logan salió de su trabajo, prácticamente corrió de regreso a su apartamento para que así no se retrasase para ir a su cita, a una cita que había esperado lo necesario para ser realizada. Al llegar, le gritó a James para poderle contar de lo sucedido y cabe decir que el chico más alto estaba en completa felicidad, puesto a que su mejor amigo tenía la oportunidad de ser feliz.

Cuando dieron las 6:30 pm, Logan empezó a buscar un atuendo para la noche y una vez se vio satisfecho, entró al baño para librarse aunque sea un poco de los nervios mientras que sus músculos doloridos se relajaban. Logan estaba completamente listo cuando el reloj marcó una hora muy cerca de la que tanto deseaba, eran las 7:45 pm.

-¿Ves? Te dije que conversar con él, te traería muchas cosas buenas.- James le dijo para que le diera otra vez la razón, disfrutaba mucho el tener razón ya que no con regularidad era así.

-Sí, tenías razón.- Logan dijo sin ánimos de burlarse, eran palabras sinceras.

-Te dije que el amor se podía encontrar hasta en el lugar menos esperado.- James dijo con alegría, esa frase la repetía mucho ya que la había oído en una canción.

-Sí, solo espero que las cosas con Kendall funcionen.- Y ahí estaba la actitud que odiaba James de su amigo; era una actitud pesimista.

-Logan, sé que están destinados a estar juntos.- Logan le dio una mirada escéptica. –Sé que no llevan mucho tiempo conociéndose, pero puedo asegurártelo ya que se conocieron en una cafetería… Y debes admitir que nunca pensaste en encontrar a alguien de la cual te podrías enamorar en el lugar en la cual trabajas.- A pesar de que era una clase de regaño, James quería hacerle entender que el amor no tiene reglas, puede encontrarse aún en el lugar más oscuro en el mundo.

-Tienes razón James, gracias.- Logan se acercó a la alta y delgada figura de su amigo para darle un abrazo con la cual expresaba su agradecimiento.

James lo envolvió en sus brazos. –No te preocupes Logan, siempre te ayudaré cuando sea necesario aún cuando no la quieras.-

-Eres un buen amigo James.- Logan dijo para después escucharse un golpe en la puerta.


Kendall se encontraba en su habitación, paseándose de un lado a otro mientras que su amigo latino estaba sentado en su cama y lo veía con aburrimiento.

-Tranquilízate Kendall, todo saldrá bien.- Dijo el chico latino con aburrimiento, él sabía que la cita del rubio con el pálido saldría bien.

-Pero Carlos, existe la posibilidad de que haya accedido a salir conmigo solo porque sintió lástima por mí.- Dijo Kendall a su amigo, él nunca había sido muy seguro en las primeras citas.

-Si fuese así, ese chico no te habría seguido hablando cada vez que ibas a la cafetería en la que trabaja.- Carlos dijo con fundamentos.

-Puede que sea así, pero aún tengo esa sensación de que algo saldrá terriblemente mal.- Dijo Kendall para posteriormente morderse sus uñas, hacía eso cada vez que estaba muy nervioso a punto del colapso.

-Kendall, si no tienes seguridad en lo que sucederá en la cita, da por asegurado de que no saldrá muy bien.- Carlos lo reprendió para que lograra tranquilizarse.

Kendall dejó de morderse sus uñas y dio un gran suspiro. -Supongo que tienes razón.-

Carlos le dio una gran sonrisa a su mejor amigo. –Por supuesto que la tengo.- Se levantó de la parte de la cama en la cual se encontraba sentado para acercarse a su amigo. –Ahora ve a ducharte y alistarte para ese chico que te espera en unas pocas horas.- Le dio un leve golpe en uno de sus hombros.

-Muchas gracias Carlos, eres el mejor.- Kendall le da un abrazo de camaradería el cual es correspondido.

-Ahora hazlo o de lo contrario no llegarás a tiempo.- Le dijo una vez terminaron el abrazo.

-No quiero hacerlo esperar.- Kendall toma una toalla de su armario para entrar en el cuarto de baño al igual que Carlos sale de su habitación.

Mientras se duchaba, Kendall se encontraba planeando a que lugares podría llevar a su cita, quería que todo fuese perfecto. Al terminar de hacerlo, salió de la ducha y se colocó una toalla alrededor de la cintura antes de entrar a su dormitorio en donde yacía su ropa para la noche sobre su cama. Se vistió un tranquilidad y continuó pensando en donde podría ser su cita perfecta con Logan. Al tenerlo todo planeado, se dio cuenta de que eran las 7:40 pm y rápidamente salió de su habitación para ir en busca de su acompañante de esta noche.

-Espero que todo salga bien Kendall.- Le dijo Carlos al verlo con algo de prisa bajando las escaleras.

-Muchas gracias amigo. Mañana te contaré de todo.- Carlos le asintió y cerró la puerta tras él una vez salió. Se subió a su vehículo para encender el motor y empezar a conducir con rumbo a la dirección que le había dado Logan a través de un mensaje de texto esa misma tarde. Cuando llegó al lugar indicado, descendió de su auto y entró al lugar para preguntar por el apartamento de Logan, pero eso se disipó al verlo sentado en un sofá.

-Hola Kendall.- Logan lo saludó al tiempo que se levantaba de su lugar.

Kendall pudo apreciar la vestimenta de Logan. Era solo unos pantalones negros que le quedaban algo ajustados, una camisa blanca y unos tenis Converse de color negro; a pesar de que su ropa era de lo más común, le hacía verse bien. –Hola Logan.- Kendall le contestó después de haberlo escaneado de arriba abajo.

-¿A dónde iremos esta noche?- El chico bajito le preguntó al ponerse junto a él.

-Eso es una sorpresa.- Kendall dijo con una sonrisa dibujada en su rostro.

Logan hizo una mueca. –Arruinaste la sorpresa al decir que era una sorpresa.-

-Lo siento Logan.- Kendall se disculpó. –Entonces no te diré más de lo que tengo planeado esta noche.-

Logan le sonrió. –Por supuesto.-

Kendall le ofreció su brazo a Logan antes de caminar con rumbo al auto del rubio. Al llegar, Kendall presionó al pequeño suavemente contra la puerta del copiloto. -¿Logan?- Dijo con un susurro.

-¿Sí?- Cabe decir que estaba muy nervioso el mencionado.

-¿Puedo darte un beso?- Kendall dijo a la vez que se acercaba más a la pequeña figura de Logan, pero no lo beso.

Logan dudo un poco antes de contestar. –Sí.- Dijo y al instante sintió unos tibios labios presionarse con los suyos.

El beso solo era una simple presión, no tenía intenciones de ser profundizado. Después de unos pocos segundos, Kendall se separó de él. –Debemos irnos.- Kendall apartó a Logan de la puerta antes de abrirla y dejar que el pálido subiese a su vehículo. Kendall rodeó su auto para subir al lado del copiloto y conducir en dirección a lo que planeaba esa noche.


La noche planeada por el rubio había consistido en llevar a Logan a un pequeño restaurante que a pesar de no ser muy conocido, era muy bonito y servían muy buena comida.

-Eso fue muy delicioso Kendall, gracias.- Logan le dijo al rubio al subir en el vehículo de éste.

-No tienes nada que agradecerme Logan, después de todo estamos en una cita a la cual te invité.- Kendall dijo con normalidad y Logan le sonrió. – ¿Quieres un café?- Le preguntó al ver que su reloj marcaba las 11 pm, habían tardado más de lo que esperaba.

-Eso me vendría muy bien siendo que ya es demasiado tarde.- Logan dijo ahogando un bostezo.

-Entonces vayamos.- Kendall puso en marcha el automóvil para llegar a la cafetería más cercana. Cuando Kendall encontró una cafetería (donde Logan trabaja) se detuvo y una sonrisa apareció en su rostro, preocupando a Logan.

-¿Qué es tan gracioso?- Dijo con algo de molestia.

-Es que es gracioso que nos hayamos conocido en una cafetería.- Kendall dijo aún con una sonrisa.

-Sí, me cuesta trabajo aceptar que no conociéramos aquí.- Logan dijo con reflexión y sonrió casi al termino de su oración.

-En seguida vuelvo.- Kendall descendió de su vehículo y entro a la cafetería.

Mientras Logan se encontraba solo, empezó a pensar acerca de todo lo que James le había dicho. No quería aceptar de que haya encontrado, posiblemente, el amor en un lugar que nuca se esperó.

-Aquí tienes.- Logan se vio interrumpido de sus pensamientos por la voz de Kendall mientras sostenía un vaso de papel con humo saliendo por la parte superior.

-Gracias.- Dijo Logan tomando el vaso de su mano.

-¿En qué pensabas?- Kendall le preguntó recostándose en su propio asiento.

-Es que mi amigo James me había dicho que el amor puede encontrarse en cualquier lugar, pero no quería creerle.- Logan dijo con voz tímida.

-Pues créele porque en serio quiero conocerte mejor Logan.- Kendall dijo con seguridad y llevó su vaso de café a sus labios para darle un pequeño sorbo, el cual al dárselo dio un respingo. –Ten cuidado, en serio está caliente.-

-Seguro.- Logan le dio un sorbo a su propio vaso pero inmediatamente se apartó de él. –Me quemé la lengua.-

-Déjame ver.- Kendall le dijo inclinándose hacia su lugar. Logan sacó su lengua para que el rubio pudiese examinarla. –Se ve un poco roja, pero no es nada de la cual debamos preocuparnos.- Al terminar de hablar, el rubio no pudo evitar sacar su propia lengua y lamer la del pálido, el cual se sonrojó violentamente.

-¡Kendall!- Logan gritó con la cara roja de vergüenza.

Kendall se rió de su comportamiento. –Deja de quejarte.- Dijo antes de inclinarse otra vez y besarlo en los labios.

Logan se dejó llevar por el beso que le estaba dando Kendall. Logan separó sus labios al sentir la lengua del rubio pasarse por su labio inferior. Mientras se besaban, Logan decidió darle toda la razón a James por lo que le había dicho hace unas semanas… Después de todo, había encontrado el amor en el lugar menos esperado; en una cafetería en la cual trabajaba.


A/N: Quiero pedirles que, si tienen el tiempo suficiente, escuchen las canciones en las cuales baso mis One-Shots... Les aseguro que las canciones son estupendas ;)

Se despide, ahora con 16 años, su amigo y autor, I Love KL