Summary: Primero 'Sasuke-kun', después Naruto. Ninguno de los dos la amó de la misma forma que ella lo hizo. Una fiesta, una noche, una oportunidad para ambos ¿Y qué es lo que sale? Un anillo, problemas, un shock para cualquiera, un Sasuke pálido y un Naruto gritando –"¡Papá! ¿¡Cómo pudiste?! ¡Es mi amiga!"-, -"¿Quién eres?"-, -"Soy un hombre que sabe lo que quiere"-

Advertencias: Pareja Crack (Obvio). Universo alterno. Posible Ooc y amm pues no sé, mientras escriba seguiré viendo que advertencias ponerles.

Disclaimer: Naruto no me pertenece, le pertenece al gran Masashi Kishimoto, la trama de la historia y los –posibles- demás personajes si me pertenecen (No habrá mucho protagonismo en los extras ¡así que tranquilo público! dejen los tomates de lado).

-"Diálogos"-

La "negrita" es para remarcar las cosas.

º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º: Son cambios de escenas.

-Se detallaran más las cosas-

Sí, sé que es tedioso que aclare pero pues se aguantan, no quiero reclamos después de que no entienden por qué rayos aparecieron tantas bolitas y líneas en medio de algo. Los quiero a todos por darle una oportunidad y si quieren dejar comentario los amaré.

º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º

"Milagro conocerte"

Por: Unknown neko

Capítulo I: Hay varios masoquistas en este mundo.

+++Si tan sólo hubiera sabido cuáles iban a ser las consecuencias habría hecho las cosas de manera distinta. Pero eso sí, no me arrepiento de haberle conocido de aquella forma+++

De nuevo.

De nuevo la maldita sensación de sentirse como una completa estúpida. Un personaje fuera del cuadro.

-"¿Entonces qué? ¿Si vienes a mi fiesta Sakura-chan? No todos los días cumplo veintiuno"-

-"Lo sé Naruto, ya lo has dicho como 10 veces... en una hora"- Resopló fastidiada porque no creía seguir soportando la sensación que le oprimía el pecho cada vez que Naruto le hacía una caricia a la pequeña chica de su lado.

-"Na-naruto-kun, creo que lo mejor sería no presionar a Sakura-chan, ella comprende que esto es importante p-para ti, pero tú también comprende que ella está estudiando una carrera co-complicada y necesita mucho esfuerzo y dedicación"- Al terminar le dio un leve sonrisa, pero sus mejillas estaban sonrojadas y a kilómetros se podía notar lo enamorada que estaba del rubio.

-"¡Gracias! Eso es todo lo que necesitaba, un poco de apoyo, me tengo que ir, nos vemos luego Hinata"-

Dio la media vuelta y salió corriendo de ahí, ni siquiera volteó cuando Naruto gritó su nombre, pues sabía que su cara mostraría ese feo gesto de dolor y de celos que cada vez podía ocultar menos. Llegó a su edificio correspondiente y antes de entrar a su clase vio de reojo como una chica de cabello rojizo trataba de 'comerse' a un chavo con... exótico cabello. Fueron muy torpes sus sentidos o la torpe simplemente... fue ella.

Dejémoslo en que fue torpe para no girar la cabeza a tiempo y por ello haber sido atrapada viendo como una de las parejitas más famosas de medicina la cacharon observando cómo intercambiaban fluidos.

Diablos.

-"¡Sakura!"-

-"Karin"- fingió una sonrisa al acercárseles.

Todo fue automático. La risa sonora que soltó al escuchar el mal chiste que hizo la novia de Sasuke. La novia que más tiempo le había durado.

La prima de Naruto.

¿No era algo irónico?

El cómo al ver que la chica se le pegaba como lapa lo primero que todos pensaban era que Uchiha la rechazaría al igual que a todas sus fans, que le haría desplantes y que seguiría siendo indiferente a su presencia.

Tal como se lo hizo a ella...

Pero de modo impresionante Karin consiguió lo que ninguna otra pudo; se acercó a él. Se acercó en bachillerato básico al chico que robaba suspiros de varias chicas. Y en bachillerato superior se robó su primer amor.

Se lo arrebató sin más. Había sido cuando poco a poco comenzó a formar un lazo con él, empezándose a abrir hacia ella o dejándola jugar en su habitación: "Zelda" junto con Naruto. No le correspondía los abrazos pero al menos ya no se quitaba ni se quedaba tieso con gesto de evidente impaciencia. De vez en cuando le sacaba una sonrisa y cuando solían jugar futbol él la protegía. O más bien, ella así lo había querido ver, probablemente sólo había sido una molestia.

Rió de nuevo por el comentario de Karin, cuando ésta volteó ella la escaneó de manera rápida. Tenía un cuerpo de infarto ¿Para qué negarlo?

Todos sabían que la relación de Karin y Sasuke comenzó basada en sexo. Tuvo la esperanza que Sasuke se diera cuenta que una relación así jamás llegaría a nada serio... pero se equivocó ya que ellos llevaban más de cinco años juntos y parecía que no se iban a separar. Incluso se rumoreaba que había planes para más. Siendo sincera lo que ellos hicieran ya no le importaba o más bien, ya no le dolía. Le molestaba un poco ya que Karin no era de su total agrado y Sasuke era su mejor amigo.

Era evidente que los celos se hacían presentes; se robaba a su mejor amigo.

Y claro también influía el hecho de que le había dicho 'Chicle' la primera vez que la conoció.

Imperdonable.

Con otra falsa sonrisa se despidió excusándose de que tenía que terminar una práctica. Ni siquiera se preocupó porque le contestaran puesto que ellos volvieron a lo suyo al instante. Y es que lo peor, sabía que Sasuke era observador pero él no era ni siquiera capaz de notar cuando ella se sentía mal.

Era eso o cada vez se volvía una mejor actriz.

Oh sí, Sai moriría de la envidia con lo que vivía día a día.

Estando en la biblioteca sola se preguntó cómo estaba su viejo amigo, aquel pariente lejano de Sasuke que lo primero que le había dicho fue 'Fea' provocando risas a su alrededor.

Repasó mentalmente su propio cuerpo, sabía que no estaba nada mal, aunque no tenía las mejores curvas del mundo, su cutis no era nada malo, los ojos verdes que heredó de su padre destellaban y bueno, la plasta rosa en su cabello siempre hacía que la mayoría de las personas girara en su dirección. Todo había sido producto de una loca salida entre Naruto, Sasuke y ella.

Volvió a resoplar con fastidio.

'Ni siquiera cuando trato de relajarme puedo dejar de pensar en él' pensó abrumada recargando su cabeza en sus manos. Sus codos comenzaban a incomodarle por estar tanto tiempo en ese cubículo de madera pero seguía ahí, tal vez era la imposición del castigo que quería tener.

Sí, llámenla masoquista.

Pero preferiría mil veces eso que estar enamorada de un inútil rubio con hermosos ojos, una personalidad impresionante, cuerpo con una especie de tono tostado, con cuadros perfectos y...

-"Demonios... Maldito rubio"-

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-"No puedo creer que te vayas a perder mi cumpleaños, entiendo lo de dejar plantando a Naruto... ¡Es Naruto! ¿Pero a mí? ¿Tu mejor amiga?"-

-"Ino"- Suspiró tratando de encontrar las palabras adecuadas... Al diablo la sutileza –"Ino, son hermanos ¡gemelos! Es obvio que si no voy a su fiesta, tampoco a la tuya ¡Ya que viven juntos, maldición!"-

-"Pero ¡frentona! Tú no entiendes, sabes que ésta es mi fiesta de despedida. No me puedes dar la excusa barata de que no quieres venir porque vas a sufrir... ¿y qué hay de mi sufrimiento?"-

-"Gracias por entenderme amiga"-

-"No hay porque"-

-"Bueno, como iba diciendo-"-

-"¡Nada! Tienes que venir. Es una orden"-

-"Deja de interrumpirme"- Y soltó un gritó de pura frustración al ver que le había cortado... en plena frase.

Ok ¿qué hacer? ¿Saltarse la fiesta para que su corazón no fuese de nuevo pisoteado o clavarse como vil masoquista nuevas estacas para hacer que su amiga fuera feliz?

Una amiga que se iba al extranjero ya que tenía un intercambio con una de las mejores universidades de Europa en diseño de modas.

Una amiga que siempre –o casi siempre- había estado ahí para ella. Agradecía que en sus peores caídas; las marcas favoritas de ropa que tenía Ino no hubieran tenido oferta.

Una amiga que la hacía reír aún cuando se quiera tirar por el puente de la soltería eterna.

-"Te odio, Ino"- Y subió sin más las escaleras de la sala que la dirigían al comienzo de su perdición. –"Mamá, prepara los clínex para cuando vuelva"-

Y la mencionada castaña no pudo hacer más que levantar la ceja ante el portazo de su hija.

-"Pero qué rara es esa niña"-

Parecía que las dos habían sincronizado en el suspiro de resignación que soltaron.

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-"Así qué... aquí estoy"- Oh sí. Gran observación.

Bufó al ver recelosamente la casa de sus amigos. Sí, era mucho más grande que la suya. Había escuchado que el padre de Naruto era alguien importante.

No tenía la más mínima idea de qué hacía. Pero sabía que era alguien importante dentro de la sociedad.

Trató de recordar las veces que estuvo en aquella casa, pero eran casi nulas sus memorias ya que las veces que iban a jugar a la "casa" de Naruto iban a un departamento, semanas atrás se enteró que éste siempre le había pertenecido a su padrino, claro, años de amistad y una se entera cuando la novia lo menciona.

Cuando nadie le había preguntado.

Y eso, inevitablemente la hizo recriminarse. No por pensar mal de la novia. Al contrario, eso la tenía sin cuidado; no le caía mal Hinata Hyuuga pero a decir verdad casi nunca habían hablado, la mayor conversación de su vida con la susodicha fue cuando la tímida chica había perdido un libro y ella, como buena samaritana que era, le preguntó los detalles del libro para poder buscarlo. Lo que sin duda recordaba con remordimiento eran esos años que el rubio había gritado a los cuatro vientos, a cada tiempo que le era posible: que la amaba.

A ella. A Haruno Sakura.

No Hyuuga Hinata.

Quería regresar el tiempo y poder regresarle los sentimientos cuando tuvo oportunidad, cuando la chica del cabello largo y sedoso no se le había confesado.

Cuando no lo había hecho sentir consciente de que era un chico atractivo y que varias chicas con cuerpo de infarto, encabezando a la pequeña admiradora que tuvo por años, andaban tras él.

Cuando él todavía no se sonrojaba porque la chica de los ojos grises claros se le acercaba de más; completamente ajena a lo que causaba en el Namikaze.

Cuando a él todavía se le iluminaban los ojos con el simple hecho de ver su rosada cabellera. Cuando él no la ignoraba si la tierna chica, dedicada a las artes, estaba sonriéndole.

Y así fueron novios...

Si tan sólo él hubiese no existiese.

Haruno Sakura sería una chica feliz, sin tener que estar sonriendo en ese mismo instante al verse sorprendida por cierto festejado que la arrastró dentro su hogar para que sus tímpanos sufriesen el encanto del reggaetón.

Sonrió divertida.

Por lo menos no era la única muriendo en ese lugar. Uchiha Sasuke estaba en un sillón con el ceño totalmente fruncido.

-"Así pareces uni-ceja"- Se rió cuando por respuesta escuchó un chasquido con su lengua.

-"Sí, Rock Lee me tendría envidia"- Más que risa provocada en ella le sorprendió que él tratase de seguirle una broma... Vaya que estaba harto del lugar. Por simple decencia dejó la carcajada que hacía rato se había tragado.

-"¿Y tu novia?"- Dijo al cabo de unos minutos. No, no lo dijo. Lo gritó.

Parece que alguien le había subido a la hermosa música.

El serio chico sacó un cigarro del paquete que tenía en el bolsillo de su camisa. Ni siquiera le ofreció; sabía perfectamente que ella odiaba fumar.

Al prenderlo y darle una buena calada señaló con su cabeza hacia una barra.

Una barra donde una chica, de cabello rojizo con lentes a la moda, ropa pegada y... extravagante, era el centro de atención de varios chicos.

Así que la ceja de competencia no era sólo por la música. Si debía saber algo de Uchiha Sasuke es que éste era muy posesivo con sus cosas. Ah, un grado enfermizo de posesividad cabe aclarar.

-"Si tanto te molesta ¿por qué no haces acto de presencia para que todos ellos vean de quién es?"- Oh sí, casi escupe lo último con una acidez y burla que la hicieron hacer una mueca. Pero no podía evitarlo, odiaba que los chicos tratasen a sus novias como meros objetos.

Aún cuando se tratase de Uzumaki Karin.

Hizo una especie de monosílabo que no llegó a entender, la verdad no le dio importancia por lo que se encogió de hombros y se recargó cómodamente en el sillón de cuero negro.

-"Vamos a bailar"- Sin introducción ni nada la agarró de la mano y la llevó a la "pista".

-"¿Qué? ¿No me invitas a tomar algo primero?"-

Fue una burla ante lo rápido que había sucedido todo.

-"Luego te paso una botella"- Ella río cuando él parecía asechar con la mirada al camarero que se paseaba por los estudiantes con las bebidas. Simplemente pasó sus brazos alrededor de su cuello y él puso sus fuertes manos sobre sus caderas.

Sería mentira decir que la firmeza con la que la agarró no la sobresaltó, incluso se había sentido bastante bien, pero viendo como él se dedicaba a fruncir el ceño no hizo más que desechar rápidamente la idea.

Bailaron un rato más hasta que cierta novia celosa y airada viniera caminando hacia ellos con pasos cautelosos. Antes de que llegara hizo lo más razonable: huir.

Llámenla cobarde pero cualquier valiente huiría al sentir la furiosa mirada de ambos. Y ¿quién estaba en medio?

Oh sí, la masoquista de la rosadita.

Bufó ante sus propios pensamientos. Antes de empujar a otra persona para poder salir de salón escuchó un vaso rompiéndose y como la música había bajado de nivel, no tuvo ni que voltearse para saber que Karin le había hecho un berrinche por la escena y había tirado el vaso que traía en la mano. Escuchó cortas frases del Uchiha de indiferencia antes de que éste saliera y los gritos frustrados de la Uzumaki. El Namikaze anfitrión de seguro correría como caballero a empeorar la situación.

¿Y ella? Apresuró el paso.

No es como si ese episodio no se hubiera dado antes. Al contrario, ya había perdido la cuenta del número de veces por las que esos dos daban a conocer al público que aunque se llevaran así; no terminarían la relación.

Y ahora que lo pensaba quién sería más masoquista.

¿Ella? ¿Sasuke? ¿Karin?... ¿O Naruto? Que siempre era quien trataba de salvar el día con sus metidas de pata.

Oh, difícil decisión.

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Bufó frustrada al ver que había uno que otro borracho en la alfombra. Ni como tirarlos a la basura...

Viendo la silla más cercana como si fuera su salvación, se sentó como si alguien tratase de quitarle su preciado lugar; lo dudaba, la mayoría estaba tan borracha que sólo bastaría con un empujón suave para que dejaran de robarle, por lo que derecho: no le pertenecía.

En fin, nadie tenía porqué saberlo.

Alzó la mirada observado a través de la ventana del pasillo.

Casi tira la silla de lo rápido que se levantó. Sus pies se quejaron pero no le importó, se acercó a la ventana y contempló la vista que ésta le ofrecía. Comenzó a comparar a Hinata con ella, qué tenía la Hyuuga que ella no tuviera; miró su pequeña frente, su blusa de terciopelo que hacía que sus grandes pechos se vieran más, su elegante falda hacía que te preguntaras cómo serían sus piernas, dulzura, ternura, paciencia y sobre todo... a Naruto. Su pecho se oprimió en respuesta, se mordió el labio al instante y trató de que las lágrimas necias no cayeran.

Ahí, en el patio, se encontraban Naruto y Hinata riendo de lo más divertidos en la vida. Hinata corriendo tratando de evitar el agua de la manguera con la que Naruto la amenazaba, poniendo su dedo en el hoyo de ésta para que el agua saliera disparada. Risas, abrazos, y un beso... que dio un paso a miradas cargadas de deseo. Más besos y de pronto estos se encontraban acostados en el patio. Una Hinata sonrojada.

Como deseó que ella se negara o se desmayara.

Apoyó los dedos en el vidrio y un débil susurro salió de sus labios 'No'.

¡Por lo que más quieras, detente Naruto! Por favor...

Se puso la mano en la boca tratando de callar cualquier quejido de dolor y sin más... salió corriendo, evitando ver la escena que había presenciado, tratando de sacar de su mente la piel blanca de ella con los cabellos rubios encima.

'Dios, no'.

Y antes de que pudiera caerse por los altos tacones se recargo en el alto mueble, no soltaba ruidos, sólo dejó que las lágrimas cayeran, sus cejas le dolían de tanto hacer que se juntaran y ella ya no podía más...

Tenía que olvidarle.

¿Pero cómo?

Se sentó en la silla más cercana y sus manos pasaron a cubrir el rostro que no quería mostrarle a nadie.

Pero un ruido hizo que se sobresaltara y mirara a su espectador.

¡Oh, por todos los cielos! Estuvo a punto de exclamar, pero sólo abrió la boca. Precisamente quería olvidarle y el karma le traía esto. Frunció el ceño e hizo una mueca tratando de relajarse pensando en cuántos primos podía tener Naruto.

Porque él seguro no era un hermano perdido, se veía bastante joven y la veía con preocupación en aquellos ojos azules. Y aunque se parecían horriblemente podía decir con seguridad que diferenciaban en muchas cosas. Como por ejemplo, no importaba la edad que tuviese Naruto parecía que esa cara de niño que tenía con rasgos masculinos no lo abandonaría, piel tostada, ojos azules y vivaces; en cambio ese hombre que tenía delante tenía más blanca la piel, cabello un poco más largo, los ojos más... ¿felinos? Eran más delicados, su perfil y rostro en si mostraba rasgos finos.

Y a través de la camisa casi podía jurar que su cuerpo no estaba tan trabajado como el del Namikaze.

Sí, con tantos primos que tenía Naruto no le sorprendería que fuese uno de ellos. Le calculaba unos treinta cuando mucho.

Sentía que la persona que estaba frente a ella era más guapo pero no podía evitar pensar que no le llegaba ni a los talones a su rubio mejor amigo. Suspiró con dolor al pensar que ese término era a lo único que llegaría.

En ese momento le tendió un pañuelo blanco con rayas amarillas; ese gesto la sorprendió un poco.

Se limpió las lágrimas con vacilación.

-"¿Está bien, señorita?"-

Qué formal...

-"¿Le parece que esté bien?"- Le imitó hablando de usted con mofa. No estaba de humor para ser cortés con un desconocido.

Él sólo soltó una risa que parecía nerviosa.

-"No a decir verdad"-

Se formó un silencio entre ambos.

Uno bastante incómodo; al menos para ella.

-"Gracias"- Alzando ligeramente el pañuelo –"Juro que algún día lo devolveré"-

Y él soltó una risa. Oh diablos, si que se parecía a Naruto.

-"No hay prisa"- Se le quedó viendo con una sonrisa para luego mirar el cuadro delante de ellos. Uno abstracto al cual ella no le veía forma.

-"¿Y usted... qué tiene?"- Ésta vez el sarcasmo no fluyó en su oración, sólo había tristeza y algo de empatía.

-"Yo"- Pareció vacilar –"Me siento solo"-

Ella frunció el ceño al no entender del todo.

-"Creo que hace tiempo que no estoy con una mujer"- Él continuó con un susurro pero su voz, al ser grave, lo escuchó perfectamente.

Ella se sonrojó al cabo de los minutos al entender el significado de aquellas palabras.

-"¿Y qué lo detiene a buscar a alguien?"-

-"No quiero buscar, supongo. Además ¿no es mejor que las cosas sigan su curso natural?"- La profundidad de su mirada hizo que ella retirara la suya, no podía mantenerla fija en sus ojos azules.

La oportunidad perfecta. Hasta se emocionó un poco.

Lo que iba a decir era tonto. Impulsivo.

¿Pero qué más podía perder?

¿Dignidad? Hace tiempo atrás la había dejado al humillar varias veces sus sentimientos por hombres que no le corresponderían. Uno más no haría la diferencia.

Además ella no sentía gran cosa; sólo atracción por aquel ser que se parecía tanto a la persona que amaba.

-"¿Y yo?"-

Nuevamente él se le quedó viendo de esa forma intensa, como esperando que ella terminara esa frase bochornosa.

-"¿Qué tal si yo fuese esa mujer?"- Miró el piso recordando a la bella pareja –"Usted quiere a alguien y yo quiero que alguien que me saqué a ese inútil de la cabeza"-

Y tuvo el valor de mirarle.

El ambiente pareció cambiar.

Oh, bendita paciencia que no tenía. Su mirada parecía haberse intensificado y el brillo de la sala hacía que sus ojos parecieran un azul cristalizado, como una piedra misteriosa e imponente a los ojos de cualquier mortal.

-"Sabes... lo que me estás ofreciendo ¿cierto?"- Lo dijo al ver de reojo la pintura para regresar su mirada a ella. Y aunque la formalidad parecía haber cambiado supo que ese hombre era de los caballeros que ya parecían no existir. Caballeros que a ella le daban igual.

-"Claro, vamos a ir a la cama como buenos niños"- Le sonrió divertida antes sus propias palabras y por primera vez se permitió recorrerlo de punta a punta deteniéndose en las partes que más le habían interesado. Tenía que admitir que su cuerpo la hizo pensar con anticipación qué placer podía darle. Porque de algo estaba segura su mente libidinosa; él se veía de esos hombres que sabía dónde y cómo a la hora de la acción.

Él soltó una suave y casi silenciosa risa.

Y negó.

Oh diablos, su orgullo sería aplastado. Trató de borrar cualquier rastro de ardor en su rostro, pero no, era imposible. Se había avergonzado.

-"Disponer del otro para olvidar nuestras carencias ¿te parece bien?"- Él alzó la mano en dirección a ella. Como esperando que ella diera el paso a una sentencia.

Si supiera que lo único que le provocó el gesto fue relajación.

Ella le dio la mano sin rechistar y al estrecharlas él jaló de ella suavemente poniéndola de pie y haciendo que poco a poco fuera consiente de la diferencia de estaturas. Aún con esos tacones no le llegaba ni a los hombros. Pero no importaba sólo trató de sentir el calor que emanaba y en ese rostro enigmático, porque aunque no sonreía; no parecía serio ni le infundía temor.

Sólo expectación a lo desconocido.

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Sí, por si se lo preguntaron aquí termina el capítulo I. Quería que fuera el prólogo pero al final salió muy largo así que bueno, los dejo con mis ocurrencias.

Sé que debería estar haciendo otros fics... pero no me pude resistir ante mi nueva obsesión ¿Por qué? ¡No sé! He leído de esta pareja últimamente (Inglés, básicamente la misma trama en todas) Así que decidí hacer algo en español, sencillo y bonito.

Trama cliché. ¿Qué importa? Me gustan las tramas así. Y tranquilos mis lectores (si es que hay) que ya hay otros dos capítulos en mi memoria (aclaro "usb", no se indignen). Sí, cada semana será actualizado, o al menos eso trataré.

Ya no quiero cometer de nuevo errores.

Y para desempolvar la cuenta de FF que tengo pues creo esta nueva creación que espero no se vuelva en mi monstruo verde, si no me entendieron; no se preocupen, yo sí me entendí.

En fin, los dejo y espero sus hermosos reviews.

¿Reviews?

/Unknown-neko/ (Sep, así me hago llamar ahora. No me molesten, sé que la originalidad no se me da tanto)