.- Los personajes de Naruto le pertenecen al Gran Kishimoto y la historia a Sandra Marton -.

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Asuntos de alcoba

Capítulo III

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-Te aseguro que te enseñare todo lo necesario. Incluido lo que debes hacer al final de la velada.

Ella palideció de pronto.

-No puedo creer que te haya confesado eso. Me siento tan tonta- susurro.

-Yo te enseñare- insistió el, agarrándola por los hombros- Soy un excelente maestro.

Y después de decir aquello, agarro el rostro de ella entre las manos y la beso.

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Sus bocas parecían echas la una para la otra. Los labios de él eran cálidos y su tacto muy agradable. Además, no trato de meter la lengua en su boca como Suigetsu Hozuki la noche anterior.

En cualquier caso, ¿para que la estaría besando su jefe? ¿Y por qué razón estaba dejando ella que lo hiciera?

De pronto recobro el sentido y lo aparto.

-Uchi-uchiha-san- dijo casi sin aliento- no cre-creo que…

-Llámame Sasuke- la interrumpió el y, antes de que pudiera añadir nada, la abrazo y volvió a besarla.

Pero ese beso ya no fue igual.

En esa ocasión, la beso con más pasión y aprovecho el momento en que ella iba a protestar para apartar sus labios con los suyos.

Hinata trato de empujarlo.

"No, por favor", dijo para sí. "Nada de lengua, ni de saliva, ni de…"

Pero él no se separo y ella, de pronto, descubrió una sensación maravillosa. Su cuerpo fuerte contra el de ella, el sabor de su boca, de su lengua.

Hinata soltó un gemido y hundió sus dedos en la camisa de Sasuke, apretándose aun mas contra él.

¿De manera que así eran los besos de verdad? ¿Era normal que los hombres dejaran a las mujeres rendidas al besarlas o sabría Sasuke besar de un modo que los otros hombres desconocían?

Pero en aquellos momentos la respuesta a esas preguntas no le importaba en absoluto. Lo único que quería era que aquella sensación fuera eterna y Sasuke deseo lo mismo mientras se asombraba por la intensidad de aquel beso. También se asombro al darse cuenta de que ella no solo estaba respondiendo a su beso sino que incluso se estaba apretando contra él, deseosa de más.

Entonces se fijo en que efectivamente, bajo esos trajes de tweed se escondía un cuerpo voluminoso. El deslizo una mano por la espalda de ella, y finalmente, la apoyo en sus nalgas y las apretó contra su miembro erecto. Luego, le subió la falda y le toco el interior del muslo.

"Te lo dije", le susurro la voz de Suigetsu dentro de su conciencia. "¿No te dije que las que parecen más modositas son las más ardientes"

Sasuke de pronto se aparto de ella, que permaneció un rato con los ojos cerrados y los labios abiertos.

El sintió que la sangre le ardía de deseo. Se moría de ganas de tomarla en sus brazos y llevarla a su despacho. Entonces cerraría la puerta de una patada y la desnudaría.

Pero finalmente, se impuso la cordura. Lo último que quería era tener una aventura con su secretaria. Además seguramente ella era del tipo de mujeres que confundían el sexo con el amor.

-¿Lo ves?- consiguió el decir después de aclararse la garganta.

Hinata parpadeo.

-¿Que si ve-veo el q-que?

Sasuke se encogió de hombros.

-Bueno, solo estaba tratando de demostrarte que no tienes por qué preocuparte. Ya ves que puedo enseñarte todo lo que necesitas saber.

Hinata se llevo los dedos a la boca y el volvió a sentir ganas de besar esos labios.

-Puedo enseñártelo sin problemas- consiguió añadir el.

Luego antes de que ella pudiera decir nada, se dio la vuelta y se metió en su despacho. Allí se puso la chaqueta y el abrigo para dirigirse al Oak Room.

Hinata dejo de teclear cuando oyó que Sasuke regresaba.

Levanto la vista y lo saludo cortésmente mientras le informaba de que le había dejado varios faxes sobre su escritorio.

-Gracias- dijo él, dirigiéndose a su despacho.

Cuando la puerta se cerró tras él, ella respiro aliviada. Al parecer el no iba a hacer ningún comentario acerca de lo que había ocurrido.

A ella le había preocupado el hecho de que aquel beso pudiera afectar a su relación. Pero había sido una tonta. Claro que no le afectaría. Aquel beso no había significado nada para él. Simplemente había querido presentar sus credenciales, tal como le había dicho.

Era evidente que así era como besaba a todas las mujeres.

De manera que no era extraño que aquella tonta quisiera retenerlo. Cualquier mujer querría hacerlo. Bueno, cualquiera no, porque ella no quería a Sasuke Uchiha no era su tipo.

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Hinata observo la pantalla del ordenador. Sus dedos habían estado ocupados, pero había estado tecleando sin ninguna coherencia.

Tomo aire y junto las manos sobre el regazo y en cuanto a su propuesta de presentarle amigos suyos, era absurda. No tenía ningún sentido. Y así se lo diría a Sasuke si el volvía a sacar el tema.

-¿Hinata?

Levanto la vista y vio a su jefe en la puerta de su despacho, mirándola con atención.

-¿Si?

-He estado pensando en todo esto detenidamente.

-¿Si?

-Y he decidido que deberías irte.

-¿I-irme?

-Si, y ahora mismo.

-Pe-pero…

¿El la estaba despidiendo solo por aquel beso?

-Pero, ¿por qué?- pregunto Hinata reuniendo todo su valor.

-No voy a discutir contigo. Quiero que te marches inmediatamente y no hay más que hablar.

-Pero no comprendo por qué. Si-siempre has dicho que hago bien mi trabajo.

-Y lo sigo diciendo, pero puedes terminar mañana lo que estés haciendo.

-¿Ma-mañana?

-No creo que haya nada tan importante que no pueda esperar un día.

-Yo… ¿me es-está diciendo que me puedo ir antes de mi hora?

-Sí, ha dejado de nevar y las calles están despejadas, pero esta helando y ya sabes lo que pasa con los trenes cuando la temperatura baja de cero grados.

-Oh, entiendo, gr-gracias.

La verdad era que cuanto antes se marchara de allí mejor. Aquel había sido el día mas extraño de toda su vida. Pero parecía que todo iba a volver a la normalidad. Incluso con un poco de suerte, su jefe no volvería a mencionar lo de presentarle amigos. Si, la vida volvía a sonreírle de nuevo.

-Mu-muchas gracias por pensar en mi- dijo ella, sonriéndole tímidamente. Luego empezó a recoger sus cosas.

-Hinata.

Ella levanto la vista de su escritorio y se fijo en que él seguía mirándola, apoyado en la pared.

-¿Me necesitas para algo?

-¿Qué si te ne-necesito?- lo miro sin comprender su pregunta.

-Ya sabes que me tienes para todo lo que quieras, Hinata.

-Gracias, pero no necesito nada- dijo ella sin comprender que era lo que pretendía el con aquella propuesta.

-Bueno, si estás segura de que puedes ponerte esas botas tu sola.

Las botas. Claro, se refería a las botas, pensó Hinata.

-No te preocupes, podre ponérmelas yo sola.

-¿Seguro?

-Sí.

-En ese caso, nos vemos mañana Hinata.

El se dispuso a entrar en su despacho, pero en el último momento se giro de nuevo hacia ella.

-Hinata- ella se giro para mirarlo- te agradecería que mañana no te pusieras un traje de esos de tweed.

-¿Cómo?

-¿No son de tweed tus trajes?

-La verdad es que no. El tweed es un tejido muy basto. Esto es lana.

-¿Por qué no te pones mañana algo de seda?-le propuso Sasuke.

-¿Seda?

El estaba empezando a arrepentirse de su oferta al ver que aquella mujer lo estaba mirando como si le hubiera preguntado si tenía en su vestuario algo de lo más extraño.

-Sí, podrías ponerte algún vestido.

-Bu-bueno, tengo un traje con adornos de seda.

-Está bien, tráelo mañana.

-¿Para qué?- pregunto Hinata confundida.

-Porque los trajes que sueles llevar no son adecuados para lo de mañana por la noche.

-¿Qué ha-hay mañana por la noche?

-Voy a llevarte al coctel que da Internet Resources. Tú fuiste quien me lo apunto en la agenda.

-Lo recuerdo, pero ¿Qué tiene que ver conmigo?

-¿Te has olvidado ya? ¿No recuerdas que me he ofrecido a presentarte gente? De hecho, esta noche había algo incluso mejor, pero…- no término la frase. Iba a decir que ella no iba vestida adecuadamente, pero no quería herir sus sentimientos- Pero, como hace un tiempo tan malo, no puedo dejar que vayas en metro hasta tu casa. La fiesta de esta noche es en…

-¿Qué fiesta?- no lo dejo terminar, estaba un poco irritada con la situación.

-United Broadcasting da un coctel y una cena. Pensé que quizá lo cancelarían debido al mal tiempo, pero acabo de llamar y me han dicho que no es así.

-No pienso ir contigo a ninguna fiesta- su ceño se frunció levemente.

-Claro que sí. ¿No hemos quedado en que iba a presentarte a gente?

-No.

-¿Cómo que no?

Mientras se ponía el abrigo se puso a pensar. Conociendo como conocía a su jefe no iba a llegar a ningún lado discutiéndole. Mejor le explicaba las cosas, si eso haría.

-Bueno he estado pensando en ello y me parece que no es una buena idea. No me veo conociendo a gente de ese modo.

-Claro, es mejor que los conozcas a través de la sección de contactos de una revista.

-E-eso no es asunto suyo. Ya soy mayor y puedo cuidar de mi misma- comentario errado pensó Hinata, su jefe lograba hacerla enojar muy fácilmente.

-Escucha Hinata…

-Pero, ¿Qué le importa con quien salga yo?

-Soy tu jefe y amigo- ¿amigo? Pensó el Uchiha sin entender sus propias palabras.

-Nosotros no somos amigos. Nuestra relación es puramente laboral.

Hinata tenía razón, pero eso no impedía que él pudiera preocuparse por ella.

-En cualquier caso, preferiría conocer antes a los hombres con los que sales, no vayas a dar con algún pervertido.

-Pero si yo no salgo con ningún hombre- protesto ella.

-¿Y Suigetsu?- su rostro se endureció al recordar ese momento.

-Solo salí con él para disgustarte- contesto mientras sus mejillas se coloreaban.

-¿Y lo de la revista Gotham? Estabas a punto de dejar tu teléfono a ese hombre cuando te interrumpí. Ese tipo podría ser un pervertido.

-No e-exageres- hacía falta que le recordara ese momento vergonzoso, su rostro seguro que se parecía a un tomate.

-¿Exagerar? Todos los días viene en el periódico que han robado, violado y matado a varias mujeres. ¿Quieres tu terminar así? ¿Quieres que un día me llame la policía para que identifique tu cuerpo?

-Creo que no solo estas exagerando, sino que estás loco de remate- sonrió mentalmente, esa forma de hablarle le hacía acordar a su sobreprotector primo.

Quizás tenía razón. Si ella quería salir con Vlad, el destripador, no era asunto suyo. Ella podía hacer lo que quisiera.

-Muy bien, pues haz lo que quieras.

-Muchas gracias por darme permiso- replico ella.

-Por mi puedes quedar con todos los hombres que te encuentres en el metro.

-Yo nunca saldría con un hombre a quien no conociese- Hinata se dirigió hacia la puerta.

-Excepto anoche- soltó fríamente el azabache.

-Excepto anoche, pero como iba a suponer que me presentarías a un tiburón.

-¿Eso es lo que era?- Sasuke se acerco a ella con los ojos brillantes y la agarro por los hombros- ¿Qué fue lo que te hizo ese canalla? Dímelo. Iré a buscarlo y le ajustare las cuentas.

-Y te he dicho que no me hizo nada. Y te aseguro que no necesito ningún protector.

- Tienes razón. Lo que necesitas es un guardián- aseguro él mientras se fijaba en cómo le latía un pequeño musculo junto a la boca. Le entraron ganas de besarla ahí.

-Sasuke- dijo en voz baja.

El la miro a los ojos y se dio cuenta de que ella lo miraba como si no lo conociera. Y tenía razón. Porque debía haberse vuelto loco. Solo así podía explicarse su comportamiento.

Porque lo cierto era que lo que más le apetecía en esos momentos era soltarle el cabello y acariciárselo. Luego le desabrocharía el abrigo y le levantaría la falda al tiempo que la volvía a besar.

-Hinata- dijo con voz ronca.

Ella se aparto de él y trato de alcanzar el pomo de la puerta, pero él fue más rápido que ella y la agarro del brazo y le hizo que se diera la vuelta.

-Mira Hinata, intenta ponerte en mi lugar. Desde mi punto de vista yo tengo cierta responsabilidad sobre ti, ya que eres mi empleada. Además, no tienes familia aquí en la ciudad.

-¿Cómo lo sa-sabes?

Lo sabía porque acababa de leer el impreso que ella había rellenado cuando entro a trabajar allí. De repente le habían entrado ganas de saber su edad, su estado civil y todos los datos que pudiera averiguar sobre ella. Al fin y al cabo era normal, ya que tenía que conocerla bien para hacer de casamentero.

-Porque me lo dijiste cuando entraste a trabajar aquí.

-Sí pero eso no significa…

-Mira. Me siento culpable por lo de anoche. Si no te hubiera presentado a Suigetsu y si no me hubiera enfadado tanto cuando…

-No fue cu-culpa tuya. Ya te he dicho que soy lo suficientemente mayor como para ser responsable de mis actos. Fui una tonta al salir a cenar con Suigetsu- Y en cuanto a lo de los a-anuncios de contactos también tienes razón. Sé que estaba cometiendo un error- lo último lo dijo en un tono apagado.

Sasuke sonrió mientras agarraba entre los dedos un mechón de cabello que se le había escapado de la coleta.

-Sí, me habrías hecho ir a hablar con todos esos tipos.

-¿Pa-para qué?

-Para advertirles que no trataran de propasarse contigo.

Ella soltó una ligera carcajada y todo su rostro se ilumino.

-Sí, un guardaespaldas es justo lo que necesito.

-Si- dijo el mirando su boca- eso es lo que necesitas.

-Pero no te preocupes- aseguro ella- no voy a salir con ningún tipo de esos de la sección de... Sasuke, ¿se pu-puede saber que e-estás haciendo?

El estaba abriendo la horquilla con la que ella se recogía el pelo.

-¿Es natural?

-¿Qué si es na-natural el que?- susurro ella, sintiendo la boca seca de pronto.

-El color de tu pelo.

-Claro que es natural.

-Es como la noche- aseguro Sasuke- y me encanta como huele- añadió hundiendo la cabeza en el.

-E-es el champu que co-compre la semana pa-pasada de ofe-oferta.

-Me gusta huele a flores.

-De verdad te-tengo que irme si quiero e-evitar la hora pu-punta del me-metro- dijo apurada para salir de la situación, se estaba comenzando a excitar al sentir el cuerpo de el tan cerca.

Pero luego se acordó que era su jefe y se aparto casi bruscamente.

-Cre-creo que de-debemos replantearnos nuestra relación Uchiha-san- dijo ella, poniéndose una bufanda y sacando unos guantes de lana del bolsillo mientras intentaba controlar sus emociones.

-Te he dicho que me llames Sasuke.

-No, creo que se-será mejor que le siga tratando de usted. Hay que mantener el decoro del despacho.

-No creo que el hecho de que me tutees afecte al decoro de nuestro despacho.

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En ese momento se abrió la puerta

-¿Sasuke?

-Ino- dijo él con el seño fruncido.

-Sasuke, ¿Por qué estas tratando de evitarme todo el tiempo?- pregunto Ino acercándose a él y abrazándolo.

Sasuke se aparto de ella.

-¿Qué estás haciendo aquí, Ino?

-He venido a ver por qué no contestas mis llamadas.

-Ino, ya te explique que lo nuestro…

-¡No digas eso! Me niego a aceptarlo.

-Ino…

-He reservado mesa en Shusei's. Iremos a cenar y charlaremos tranquilamente de todo.

-No Ino, no iremos a cenar juntos.

-Bu-bueno- intervino Hinata- es tarde Uchiha-san, así que si no le importa…

-Es cierto- dijo Sasuke rápidamente- Se nos está haciendo tarde.

Sasuke fue corriendo a su despacho y volvió inmediatamente con el abrigo puesto.

-Ya estoy listo- dijo poniéndose sus guantes de cuero y dándole la mano a Hinata.

-¿Se pu-puede saber que es-está haciendo?- susurro ella.

-Tenemos que irnos o llegaremos tarde- dijo el ignorando su pregunta- ya sabes que a Kakuzu no le gusta que la gente se retrase.

-¿Quién es…?

El se inclino sobre ella y la beso. Luego, se volvió hacia Ino que lo estaba mirando atónita. De pronto dos lagrimas rodaron por sus maquilladas mejillas.

-¿Estas saliendo con esta…?

-Así es- dijo el mirando a Hinata.

Ella iba a protestar cuando el volvió a besarla. Pero en esa ocasión lo hizo apasionadamente. Ella sintió como se le encogían los dedos de los pies dentro de las estrechas botas.

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He vueltoo! Si tarde mucho, lo lamento u.u

Aquí les traigo el capitulo 3, espero que les guste mucho. Agradezco a todos por sus Reviews, en el proximO cap les contestare ahora estoy algo apurada :P

¿Un Review? Daleee no seas malit :D

Suerte y cuidense