¡Hola chicos y chicas! Espero que se la estén pasando súper…regreso nuevamente por aquí para dejarles el capítulo 7 del fic que creo que trae alguna que otra sorpresa…al parecer esta historia está tomando más protagonismo que mi primer fic (cuando los sueños cambian) así que voy a actualizarla más rápido ahora que estoy de vacaciones.

No olviden dejarme reviews…su opinión importa mucho y me permite mejorar como escritora, al mismo tiempo que me motiva a continuarla…por favor no sean malitos y dejen un review, no cuesta nada, porfiiiiis…

Bien, no los entretengo mas, aquí los dejo con la historia.

Capitulo 7: Juego de exhibición.

El viernes tan esperado por nuestro gran tenista y todos los reporteros de cadenas de televisión deportivas ya había llegado. La empresa "Tokyo Sports" ya tenía el borrador del tomo del mes, en donde se encontraban las entrevistas de los tenistas Kunimitsu Tezuka, Kaoru Kaidoh, Sanada Genichiro y por supuesto, Ryoma Echizen.

Sakuno había trabajado en ese tomo toda la semana, quería que quedara perfecto pues sabía lo importante que era para la reputación de la empresa.

Se encontraba en su casa terminando su desayuno, su jefe le había dicho que debía asistir al juego de exhibición entre Ryoma y el jugador japonés Sanada. La verdad no tenia ánimos de salir de su casa y mucho menos para ir a verlo a…él. Pero por desgracia eso era parte de su trabajo.

Termino su desayuno y se dirigió en su auto hacia las instalaciones de su trabajo. Se asombro de lo rápido que había llegado, generalmente se llevaba media hora llegar hasta su trabajo. Estaciono su auto, se bajo de él y se adentro al enorme edificio que estaba frente a ella.

Mientras caminaba, saludaba a todos sus compañeros de trabajo, subió algunos pisos, recorrió varios pasillos hasta que por fin llego a la oficina del señor Yahiko.

-Ohayo gozaimasu –saludó Sakuno de manera muy cortés.

-muy buenos días para ti también, ¿lista para las actividades de hoy? –pregunto con una sonrisa bastante carismática.

-eh…si –respondió de manera no muy convencida, mientras apartaba la mirada y se sonrojaba levemente.

-excelente, Ryosuke y Yuuto serán los fotógrafos que te acompañaran. Asegúrate de darles estos pases –dijo entregándole tres objetos rectangulares con la fotografía de ella y los fotógrafos, con el nombre de la revista impreso en el objeto. Sakuno los tomo y los guardo en su bolso; era demasiado olvidadiza así que mejor se aseguraba de guardarlos en un lugar seguro.

-¿algo mas señor?

-no, creo que eso es todo. Ya les he dado unas indicaciones a Ryosuke y Yuuto, así que ya saben lo que tienen que hacer.

-muy bien, entonces…creo que debo irme.

-sí, suerte. –dijo antes de que Sakuno saliera de su oficina.

Paso rápidamente por su oficina, tomo una libreta, un lápiz y salió de ella para dirigirse al estacionamiento donde probablemente la estaría esperando sus compañeros de trabajo.

-¿listos? –les pregunto cuando los encontró recostados en el auto que utilizaban para hacer los recorridos.

-¡sí! –respondieron al unisonó.

Los tres abordaron el auto, Sakuno en el asiento del copiloto, Yuuto en el del copiloto y Ryosuke en el asiento trasero.

Condujeron alrededor de unos 45 minutos hasta llegar al lugar donde se llevaría a cabo el partido. Era uno de los centros deportivos más reconocidos del país. Y no era para menos, pues su majestuosidad sobrepasaba el de muchos establecimientos de los alrededores. La zona en la que se ubicaba era una de las más lujosas de la región.

Sakuno quedo sumamente sorprendida por tanto esplendor, al igual que sus compañeros. Caminaron hacia la entrada en donde los recibieron dos empleados del lugar, vestidos elegantemente, con mucha amabilidad.

Los tres les mostraron sus pases y un joven muy galante los guio a través de los pasillos del lugar. Había cuadros muy pintorescos, vasijas coloridas y muy finas, muebles costosos uno que otro arreglo floral. Doblaron en uno de los corredores, atravesaron un pasillo un tanto oscuro en donde al final de el se vislumbraba una luz blanca, atravesaron el "túnel" así como la luz, encontrándose inmediatamente con las canchas de tenis. Unas perfectas y bien cuidadas canchas de tenis.

Los guiaron hasta situarlos en sus respectivos asientos, los cuales se encontraban prácticamente dentro de las canchas y donde podrían conseguir muy buenas tomas del partido.

Colocaron todo su material, posicionaron sus respectivas cámaras y se dispusieron a esperar el comienzo del juego. De en cuando revisaban si todo estaba en orden y hablaban de cómo creían que terminaría el partido. La gente ya comenzaba a llegar, llenando paulatinamente el lugar.

Luego de charlar, Sakuno decidió ir por algo de beber, tomo su bolso y se encamino hacia la entrada de las canchas, cruzo el pasillo oscuro y continuo su recorrido. Luego de unos minutos ya estaba desesperada.

-"debí haber pedido indicaciones, este lugar es inmenso" –pensó en su interior la castaña, mientras caminaba en círculos por todo el lugar.

De pronto, se situó nuevamente en el vestíbulo del enorme edificio. Suspiro cansada y resignada. Cuando por fin se decidió a preguntarle a uno de los empleados, algo la detuvo en seco.

-"Ryoma" –pensó completamente alarmada, y sonrojada, su cerebro no estaba trabajando correctamente, y eso lo sabía pues, por más que lo intentara, sus pies no se dignaban a moverse y hacerla caminar. Y más aun cuando sus miradas se encontraron. Se sentía completamente hipnotizada, y mareada al mismo tiempo.

Su respiración se agito cuando noto que el ambarino caminaba en su misma dirección, sintió como la sangre se le subía a la cabeza y se asentaba en sus mejillas.

-"¡Kamisama! ¿Por qué esto tiene que pasarme a mí? ¿Por qué no simplemente puedo hacer mi trabajo sin tener que encontrarme con él?" –pensaba Sakuno tratando de esquivar su mirada. Su indiferente mirada.

"porque lo amabas" –se escucho una voz dentro de su cabeza.

No fue hasta que su manager se acerco a ellos, que pudo salir del trance en el que se encontraba.

-¡Sakuno-chan! ¿Cómo has estado? –pregunto Thomas a la castaña. –tiempo sin verte.

-eh…si. –respondió tímidamente.

¿Y…estas aquí por la revista?

-mmm sí. Llegamos hace poco, pero salí por algo de beber.

-¿vienes acompañada?

-si…los fotógrafos vienen conmigo.

-ya veo.

Thomas mantenía la conversación con Sakuno pues sabía que eso molestaría a Ryoma. Y efectivamente lo hizo.

El ambarino no hacía más que hacer gestos de disgusto y mantenía la mirada hacia el frente, sin verlos a ambos. Se anotaba algo ansioso.

-Thomas…deja de perder el tiempo y vámonos. –dijo finalmente Ryoma, con total indiferencia y frialdad, cosa que lleno de mucho dolor a Sakuno, sintió sus ojos humedecerse levemente, pero no se permitió llorar; no frente a él.

-vamos Ryoma, no seas descortés. Solo estoy charlando con Sakuno-chan. No seas impaciente. –decía fingiendo seriedad, con una chispa de burla en sus ojos.

-hmp… -fue lo único que dijo, antes de comenzar a caminar hacia las canchas. Sakuno lo miro marcharse de reojo, pues mantenía la cabeza baja.

-"¿Por qué siendo como eres no puedo olvidarte?" –se repetía una y mil veces en su cabeza.

-siento el comportamiento de mi "cliente". Hablaremos en otra oportunidad, ¿sí?

-si…no te preocupes. –musito Sakuno fingiendo una sonrisa, que pareció más bien una mueca de agradecimiento.

Y así sin más, Thomas también se alejo. Cuando estuvo lo suficientemente lejos de ella, Sakuno no pudo más y dejo escapar un suspiro lleno de tristeza y decepción. "él nunca va a cambiar".

Luego de unos minutos logro encontrar una máquina expendedora de bebidas. Saco unas monedas de su bolso, las deslizo en la pequeña ranura, apretó un botón y a los pocos segundos, salió su tan preciada bebida. Casualmente era una ponta de uva. Hace mucho que no tomaba una.

La abrió y tomo un sorbo de ella, trayéndole ese simple acto, miles de recuerdos. Ella y Ryoma juntos, ella y Ryoma peleando… sentía como su corazón se estrujaba con cada recuerdo.

Se encamino nuevamente hacia las canchas, las cuales estaban casi repletas. Camino hasta donde se encontraban sus compañeros, los cuales ya se encontraban posicionados con sus respectivas cámaras esperando con ansias el partido.

Sakuno se acerco a ellos y luego de cerciorarse de que todo estaba en orden, tomo asiento y espero a que diera inicio el juego.

De pronto, la voz del árbitro resonó en todo el estadio, haciendo que la gente se callara y dando a entender que el juego iba a iniciar. Minutos después los tenistas invitados se hicieron presentes y el partido dio inicio.

El primero al saque fue Sanada, el cual lucia tranquilo y bastante confiado, y no era para menos, al ser uno de los mejores tenistas internacionales. Pero se impresiono mucho al ver como su contrincante Ryoma devolvía el saque con total naturalidad y facilidad como si fuera un simple tiro.

A decir verdad, Ryoma había mejorado mucho en tenis. Cuando se fue de Japón había ingresado a uno de los institutos más rigurosos y reconocidos de América, en cuanto a la rama deportiva del tenis. Y todo su entrenamiento estaba dando frutos en ese partido.

Sin embargo, su contrincante, Sanada Genichiro tampoco era de fiar. Al principio se veía algo lento pero después comenzó a darle velocidad a sus tiros. El también había entrenado duro todos estos años, no por nada era uno de los mejores jugadores de Japón.

-muy bien Echizen –le dijo mientras se mantenían un extenso peloteo –al parecer has mejorado mucho; pero lamento informarte que no eres el único.

Y diciendo esto, y mientras la pelota venia hacia él, empuñó con firmeza el mango de la raqueta, la cual alineo de manera paralela a su brazo y al momento de golpear la pelota, giro la muñeca unos 35 grados hacia arriba, dándole un efecto giratorio sorprendente que permitía a la pelota girar en ambos sentidos en determinados intervalos de tiempo.

Con esa técnica logro ganarle algunos puntos al ambarino. Pero cuando este descubrió el "truco" en ese tiro, logro devolver a pelota, aunque la primera vez termino fuera de la cancha, otorgándole ese punto a Sanada.

Ryoma no se quedaba atrás. Había desarrollado nuevas técnicas y las antiguas las había mejorado de sobremanera. Ryoma llevaba la ventaja de dos juegos ganados. El partido era de 5 sets, donde el ganador seria quien ganara 3 set, y el marcador se mantenía en 6-4, 7-5, 7-6 (este a favor de Genichiro) y el ultimo 5-3.

Por un momento el ambarino se sintió tentado a usar sus nuevas técnicas, pero sentía que no debía usarlas en ese partido tan insignificante.

-vamos Echizen, ¿eso es todo lo que tienes? –dijo el ex capitán de la secundaria Rikaidai, tratando de provocar a Ryoma.

Este simplemente se limito a mirarlo desafiante y curvo sus labios en una media sonrisa, la cual nadie logro notar; nadie a excepción de una castaña sumamente concentrada en el partido frente a ella, la cual al ver la sonrisa en los labios de Ryoma, no pudo más que sonrojarse hasta las orejas. Lucia tan atractivo. Sin darse cuenta, de sus labios escapo un suspiro, que rápidamente se perdió con el viento.

Esta vez era el turno de Ryoma de lucirse, pero aun no estaba dispuesto a usar sus técnicas más poderosas, de tal modo que decidió utilizar su famoso "Drive B" completamente mejorado. Así que, faltando solo un punto para su victoria y estando el al saque, inicio con su típico servicio giratorio, el cual fue devuelto con un poco de dificultad por parte de su contrincante. Luego de unos minutos de peloteo interminable Ryoma decido hacer el punto final, se coloco en posición y cuando se aseguro de que la pelota iba con la rapidez necesaria, se dispuso a realizar el Drive B, el cual en el momento de saltar y golpear la pelota, el ambarino hizo girar la pelota en las cuerdas de la raqueta por unos 5 segundos y después la devolvió, con el tripe de fuerza y velocidad, dándole la victoria del partido.

El estadio rompió en aplausos y el árbitro musitó: juego y partido para Ryoma Echizen.

Las personas se encontraban eufóricas, ambos jugadores se acercaron a la red que dividía la cancha y se despidieron con un apretón de manos.

-buen partido Echizen –pronunció Sanada, al momento de estrechar su mano.

-mada mada dane –dijo Ryoma correspondiendo el gesto.

Y sin más que decir, ambos tenistas salieron de las canchas en dirección a sus respectivos vestuarios. En la entrada de las canchas, Ryoma se encontró con su agente Thomas y le dijo:

-asegúrate que nadie me siga. –dijo de manera fría, y siguió caminando hacia los vestidores.

El mas que nadie sabía lo molestos y entrometidos que podían ser los reporteros, pero también sabía lo bromista y tonto que podía ser su agente, así que debía asegurarse de dejarle las cosas bien claras.

Llego sin problemas a su vestuario. Al entrar, se quito rápidamente su ropa empapada en sudor y se metió a una de las duchas que poseía aquella habitación. Al sentir el agua rozar con su piel, dejo que su mente volara a través de los recuerdos y repentinamente la figura de una joven de largas trenzas se hizo presente en sus pensamientos.

-Ryusaki –susurro con voz suave y cansada. La extrañaba, y aunque por más que intentara negarlo, quería estar con ella. Pero algo se lo impedía, algo llamado "orgullo". Antes, debía aclarar ciertas cosas con ella.

Al terminar, salió de la ducha y se encamino al lugar donde había dejado la maleta con su ropa. Se colocó su ropa interior y unos jeans oscuros. Se puso unos tenis blancos con algunas rayas azules y cuando se dispuso a ponerse su camisa, se dio cuenta que no la traía en el bolso. Busco por todos lados, pensando que la había dejado olvidada cuando entro en la habitación unas horas atrás, pero no estaba. Casi al instante, recordó que debido a que estaban retrasados, tuvo que guardar su camisa en el bolso de Thomas.

-demonios. –fue lo que dijo para después pasar una mano sobre su cabello.

Mientras tanto, Sakuno y su equipo permanecían en las canchas, acomodando todo su equipo en sus respectivas maletas. De pronto, alguien se acerco a ellos.

-por sus gestos puedo deducir que todo salió como esperaban –dijo con una sonrisa bastante amplia.

Los acompañantes de Sakuno lo miraron extrañados, pues no conocían a ese hombre. Sakuno, antes de que estos les preguntaran quien era, dijo:

-hola Thomas, ellos son mis compañeros de trabajo Ryosuke y Yuuto, chicos él es Thomas, el es… -Sakuno dudo por un momento si decirles que era el agente de Ryoma o inventar algún pretexto, pero antes de que esta respondiera, Thomas dijo:

-mucho gusto, soy Thomas, un amigo de Sakuno-chan. –dijo dándoles la mano a cada uno de ellos. Los jóvenes lo miraron un tanto sorprendidos, pero le devolvieron el saludo.

-creí que estarías con Ry… -pero Sakuno se detuvo de golpe al darse cuenta que estaba hablando de mas.

-debe estar cambiándose de ropa. –dijo Thomas entendiendo a lo que se refería Sakuno. Por su parte, los compañeros de Sakuno no eran participes de la conversación y seguían en su labor de guardar todos sus equipos.

-eh…fue…fue un buen partido. –dijo tratando de mantener una conversación.

-sí. El ha estado entrenando muy duro.

-si…eso parece.

Pero antes de que Thomas continuara, su teléfono sonó, haciendo que buscara en su bolso el ruidoso aparato, percatándose de un bulto que llevaba consigo. –"diablos" –pensó Thomas, viendo fijamente el objeto. El teléfono seguía sonando y no tuvo más remedio que contestar.

-discúlpame un segundo –dijo antes de alejarse de la castaña.

Luego de unos minutos, Thomas regreso con Sakuno, pero con el rostro serio.

-oye Sakuno, ¿me harías un favor? –dijo de manera un tanto rápida. Al parecer tenía prisa.

-eh… ¿Qué necesitas? –dijo con la voz un poco temblorosa. Algo dentro de ella se estremeció.

-¿podrías llevarle esto a Ryoma? –le dijo casi en una súplica, mientras sacaba una especia de camisa color blanco, con algunas franjas de color celeste.

Y antes de que Sakuno pudiera reaccionar, este ya se encontraba caminando en dirección a la salida, se giro rápidamente y le dijo.

-dobla en el primer pasillo a la izquierda. ¡Te lo compensare, lo prometo!

Luego de eso, Sakuno parpadeo un par de veces y fijo su vista en la camisa que tenía entre sus manos. Rápidamente la sangre se poso en sus mejillas, dándoles un toque carmín.

-Hey Sakuno, ya terminamos. ¿Nos vamos? –dijo Yuuto a la castaña, mientras se posicionaba a la par de ella. -¿de dónde sacaste eso? –le pregunto mientras notaba el pequeño bulto en sus manos.

-yo…eh…tengo…tengo que hacer algo rápido, por qué no se adelantan ustedes, yo los alcanzare dentro de poco. –dijo un tanto nerviosa.

-mmm de acuerdo.

Ambos jóvenes salieron de las canchas, dejando a una sonrojada Sakuno tratando de hacer que sus pies se movieran. Luego de unos minutos comenzó a caminar.

Recordó lo que Thomas de había dicho y doblo en el primer pasillo a la izquierda. Camino por unos segundo más hasta llegar a una puerta que decía: "vestuario Echizen".

Al principio dudo si tocar la puerta o salir corriendo, pero luego de meditarlo unos segundos, tomo valor y toco la puerta, de manera un poco torpe.

Logro escuchar un "hmp" del otro lado, lo que confirmo la presencia del ambarino. Luego de unos interminables segundos, la misma voz pronuncio un "pasa", un tanto despreocupada para tratarse del príncipe del hielo…es decir, del príncipe del tenis.

Sakuno abrió la puerta lentamente, con los ojos entreabiertos, casi cerrados y cuando ya estaba adentro las palabras del ambarino la dejaron sorprendida.

-hasta que por fin llegas Thomas, te he mandado como 20 mensajes a tu teléfono y no me respondes, no voy a pasar todo el dia semidesnudo y…

Hasta ese momento Ryoma se mantenía ajeno a lo que pasaba en esa puerta, pues mantenía la vista baja, en sus zapatos, mientras se ataba las agujetas. Y Sakuno, que había entrado segundos, aun no salía de su sorpresa… ¡había visto el torso desnudo de Ryoma! Rápidamente la sangre subió a su cabeza, enrojeciéndola por completo. No pudo evitar abrir levemente su boca. Era como ver a un dios griego.

Ryoma en un principio se sorprendió al verla allí, parada y levemente recostada sobre la puerta, la vio sonrojarse hasta más no poder y entreabrir sus labios, acción que le provoco un vuelco en el corazón y unas ganas tremendas de besarla. Rápidamente disipo esos pensamientos.

-¿Ryusaki? –dijo tratando de sonar lo mas frio posible. -¿Qué haces aquí?

-yo…eh…yo…yo…tu…eh…camisa…Thomas… -la pobre castaña no podía ni articular una simple oración. Y es que, por más que lo intentara, sus ojos no se despegaban del bien formado torso del tenista. –diablos, estúpido tartamudeo, se supone que ya lo había superado. –se decía mentalmente.

-hmp –musito luego de escucharla tartamudear. Cuanto extrañaba eso.

De pronto, un suspiro escapo de los labios de la castaña, provocando que el ego del ambarino subiera muchos metros hacia el cielo. Este solo se limito a sonreír de medio lado, acción que casi mata de un paro cardiaco a la pobre Sakuno.

Ryoma se fue acercando lentamente hacia ella, con su mirada seria y porte altivo. Era mucho más alto que Sakuno y esta no pudo evitar sentirse más pequeña al tenerlo tan cerca. La castaña se encontraba perdida en su mirada ambarina, y no se despego de ella hasta que sintió como sus respiraciones se sincronizaban. ¡Estaban muy juntos! Tanto que sus cuerpos podían rozarse.

Lo cierto es que Ryoma, ya no podía controlarse. Su mente le decía que se detuviera. Ella había roto su corazón, pero por más que lo intentaba, su cuerpo actuaba por sí solo, como si se hubiera desconectado de su mente.

Sakuno se enrojeció aun más y Ryoma volvió a sonreír. Esta vez, muy cerca de su oído. Esta se estremeció al sentir su aliento y mucho más al escuchar su voz tan cerca de ella.

-Ryusaki estas temblando.

-ah…yo…Ry…Ryoma…Ryoma-kun…yo…te…te…traje…tu camisa. –dijo Sakuno en un hilo de voz. Tuvo suerte de no desmayarse.

-hmp... ¿y qué tal si yo no quiero ponerme la camisa? –le susurro al oído, al tiempo que depositaba un corto beso en su cuello.

Sakuno sentía las piernas de gelatina, en cualquier momento perdería el equilibrio y caería. Ryoma se percato de esto y la tomo de la cintura, mientras depositaba cortos besos en su cuello.

-Ry…Ryoma…esto…esto no…está bien…por favor…para. –decía mientras un gemido escapaba de su boca, cosa que incito al ambarino a continuar con aquella labor.

-¿y si no quiero hacerlo? –musito mientras mordía suavemente el cuello de la ojirrubí, haciendo que esta cerrara los ojos y soltara un prolongado suspiro. Sentía que en cualquier momento desfallecería.

Lo que la Ryoma la estaba haciendo sentir, no tenia comparación. Ni siquiera Kenshin tenía ese poder sobre ella.

-"Kenshin" –pensó Sakuno y casi al instante tomo la cabeza del ambarino y la separo de su cuello.

Pero lo único que logro haciendo aquello fue que sus labios rozaran con los del ambarino, provocando que su corazón latiera como si hubiese corrido un maratón.

El rostro de Ryoma, o más bien, sus labios se encontraban a milímetros de distancia de los de la castaña. Estaban a punto de juntarse, cuando un ruido fuera de la habitación, los sobresalto. Alguien tocaba la puerta.

En cuanto la puerta se abrió, Sakuno le entrego casi forzadamente, la camisa al ambarino y salió disparada de la habitación. Ryoma la vio salir rápidamente, y no pudo evitar que un gruñido escapara de sus labios.

-"estuviste muy cerca" –decía una vocecita en la cabeza del príncipe. Y aunque este no lo admitiera públicamente, le daba la razón.

Continuaraaaa….

Notas de la autora: Y… ¿Qué tal estuvo? A mí me gusto mucho este capítulo y debo admitir que cuando escribí lo del beso se me acelero el corazón…XD Espero que a ustedes les pase lo mismo…

No olviden dejarme sus reviews! Porfissss…no cuesta nada…ni siquiera deben tener cuenta en FFnet para dejar uno…

Quiero agradecer a todos aquellos que siguen mis historia y me dejan un review (ya vieron, ellos practican la gratitud) no saben cuánto me halagan y me motivan a continuar…y a subir los capítulos rápido…un estudio científico en…el país de nunca jamás (XD)…revelo que mientras más reviews dejan los fans mas se desarrolla la creatividad de los escritores y su velocidad para escribir y publicar…así que ya saben…los científicos del país de nunca jamás, JAMAS se equivocan XD

Además si tienen alguna sugerencia o alguna crítica pueden hacérmela…no hay ningún problema, siempre y cuando sea grosera ni destructiva eeeeh…ah! Por cierto, si quieren saber más de mi tengo una cuenta en twitter y allí pueden dejarme sus mensajes, sugerencias, lo que ustedes quieran…eso sí, no acepto cosas obscenas XD…me pueden encontrar como NadirAguilar…

Bien, mi pregunta en este capi es… ¿de cuál personaje Anime se enamorarían si existiera en la vida real?

Espero sus respuestas en los reviews!

Saludos…n.n