note. naruto © masashi kishimoto.

.& Es muy raro lo sé...


Y quería tenerlo para ella misma, perderse entre la inmensidad de sus palabras, ahogarse en el mar de sus ojos.

Porque con la mirada lo anhelaba, sus ojos lo buscaban. Para ella él era todo. Sus sueños, sus alegrías, sus temores, sus fracasos, sus ansias de estar viva, su amor, su respiración incluso su propia vida. Él era todo eso y más.

Lo amaba, lo amaba tanto que dolía. Dolía no poder fundirse entre sus brazos, no probar sus delicados labios, saber que él siempre estaba ahí para ella (pero no lo estaba).

Ella lo amaba más que a sí misma. Incluso fue capaz de sacrificar su vida.

Este amor la lastimaba, la volvía pequeña, sus ojos se llenaban de lágrimas. Porque ella lo amaba es que seguía viva, porque lo amaba es que cada mañana se despertaba. Y cuando de lejos lo veía era para ella tal dicha que no necesitaba nada más. Una caricia, un beso de pronto significaban cosas tan banales que no las necesitaba.

Ella quería su corazón. Ella quería que la amara. Amarrar su corazón. Encerrarlo dentro de si para que no pudiera escapar.

Mirar su rubio cabello era como mirar al sol.

Se hundía en el azul profundo de sus ojos.

Siempre de lejos, miro, lo conoció, lo admiro y lo amo de lejos. Lejos, lejos, lejos. De tan lejos que cuando estuvo cerca no supo cómo acercarse, no supo cómo controlarlo, no supo cómo hablar.

Enterró el kunai en su corazón. Un grito ensordecedor rasgo el manto de silencio.

Ella lo quería. Amaba su corazón. Quería tener su amor. Sangre, arterias, venas, órganos, huesos, todo lo perforo hasta que al fin pudo sacar el corazón.

Lo toca, lo toca, lo toca. Sigue palpitando, sangre por todas partes.

Sonrió, una sonrisa limpia, feliz, afable, la sonrisa de alguien que sabe que ya ha logrado lo que quería.

Sus ojos la miran. Es la primera vez que la miran. Están tan tristes y sin nada de vida, que decide que también los quiere, los saca de sus cuencas. Le gustan siempre le han gustado esos ojos. Sus preciosos ojos azules también son suyos. Y su boca su apetitosa boca que tiene una expresión sorprendida de pronto le parece el mejor manjar del mundo.

Y decide comerla.

Su piel es tan suave y blanca donde no la ha tostado el sol, tan cremosa.

Y devora con ahincó sus brazos, manos, dedos, piernas, pies. Ella quiere tenerlo todo. Todo dentro de sí. Ella quiere que sean una sola persona.

Su cabello resplandece con los últimos rayos del sol. Ama su cabello. Lo ama. Lo ama tanto.

De su cuerpo solo quedan la sangre y los huesos. Hinata ríe, su risa es cantarina. La risa de un hada malvada.

Tiene su corazón, tiene sus ojos, y ahora tiene su cuerpo. Después llora. Llora porque ya no ve su sonrisa, ella se la comió. De pronto también quiere tener su alma. Ella quiere tenerlo todo de él.

Naruto, Naruto, Naruto.

Es tan guapo cuando ríe. Su sonrisa le alegra el corazón. Pero necesita más, necesita que le alegre el alma. Se corta las venas. La sangre brota a borbotones como una cruel lluvia roja.

Todo se tiñe de rojo, las luces de la habitación, las paredes, su mirada. Su cuerpo.

Se agota, su corazón deja de latir. Y el mundo se vuelve negro.

Ella lo consiguió todo, tuvo su corazón, su cuerpo, sus ojos y también consiguió su alma.


Fin. Reviews!