18º

Tú & Yo Contra El Mundo

Omi se abalanzó para el contraataque. Pero Jack lo sorprendió con un ataque furtivo cuando los focos atados en los hombros de la armadura lo cegaron. Omi retrocedió. Jack envió un rayo de energía. Omi rebotó, miró por el rabillo del ojo a Clay. Éste tuvo una mera idea, al patear la tierra. Provocando una fisura que devastó al hidrante de la esquina de la cuadra. El chorro de agua brotó arriba. Jack retuvo a Omi en contra del piso, poniéndole en la frente el cañón de plasma del robot. Sin embargo, Kimiko vino en su ayuda. Propulsándose con una llamarada de fuego. Se impulsó, a través de un torbellino de fuego, al cielo. De una patada envió una llama que adquirió forma de bola que noqueó a Jack. Omi se integró de un salto. Usando el chorro de agua, formó una especie de ciclón de agua que envolvió su cuerpo para trasportarlo. Creando brazos automáticamente. El androide de Jack estaba destartalado, esa llamarada rompió el casco de vidrio del robot así como los focos que servían para distraer al enemigo. Se impulsó para seguir en la batalla. Kimiko llegó al lado de Clay rápidamente.

-¿Lo ayudamos?

-No, ya hicimos suficiente, es su batalla personal.

Ambos golpazos colisionaron cuando Jack y Omi se atacaron simultáneamente. Las fuerzas estallaron en dos luces. Rebotaron por el propio empuje de su fuerza. Omi arremetió con un codazo, aprovechando que el agua ceñía sus brazos y en forma de enormes tentáculos podía embestir ante amenazas mayores. Jack recibió el impacto. Tomó una pierna, tumbándolo al instante luego de perder el equilibrio de su gigantesca máquina. Arremetió de un puñetazo en cada hombro al impulsarse desde arriba apenas él se integró y embistió. Jack salió de la máquina para evitar ser aporreado cuando la cabeza del robot, salió despedida. Omi dio una pirueta en el aire, saliendo de la forma de pulpo. Dio lugar a una cacería. Jack se apresuró a coger un rifle de asalto, atacó. Omi se protegió a sí mismo con un escudo de hielo. No cesó en seguir disparando. Omi tuvo que resistir hasta que de un latigazo golpeó la muñeca de él. Omi corrió a su encuentro, bloqueando el primer golpe inútil de su adversario. Comenzó un forcejeo entre ambos en el cual Jack predominó al principio, para luego darse vuelta a favor de Omi. Jack erró en cada uno de sus golpes. Omi logró alcanzar el estómago y un brazo. Y finalmente con una patada frontal, golpeó a Jack sobre una pared del Municipio. Lo retuvo al afincar contra su barbilla, había vencido. Jack se estremeció.

-Dime, ¿Cómo logro detener la bomba?

-La bomba no se puede parar, una vez activada ya no hay vuelta atrás... No me lastimes por favor, solo seguía órdenes, Él era el cerebro del plan desde un principio.

-¿A quién te refieres con Él?

-El Emperador... –Omi lo sujetó del cuello.

-Tú y yo daremos un lindo paseo por la cámara de fisión.

-Fusión.

-¡Eso también! –Omi llevó a Jack dentro de su furgoneta, empujándolo al asiento del piloto. Atrás del camión estaba la bomba. Lo obligó arrancar. Jack pisó el pedal a fondo...


Mientras tanto, Raimundo confrontaba la verdad con la mente maestra de los crimines. No cabía duda que quién tenía al frente era Omi. "No, soy su hermano malvado gemelo Imo", se rió hasta tenía su misma voz. "¡Confiesa: ¿Eres el científico?!", imputó Raimundo. Éste ladeó la cabeza, se dibujó una sonrisa maliciosa. "Claro que sí lo eres, ¿Pero qué mente más macabra podía idear un plan para erradicar a la humanidad?... Tú no eres Omi, adoptaste su imagen para cometer crimines e inculparlo a él como un Omi paralelo para que no se pierda su esencia... Tú creaste ese síndrome para tener bajo tu voluntad a las personas, primero te hiciste el mejor amigo de Jack para ganarte su confianza y tener un aliado que concretara tu plan siendo tú el autor intelectual de lo que ocurría, Jack cargaría con toda la culpa... ¡Todo lo hiciste intencionadamente, sabías que todo pasaría perfectamente como ha llegado hasta ahora! El síndrome nunca fue tú plan desde un principio, solo un elemento que crearía una controversia en la humanidad y un instrumento a tu favor, cuando viste que la gente abordó por sospechar de ti... Decidiste hacer el momento de tu desaparición para asumir una nueva forma la del Emperador y convertir a Jack en tu señuelo más adelante, este asunto sobre lo del asesino fue una pantalla para ocultar el verdadero propósito: Destruir a Ciudad-Capital, la fuente de energía vital".

-¿Ah sí? Qué coraje... Ya que atribuyes una explicación a todo, ¿Por qué murió Vladimir?

-Vlad había revelado parte de la información a Omi cuando se encontraron en el kiosco, él era en aquel entonces aliado de Jack, si lo eliminabas aparentaba superficialmente que fue obra de él por decir a un informante demasiada información, pero si miras el crimen desde otro ángulo... La primera aparición de Vlad en nuestra vida fue con el objetivo de separar a Omi de nosotros al utilizar los Anteojos de Cristal para demostrarle un futuro ardiendo en llamas por su culpa y fue tácitamente lo que le ocurrió, Vlad fue calcinado –Apuntó él- Era la mano derecha de Jack, sabía de todos sus planes y del maldito síndrome, te beneficiaba a ti del mismo modo que incriminaba a Omi por ser la última persona en verlo.

-Oh, qué bien, vas progresando, explica la muerte de Tubbimura.

-Tubbimura sabía que te había rentado el santuario para tus fines maquiavélicos, en nuestro mundo él era parte de Heylin y por lo tanto enemigo de Omi, con quien participó extrañas actividades que podían incriminarlo igualmente; Tubbimura desconocía de tus planes, pero sabía al dedillo sobre su vida y los expedientes secretos y videos que tenían Chase Young... Aunque te pelaste el detalle que únicamente había dos llaves, una la tenía Omi porque ya he dicho que querías incriminarlo y la otra la tenías tú, así que decidiste culpar a Clay dejando esa nota... Tu error que fue demasiado predecible tu ataque indirecto directo… –Se rió- Así que te apresuraste de decir que era tu cómplice.

-Esa vieja vio el secuestro de Tubbimura, no quería matarla pues que no formaba parte del plan, pero apliqué una sobredosis del síndrome que automáticamente en su etapa avanzada ilusiona que hay gusanos secretando de su tez y da el impulso de rascarse hasta clavarse las uñas específicamente en el estómago; estos parásitos fueron la mejor idea que he tenido, sí, tienes razón en cada punto, pero no me has dicho... ¿Por qué Jermaine?

-Jermaine había sido afectado desde un inicio por la enfermedad, lo secuéstrate teniendo la intención de aplicar el suero de Young y al mismo tiempo una distracción sobre los actos de Jack; Jermaine es el compañero más cercanito de Omi en la realidad y dejarlo en un lugar que únicamente conoce Omi, excluyendo a Dojo, es otra directa para incriminarlo... Fue a propósito que lo dejaras ver el santuario porque la única llave a nuestro alcance sería la que Tubbimura le cedió a Omi, aparte que sería la mejor de las distracciones... Apuesto que lo de Kimiko fue para separarnos porque predijiste los movimientos de la policía, no contabas con que la carta era la clave para sacarnos de nuestro estado temporal de amnesia, cometiste un error y lo sabías... También cuando te mostraste frente Omi bajo la apariencia de Megan.

-Eres muy listo –Hizo un ademán- ¿Pero qué hay de Chase Young?

-Chase fue la clave de todo, ¿Quién es el único a quién estima y respeta? A Omi, debido a su cercano contacto pudiste tener acceso al suero, dejar que grabara esos videos y dejarle tu investigación, desde un principio sabías a quién echarle la culpa para cerrar el caso... Jack era tu cómplice desde el inicio, nunca fue Jermaine, todo fue planificado… Eres un loco... ¡UN LOCO! –Rugió.

-Ajá, resolviste la última pieza, la policía era tan estúpida que ni siquiera siendo tan obvio iban a suponer que mí culpable convivía con ellos y fue un gran alivio cuando Jack encerró a Omi en esa prisión inescapable... ¿Pero quién es el asesino al final?

-En la carta que Omi me dejó a mí únicamente, había una posdata sobre el pacto convenido entre el Firehealth y Omi, fue cuando se resolvió finalmente el misterio... Las pistas giraban alrededor de Omi, querían sacarlo del juego de alguna manera… ¿Quién quería que Omi no ganara desde un principio? ¿Quién le daría la fuerza suficiente para generar este caos? Eras tú, Firehealth... ¡Admite que tengo razón, espiabas los movimientos de todos a través de ese medallón que Omi cargaba todo el tiempo, ¿Cierto?! Aprovechaste que estaba "en la zona oscura" para absorber su fuerza y girar todo a tu favor, ¡Eres tú! –Lo acusó con un dedo- Y ¿Cómo prefieres que te llame: Firehealth u Obscuridad?... Creo que presté más atención de lo que debería a esa historia del Maestro Fung.

-¿De verdad no pude engañarlos? Mi plan fue perfecto en unos minutos que perduraron en días y noches, ¿Qué fue lo que hice mal? Bueno ya no importa que me descubras –Declaró Firehealth- Solo queda veinticuatro horas para que Omi me gana y la última víctima caerá.

-¿Qué quieres decir con "última víctima"? –Firehealth soltó una risotada al cielo.


Jack conducía velozmente por la carretera, siguiendo las indicaciones de Omi. Justamente en la persecución de la policía, un camión se atravesó en el medio. Jack quiso frenar, pero no pudo. "¡¿Qué pasa?!". "¡Los frenos no responden!", chilló éste volviendo a pisotear ese pedal. Intentó todo empero fue inútil. "¡Tenemos que salir, Jack!", Omi saltó por la ventana de la camioneta para salvar su vida. Jack seguía allí. "¡NOOOOOOOO!", extendió la mano. Jack se rió entre dientes. La furgoneta se dirigió afuera de la carretera, estrellándose contra una barrera de seguridad. Cayendo directamente al acantilado. Dio varias piruetas antes de arder en llamas. Omi saltó entre las piedras para reencontrarse con Jack, éste había recibido el impacto de las piedras y pudo salir, pero estaba muy malherido. En cuestión de segundo, exhalaría el último aliento de vida. Omi corrió hacia él, tomó su mano y lo constriñó a no cerrar los ojos. Le prometió que vendría una ambulancia que lo rescataría justo a tiempo.

-¡No me jodas, bola de queso! –Espetó- Se acabó el tiempo para mí, pero no para ti... Debes salvar al mundo deteniendo a Firehealth, frustrando sus planes, la bomba es indetenible así que si quieres salir para siempre de este mundo y que volvamos a nuestras aburridas vidas... Rápido o será muy tarde.

-¿De qué estás hablando? Jack no me digas que... Por fin recordaste... –Jack señaló con un dedo a la torre donde residía el Firehealth o Emperador, sosteniendo un enfrentamiento con Raimundo- De modo que todo este tiempo, tú...

-Sí, yo siempre lo supe, no necesitas tirar a las personas de un peñasco para salvarlas... Tú ya me salvaste de mi propio odi... –La luz de los ojos de Jack fue robada por la muerte. Tocó su muñeca para tomarle el pulso. Jack estaba muerto. Se le aguaron los ojos, pero zanjó no llorar. Solo se restregó con fuerza, cogió el rifle de Jack y se encaminó hacia la torre, pero a sabiendas que no podía dejar la bomba allí. Clay y Kimiko auxiliaron a último momento, e inmediatamente se ofrecieron en ayudarlo en transportar el cargamento.


Raimundo había decidido ganar tiempo, amenazándolo que iba a ser su oponente. No podía permitir que Omi luchara solo contra el propio infierno. "Sí deseas morir así, está bien", le dijo finalmente. Se despojó de su traje. Mostrando su verdadera forma ante él. Un monstruo total. Su cuerpo estaba adherido a piezas corporales vivas que hacían todo a su voluntad. Y fue quién dio el primer paso para atacar con un vástago. Raimundo se impulsó para saltar y esquivar el golpe con ayuda del aire, amortiguando su caída. Seguidamente envió vástagos que fueron hacia él. Raimundo los rebanó con un vendaval de viento que lo envolvió en un círculo. Sin embargo, volvieron a regenerarse y cobrar vida propia. Capturaron el pie de él. Firehealth embistió con otro vástago. Raimundo se zafó de todo cuando usó el poderío del viento que cortó en miles de pedacitos cada parte. Impulsándose, comenzó a volar usando las brisas para sostener su peso. Los vástagos trataron de alcanzarlo, pero la reacción de él fue devastadora. Sublimemente aterrizó con ayuda del viento, luego se propulsó para llegar hasta su enemigo. Raimundo atacó directamente hacia la raíz. Acto seguido, el Firehealth se mantuvo suspendido en el cielo. Las raíces muertas cobraron conciencia individual, ciñeron a Raimundo. Estaba atrapado, le impidieron inmovilizarse. No obstante, Omi intervino. Al descargar un inmenso poder en contra del Firehealth con un coletazo de agua, él se protegió a sí mismo con un campo de fuerza. Debido a la magnitud crucial de fuerza, provocó que se "enterrara". Apenas un rayo de luz se expandió. Se percató que varias de sus raíces habían sido cortadas: ¡¿Cómo pudo tocarme?! –Refunfuñó. Omi estaba al otro extremo, divertido.

A la postre, remitió sus vástago para atraparlo. Éste se desenganchó cuando un remolino de agua desvió cada vástago. Seguidamente creando una poderosa ola, embistió nuevamente.

El polvo se levantó, permitiendo que se escondiera entre la niebla. Los vástagos se clavaron en la tierra con la intención de "machacarlo". Raimundo tuvo el chance suficiente de poder desacoplarse de las raíces. La batalla pareció convertirse un campo dinámico cuando Omi comenzó a esquivar y anticipar los movimientos próximos de su oponente. Entre ambos se encargaron de superar los obstáculos que se presentaban como avalancha en el camino. En el momento menos imaginado. Raimundo y Omi atacaron contra el Firehealth. Éste había cobrado su forma original, parecía una planta gigante viva controlada por un hombre (era como un hombre anciano calvo de tez no tan clara y ojos azules grandes, exactamente igual al ancianito horripilante que Omi veía en sus alucinaciones) que operaba desde el centro. Al haber sido totalmente vencido mostró que se trataba de un hombre que estaba despedazado de cintura para abajo. Un charco de sangre se esparció alrededor de él.

-¿Murió? –Indagó Omi en un hilo de voz.

-Mejor no lo averigüemos, ¡Tenemos que salir de este mundo deprisa! –Omi se despojó de su amuleto; gritó su nombre un par de veces pero nada ocurrió- ¡¿Qué pasa ahora?! ¡Oh no!

Inmediatamente la tierra empezó a temblar. Los monjes tuvieron que aferrarse de cualquier cosa que tuvieran cerca de su alcance para evitar caerse. Era como un terremoto que meneó a media humanidad. El Firehealth abrió los ojos de repente, un tornado de viento envolvió su cuerpo. El tornado conectaba la tierra y el cielo, su cuerpo se desvaneció. No sin antes de promulgar unas palabras. "Ya es demasiado tarde, la energía vital ha sido consumida, puede que me hayan vencido, empero al menos mi plan ya está hecho y no podrán hacer nada para que puedan impedirlo...", carcajeó. Un huracán devastó, arrasando con las edificaciones y demás estructuras públicas. Guan había volado el bloqueo, permitiendo las personas huir. Y de reojo contempló a la torre que peligrosamente bamboleaba, y una línea se trazó a mitad amenazando con caerse. "¡¿Ahora qué haremos?! ¡¿Cómo podemos detener el desequilibrio de la humanidad?!", gritó Kimiko. "Tenemos que sustituir la falta de energía vital con otra cosa...", explicó Raimundo. "¡¿Cómo qué, compañero?!". Raimundo iba a contestar, pero el pequeño monje lo contestó: Una vida...

-¡Omi, no, ya pensaremos en otra cosa, pero no te sacrifiques! ¡No seas estúpido!

-Sí no lo hago estaría culpándome para toda la vida, ¿Qué sería de mi deber moral? Además solo cuento con escasos minutos para componer el desastre que hice, no amigos, yo mismo debo terminar lo que empecé y ustedes volverán a casa o harán sus vidas normalmente... Si el Maestro Fung o Dojo recuperan la memoria, solo díganles que lo siento mucho –Omi se soltó funestamente. Raimundo se le quedó viendo, dentro de su cuerpo sufrió un colapso de emociones. Su corazón se retorció. Omi se quedó mirando el cielo. "Bien, estoy aquí para 'negociar' contigo... Quiero que escuches bien mi petición...", susurró. Raimundo se separó de la columna, corriendo hacia donde su amigo. Sin embargo, una luz cegadora le apartó de Omi. Cuando volvió a su curso normal. Omi había desaparecido y solo quedó "polvo".

-No... –Los temblores habían dejado de cesar, el viento lentamente fue perdiendo fuerza y lo que estaba suspendido en el aire volvió a caer ligeramente- ¡NO! –Corrió hacia el borde, no había señales de Omi. A Raimundo le tembló el labio. Kimiko palpó su espalda.

-Rai, sé por lo que acabas de pasar, era tú mejor amigo y...

-¡Maldito, Firehealth! -clamó repentinamente- ¡¿Eso era lo que tú querías, no?! ¡Compensar todo con una mísera vida! Reconociste tu derrota, pero te llevaste a Omi, ¡Devuélvemelo! –Rugió desgarradoramente- ¡DEVUÉLVEMELO!

-¿Por qué apelas tanto por él? Por su culpa has tomado decisiones que pusieron en riesgo a todos... –Los monjes escudriñaron con la mirada en busca de aquella voz, al contrario de la ronca voz de éste, esta era más sutil. Un fuego azul próvidamente se desplazaba en torno.

-Porque si me lo quitas, estás quitándome una parte de mí –Susurró él, apretó los puños. Se desplomó, cayendo arrodillado mientras se auto compadecía. Debía haber sido él quien se sacrificara. Era el instante escalpelo que tenía que poner a prueba su liderazgo. Raimundo pensó desde un inicio que nunca debió ser el líder sino tuvo capacidad para evitarlo. Clay y Kimiko decidieron acompañarlo. Cabizbajos exhalaron un llanto. Raimundo posteriormente pidió perdón a Omi donde quiera que estuviera. Sin distinguir que el mismo polvo mágico por detrás como el fuego azul parecieron trasladarse instintivamente. La arrebatadora brisa comenzó a reunir cada uno de los trozos que conformaban a una figura. Raimundo, Kimiko y Clay se voltearon, percatándose de lo que sucedía al entorno. Contemplaron asombrados que la figura le era demasiado familiar. Solo había un trocito que faltaba para que la sombra luminosa se completara. Raimundo removió el zapato, dejando escapar la última pieza. Un fulgor de luz se expandió. Se cubrieron mientras la figura lentamente bajaba. Era Omi, pero en su versión niño (el que todos sabemos y queremos). Al reconocerlo, los monjes salieron corriendo para reencontrarse con el pequeño. Compartiendo un gran abrazo.

-¿Qué pasó? –Inquirió sin devolver el abrazo.

-¡Omi, no me digas que después de toda la lucha que tuviste que soportar para recuperar la memoria, ahora la pierdes tú!... Desapareciste, diste tú energía vital para el balance de todo el mundo...

-¿Ah sí? ¿Y por qué volví aparecer? –Omi frunció el ceño, sin entender mucho. Los demás intercambiaron miradas. Era una buena pregunta analizándola bien de cerca.

-Creo que... Por como el juego era salvar a 3 personas que te reconocieran, habías salvado a dos y arriesgando tu vida para salvar al mundo, el juego decidió que fue un acto noble y te trajo vuelta a la vida, decidió darte el triunfo.

-Y si fue así, ¿Por qué seguimos aquí? –Omi se volteó, descubriendo el motivo. El reloj del tiempo había gastado su último gramo de arena. Lo que quiere decir que ya había pasado el tiempo estipulado para regresar a la dimensión que conocen. "Oh no, ya es tarde", Omi bajó la cabeza. Pero sus amigos lo confortaron. Lo importante es que a pesar de todo, mostraron una vez más… Que la amistad fue más fuerte que el hechizo de Firehealth, estaban juntos y de igual forma (sin embargo todo no fue devuelto a la normalidad) lo seguían queriendo. Y, lo más importante, los había salvado a todos aunque la ciudad quedó destartalada por ello. Omi parpadeó. Cuando ambos se asomaron por el borde del desfiladero de la ciudad. Todos se habían congregado alrededor de la torre. Raimundo proclamó a Omi como el héroe que los salvó de la gran catástrofe, del síndrome y las marañas locas del científico. Pues que tal como se lo prometió, le daría todo el crédito. Empero, Omi prefirió que esta vez la victoria es de todos. No lo había hecho sin ellos. Una ola de aplausos se extendió por toda la ciudad.

-Tal vez si tenías razón después de todo.

Justamente Dojo vino volando por el cielo sin su facha de detective con el cofre encargado de Omi. Al principio, se le había olvidado. Pero se acordó que había visto el cofre en algún lado. Inmediatamente lo abrió. El Tesoro del Espadachín Ciego reveló su contenido.

-Lo sabía, el Firehealth se lo había dado a Jermaine, amigos, creo que esta es la única forma de volver todo a la normalidad: ¿Cambiaríamos la aventura de nuestra vida y que por fin el mundo se entere de nuestro secreto, sin estar ocultándolos, por volver a ser niños y olvidar lo que una vez se dijo?

-Parece prometedor, pero preferiblemente si lo que dijimos fue directamente del corazón, estoy seguro que el destino nos tiene aguardado una pequeña parte dónde se revelará todo... –Raimundo se volteó, viendo sus reflejos de adultos en uno de los tubos de la maquinaria- Jesucristo, que cursi –Entrecerró los ojos- Bueno, ya saben mi decisión, ¿Y ustedes? –Clay y Kimiko asintieron por igual. "Ya los oíste… Queremos que todo vuelva a la normalidad", imploró Omi dirigiéndose a sus compañeros. Raimundo y Kimiko pusieron una mano en su hombro. Clay los estrechó a los hombros a su vez. El espadachín ciego balanceó las manos para invocar a la magia que apareció en la punta de sus dedos. "¡Un momento!", Kimiko se volteó. Plantándole un beso fugaz en los labios a Raimundo. Éste quedó en shock por unos minutos. "¡Síguele!", dijo Kimiko. "¡Espera...!", Raimundo se le acortó el tiempo en decir que ese fue el mejor beso en toda su vida. El espadachín ciego prosiguió, sin lugar a dudas.


Los copos de nieve iban cayendo uno tras otro en los montículos de nieve. Omi se abrazó a sí mismo. Su piel estaba esclarecida a un tono azul debido al frío adherido a su cuerpo. Giró sobre sí mismo. "¡Allí está! ¡Omi!", esta vez Omi no trató de huir o de repelerlos. Sino que el agua acumulada en sus ojos por fin se desbordó cuando corrió hacia ellos. Los abrazó.

-¡Omi...! –El niño los abrazó.

-¡Oh, aquí están! ¡Nunca me volveré a escapar de casa! ¡Lo siento mucho, solo pensaba en mí mismo que no medí bien las consecuencias de mis actos! ¡Ahora más que nunca quiero volver a casa! –Los monjes se abrazaron muy emocionados. Jack soltó un bufido por atrás.

-Bien, ya no sirvo aquí así que me voy...

-¡Jack estás vivo y sigues siendo un tonto! –Omi corrió como loco, ciñó sus brazos en torno al cuerpo de éste, abrazándolo. Los monjes tenían la quijada desencajada. Jack peló los ojos mientras la sonrisa de oreja a oreja se dibujaba en el rostro de Omi. "¡¿Jackie, qué pasó con tú tío?! ¡¿Estás bien?! ¡¿No sufres de maltrato?!".

-A decir verdad no, muchos dicen que soy el consentido de la familia y mi tío, uf... Me atrevería a decir que me quiere más que el pendejo de mi padre, es dueño de la empresa de comida para gatos: "El Gatito Feliz", la semana pasada me trajo un chido... ¡¿OYE, Y POR QUÉ TE ESTOY CONTANDO ESTO?! -Jack se marginó de Omi, empujándolo con un dedo toscamente- ¡Jesucristo, tendré que quemar mi gabardina! ¡Aléjate de mí, microbio! Yo me voy de aquí -Activando sus helibots, se alejó, yendo a su nave. Arrancó el motor. Su siguiente acto fue irse. A pesar que superficialmente los monjes no recordaban nada de lo ocurrido. Y solo estaban felices de haber encontrado a su pequeño amigo. Raimundo alzó al niño dando un fuerte abrazo. Alegó que los tenía muy preocupados. "Te doy mi palabra que nunca más volverá a suceder, le suplico vuestro perdón". Kimiko se unió al abrazo. "Lo importante es que por fin has vuelto a casa", musitó ella. Omi percibió que estaba en el medio de ambos. Esbozó una sonrisa pícara mientras se escurría entre los dos, escapándose. Inocentemente, entre Raimundo y Kimiko los espacios que los distanciaban se desvanecieron, dándole paso a los labios. Se separaron prestamente. Un rubor dio color a sus pómulos. Clay se rió retraído.

-Muy gracioso, Omi, empero creo que es mejor volver a casa... ¡Vamos Dojo! -Dijo él. Éste adquirió una nueva apariencia, la de su gran tamaño. Esta "curiosa familia" continuó en su designio, volando hacia las montañas entre risas directo a casa mientras una cándida sonrisa los esperaba. "Creo que aprendió la lección". Sin duda este sería un buen día para recordar.

Fin


A/N: Que lindo final. Es hora de que te vuelva a atormentar con mis agradecimientos. Para los que han leído mis fics ya deberían saber a quiénes gratifico: Dios, mis padres y a ti por ser una maravillosa fuente de inspiración. Yo Contra El Mundo se convirtió en una de mis historias más populares y todo gracias a ustedes, mis malvaviscos asados. ¡Arrasando éxito! He aquí el gran final que espero que sea de vuestro agrado. Bien, estos mensajes para los que decidieron aceptar mi desafío. (Seguramente pensarás que soy una psicópata loca que escribió todo esto, pero no es cierto, soy muy dulce...)

-Sádica sí, dulce no...

Si NO resolviste el misterio: Eres un muy buen competidor, pero creo que yo gano...

SI resolviste el misterio: De acuerdo, de acuerdo, de acuerdo ¡Está bien, está bien! ¡Tú ganas, tú ganas!... ¿Pero siempre puede haber una segunda oportunidad para otro fic psicológico, no?

En fin, ahora podré enfocarme en mis otros fics de Duelo Xiaolin: El Camino a Casa, Ni Física Ni Química y Nunca Digas Nunca. Si es que el colegio no me mata primero. Espero haber sido bastante clara a la hora de desvelar al verdadero culpable. Ya todo estaba pautado desde un principio. Si te preguntas porque el Firehealth no murió es porque el tipo era inmortal y eso ya es prácticamente imposible. Muchas a gracias a todos chicos. Los quiero mucho. Si les gustó, no olviden dejarme un review. ¡Hasta un próximo fic!

Algo que me gusta de FF son las interrelaciones con otros países, es muy interesante conocer gente que no es de un mismo país. ¡Un saludo a mis malvaviscos asados!

PD: Recientemente me paseaba por Facebook y vi la última foto que han subido sobre Xiaolin Chronicles, ¡Dios! "¡SHOKU STAR FORMATION!". Eso quizá quiere decir que la serie seguirá en donde quedó (a no ser que hagan una mezcla ahí rara en donde Omi es el líder en lugar de Rai).

Mensaje para Lupita y su combo: Un saludo a todos allá. ¿Por qué Jackie siempre pierde? Porque no cuenta con habilidades lo suficientemente competitivas para desafiar a alguien como Omi, está en desventajas, tiene que cambiar sus estrategias y aprovechar la situación a su favor como yo. El estilo electrizante que le di a Jack me encantó (algo diferente en él y como todos se lo imaginan si no hubieran escogido esa personalidad) y por petición de Omi, no murió como viste. ¿Qué harías si no hubiera sido así? Lo único malo fue que me hubieras reportado por no complacer a mis lectores. Apuesto que ni tú ni Chase ni Jack pensaban que era Firehealth sumido con la forma de un Omi paralelo para suplir el verdadero, ¿Desconfías de mí?... Mala. En cuanto a Chasie, me gustó dejarlo como psicólogo, le daba una apariencia nueva y me imagino su estilo como lo describí en el capi 9. No soy psicópata, estoy chalada como que Chase sí sufrió aquí, pero en El Camino a Casa es donde señalaba... ¿Por qué?... ¿Prometes no decirle a nadie? Que bueno porque yo tampoco ;D