Introducción Púrpura

Era la madrugada de un lunes… ¿Con qué motivo se molestaba en contar los días y la horas? Miró el reloj cubierto de polvo de la pared. ¿Desde hacía cuántos años sufría ese insomnio? Se levantó de la antigua cama cubierta de sábanas que en algún momento dieron la apariencia de lujo y sofisticación. Salió de la habitación y caminó pesadamente hasta la biblioteca, cada lugar donde se posaba su mirada era nostálgico y doloroso. Tomó un libro al azar en la tarea imposible de distraer su mente. Al abrirlo se dio cuenta de su error: ese libro de tapa bordó había sido un regalo que le había hecho a él. En la tapa bordada en dorado se leía "Obra completa de los hermanos Grimm". Recordó su rostro al recibirlo, aquella sonrisa que podía destruirlo y volverlo loco, su alegría al pedirle que le leyera un cuento… Desempolvó la tapa y suspiró volviéndolo a colocar en el estante de madera. Esa casa era un recipiente densamente cargado de recuerdos, cosas de las cuales su mente no se podía librar y que lo atormentaban día y noche sin descanso, no le dejaban dormir ni pasar un solo minuto sin sentir un vacío en su interior. Pero no podía irse. No podía alejarse de aquello, peor sería la agonía de olvidarse de todo, de aquel sentimiento.

Entró en su habitación, la que evitaba la mayoría del tiempo por ser la más dolorosa… Sabía que siempre había sido algo masoquista.

Su cama, sus cosas, todo intacto, todo tal y como había quedado el último día en que respiraba. Abrió el amplio armario de estilo inglés y sacó la primera percha, conocía el orden de esa ropa de memoria. Tenía en sus manos un largo vestido negro rebajado en el frente, lleno de encajes, tiras de seda negras y una rosa roja en medio. Abrazó la tela como si significase algo más que una prenda vacía. Quizás fuera su imaginación devastada, pero aún después de todo ese tiempo seguía conservando su aroma tan fresco y vivaz, el aroma que podía enloquecerlo. Las lágrimas querían escapar pero se contuvo dejándose caer en el suelo aferrándose aún más al vestido y deseando que de pronto se llenara de su esencia.

Bendito era él que había podido escapar de allí y librarse del encierro del recuerdo, que había logrado librarse del remordimiento y la culpa. Bendito era él que había podido olvidar lo sucedido y seguir adelante fuera de esos muros… Sin su risa, sin sus tiernos abrazos, sin sus dulces palabras. Bendito era él que podía seguir viviendo y sabía que tenía suerte… Suerte de que a él no le quedaran fuerzas para vengarse, para salir de esa casa... Que no pudiese vengar su muerte.


Tuve tantos problemas con esta historia, entre la péridida de los archivos, luego la pérdida de la inspiración para terminarla, después las nuevas ideas que hicieron que se volviera más larga e interminable... En realidad sigue en proceso y esta es una prueba para saber si Fanfiction me permite ir reemplazando los capítulos viejos por los nuevos revisados y corregidos.

La historia está inspirada por la saga de VanaN'Ice. Las canciones que uso como base son Imitation Black, Fate Rebirth, Loveless XXX y, sobre todo, The Lost Memory.

Soy fan del Len adolescente y rebelde pero, para que la historia tuviera más sentido, vamos a tener una imagen más sumisa y dócil de él en esta historia.

Para Gakupo y Kaito voy a estar usando sus nombre con tonos más vampíricos y misteriosos (?): Gackt y Kyte.

En fin, espero que disfrutes esta historia n.n