Solo la viñeta es mía.


La mueca

Flynn, como aún le gustaba que lo llamaran, suspiró otra vez y observó a la pequeña niña de cabello color castaño.

—¡Muéstranos esa cara de nuevo, papá! —gritó el crío al lado de ella, mientras la chica aplaudía con gracia.

Medio divertido, medio fastidiado, hizo la mueca preferida de sus hijos al tiempo que soltaban carcajadas y su mujer se apoyaba en el marco de la puerta con mirada divertida.

—Bien, ahí está su madre —exclamó, casi aliviado de su aparición—, vayan con ella —agregó rápidamente, moviendo la cabeza para que su cabello volviera a su lugar acostumbrado. Rapunzel rió y se acercó a acostar a su hija, envolviéndola en las frazadas. A continuación fue con el pequeño.

—¡Todavía no quiero dormir!

Rapunzel lo observó sonriente un momento, mientras Flynn se alejaba en silencio en dirección a la puerta.

—Ya es hora —susurró ella en respuesta, dándole un beso en la frente.

—¡Mamá! —rezongó su hijo, avergonzado. Ella rió. Flynn los observó con cierta gracia y paz reflejado en su semblante.

Todo iba tan perfectamente genial. ¡Incluso las cosas con el viejo Maximus iban estupendamente! Cosa rara con ese caballo...

Mientras Rapunzel se acercaba a Flynn para abandonar la habitación, sus hijos intercambiaron una mirada cómplice y, a continuación, la pequeña gritó:

—¡Papá! ¿Una vez más, antes de dormir? —Con mirada suplicante.

Flynn rodó los ojos, bajó la cabeza, se mantuvo así durante dos segundos y volvió a adoptar la inconfundible «smolder», que no lo había abandonado a pesar del pasar del tiempo.

Rapunzel soltó una carcajada que fueron acompañadas de las risas de sus hijos.

Una vez que las risas se acallaron y ella se volvió a verlo, lo encontró con los brazos en jarra y con una ceja levantada. Divertida, se acercó a darle un beso rápido y le susurró sonriendo:

—Esa expresión nunca cambia, Eugene.

Él giró los ojos, pero luego sonrió contento.

Aunque las cosas seguían estupendamente, resopló:

—De todos modos, nunca debiste haber contado esa anécdota.


Nota de la autora:

fjkadlsa Amo Tangled. ¡Qué más decir!

Saluditos,

Mor.