I changed the order, now the English version is the second half.

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::::: ¡No me abandones! :::::

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― Hay veces que no sé cómo expresar el profundo odio que siento por ti… maldito engreído ―. Murmuraba Rafael con gran repugnancia al oído de Leonardo quien se encontraba tirado en la azotea del edificio donde el líder había descubierto la identidad oculta del Vigilante Nocturno. Acababa de finalizar el enfrentamiento entre ambos hermanos, combate que la terquedad de Rafael había comenzado y que el ruego de su hermano mayor en contra de semejante acción, no pudo detener.

El combate había concluido en cuanto el ninja de rojo había inmovilizado a la tortuga vencida con sus sais. El par de armas mantenían las muñecas del portador de espadas contra el piso de la azotea, manteniéndolo inmóvil. Leo no tenía opción más que permanecer en ese estado, Rafael había enterrado las hojas de sus armas con una fuerza tan increíble, que estaban profundamente incrustadas en la estructura del edificio. La fuerza fue tal, que los huesos en ambas muñecas del líder estaban fracturados.

― Nunca debiste regresar, nunca ―, continuó murmurando el vencedor mientras se levantaba del piso donde estaba arrodillado. Leonardo era presa de la horrible impresión de ver a su hermano expresar esos terribles sentimientos acerca de él, podía sentir como el dolor en sus muñecas aumentaba, parecía que sus dos manos iban a desprenderse del resto de su cuerpo.

Pero el dolor de saberse odiado por uno de los hermanitos que él adoraba, era mucho más terrible que el dolor físico que experimentaba en ese momento. Gruesas lágrimas se desprendían de sus ojos, las gotas de agua de la tormenta se mezclaban con ellas, mientras que sus labios estaban quietos, sabía que cualquier palabra que saliera de ellos sólo habría de ser ignorada, no tenía objeto decir algo.

― En la selva te encontrabas fuera de mi alcance, a salvo, aquí nadie te necesita… hubiera preferido verte muerto antes que verte de regreso, pero eso tiene arreglo ―. Rafael recogió una de las hojas rotas de las katanas de Leonardo del piso. La musculosa tortuga se sentó sobre el abdomen de Leo y clavó con ferocidad la punta del fragmento de espada en una de las esquinas superiores del plastrón de su hermano, cortándole un fragmento.

Los gritos de dolor no detenían a Rafael quien continuaba destrozando la parte superior del plastrón de su hermano mayor. Poco a poco el pecho de Leo se transformó en una gran herida que chorreaba una gran cantidad de sangre, esa sangre comenzaba a ser diluida por las cuantiosas gotas de agua, formándose un enorme charco que simulaba una cantidad mucho mayor del líquido vital.

Las dos placas óseas de la parte superior del plastrón de Leo yacían en pequeños pedazos a ambos lados de su cuerpo, dejando al descubierto el tejido blando que se encontraba debajo. ― ¡Grita más fuerte maldito, déjame disfrutar cada segundo de tu agonía! ― Exclamó Rafael con voz llena de insano gozo, sus ojos cambiaron de color, un intenso tono carmesí sustituyó al usual ámbar que los caracterizaba.

― ¡QUÍTALE TUS SUCIAS GARRAS DE ENCIMA! ― Gritó de pronto otro Rafael que parecía aparecer de la nada, este gemelo de la tortuga de bandana roja no estaba usando el traje del Vigilante Nocturno, sólo usaba el equipo usual de protección que los chicos siempre han traído puesto.

― Ra…fa… ― Murmuró Leo débilmente pero con alegría al ver a la otra tortuga aparecer milagrosamente, la felicidad que invadió el alma de Leo al reconocer de inmediato a su auténtico hermanito, fue infinita. No había odio en ese semblante. El rostro del segundo Rafael mostraba con lujo de detalles la ira en contra del impostor y la inquietud por el bienestar de su hermano de azul.

― Leo… ―, murmuró el segundo Rafael después de asegurarse que su hermano mayor podía aguantar un poco más ―, no te preocupes… yo mataré a este desgraciado ―. De inmediato se lanzó de lleno en contra del impostor quien se puso de pie velozmente lanzando la hoja de la espada al rostro de la tortuga furiosa. Rafael interceptó la hoja de la espada con uno de sus sais desviándola sin detenerse en su camino hacia el Rafael de ojos rojos.

La suerte estaba en contra del verdadero ninja de rojo, antes de que pudiese herir al impostor una sombra emergió del piso y lo sujetó de los tobillos haciéndolo caer de bruces.

― ¡¿QUÉ DEMONIOS SUCEDE?! ¡SUÉLTAME DE INMEDIATO MALDITO! ― Gritó Rafael volteando a ver quien lo había detenido.

― No finjas más Rafael ―, dijo de pronto el impostor acercándose lentamente a la tortuga que había caído ―. Tú siempre has querido hacer esto… tener por completo a tu merced al que te ha humillado en incontables ocasiones, al que te ha puesto en vergüenza ante los ojos de los demás… presumiendo todo lo que tú nunca podrás lograr ―. La voz imitada murmuraba al oído del temperamental ninja, como si conociera todos y cada uno de los profundos secretos del alma de Rafael.

― Debes estar demente ―, replicó Rafael frunciendo el ceño al escuchar semejantes afirmaciones ―, yo nunca he deseado algo así, Leo es mi hermano y él nunca ha hecho algo como eso. Ahora, suéltalo, si no quieres conocer el verdadero significado del sufrimiento… ― Terminó Rafael amenazando a su doble maligno, sus puños apretados al igual que sus dientes.

― Huele esto… ―, dijo el doble maligno recuperando el fragmento de la hoja de la espada húmeda aún con la sangre de Leonardo, acercándola a las fosas nasales de Rafael, quien extrañamente no retrocedió al notar la intención de su copia ―, ¿no te parece que es un aroma delicioso?

Al notar que Rafael no retrocedía al acercarle el pedazo de metal, la sombra que sujetaba sus tobillos lo soltó de inmediato, parecía que se sonreía y su malvado doble le dijo ―: eso es, tú también puedes identificar el intoxicante, atrayente y delicioso aroma del miedo. Ven conmigo, tú y yo nos daremos un festín… ― Al terminar de proferir estas raras palabras los ojos del verdadero Rafael también se vieron invadidos por un tono rojizo. La expresión en su rostro cambió radicalmente, la genuina intención de salvar a su hermano mayor había sido reemplazada por una sonrisa de venganza.

― Si… vamos… ― Rafael se levantó y ambos gemelos se acercaron a la tortuga herida. El Rafael con el traje de Vigilante Nocturno volvió a sentarse sobre el abdomen de Leo mientras que el otro se colocaba de rodillas cerca de la cabeza del líder.

― ¿Ra-fa? ― Preguntó Leonardo débilmente al ver que su única esperanza de sobrevivir se había vuelto en contra suya. El defensor que debía salvarlo ahora se había unido al enemigo, los dos en contra de la indefensa tortuga, dos enemigos encarnizados que no darían tregua a su sufrimiento. La respiración de Leo cambió de agitada a expectante, al ver cómo el Rafael sobre su cuerpo acercaba nuevamente la afilada hoja de la katana rota a su pecho.

Sin siquiera decir algo el Vigilante Nocturno cortó un gran círculo en el pecho de Leo pero sin herirlo de muerte, sólo lo suficiente para poder quebrar sus huesos, sus costillas, su esternón o lo que quedaba de ellos. Leonardo volvió a emitir gritos llenos de dolor, las lágrimas se juntaban en las esquinas de sus ojos al mismo tiempo que los cerraba fuertemente, el sonido del crujir de huesos que se fracturaban llenaba los oídos de ambos gemelos. Era inexplicable porqué el cambio en la actitud del Rafael original, en vez de horrorizarse con lo que sucedía, se sonreía con delicia. El Vigilante retiró el pedazo circular de hueso y cartílago del pecho de Leo dejando al descubierto su corazón.

Leonardo, increíblemente no perdió el sentido, pero el dolor que soportaba en ese momento aumentaba su intensidad a pasos agigantados, la inequívoca señal del miedo se manifestó con los rápidos movimientos de su corazón, la adrenalina cumplía con su cometido… el corazón de Leo comenzaba a latir más y más deprisa. La expresión malvada en los rostros de ambos ninjas de rojo era indescriptible.

El falso Rafael dijo a su doble ―: Adelante, sé que quieres ser el primero…

Rafael asintió y con uno de sus sais perforó el corazón de Leo. La sangre salió despedida del órgano expuesto en forma de un pequeño torrente. De inmediato Rafael inclinó su cuerpo y bebió con avidez… El gemelo malvado empezó a reír quedamente al principio pero después sus risas se volvieron carcajadas burlonas al ver que el Rafael original no desperdiciaba ni una sola gota de sangre.

Al escuchar las risotadas, Rafael comenzó a liberarse del maligno influjo de su doble, el brillo rojizo en sus ojos comenzaba a desvanecerse, levantó su cabeza y comenzó a temblar al ver lo que había hecho. Dirigió su mirada al semblante de su hermano mayor, el rostro de Leo mostraba las señales de un intenso dolor y sus ojos estaban inundados con lágrimas que aún no caían por sus mejillas, estaba muerto.

― ¿L-Leo?… LEO… ¡LEO!... ¡NO!... ― Rafael dejó escapar un grito de angustia, de horror.

― ¡LEO, HERMANO, NO… NO PUEDES ESTAR MUERTO! ― Rafael tocaba las mejillas heladas de su hermano tratando de convencerse de que aún estaba con vida… al darse cuenta que Leo no volvería a abrir sus ojos se llevó sus manos a los lados de su cabeza, cerrando fuertemente sus ojos y dejó salir todo el horror que sentía dando un grito espantoso ―: ¡PERDÓNAME!

― ¡RAFA!... ¡RAFAEL!... ¡DESPIERTA HERMANO!

Rafael abrió sus ojos rápidamente al sentir que alguien lo sacudía fuertemente, sus ojos se posaron en su hermano mayor que lo sostenía por los hombros.

― ¡LEO! ― Gritó Rafa lleno de alivio al ver a su hermano delante de él totalmente ileso. Rápidamente abrazó al mayor, dejando escapar un par de lágrimas al mismo tiempo.

Leonardo abrazó suavemente a su hermano que lloraba, el líder estaba muy preocupado por su hermano de rojo. Las pesadillas de Rafael habían comenzado un mes después de que los chicos habían ayudado a Winters a deshacerse de la maldición de la inmortalidad. Últimamente no había noche en la que Rafael pudiese descansar por completo, siempre despertaba gritando, pero en las últimas noches no sólo despertaba así, también comenzó a llorar, algo completamente ajeno a él.

Eso era lo que más le preocupaba a Leonardo, ¿qué clase de recuerdos horrorosos estaban persiguiendo los pensamientos de su hermano para que dejara escapar lágrimas? Rafael podía lidiar fácilmente con todo lo que pudiese existir en el mundo físico, pero parecía que se encontraba totalmente indefenso cuando eran pensamientos o sentimientos, cosas que no se pueden tocar.

Algo que Leonardo ignoraba por completo, era que las pesadillas de Rafa habían evolucionado. La temperamental tortuga no había pronunciado ni una sola palabra acerca de ello, pero Leonardo sospechaba que Rafael le ocultaba algo.

Al principio eran tan sólo acerca de la escena de la pelea en el techo, pero después comenzó a aparecer el doble maligno y la misteriosa sombra. El líder desconocía todo esto, pero era obvio que el estado de Rafael no mejoraba sino que hacía todo lo contrario, empeorar. Rafael aún no quería contar nada a los demás, sobre todo a Leonardo, sabía que su hermano había de preocuparse en demasía y además no quería que sus hermanos pensaran menos de él.

Mientras la respiración de Rafael volvía a su ritmo normal, Leo lo mantenía abrazado para tranquilizarlo, sin decir nada. Disimuladamente Rafael inspeccionaba el pecho de Leo para asegurarse de que si había despertado, escapando momentáneamente del horrible escenario que él y el doble maligno habían construido.

― ¡RAFA! ― Gritó Mikey entrando en la habitación de su hermano de rojo. Al ver que el mayor ya lo había despertado emitió un suspiro de alivio pero aún así se acercó a sus dos hermanos.

― Rafa… ¿Estás bien hermano? ― Preguntó el travieso realmente preocupado sentándose al otro lado de la cama abrazando también al temperamental. Mikey conocía a la perfección el miedo que puede invadir a cualquiera al tener un mal sueño.

Después de unos instantes se escuchó ―: Si… estoy bien ―. Donatelo también se había despertado al escuchar los gritos de terror de su hermano mayor. Él también entró apresuradamente en la habitación pero se detuvo al ver que Rafael estaba rodeado por Mikey y por Leo.

Donnie miró a Leonardo discretamente haciéndole entender que iba a retirarse para traer un medicamento para ayudar a su hermano de rojo a dormir, Leo asintió levemente sin soltar a Rafa. Mientras tanto Mikey habló con la temperamental tortuga.

― Rafa, cuéntanos tu mal sueño, de esa forma te sentirás mejor, a mí siempre me funciona eso.

Leonardo se sonreía al ver los intentos del más chico para tratar de hacer sentir mejor a Rafael ― Escucha a Mikey, Rafa. Es una forma de deshacerte de las pesadillas que han comenzado a perseguirte, por favor ―. Pedía Leo tratando también de que Rafael no se sintiera demasiado humillado al tener que hablar acerca de eso.

― No hay nada que decir, siempre es el mismo estúpido sueño… ― Rafael mintió, pero no se separó de sus hermanos.

― Rafa, toma esto, te hará sentir mejor ―, dijo Donnie quien ya había regresado con una pastilla y un gran vaso de agua.

― ¡Aleja eso de mí, Donatelo! ― Dijo Rafael muy molesto, separándose bruscamente de Leonardo y de Miguel Ángel ― ¡Ya no quiero volver a dormir nunca más!

― Rafa… ― Murmuró Leo. El líder quería con toda su alma minimizar el dolor que se había apoderado de su hermano, pero no quería que Rafael se enfadara malinterpretando la genuina preocupación de todos, no quería que Rafael creyera que lo compadecían.

― ¡Rafa! ― Dijeron en voz alta Donnie y Mikey, al mismo tiempo que Leo murmuró. Los dos hermanos más jóvenes se acercaron a la gruñona tortuga que había retrocedido hasta la cabecera de su cama.

Ambas tortugas lo volvieron a abrazar, Rafael apenas se resistió.

― Rafa… hermano… comprende, todos estamos muy preocupados por ti. Es tan raro que tú tengas pesadillas, y cuando llegas a tenerlas no duran más de dos o tres días ―. Afirmó Mikey recordándole a Rafael que él no era una presa fácil para esos inconvenientes.

― Mikey tiene razón Rafael ―, convenía Donnie uniendo su voz y su ruego al de su pequeño hermano ―, permítenos ayudarte.

― ¡Sólo quiero que me dejen tranquilo! ― Expresó Rafael con voz molesta, alejando a los dos ninjas más jóvenes ― ¡Yo puedo hacer esto solo, ya no soy un niño!

Mikey y Donnie se levantaron de ambos lados de la cama y salieron tristemente de la habitación de su gruñón hermano. Rafael se había arrepentido casi de inmediato de haberles gritado a sus hermanitos, pero no dijo una palabra, de verdad quería hacerse cargo de sus propios problemas.

Leonardo se disponía a salir también cuando de pronto notó, por un segundo, una presencia maligna alrededor de Rafael, de pronto Leo escuchó una voz que parecía venir de ultratumba ―: No interfieras…

― ¿Qué esperas para irte Intrépido? ― Preguntó intrigado Rafael.

Leonardo, frunciendo el ceño, razonó que la voz de aquella presencia sólo había sido escuchada por él. No quiso darle otro motivo de preocupación a Rafael, así que sólo dijo ―: Ya me voy Rafa, pero estaré cerca por si se te ofrece algo ―. Rafael asintió y Leo se ausentó.

El líder de inmediato fue en busca de su padre para hacerle saber de la extraña presencia.

Continuará…

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The TMNT are not mine, Nickelodeon owns the copyright.

This time, Rose had the help of one of her favorites authors: dondena, who kindly corrected all the grammar, punctuation marks and missed words. Thank you so much. I am so lucky ^-^ .

Summary: Sooner or later we pay for all the mistakes we make in this life. At that time Raphael thought his action wasn't a big deal, so he forgot about it. But that oversight could cost him his sanity, his life or the lives of his loved ones. Never forget that our actions, even the smallest ones, might cause a lot of damage.

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::::: Don't leave me! :::::

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"There are times I don't know how to express the deep hatred I feel for you... haughty bastard." Raphael murmured with great disgust near Leo's ears. The turtle in blue was lying down on the roof of the building where the leader had discovered the hidden identity of the Night Watcher. The confrontation between the two brothers had just finished, the fighting which Raphael's stubbornness had begun, and the request of his older brother against such action, couldn't stop.

The fight was over as soon as the ninja in red had immobilized the defeated turtle with his sais. The pair of weapons kept the sword wielder's wrists to the floor of the roof, keeping him still. Leo had no choice but to remain in that state. Raphael had buried his weapon's blades with an incredible force, and they were deeply embedded in the structure of the building. The force was so great that the bones in both of Leo's wrists were broken.

"You should have never returned, never." The victor continued muttering as he rose from the floor where he had knelt. Leonardo was seized with the horrible shock of seeing his brother expressing those horrible feelings about him. He could feel how the pain in his wrists was increasing, and it seemed that his hands were being ripped from the rest of his body.

But the pain of knowing he was hated by one of the brothers he adored was much more terrible than the physical pain he was experiencing at that time. Big tears fell from his eyes. The drops of water from the storm were mingling with them, while his lips remained still. Leo knew that any words he could say would just be ignored, and there was no point to say something.

"In the jungle, you were out of my reach, safe, no one here needs you... I would have rather see you dead than see you back, but that's easy enough to sort out." Raphael picked up one of the broken blades of Leonardo's katanas off the floor. Then Raphael sat on Leo's abdomen, and fiercely stuck the tip of the sword's fragment in one top corner of his brother's plastron, cutting off a piece.

The screams full of pain didn't stop Raphael, who continued cutting off the top of the plastron of his older brother. Gradually, Leo's chest became a large wound, which was pouring some blood, that began to be diluted by the large drops of water forming a huge puddle that simulated a much larger amount of the vital fluid.

The two bony plates in the top of Leo's plastron were in small pieces on the floor, on both sides of his body, exposing the soft tissue that was beneath them. "Shout louder, bastard, let me enjoy every second of your agony." Raphael said in a voice full of insane joy. His eyes changed color, an intense crimson color replaced the usual amber that characterized them.

"KEEP YOUR FILTHY CLAWS AWAY FROM MY BROTHER!" Another Raphael who seemed to appear out of nowhere shouted suddenly. This twin of the turtle with the red bandana was not wearing the costume of the Night Watcher, he only had the usual gear used by the guys.

"Ra... ph ..." Leo muttered weakly, but with joy upon seeing the other turtle appearing miraculously. The happiness that filled the soul of Leo when he recognized his real brother was infinite. There was no hatred in that face. The face of the second Raphael showed in detail the anger against the impostor, and the concern for the welfare of his brother in blue.

"Leo..." The second Raphael whispered after ensuring that his brother could bear a little more, "Don't worry... I will kill this bastard." He immediately threw himself against the impostor, who stood up fast, pitching the blade of the sword to the face of the angry turtle. Raphael intercepted the blade of the sword with one of his sais, diverting it without stopping on his way to the red-eyed Raphael.

Luck was against the real ninja in red, before he could hurt the impostor, a shadow emerged from the floor and grabbed Raph's ankles, causing him to fall headlong.

"WHAT THE HELL IS GOING ON? LET ME GO RIGHT AWAY, DAMN THING!" Raphael shouted, turning his head to see who had stopped him.

"No more pretend, Raphael." Suddenly, the impostor slowly said, approaching to the turtle that had fallen. "You've always wished to see this... Leonardo... completely at your mercy. The one who has humiliated you on countless occasions, the one who has brought shame on you before the others' eyes... showing off everything you will never achieve." The imitated voice whispered in the ear of temperamental ninja, as if he knew every one of the deepest secrets inside Raphael's soul.

"You must be insane," Raphael croaked, frowning upon hearing such statements, "I never wished to do anything like that. Leo is my brother, he has never done such a thing. Now let him go, unless you want to know the true meaning of suffering... " Raphael ended threatening his evil twin. He clenched his fists, as well as his teeth.

"Smell this ..." The evil twin said, grabbing the katana's blade fragment, still wet with Leo's blood, bringing it near to Raph's nostrils, who strangely didn't move back his head upon noticing the intention of his copy, "don't you think it's a delicious smell?"

Becoming aware that Raphael didn't recoil when the copy brought the piece of metal closer to his face, the shadow that held his ankles released him immediately. It seemed that it was smiling, and his evil twin said, "That's it, you can identify the intoxicating, attractive, and delicious smell of fear, too. Come with me, you and I will have a feast ..."

When he finished uttering those strange words, the eyes of the real Raphael were also invaded by a reddish hue. The expression on his face changed radically, the genuine intention of saving his brother had been replaced by a smile of revenge.

"Yeah... let's go ..." Raphael stood up, and both twins approached the wounded turtle. The Raphael wearing the Night Watcher suit sat down on Leo's abdomen, while the other knelt down near the head of the leader.

"Raph?" Leonardo asked when he saw that his only hope of survival had turned against him. The defender who had come to save him now had joined the enemy, both against the helpless turtle, two bitter enemies who wouldn't give respite his suffering. Leo's breathing changed from stirred, to expectant when he saw how the Raph seated on his body once again approached the blade of the broken katana to his chest.

Without uttering a single word, the Night Watcher cut a large circle on Leo's chest. The wound wasn't fatal, the copy only used enough force to break the ribs and Leo's sternum... or what was left of them.

Leonardo again let out screams full of pain, tears gathered in the corners of his eyes. While he tightly closed them, the sound of gnashing of fractured bones filled the ears of both twins. It was inexplicable way the original Raphael changed his attitude, rather than being horrified by what was happening, he was smiling with delight. The Night Watcher removed the circular piece of bone and cartilage from Leo's chest, uncovering his heart.

Leonardo amazingly didn't lose consciousness, but the pain he was enduring at that time was increasing at a growing rate, the unmistakable sign of fear manifested itself with the rapid movements of Leo's heart, the adrenaline was fulfilling its mission... Leo's heart began to beat faster and faster. The evil expression on the faces of both ninjas in red was indescribable.

The false Raphael told his double: "Go ahead, I know you want to be first ..."

Raphael nodded, and with one of his sais, pierced Leo's heart. The blood was expelled from the exposed organ as a small stream. Raphael immediately leaned over Leo's body and drank with avidity... The evil twin started laughing softly at first, but then his laughter turned into mocking guffaws at seeing how the original Raphael didn't waste a single drop of blood.

Hearing the laughter, Raphael began to free himself from the evil influence of his double, the red glow in his eyes began to fade. He raised his head and began to tremble when he saw what he had done. He directed his gaze to the face of his brother.

Leo's face showed signs of severe pain, and his eyes were flooded with tears still streaming down his cheeks, he was dead.

"L-Leo?... Leo... LEO!... NO! ... " Raphael let out an anguish cry.

"LEO, BRO, NO... YOU CAN'T BE DEAD!" Raphael gently touched Leo's icy cheeks, trying to convince himself his brother was still alive... When he realized that Leo wouldn't open his eyes again, he placed his hands to the sides of his head. Closing his eyes tightly, he let out a cry full of horror:

"FORGIVE ME! "

"RAPH!... RAPHAEL!... WAKE UP BROTHER!"

Raphael opened his eyes quickly when he felt that someone was shaking him hard. His eyes fell on his older brother, who was holding him by his shoulders.

"LEO!" Raph cried with relief to see his brother before him unhurt. He quickly embraced the eldest, letting out a few tears at the same time.

Leonardo gently hugged his brother, who was crying. The leader was very concerned about his brother in red. Raphael's nightmares had started a month after the guys had helped Winters get rid of the curse of immortality. Lately, there was no night that Raphael could rest completely; he always woke up screaming, but on the latest nights, he also began to moan, something completely alien to him.

That was what concerned Leonardo the most, what kind of horrific memories were chasing the thoughts of his brother to make him let out tears? Raphael could easily deal with all that could exist in the physical world, but it seemed that he was totally helpless when they were thoughts or feelings, things that can't be touched.

Something that Leonardo was completely unaware of was that Raph's nightmares had evolved. The temperamental turtle hadn't said a word about it, but Leonardo suspected that Raphael had concealed something from him.

At first, the nightmares were only about the fight scene on the roof, but then the evil twin and the mysterious shadow began to appear. The leader didn't know anything about this, but it was obvious that Raphael's state wasn't improving. On the contrary, it was getting worse. Raphael didn't want to say anything to the others, especially Leonardo. He knew his brother would worry too much, and he also didn't want his brothers to think less of him.

While Raphael's breathing was returning to its normal rhythm, Leo embraced him to soothe him, saying nothing. Raphael craftily inspected Leo's chest to make sure that he had woken up, escaping momentarily from the horrible scenario that he and the evil twin had built.

"RAPH!" Mikey shouted as he entered into the room of his brother in red. Seeing that Leonardo had already woke him up, Mikey let out a sigh of relief, but he approached his two brothers anyway.

"Raph... Are you alright, brother?" The mischievous turtle asked, really worried about him, sitting on the other side of the bed, also hugging the temperamental turtle. Mikey knew well the fear that can invade anybody who has had a bad dream. After a few moments, he heard: "Yeah... I'm fine."

Donatello had also woken up hearing the screams of terror of his brother. He also rushed into the room, but he stopped when he saw Raphael surrounded by Mikey and Leo.

Donnie looked discreetly at Leonardo, making him understand that he was going to retire to bring a drug to help his brother in red to sleep. Leo nodded slightly without releasing Raph.

Meanwhile, Mikey was speaking with the hothead turtle. "Raph, tell us about your bad dream. That way, you'll feel better. I always do that."

Leonardo smiled at the youngest one's attempts to make Raphael feel better. "Listen to Mikey, Raph. It's a way to get rid of the nightmares that have begun to haunt you, please." Leo asked Raphael, also trying so that his little brother shouldn't feel too humiliated to have to talk about it.

"There is nothing to say, it's always the same stupid dream..." Raphael lied, but he didn't move away from his siblings.

"Raph, take this, you will feel better." Donnie said, the smart turtle had returned with a pill and a glass of water.

"Take that away from me, Donatello!" An annoyed Raphael shouted, and separated sharply from Leonardo and Michelangelo. "I never want to sleep again!"

"Raph..." Leo muttered. The leader wanted with all his soul to minimize the pain that had taken hold of his brother, but he didn't want to upset Raphael. Maybe the hothead turtle could be misinterpreting the genuine concern of them all. Leo didn't want Raphael to believe that they pitied him.

"Raph!" Donnie and Mikey said aloud, while Leo muttered. The two younger brothers approached the hothead turtle that had retreated to the head of his bed. Both turtles had to hug him again, Raphael scarcely resisted.

"Raph... bro... please understand, we are all very worried about you. It's so weird that you have nightmares, and when you get them, they don't last more than two or three days." Stated Mikey, reminding Raphael that he wasn't an easy prey for those drawbacks.

"Mikey is right, Raph," Donnie agreed, joining his voice and his plea to his little brother's, "let us help you."

"I just want you to leave me alone!" Raphael expressed with an annoyed voice, pushing the two young ninjas away. "I can do this alone, I'm not a child anymore!"

Mikey and Donnie rose from both sides of the bed and left the room sadly. Raphael had regretted that action almost immediately, but said nothing; he really wanted to take charge of his own problems.

Leonardo was about to leave when suddenly, he noticed, for just a second, an evil presence around Raphael. Leo suddenly heard a voice that seemed to come from beyond the grave: "Don't interfere..."

"What are you waiting for, Fearless?" Raphael asked intrigued.

Leonardo, frowning, reasoned that the voice of that presence had been heard only by him. He declined to give further cause of concern for Raphael, so he just said, "I'm leaving Raph, but I will be close to you, if you need something." Raphael nodded, and Leo was gone.

The leader immediately went in search of his father to tell him about the strange presence.

To be continued…