¡Hola! Hi! Ni Hao! Shalom... ¿Como han estado? ¡Hace mucho que no hacia esto...! Si ya me conoces y has leido mis anteriores fanfics, que bueno xD ¿Creias que Levita Hatake no iba a volver a escribir con Akatsuki?

Y para las que nunca han tenido la desgracia (o placer xD) de leer un fanfic de mi creación, pues bueno, es una perfecta oportunidad de que se atrevan, en serio, no se arrepentirán, el ultimo fanfic que escribí se titula: "El 1er Amor Limitado". Como es costumbre mía, los protagonistas son Akatsuki y uno que otro personaje de Naruto, naturalmente. En fin ese ha sido mi mejor fic hasta ahora, y de nuevo se los recomiendo altamente, no es por alardear pero hasta gente de Europa, Asia y Oceania lo han leido (no se como le hicieron, pero bueno mejor para mi). Basta de publicidad.

P.D.: ¡CUMPLO 5 AÑOS AQUI! ¡AYER FUE MI ANIVERSARIO xD!

En fin, muchas cosas me han sucedido este año y muchas cosas han pasado en el universo de Naruto, así que hoy ofrezco esta rara pieza, muy abstracta en mi opinión, pero tenia ganas de experimentar un poco. Creanme, el tema de este fanfic es algo que me fascina y me intriga al mismo tiempo, sucesos, ¿que esperamos despues de morir? Bien... Sin más estupideces que decir, aqui tienen...


"Komm Susser Todd… Aquí te esperamos; ahora aquí estamos. Danos la ansiada y bella utopía por la que tanto sufrimos..."

Itachi Uchiha:

-¿Dónde estoy…?

El joven se encontraba acostado, sentía que había dormido días. Se incorporo y miró alrededor.

Era una tibia mañana, se escuchaba el canto de las aves y la luz dorada característica de esa hora entraba por la ventana lastimándole un poco los ojos.

Itachi Uchiha se puso en pie y salió de la habitación. Estaba realmente consternado, ¿Dónde estaba? Camino por un pasillo y dio vuelta a la izquierda y desde ese punto pudo lograr oír un par de voces a lo lejos. Camino con más prisa. Paro en seco; su corazón pareció dar un vuelco y sus ojos miraban desorbitados una escena familiar, una escena que jamás creyó posible volver a presenciar.

-Itachi, buenos días hijo, vamos siéntate el desayuno ya esta listo-saludo una mujer de cabello negro largo que le sonreía con dulzura.

-Madre…-musito Itachi. Su expresión rayaba casi en la beatitud. Simplemente era increíble. No podía existir mayor alegría.

-Buenos días Itachi-saludo a su vez un hombre maduro de cabello castaño-¿Me podrías pasar el azúcar?

-Sí… Padre-contesto Itachi con la voz quebrada mientras acataba la orden dicha.

-Aquí tienes Itachi, come antes de que se enfrié-le dijo Mikoto Uchiha sirviéndole su plato.

-Gra…gracias… ¿E-en donde esta Sasuke?-pregunto rápidamente Itachi sin prestar atención a la comida.

-Oh tu hermano está tomando un baño, tiene que salir a un viaje de campo en la escuela-le comunico su padre.

-¿Si…? ¿A dónde?

-A una visita al centro histórico de Konoha-dijo Mikoto Uchiha mientras tomaba asiento a un lado de su marido.

Itachi parpadeo escéptico.

-¿Qué te pasa Itachi? ¿Te sientes bien?-cuestiono Fugaku mirándolo con preocupación.

-Si, estoy bien…

-Ya come tu desayuno Itachi-dicto la mujer dándole una caricia en la cabeza a su hijo.

Y sin más Itachi tomo los palillos y sin dejar de mirar con curiosidad la escena, comió un bocado.

Kisame Hoshigaki:

El hombre de cabello azul oscuro muy encrespado estaba recostado a la orilla del mar. Las suaves olas apenas alcanzarían a tocar los pies de Kisame en unos cuantos segundos más.

-¿Qué…?-balbuceo Kisame al sentir el agua rozando sus pies. Se puso rápido de pie sacudiendo la arena de su cabello. Le sorprendió lo fácil que fue quitarla.

Hacia buen clima, no estaba demasiado frio ni demasiado caliente. El océano se miraba en calma. El cielo despejado, ni una nube arruinando el azul cielo. A su derecha un muelle y una escalera.

Kisame empezó a caminar sin estar seguro de a donde iba o donde se encontraba. Todo le parecía tan familiar… Podía jurar que ya había estado ahí, por lo menos una vez en su vida. Subió por la gran escalera; que hermosa vista se tenía desde ahí.

"¿Qué soy el único aquí…?" pensó y se puso a caminar más para encontrar señales de vida.

Y dicho y hecho, encontró una pequeña casa de madera que casi estaba a la orilla del acantilado. Camino hacia alla y toco la puerta.

-Pasa, adelante-respondió una suave y grave voz.

Kisame se adentro a la casa sin estar totalmente seguro.

-Samehada…-murmuro Kisame al ver su antigua espada orgullosamente colocada en un aparador.

-¿Por qué tardaste tanto amigo?-pregunto una suave y grave voz a su espalda.

Conocía demasiado bien esa voz y en un segundo se volteo para comprobarlo:

-Itachi…

-Toma, ven tienes mucho que contarme-le dijo Itachi Uchiha brindándole un vaso con lo que parecía ser sake, le daba una sonrisa llena de confianza, de esas que solo los mejores amigos se dan.

-Claro…-respondió Kisame sin saber exactamente que pensar pero sonrió de todos modos-. Creo que ambos tenemos mucho que decir…

Sasori no Akasuna:

Un pelirrojo se empezaba a retorcer demasiado sobre su cama, sentía una gran molestia: empezaba a dolerle el torso. Despertó.

Sus ojos color miel apuntaron hacia el techo y lentamente se tornaron hacia la derecha; una gran y circular ventana abierta.

-¿Por qué estoy sintiendo esto…?-se pregunto Sasori quedamente y quedo paralizado. Esa sensación, ese dolor, no era posible a no ser que… En efecto, dio un respiro y con eso lo confirmo todo. Su piel, sus órganos, todo su ser había vuelto a ser vitales, de carne y hueso, había vuelto a la humanidad.

Observo con brusquedad sus manos que después paso a lo largo de sus brazos, parpadeo repetidamente y luego con lentitud recorrió con la yema de sus dedos todo su rostro. Que cálida era la piel con vida.

-Sasori…

El pelirrojo se sobresalto, salió de la cama y con más incomodidad se observo en un espejo de cuerpo entero que tenía a su izquierda; puso atención a sus piernas que ahora se movían con un ligero temblor al volver a poder sentir el frío suelo con las plantas de los pies. Su cara denotaba toda la confusión que sentía y, para su gran fortuna y alivio, la única cosa que conservaba era su juvenil aspecto.

-¿Quién es?-pregunto con ligero tono amenazante.

-Sasori, date prisa llegaremos tarde para la fiesta de la abuela Chiyo-respondió una voz femenina.

Y acto seguido, un hombre pelirrojo y una mujer de cabello largo color castaño entraron a la estancia.

-Sasori, ¿Qué te ocurre?-cuestiono el hombre Sasori al mismo que se le acercaba con preocupación.

Los ojos de Sasori reflejaban el enorme asombro que le provocaba toda esa escena; su corazón latía con velocidad parecía que en cualquier momento pudiera salírsele por el pecho.

-Hijo, ¿Acaso no dormiste bien?-y su madre poso delicadamente la mano derecha sobre la frente ligeramente sudada de Sasori.

-Yo…

-Lo que necesitas es tomar un baño y desayunar, vamos-y su padre lo empujo con suavidad fuera de la habitación-. No quiero que la abuela Chiyo te mire en mal estado…

"Pain" (Nagato)-Konan:

Los ojos de Nagato se abrían lentamente y lo primero que vio fue el rostro sonriente de un joven de cabello naranja.

-Nagato, ¡es hora de levantarse!-exclamo Yahiko quitándole la manta de encima.

-¿Qué…?

-Vamos flojo, levántate no querrás hacer enojar a Konan…-le dijo Yahiko acomodándose el cabello frente a un espejo que colgaba de la pared detrás de la cama.

El rostro de Nagato parecía iluminarse al mismo tiempo que 2 delgadas líneas de agua rodaban por sus mejillas.

-Oye ¿Qué te pasa Nagato?-inquirió Yahiko extrañándose demasiado de la acción de su amigo.

-Nada… Perdón…-murmuro Nagato limpiándose el rostro-¿En donde está Konan?

-Ella está esperándonos en su casa, tonto-le respondió-¿Qué no recuerdas que hoy íbamos a desayunar en casa de Konan?

-Eh… esto… No…

-Ay Nagato, entonces ya no pierdas más tiempo, que también Jiraiya sensei nos debe de estar esperando-soltó Yahiko pasándole un pantalón y una camisa.

-¿Jiraiya sensei…?

-Si, si, ¡apúrate nos van a colgar si llegamos tarde!-exclamo Yahiko empezándose a desesperar por la pasividad de su amigo.

-Si, ya voy…

-Puedo asegurar que llegaran tarde-dijo una joven de cabello azul adornado con una flor de papel-. Al menos me dan más tiempo para limpiar…

-Konan, ¿Ya sacaste el pastel del horno?

-Aún le faltan unos minutos más…-observo Konan inspeccionando el dicho postre.

-No lo vayas a olvidar ¿de acuerdo?

-Claro que no, no te preocupes mama…

Kakuzu:

-¿Qué…?-balbuceo sintiendo un ligero dolor de cabeza.

-Ya despertó-le dijo una mujer que portaba el protector de la aldea de la cascada-. Tomé, debe de unas terribles de comer ¿no es así? No se preocupe enseguida le traeré algo…

-¿Qué me paso?-la interrumpió Kakuzu observando que se encontraba recostado en una camilla de hospital: Su brazo izquierda estaba totalmente vendado y su pierna izquierda apenas parecía poder moverse.

-La verdad no tengo los detalles señor, pero lo que si se es que debió ser realmente duro para usted-le respondió apaciblemente-. Regreso en un segundo señor, sus superiores se sentirán aliviados al saber que despertó.

-¿Pero qué…?

Y la mujer salió de la habitación. Kakuzu trato de moverse, con mucho cuidado logro incorporarse y poco a poco salió de la camilla.

Primero dio un vistazo a la ventana, la abrió rápidamente y saco parcialmente la cabeza para mirar todo el entorno. Sin duda era la aldea de la Cascada, podía ver la gran y característica cascada a lo lejos. Todo estaba igual a como lo recordaba.

-No puede ser…-y Kakuzu noto con asombro, hasta ahorita, que su cuerpo no era el mismo que recordaba: los hilos negros no parecían asomarse por ningún lado, solo podía sentir un corazón latiendo y su boca, su boca era solo una boca normal sin costuras. Kakuzu busco por todas partes algún espejo, busco en varios cajones y en un estante. No encontró nada.

-Perdone pero…-la joven había ñor no debería haberse levantando, ¿necesita algo en especial?

-¿¡Qué esta ocurriendo! ¡Dígamelo!-exclamo Kakuzu tomándola por el brazo izquierdo.

-Le juro que no lo se, ya le dije no tengo detalles, por favor cálmese…

Kakuzu examino detenidamente el rostro temeroso de la chica y la soltó con un deje de fastidio.

-Lo siento mucho señor, lamento no de ser de ayuda-balbuceo la joven-. ¿Qué le gustaría para almorzar?

Hidan:

-Por Jashin sama… ¡Me duele todo el maldito cuerpo!-exclamo Hidan estirándose a mas no poder-¿Cuánto habré dormido?-se pregunto sin dejar de mover su cuerpo, se tallo los ojos.

Ya cuando termino de retorcerse miro a su alrededor, todo estaba en un silencio insoportable, solo arboles lo rodeaban. Camino. Empezaba a percibir el olor del humo.

-¿Qué mierda…?-murmuro al ver un cuerpo tirado a medio camino. Se acerco y lo volteó usando su pie derecho y pudo ver que era ese estúpido joven de Konoha; ese idiota que lo había intentado matar, ese bastardo que le había enterrado…

-Espera… ¿Si ocurrió? ¿¡Que mierda paso…!-se pregunto Hidan casi gritando y después volvió a mirar el cadáver del muchacho-. Jashin sama…-y sin cuestionarse más soltó una estruendosa y cruel risa mientras seguía su camino, pasando sobre Shikamaru, pisándolo con fuerza y empezó a correr queriendo salir lo más rápido del bosque. El olor a humo se intensificaba.

Deidara:

Hum…

El joven rubio se despertaba, se incorporo y bostezo. Aún estaba somnoliento.

-Ah que más da, hum…-y Deidara volvió a recostarse, cubriéndose con la manta. Que más daba si el maestro Sasori venía a regañarlo por su holgazanería.

Y sin embargo, no pudo volver a dormir. Cerró los ojos pero el sueño no volvía, espero. Espero a que el maestro Sasori viniera y empezara a decir el montón de habladuría, pero al parecer no llegaba. Minutos pasaron.

-¿Qué rayos esta pasando, hum?-y salió de la cama poniéndose su cinturón donde cargaba sus reservas de arcilla, no se molesto en peinar su cabello.

No se escuchaba nada en particular: generalmente siempre se escuchaba un pequeño rumor proveniente de la cocina. Tal vez hoy no había nadie en la guarida y el maestro Sasori había decidido ir a dar una vuelta solo.

Y salió de la habitación y quedo consternado, todo lucía diferente, pero… Lucía mejor, mucho mejor.

Una sonrisa se dibujo en su cara.

Por doquier había belleza, arte. Justo como aquellos templos donde empezaba a realizar sus primeros vestigios de su actual y verdadero arte. Camino más…

Y se detuvo ante lo más genial que se pudo haber topado hasta el momento. Su cuerpo se había detenido ante un gran mural, una exquisita pintura de nada más y nada menos que su ser. Si, ahí estaba: Arrogante, brindando una suave sonrisa llena de orgullo y una mirada de absoluta victoria.

-Solo le falta algo, hum-dijo Deidara sin dejar de contemplar su gran retrato. Miro a su alrededor y como se esperaba aún no había nadie en ese lugar. Sin dejar de sonreír, tomo un puñado de arcilla, la preparo y con gran emoción la arrojo al mural y…

-¡EL ARTE ES UNA EXPLOSIÓN…!

Deidara sentía una gran euforia, era indescriptible. Que hermoso, que maravilla.

-¿Te gusta no es así?-susurro una voz, más Deidara no la apreció, lo percibió, si, pero no lo escucho.

La sonrisa del rubio y las ruinas del mural no dejaban de lucir.

-¿Quieres más?-reitero la extraña y distante voz. Esta vez Deidara la escucho claramente.

-¿Qué…?

[Así se inicia, una de las muchas conclusiones posibles]

-Parece que se divierten...

-Sí, pero no tardaran mucho en darse cuenta.

-Pues al parecer a algunos parece no importarles…

-Tobi, ¿Qué planeas haciendo esto?-pregunto Zetsu negro.

-Digamos solo que… Es una "especie" de recompensa adelantada-respondió el susodicho mientras cruzaba los brazos.

-¿Recompensa adelantada?-repitió Zetsu negro.

-¿Un premio? ¿Por qué? Si todos ellos falla…-dijo a su vez la parte blanca.

-No importa si fallaron o cumplieron-le interrumpió Tobi-. La muerte no es el final, deberían saberlo.

-¿Eh…?

-Esperen y verán, será entretenido ver como reaccionan nuestros viejos compañeros.

Y la figura de Tobi lentamente se consumió en un remolino dejando a Zetsu en si observando el gran festival de visiones utópicas de sus fallecidos compañeros.

-Parece que algo ocurre con Itachi, vamos a verlo...


¿Bien, que tal? Como ven... Es algo bizarro (si, claro), experimental, pero pues es mi creación y la quiero compartir como siempre con el mundo. Si quieren saber que es lo que pasa, no se pierdan el siguiente capitulo de esta cosa rara... ¡LEVITA HATAKE, CUMPLIENDO 5 AÑOS AQUÍ!

¡Muchas gracias por leer, hasta el próximo y no olviden dejar su opinión!

Atte. Levita Hatake

Nota: Comentarios Negativos, por favor reservense el derecho de expresión xD