Prologo: Un problema de comunicación.

El espacio, 500 kilometros por encima de la Tierra.

Espacio aéreo de los Paises Bajos.

Un satélite orbitaba sobre la vertical de Rótterdam.

En principio, esto no tenía nada de raro; muchos satélites recorrían el espacio aéreo de Europa. El Telstar, los de la CIA, la NSA, la ESA, Eurosat, Meteosat... Sin embargo, este en concreto era especial.

Se trataba de un modelo obsoleto, desconectado, fusiforme, equipado con cuatro antenas parabolicas que apuntaban a la Tierra. Una descolorida aguila bicefala con un escudo en el pecho que mostraba varias lineas doradas entrecruzadas adornaba ambos costados del aparato. Bajo las patas del aguila podían leerse las letras ФАПСИ – FAGCI, suponiendo que hubiera alguien allí arriba para leerlas.

En el interior del satélite, seis poderosos ordenadores, alimentados por un reactor nuclear desconectado, servían para que el aparato pudiera captar todas las emisiones radiofonicas, telefónicas y televisadas de Europa Occidental. Es decir, cuando lo conectasen. En aquel momento, el satélite estaba desconectado y flotaba en el vacío, ignorado por todos.

Repentinamente, la pantalla del sistema de control parpadeó, antes de encenderse por si sola. Una orden apareció.

Удаленный заказ активации. Начало запуска...

La orden desapareció, siendo sustituida por una ristra de lineas de codigo en caracteres cirilicos... Entonces, ocurrió.

Las lineas de codigo en ruso desaparecieron con un parpadeo. Una nueva orden apareció en pantalla. En inglés.

Starting scanning...
Scan without results. Turning on the emergency measures.
Starting activation program, wait several minutes...
Activation program connected.
Epitaph Code is starting...

A esto siguieron nuevas lineas de codigo, mucho mas complicadas que las anteriores. Estas lineas desaparecieron y dos nuevos letreros aparecieron en pantalla.

Epitaph Code Activated.
Rebirth.

Un símbolo muy familiar inundó la pantalla. A primera vista, parecía una diana con tres patas en triangulo y un mastil en lo alto. Los guerreros de Lyoko lo hubieran reconocido inmediatamente; se trataba del Ojo de XANA.

Sede central de FAPSI (aka Directorio Nº16)

Moscú, Federación de Rusia, Septiembre de 2005.

—Orden de activación de red satelital lanzada y confirmada.—anunció un operario.

A cerca de quinientos kilómetros pòr debajo y mil doscientos de allí, en un edificio situado en el centro de Moscú, un equipo de técnicos informáticos se afanaba en torno a un centro de mando que ocupaba toda una sala. El calor allí dentro era sofocante, pero en comparación con las gélidas temperaturas de fuera, se estaba muy a gusto.

—Todo listo para iniciar cesión de control.—confirmó el comandante.

—Cesión de control en línea.—

Varias líneas onduladas aparecieron en la pantalla del mapamundi. Cada línea representaba la órbita de uno de los doce satélites espía de FAPSI que giraban en torno a la Tierra. Cuando la red estuviera conectada, juntos tendrían una potencia de escucha (0) equivalente a la del famoso ECHELON yanqui.

—Conectando con satélites en cinco... cuatro... tres... dos... uno.—

Los pilotos fueron pasando del rojo al verde. Cada vez que esto sucedía, un satélite de FAPSI se conectaba a la red e iniciaba el envío de información a la central. En el sótano del complejo, en una cámara estanca a 200 metros bajo el nivel de la calle, los poderosos superordenadores de la agencia iniciaban el análisis y desencriptado de los mensajes.

Por supuesto, los sistemas de escucha rivales intentaban contrarrestar estas escuchas, motivo por el que había que mantener constantemente actualizados los sistemas de escucha y descifrado. Nikolai Novirov estaba perfectamente al corriente, como también sabía que incluso en el mejor sistema de cortafuegos había puertas traseras.

Ese era el motivo por el que reactivaba los viejos satélites del FAPSI...

Sus técnicos iban anunciándole las regiones a medida que los satélites se conectaban.

—Norteamérica en línea.—

—Centroamérica en línea.—

—Lejano Oriente en línea.—

—Oriente Próximo en línea.—

—Europa Occidental en li...—

Un piloto rojo se encendió en la pantalla. Al mismo tiempo, una ventana emergente de error apareció en pantalla.

—¿Qué ha pasado?—se extrañó Novirov al ver aquello.

—Hemos perdido la conexión con el satélite de Europa Occidental.—anunció el técnico.

—¿Por qué?—

—No lo sabemos. No se ha detectado ningún ataque.—

Novirov pegó una patada en el suelo.

—¡Arreglen el fallo! ¡Ahora!—ordenó antes de descolgar el teléfono y marcar un número.—Con Voronezh.—

Voronezh, Oblast de Voronezh, Federación de Rusia.

Central regional de la Fuerza Aérea Militar Rusa.

En Voronezh se encuentra el nuevo y más potente radar de alta potencia de la Fuerza Aérea Militar Rusa. Con la capacidad de rastrear hasta el movimiento de las aves migratorias en Gibraltar, era la primera opción para que Novirov averiguase que había psado con su satélite.

—Buenas noches, general Novirov.—saludó el jefe de operaciones. Escuchó.—Entiendo. Localizaremos a su pajarito, no se preocupe.—Tapó el micrófono con la mano antes de pulsar el interfono interno.—¡A ver, escuchadme! Teneis que apuntar el radar a Inglaterra y buscar el Cosmos que tenemos por allí.—

En el exterior, una de las pesadas antenas parabolicas dejó de apuntar a Polonia y reorientó sus sensores en la dirección deseada. Varios puntitos aparecieron en pantalla a medida que el poderoso radar los identificaba como satélites.

—Telstar 240, Helios 1, Bird Eye 40...—iba enumerando el técnico de radar, hasta que se fijó en un punto.—¡Ahí! Cosmos 1400, localizado en la óribta prevista.—

El jefe de operaciones iba a notificarselo a Novirov, cuando captó algo nuevo.

—¡Señor! ¡El satélite está emitiendo algo! ¡Viene directo hacia nosotros!—

—¿Cómo que está emitiendo? ¡Se supone que está desconectado! No...—

En ese momento, todas las luces se apagaron de golpe, al igual que el radar y, por supuesto, la linea de teléfono.

—¡¿Qué ha pasado?—

—¡No lo sabemos! ¡Parece alguna clase de ataque informatico!—gritó una tecnica.—¿Pero quien puede atacar una base entera? ¡Ni siquiera los americanskiij poseen una ciberarma semejante!—

XANA estaba intrigado. No entendía que había pasado; primero estaba en el superordenador en Francia y ahora había "despertado" en el interior de un ordenador en órbita. Su asombro creció cuando se agarró a la primera transmisión que llegó (una emisión de radar) y acabó en aquel complejo. Con sus habilidades innatas para el control de los sistemas informaticos, no tardó en asumir el control de toda la base y enterarse de donde estaba.

Su primer pensamiento fue volver a Lyoko. Reorientó el radar para apuntar a Francia y escaneó... sin éxito.

Aquello era tan raro que abandonó Voronezh y se metió por las lineas que llevaban a Francia. Recobraría el lugar que le correspondía por derecho, se vengaría de quienes le habían hecho aquello y entonces y no antes, llevaría a cabo sus planes últimos. Aquel paréntesis forzado solo habría servido para hacerle mucho más fuerte y mas resuelto...

Desapareció, permitiendo que los sistemas de la base volvieran al control de los perplejos rusos.

FAPSI.

Tras oir el informe de Voronezh, el jefe de FAPSI estaba a media aterrado y furioso. Que alguien piratease un satélite de su agencia ya era grave, ¡pero que se atrevieran con una base militar entera ya era el colmo!

Novirov descolgó una vez más el auricular del teléfono.

—Póngame con el Presidente de la Federación.—ordenó con autoridad a un operador del Kremlin.—Nos enfrentamos a una guerra total cibernetica.—

(0) Potencia de escucha (Listening Power): Medible en Mbps. Término técnico que se puede definir como "la capacidad de una red de espionaje informático para interceptar y descifrar las comunicaciones del enemigo." La potencia de escucha tiene importancia, ya que precisamente la función original de Carthago era esta.