Aclaración: Los personajes y lugares pertenecen a J.K. Rowling, yo solo los tomo prestados, más bien los uso para hacer de su vida un infierno o paraíso dependiendo mi estado de animo, de esto nada de se gana, solo algunos Avada o Reviews.

Si yo respeto tu trabajo, Tú respeta el mio

Di no al plagio

Cosas de todos los días

La clase de transformación transcurría de lo más normal, la profesora McGonagall, les pidió transformaran agua en vino y la única que lo había hecho bien era su alumna consentida, Hermione Granger, los demás tenían ligeros problemas, ya que si hacían mal el movimiento de mano, derramaban el liquido o si pronunciaban mal el hechizo el recipiente explotaba, a unos pasos de la profesora, dos de sus alumnos peleaban, acaban de tener un accidente al pronunciar mal el hechizo

-¿Ten cuidado tonto? –Hanna una chica de piel blanca, de cabello castaño obscuro, ojos azules, le gritaba a su compañero

-Lo siento –Neville un chico regordete de piel clara, ojos cafés y mirada tierna, se disculpo con su compañera a la que acababa de ensuciar

-Que torpe eres Neville –Hanna le espetaba, ella siendo prefecta de Hufflepuff las cosas se le facilitaba, pero no entendía como existían personas tan torpes

-Disculpa Hanna –Neville intentaba disculparse pero esa chica era especial, con tan mal carácter y siendo inteligente, no faltaba que lo humillara al igual que la mayoría

Hanna al verlo como se sonrojaba y siempre le pasaba lo mismo, le hizo la misma pregunta que casi colegio completo había hecho

-¿Por qué demonios estas en Gryffindor? –Era algo que no entendía, la valentía no se le veía por ningún lado a ese chico regordete y torpe para acabar

-¡No lo sé Hanna, no sé porque el sombrero me puso en Gryffindor! -Neville le grito, ya estaba harto de la misma pregunta

Hanna y Neville en cada clase que compartían peleaban, eran tan difícil que trabajaran juntos.

Mientras en el pasillo de la escuela, una chica delgada, con cabello rubio y largo, lo tenia algo maltratado pero algo que a su dueña no importaba, su piel blanca era bonita, al igual que esos ojos azules saltados, caminaba rumbo a la clase de pociones, como siempre su mente distraída, no vio venir a los Slytherin de lado contrario, choco con alguien, ella cayo al suelo, levanto la mirada

-Fíjate lunática –Gregory le grito

-Disculpa –Luna le ofrecía una disculpa a su compañero

-Lunática y tonta, no entiendo como existes –Le gritaba Nott un chico alto, piel blanca, cabello cobrizo, de ojos color miel, sus facciones finas hacían de él un chico muy guapo

-Tú, junto a los sangres sucia deberían desaparecer – Zabbini le espeto, él era alto, su piel era de color, los ojos eran café oscuro, tanto que parecían negros, sus facciones finas provocaba que muchas estuvieran detrás de él.

-Inútil la lunática –Gregory nuevamente le grito

-Luna, lunática, tanto como tu padre –Nott continuaba

-La lunática en la luna –Zabbini apoyaba

-¡Cállense! –Una dulce voz les grito, todos levantaron la mirada, frente a ellos una pelirroja de ojos cafés y desafiantes, les apuntaba con la varita

-¿Estas bien luna? –Se dirigió a su amiga, que seguía en el suelo, mientras era atacada verbalmente

-Si Ginny –Luna se levanto caminando junto a su amiga, quien no bajaba la varita

-Vaya la traidora y lunática, tal para cual –Zabbini les dijo

-No te sientas tan valiente Zanahoria –Nott hablo –Te recuerdo que no esta San Potter y tu hermano

-No los necesito, se defenderme sola –Ginny les espeto

-Vaya se siente valiente la traidora –Zabbini continuaba – No eres nadie, escoria

Sin previo aviso, Zabbini de la nariz sacaba murciélagos, era muy doloroso para él, los chicos quedaron en Shock

-Ni lo intentes –Ginny amenazo a Nott, quien intentaba sacar su varita –Solo dos segundos necesito para darte con mi mejor hechizo

Nott se quedo quieto, estaba rojo del coraje

-Si vuelven a molestar a mi amiga, tenga por seguro, que una semana se quedan en la enfermería, maldiciendo de verdad –Ginny les advirtió, dio media vuelta junto con luna y comenzaron a caminar sin voltear

-Maldita Traidora, algún día me la pagas –Nott amenazaba al aire, tomo a su amigo y los tres fueron a la enfermería, donde Zabbini estuvo dos días, él también deseaba vengarse de la zanahoria menor

Tres chicos salían de la clase de transformaciones, ahora se dirigían al comedor, uno de ellos alto de cabello negro, ojos esmeralda y una cicatriz en la frente en forma de rayo, su nombre Harry Potter, el otro un chico pelirrojo, con pecas en su rostro y una linda sonrisa, su nombre Ronald Weasley, ambos muy guapos, pero tímidos, por ultimo una chica de pelo enmarañado de color castaño, rostro angelical y mirada tierna, Hermione Granger, eran llamados el trio dorado.

Los tres iban riendo del accidente de Hanna y Neville, querían a su amigo Neville, pero no podían negar que era un tanto torpe, camino al comedor, vieron a Malfoy con su sequito de fans, encabezados por Pansy Parkison. Esa chica de piel blanca, cabello negro, ojos cafés, siempre mostrándose orgullosa, iba acompañada de las hermanas Greengrass, ambas de piel blanca como la porcelana, ojos azules, de cabello lacio y castaño obscuro. Astoria era más inteligente que Daphne, más astuta, por lo mismo estaba esperando un descuido de parte de Pansy para quedarse con Draco.

Cuando pasaron a lado de ellos, comenzaron con las risitas, y las burlas hacia el cabello de Hermione, Draco estaba ensimismado, que no prestaba del todo atención, Ron se enojo mucho con la situación, saco su varita, estuvo a punto de apuntarle a las chicas, pero Harry y Hermione lo evitaron, diciéndole que no valían la pena, nada de ellos valía la pena, Ron al ver los hermoso ojos de su amiga, se calmo, desde hace un tiempo Hermione le gustaba mucho al pelirrojo, pero no se animaba a confesarlo.

-¿Oigan chicos, vieron a Malfoy? –Harry les dijo en un susurro

-¿Para que quieres que lo vea?, sigue igual de feo –Ron contesto

-No Ron, Harry se refería a la cara que trae últimamente Malfoy, cada día se ve más pálido –Hermione de reojo vio a su compañero de Slytherin

-Así es, estoy seguro que anda en algo malo –Harry le siguió – Malfoy es un mortifago

-Harry, ya deja ese asunto, si el director no ha hecho nada, es por algo, deja de preocuparte –Hermione le regañaba por milésima vez

Vaya que Draco estaba mal, aun seguía pensando la manera de matar al director, siendo una orden del señor oscuro, no podía evitarla, cada día se sentía peor y no eran de mucha ayuda, su tía y Snape, estaban constantemente sobre él, ya estaba cansado y deprimido, pero él era un Malfoy y no podía mostrarse débil.

En el despacho del director, dos hombres mostraban una cara que reflejaba angustia, miedo y un gran dolor, uno de ellos era el profesor de pociones, Severus Snape un hombre con un pasado de dolor y sufrimiento, el otro era el Director Albus Dumbledore, ese hombre que deseaba que acabara la guerra en la que él tomaba parte y para gran dolor, también muchos jóvenes.

-¿Dumbledore, tenemos que hacer algo? –Severus se movía de un lado a otro en la oficina

-Lo sé Snape, la única solución que tenemos es la misma –Dumbledore, lo veía a través de sus gafas de media luna

-No, tiene que ver otra forma –En la mirada de Snape se mostraba esa angustia

-¿Dame alguna solución? –Dumbledore se levanto, fue a acariciar su fénix

-No sé, pero no puedo hacerlo –Snape, se sentía impotente

-Severus tú tienes que matarme, no permitas que el alma del joven Malfoy se corrompa, y las de sus compañeros, sabes que si Draco falla, todos los de tu casa sufrirán las consecuencias –Dumbledore lo miraba con esa sonrisa dulce

-Si, el señor oscuro enfrente de todos castigara a Draco y usara a los demás para sus planes, lo peor es que sus padres no podrán evitarlo, hasta ahora solo él tiene la marca de mortifago, pero si tú no mueres habrá más jóvenes obligados, a sufrir –Snape se miraba triste ante el panorama

-¿Sabes Severus?

-Dígame profesor

-Tengo un plan

-¿Un plan?

-Si –Dumbledore, saco el des iluminador y se lo entrego a Snape

-¿Qué tiene que ver el des iluminador?

-Eso podría ayudar

-¿De verdad? ¿No veo como?

-Pretendo que después de mi muerte, se lo hagan llegar a Ronald Weasley

-¿Ronald Weasley? ¿Por qué?

-Has visto como mira a su compañera, Hermione –Dumbledore tenia cierta mirada picara

-Sigo sin entender

-Si las cosas salen como las pienso, ahora que emprendan su camino en busca de los Horcruxes, el los abandonaran (espero que no sea el caso), pero siendo así, esto lo guiara de vuelta a ellos, porque este des iluminador, te lleva donde te necesitan.

-Vaya

-Pero no solo eso, si no, que me imagino que el señor Ronald y la señorita Granger, terminaran juntos, ella siendo tan cuidadosa, guardara este objeto entre sus cosas importantes

-Sigo sin entender –Snape le miraba como si estuviera un loco frente a él, varias veces oyó decir que el director estaba loco, pero no lo creía, aunque ahora empezaba a dudar, Dumbledore, tenia una sonrisa de oreja a oreja, su mirada mostraba un brillo especial, como cuando alguien comete su mejor travesura.

El director veía a su colegio tranquilo, aunque en el ambiente se sentía la tensión, espero al término de la comida y se levanto, pidiendo la atención de todos

-Jóvenes –Dumbledore comenzó –Dado las circunstancia en que se encuentra el mundo mágico, quiero que todos tengamos una fiesta para Navidad, me gustaría que olvidáramos por un momento, esta guerra, y se pueda disfrutar de una noche, solo para ustedes –Al terminar, el comedor completo grito de la emoción, las chicas no podían creer que nuevamente podrían usar un vestido de gala, o que alguien las invitara, los chicos sufrían esa parte.

El trio dorado, junto con sus amigos, Ginny, Neville y Luna, prefirieron ir juntos, sin la necesidad de invitar a alguien o de igual manera, esperar que alguien te invite, todo el colegio se preparaba, el día se acercaba y la emoción era palpable, claro muchos de Slytherin no tenían buena cara, pero aun así disimulaban lo mejor posible. Durante los días de los preparativos, no vieron por ninguna parte a su director, pero las cosas seguían su curso.

El gran día llego, todos comenzaron a llegar al comedor, las chicas tan lindas con sus mejores vestidos, ellos elegantes.

Harry entro al comedor con sus amigos, todos ellos se sorprendieron de ver a todos los Weasley, El señor Arthur, los gemelos, Charlie, Bill y Percy, lo mismo que a los de la orden del fénix, Ron estaba rojo del enojo, no sabia que hacia entre ellos Victor Krum, pero sonrió cuando vio a Fleur, y una miniatura de ella. También estaba un chico a lado de Malfoy que no ubicaron, pero tenia el mismo uniforme que Krum, este chico era alto, moreno, de ojos cafés, cabello negro, facciones finas, era un chico guapo, que provoco la mirada de varias chicas, pero él solo las miraba de arriba a bajo y les mandaba una mirada de desprecio, al igual que Malfoy, tenia esa mueca de asco.

Los chicos se acercaron a la orden del fénix, ellos comenzaron a contarles que Dumbledore, los invito con la intención de protegerlos, ya que no quería que recibieran una sorpresa desagradable, por parte del señor obscuro, y también porque en la fiesta estaba algunos padres de los jóvenes, entre ellos Narcissa Malfoy, aunque todos sabían que su marido estaba en Azkabán, ella se mostraba orgullosa y altiva, lo mismo que su hijo.

Conforme la noche avanzo, se enteraron que Victor Krum, ahora pertenecía a la orden, después de saber lo que era su director busco a Dumbledore para asegurarse si en verdad fue un mortifago y claro de saber que en la orden estaba Hermione, quiso unirse. El otro chico que también portaba su uniforme de Dumstrang y estaba todo el tiempo con Malfoy era Rolf Scamander, el nieto de Newt Scamander autor del libro ¨Animales Fantásticos y donde encontrarlos¨, por eso mismo, era un chico arrogante y engreído, tratando mal a muchas chicas y chicos, solo a los de Slytherin, soportaba.

Snape, se dirigía al despacho del director por cuarta vez, pero estaba vez no fue necesario llegar a la oficina, Dumbledore ya venia en camino

-Tardo mucho –Snape le recriminaba

-Lo sé, Severus, pero esto no funciono como pensé –En su mano sostenía el des iluminador

-Se lo dije, su idea era absurda

-Creo que esta vez, tenias razón, ni modo, vamos al comedor, se me antoja un pastel de calabaza – La sonrisa de Dumbledore, era triste

-El que intentara traer cosas del futuro, no es fácil –Snape, desde que oyó la descabezada idea del director, no creía que eso era posible, según Dumbledore, Hermione Granger guardaría ese artefacto como algo valioso, entonces Dumbledore, teniendo el de pasado, haría traer el del futuro, junto a las cosas que tenia cerca, de esa manera él podría saber si las cosas, que estaba haciendo tendrían el final que el espera, se había pasado desde el anuncio de la fiesta, intentando hacer regresar el des iluminador del futuro¸ pues en la fiesta tenia ganas de decirle palabras de aliento a todos los alumnos como Dumbledore siempre hacia, solo que ahora quería conocer un poco del futuro, para sentirse seguro al hablar.

-Estoy preocupado Severus –Dumbledore saco de sus pensamientos al profesor de pociones

-Yo también lo estoy –Snape le miraba molesto

-¿Y si la señorita Granger muere o el señor Ronald, si perdemos esta guerra? – Dumbledore al ver que no funcionaba su plan, estaba preocupándose por esos jóvenes, que la verdad arriesgaban su vida todo el tiempo.

-Dumbledore, el que no haya funcionado su plan, no significa del todo que las cosas acabaron mal –Vaya ni Snape, sabia de donde habían salido esas palabras de aliento, él que era menos optimista en toda esta guerra era él.

-Si tienes razón Severus, tengamos esperanzas de que las cosas saldrán muy bien –Con una sonrisa renovada, Dumbledore iba al comedor, Snape con una mueca de fastidio también renovada camino a lado del director.

La música a alto volumen, la comida a punto de acabarse, pero el animo de los chicos en su punto más alto, disfrutaban esa noche, antes de volver a su hogares, mañana temprano saldría el tren llevándolos a las vacaciones de Navidad. La música se detuvo de golpe, la gente dejo de bailar, todos se hicieron a un lado, haciendo un circulo en el centro, el silencio era total.


Esperemos esta historia les guste, como siempre les pedimos un reviews para saber que les parece

Los Reviews son el alimento del alma de esta escritora amateur

Anyza Malfoy