Capítulo 6

"Maldita sea, Nami, si no abres la puerta ahora mismo, voy a echarla abajo. He traído mis espadas y puedo usarlas. A la de una... A la de dos... Y a la de..." amenazo con a la puerta cerrada, acariciando el mango de la espada.

No iba a detenerse. Conocía a Zorro demasiado bien. Él haría trizas su puerta, y ella tendría que explicárselo al casero. Dio unos pasos fuertes hacia esta y la abrió.

"¡No te atrevas!" Abrió corriendo antes de termina la cuenta.

Nami tomó una respiración. Él se veía horrible. No se había afeitado, sus ojos estaban hundidos y pesados. Ella nunca lo había visto así.

"¿Zorro...qué... qué te ha pasado?"

Pasó junto a ella y entró en la sala de estar. "Todos tomamos un vuelo a casa al día siguiente, ¿sabes? Mozu, Sanji, Luffy, hasta los recién casados."

"Tía Mozu llamo por teléfono. Lamento que ellos lo hicieran. No tenía intención de arruinar su luna de miel."Zorro se rió entre dientes, pero era un sonido poco atractivo.

"Eres una maldita tonta si pensabas que no lo haríamos. Yo llamé también. Debo haber dejado cien mensajes, por lo menos. Nunca me devolviste las llamadas." Bien lo sabía ella. Habían sido 146 mensajes en el contestador.

"Necesitaba tiempo." Nami se abrazó.

"Eso es lo que dijo Sanji. Y estuvimos de acuerdo en dártelo." Él asintió, su espalda todavía girada. Caminó hacia el sofá y puso la cabeza entre sus manos.

Ella quería ir hacia él. Para colocar sus brazos a su alrededor y decirle que todo estaría bien, del modo que él siempre lo había hecho para ella. Pero se contuvo.

Ese no era más su lugar.

"¿Dos semanas, Nami? Dos semanas sin una palabra, ni tan solo un estúpido correo electrónico. ¿Y ahora haces que un abogado llame a Franky y le diga que quieres vender tu parte del negocio? ¿Nuestro negocio, Gatita? ¿El que soñamos juntos?" Él levantó la cabeza para atravesarla con sus oscuros ojos verdes.

"No me llames así. No... Más. Por favor" Le dolía mucho ese estúpido mote. Antes le molestaba igual, pero no le importaba. Ahora le traía recuerdos dolorosos. Recuerdos de ellos haciendo el amor.

"Te equivocas. Sanji se equivoca. Tú no necesitas tiempo. Y no pienso dejar de llamarte Gatita, porque eres MI Gatita. Y tú lo que necesitas es una buena zurra." Él se puso de pie, sacudiendo la cabeza.

Ella dio un paso hacia atrás. Él no lo haría. Estudió su expresión y se retiró un poco más. Oh sí, lo haría.

"Mira, Zorro, solo pienso que sería lo mejor para todos si nosotros –"

"No. No digas otra palabra. No hasta que me escuches." Él comenzó a caminar de un lado a otro. A pasearse. Zorro no se paseaba. Zorro nunca estaba nervioso. Eso es nuevo... y preocupante.

"Yo trataba de despertarte. Mostrarte cuan buenos podríamos estar juntos. Pensé que si estábamos en algún sitio extranjero, diferente, tú bajarías la guardia lo suficiente para…Diablos, no sé. Yo estaba desesperado. Todos lo estábamos. Cada día que pasaba y veía, ya fuera en ese ridículo y estúpido pijama horrendo, o con el bikini puesto, nos volvías locos. A todos." ¿Cómo? Espera un minuto.

"Zorro, ¿de qué estás hablando? Fueron Robin y la Tía Mozu quiénes planearon la carrera, ¿verdad? Tú estabas tan sorprendido como yo." Parecía que no eran ellas las culpables... pero... ¿como?

"No. Sanji y Luffy estaban tan sorprendidos como tú. Yo fui el que sugirió la idea a las demás. Pensé que tenía todas las bases cubiertas, hasta encontrando a ese chico, Shanks en la barra del barco y convenciéndolo de hacer aquella apuesta. Tú nunca pudiste resistir una apuesta." Él pasó una mano temblorosa por su pelo.

La pared de hielo que ella había pasado dos semanas construyendo alrededor de su corazón se derritió un poco. Nunca había visto a Zorro vulnerable antes. Dio un paso más cerca.

"¿Por qué?" Tenía que oírle decirlo.

"Por la misma razón de cada maldita cosa que he hecho desde que te conozco, Gatita. Por la misma razón que me levanto cada mañana esperando con ansia ir a trabajar. La razón por la cual mi corazón y mi entrepierna laten. Por ti, Nami. Porque te quiero... Te amo. Y no me pidas que lo repita. Este no es mi maldito estilo. Esto ha sido idea del romanticón rubiales ese. Si fuera por mi te arrastraría a mi cueva y te haría mía hasta olieras por completo a mí cada minuto de tu vida." ¡Que grafico! Pero dio otro paso a delante.

"¿Qué pasa con Sanji y Luffy? ¿Por qué los implicaste?"
Él captó su movimiento y se quedó inmóvil, esperando.

"Ellos te aman también, tú lo sabes. Sanji ha estado perdidamente enamorado de ti desde el baile de graduación, y Luffy estuvo listo y preparado cuando te rompiste el brazo tratando de protegerlo de Boa Hancock." Rió en silencio y él se permitió una pequeña sonrisa.

"Y tú los amas. Te conozco, Gatita. Si ellos se marcharan y se casaran tú serías desdichada. Nosotros te pertenecemos. Yo te pertenezco. Y esto es todo lo que siempre querré mientras viva."Sus ojos se empañaron. Ella finalmente entendió.

"Trataste de darme todo que quería. ¿Tanto es así que estuviste dispuesto a compartirme…con ellos?" ¿Él? ¿El ogro egoísta que no compartía nada con nadie? Giró hacia ella y tomó su mano.

"Diablos, mujer. Te hemos compartido entre los tres durante toda nuestra vida. Eso es lo que hacemos. ¿Por qué arruinar una cosa tan jodidamente buena?" La atrajo más cerca.

"¿Especialmente cuando puedes hacerla aún mejor?" dijo insinuante.

"¿Está bien Nami?" Dijo Luffy rápidamente tras abrir la puerta.

"Tu mensaje decía que era urgente. ¿Qué ha pasado?" Sanji estaba igual de nervioso.

Nami sofocó una risita mientras se ocultaba en el pasillo. Ella y Zorro lo tenían todo planificado. Desde luego, ella tenía algunas sorpresas reservadas para él también.

"Me alegro que llegaran tan rápidamente. Es bastante importante." La voz de Zorro la hizo estremecerse.

Dios, ella lo amaba. Él la había traído de vuelta a su casa, y habían pasado el día juntos. Ella lo había duchado, lo había mirado afeitarse. Se habían alimentado el uno al otro en su enorme cocina y después de terminar, él le había hecho el amor una y otra vez. Estaba sorprendida de que cualquiera de ellos pudiera caminar.

Para ella todavía era difícil creer que era real. Nami había tenido tanto miedo de perderle como amigo, que no había sido capaz de ver que él estaba listo para mucho más. Que todos ellos lo estaban.

"¿Qué diablos pasa, tío? ¿Dónde está ella? ¿Habló contigo? ¿Está bien? ¿Dónde está?" Luffy zarandeaba a Zorro muy fuerte. Estaba desquiciado.

"Hola, chicos." Sanji y Luffy giraron hacia ella, sus mandíbulas cayendo cuando vieron lo que ella vestía. Ella tuvo que llamar a la Tía Mozu para averiguar dónde podía ir uno a comprar un traje de niña traviesa. Ella pensó que era apropiado.

"Bienvenidos a casa." Torció sus coletas mientras miraba a los dos perplejos.

Ellos parpadearon en asombro mudo, y Zorro se rió a carcajadas.

"Creo que están sin habla, Gatita. ¿Por qué no los sacamos de su miseria? Hagámosles una oferta que no puedan rechazar." Ella se balanceó hacia ellos, tratando de calibrar su reacción.

"Veo que tiene otro estudiante con usted, Profesor. ¿Ha sido malo él también?" Sanji tragó de forma audible, pero Luffy comenzaba a sonreír.

"He sido bastante malo, ahora que lo mencionas." Señaló severamente hacia Nami.

"De ninguna forma cerca de lo mala que has sido tú, sin embargo, marchándote antes de que la clase hubiera terminado. Pienso que deberías ser castigada." Nami sonrió abiertamente antes de agitar sus cejas hacia Sanji.

"Es su deber como mi maestro." Caminó hacia el gran escritorio de caoba de Zorro, deslizando sus manos sobre la madera lisa, mostrando sus pequeñas bragas blancas a los hombres detrás de ella.

Oyó sus gemidos sentidos y soltó una risita, mirándolos sobre su hombro. Luffy le dio un codazo a Sanji y todos ellos se acercaron, sus hambrientas miradas enfocadas en su culo.

"Baja esas bragas, jovencita, y permanece inclinada sobre ese escritorio." Nami tembló, haciendo lo que Sanji dijo.

"Ese culo se verá mucho mejor en rosa." Esa fue toda la advertencia que tuvo antes de que la mano de Sanji bajara con fuerza sobre su nalga izquierda. Un poco demasiado fuerte.

"¡Ay! ¡Oye!" Dolía. Él agarró sus hombros y la giró.

"Te lo merecías, Nami. Hemos estado enfermos de preocupación por ti y ahora ¿quieres jugar más juegos? Cuando te marchaste esa noche pensé que después de lo que… pensé que no querrías verme más." Sanji estaba triste. Le había hecho mucho daño.

Oh, era una perra egoísta. No había pensado en Sanji. Él se había abierto a Luffy, y a ellos. Había salido de su elemento junto con ella, sólo que él no se había escapado. Y ella lo había hecho.

"Lo siento. Realmente lo hago. Yo solo tenía miedo." Arrojó sus brazos alrededor de él.

"¿Has dejado de tener miedo?" Luffy frotó su trasero gentilmente.

"Absolutamente. No me voy a ninguna parte." Ella sonrió hacia él, sus ojos llenándose de lágrimas.

"No lo hagas otra vez." Él la besó, y ella se apretó contra él con un gemido aliviado. Sanji la estrechó con fuerza, exhalando un suspiro aliviado contra su mejilla.

Amaba los besos tiernos de Sanji. La hacían sentir querida.

Especial.

"Ella está en esto para un largo plazo. Y yo también. ¿Qué dicen, muchachos? ¿Están dentro?" Pregunto a los chicos.

"¿Dices lo que creo que estás diciendo, Zorro?" Sanji se había inmovilizado a su lado, y Nami contuvo el aliento. ¿Qué dirían ellos?

"Como oyes. A Nami y a mí nos gustaría que ustedes dos se mudaran aquí. Con nosotros." Pasó un brazo por encima de los hombros de Nami.

"¿Nosotros? ¿Por cuánto tiempo?" Luffy los estudió a ambos, con sus ojos oscuros brillando.

"Para siempre. Quiero decir, no encadenados o algo por el estilo. Desde luego siempre podríamos conseguir una de aquellas cosas de hierro…pero eso no viene al caso." Se estaba yendo por las ramas... y solo se le ocurrían cosas obscenas que hacer con ellos.

"Lo que Gatita trata de decir es –" Zorro rió entre dientes.

"Te quiero." Soltó de golpe Nami.

"¿A mí?" Sanji comenzó a sonreír.

". A todos ustedes. Los quiero a los tres, y quiero que estemos juntos. Si quieren." El corazón de Nami corría. Lo sabía todo sobre ellos. Pero había una parte de ella que todavía no estaba segura de como contestarían.
Cuando el silencio se dilató en el gran estudio, Nami sintió su corazón caer hasta su estómago.

"No tienen que hacerlo. Quiero decir, eso no cambiará lo que siento por cualquiera de vosotros, y yo no les culparía en absoluto si pensaran que sería demasiado extrañ—" Luffy cubrió su boca con los dedos.

"Danos un minuto para tomar el aliento, preciosa. No puedes ofrecerle a un hombre todo que él siempre ha querido sin dejarle tener un segundo para ajustarse a la situación." Nami dio un salto, pero mantuvo la boca cerrada. Les daría tantos segundos como necesitaran. Pero ahora que sabía lo que quería, se encontró con que estaba impaciente por llegar a ello.

Sanji miró a Luffy, luego a Zorro, girando a Nami para que afrontara el escritorio una vez más, su mano firmemente sobre la parte baja de su espalda. Ella aceptó su señal y se inclinó con un suspiro sin aliento de excitación.

"¿De qué te ríes Luffy? Inclínate a un lado de Nami." Nami giró a tiempo para ver los ojos de Luffy ampliarse.

"¿Hablas en serio?" Luffy no entendía que pedía.

"Completamente". Miraba serio el profesor a su... alumno.

"Mejor haz lo que dice, Luffy." Nami meneó su trasero en la dirección de Luffy, en broma, consiguiendo una pequeña palmada de Sanji. Más suave esta vez, aprobando.

La mirada de Luffy atrapó la suya mientras se unía a ella sobre el escritorio.

Él se veía feliz. Y sin lugar a dudas excitado. Aunque estaba claro que no quería que Sanji lo supiera.

"Se bueno, Profesor. O te arrepentirás más tarde esta noche." Amenazó, con cierto brillo malvado en los ojos.

Ella miró como las manos de Sanji llegaron al frente de los jeans de Luffy, desabrochándolos con movimientos rápidos y seguros.

"Piensas eso, ¿verdad? Lo averiguaremos." Bajó los jeans, revelando la erección ya impresionante de Luffy. Sanji lo acarició rápidamente antes de dar un paso hacia atrás para ver su trabajo.

Nami presionó sus pechos, más fuerte contra la mesa, su cuerpo moviéndose agitadamente. Hacer el amor con Zorro más temprano sólo la había puesto más sensible, más excitada. En su mente, las imágenes del último desafío se repetían una y otra vez. Todos ellos juntos. Quería eso otra vez. Sanji apretó las mejillas de su culo, deslizando sus manos entre sus muslos para extender sus piernas. "Yo debería haberla expulsado de mi clase al principio del semestre, Señorita. Sabía que iban a causarme problemas. Ustedes dos." Nami supo, en el instante que él rió, que había notado el lubricante y su nuevo tapón anal que tenia puestos ya en su lugar. Era un regalo de Zorro.

"Al menos tienes todo el material escolar." Luffy resopló, y la palma de Sanji bajó sobre su culo con un golpe ruidoso.

"¡Mierda...Joder! Lo siento." Aunque realmente no lo sentía. Le gustaba realmente.

"¿Lo siento, qué?" La apertura de la tapa de la pequeña botella de lubricante sonó en el gran estudio. Sanji vertió un poco sobre sus dedos, y Nami vio como Luffy enrojecía.

"Lo siento… Profesor." Luffy lo dijo con ritintin.

"Bien. Sube sobre el escritorio, Nami. Quédate sobre tus rodillas, así está bien." Ella hizo lo que se le indicó, su cuerpo temblando. Miró sobre su hombro con fascinación. Sanji con el control era una vista excitante para contemplar.

Él la colocó con sus piernas a ambos lados de la cabeza de Luffy. Luego levantó un tapón y lo empapó con el lubricante.

"Luffy, mantén tus manos donde pueda verlas. No la toques con ninguna parte. No hasta que lo diga. ¿Entendido?" dijo muy seriamente Sanji.

"Dios. Sí, Profesor." Se veía cachondisimo a Luffy.

Ella pudo sentir su aliento sobre su clítoris cuando él habló. Tentadoramente cerca. Una parte de ella quería moverse, solo lo suficiente para sentir esa lengua mágica contra su sexo, contra su culo. Estaba tan mojada que sus muslos estaban húmedos, y sabía que Luffy podía verlo.

Sabía que él no podía arrancar su mirada.

"Debería castigarte, pero has sido tan obediente." Sanji hizo espirales con la punta del tapón anal contra su ano, humedeciéndolo con el líquido grueso que cubría el juguete.

"Yo estaría dispuesto a reconsiderar lo que has hecho y darte esa matrícula por la que mueres. Pero primero tendrás que hacer algo por mí." Pregunto moviendo poco a poco el tapón dentro.

"Lo que sea, Profesor." Luffy golpeó su frente de manera elocuente contra el escritorio, apretando sus puños mientras trataba de permanecer quieto.

Sanji usaba su otra mano para desabrochar sus propios pantalones, su erección obstaculizando su progreso.

"¿Puedo ayudarle con eso?" Estaba deseando probar eso que escondía entre las piernas.

"No sea descarada, Señorita." Añadió presión al tapón, y ella tembló.

"No, lo que quiero que hagas es mostrarme como tomas esto. Quiero follarte con ese tapón grueso dentro, mientras el culo apretado de Luffy es follado por mi polla."

"Sí, Profesor." Oh, santa mierda. Sí.

"¿Estás seguro sobre eso, Profe? Porque cuando te tenía sobre tus rodillas en la ducha esta mañana, llenándote con la totalidad de mi polla, dijiste que no estabas seguro de poder ser el que estuviera dando." Su voz se hizo baja, burlándose. "O de que eso se sintiera tan bien lo que hice para ti." Los ojos oscuros de Luffy estaban febrilmente brillantes.

Nami pensó que podría correrse antes de que alguien la hubiera tocado. El intercambio entre ellos dos la inflamó. Necesitaba más. Tomó una respiración, empujándose hacia atrás apretando el tapón. Su gemido roto consiguió la atención de todo el mundo.

"¿Impaciente, Gatita?" Zorro, quien hasta ahora había estado inusualmente silencioso, vino hacia el otro lado del escritorio, acariciando su cabello.

"Dulce paraíso, esa es una vista hermosa." Sanji empujó el tapón y la sensación fue tan poderosa que ella gritó.

Zorro besó su nariz, girando su barbilla hacia atrás hacia Sanji y Luffy. Él sabía que ella moría por verlo otra vez. Moría por verlos tomarse el uno al otro. Sanji mordió su labio a medida que presionaba su gruesa polla en el culo de Luffy.

"Sanji yo…Oh, joder, me estás llenando." La mano de Luffy se extendió para acariciar la pantorrilla de Nami, como si no pudiera evitarlo, mientras Sanji lo montaba pulgada a pulgada de manera devastadora.

"Mierda sí. Joder, Sanji…" Sanji sonrió rígidamente.

"Eso es lo que estoy haciendo, Luffy. Joderte." Él giró el tapón de Nami muy ligeramente, empujándolo el resto del camino hacia adentro.

"Estoy follándolos a los dos." Nami gimió.

Nami levantó una mano de la mesa, deslizándola entre sus muslos. Necesitaba correrse.

"Luffy, creo que nuestra mujer está necesitada." Zorro chasqueó la lengua en su oído.

Luffy, sus mejillas oscurecidas por la excitación, capturó su mirada antes de asentir hacia Zorro con una sonrisa.

"El placer es mío." Levantó la parte superior de su cuerpo y presionó su boca abierta sobre su sexo empapado.

"Oh, sí." Sus ojos se cerraron, su cabeza girando atrás a ciegas hacia Zorro mientras Luffy empujaba su lengua profundamente dentro de su coño. Y todavía no era suficiente.

"Zorro, por favor." Suplico mirando a Zorro.

"Lo que quieras, Gatita. Lo que necesites." Y él sabía. Sintió su suave polla deslizarse sobre su mejilla, su punta ya húmeda por la excitación. Su boca se abrió, y su lengua arremetió para probarlo con gula.

"Amor, sí. Dios, eso está bien." Ella espiró, llenando su boca con su polla. Allí estaba. Aquella sensación de ser tomada. Llenada dentro y por fuera. No había un nervio o célula en su cuerpo que no estuviera electrificado. Abrumador.

Luffy gritó su placer contra su sexo, haciendo eco del gemido atormentado de Sanji. Ella sintió el principio de su explosión en la base de su espina, el poder de esta haciendo enroscarse los dedos de sus pies. Gritó contra el eje de Zorro.

"Gatita, me corro. No puedo contenerme…" Él agarró su cabeza, sus caderas sacudiéndose mientras se corría en su boca. Nami tragó, adorando su sabor. De él. De Zorro.

Ella bajó hacia el escritorio, su cuerpo entero temblando con los efectos secundarios de su orgasmo. Si hubiera sabido lo que se había estado perdiendo todos esos años, los habría encadenado a todos ellos a su cama años atrás.

Sus mejores amigos. Sus amantes. Sus párpados se levantaron a tiempo para ver a Sanji darle a Luffy un lento y tierno beso, y sonrió.

"No te nos estás quedando dormida, ¿verdad Gatita?" Zorro acarició su cara, su sonrisa gentil. Cariñosa, incluso para ser él.

"No podemos permitir eso. Yo realmente esperaba con impaciencia esa zurra. El gatillo rápido, aquí presente, no pudo esperar." Luffy guiñó hacia ella, levantando una ceja desafiante en la dirección de Sanji.

"No eres muy firme para mantener la disciplina." Nami sonrió.

"Tú solo lo estás pidiendo, ¿verdad, Luffy?"Sanji extendió sus manos.

"¿Pidiendo? Rogando. Haré lo que sea para ver como Luffy te da unas nalgadas que nunca olvidarás." Nami frotó su nalga izquierda e hizo una mueca.

"No es probable que olvide la última." La sonrisa de Luffy se hizo malvada.

"Quiero decir del tipo que te hará correrte." Dijo Luffy orgulloso.

"Tú no puedes hacer a alguien correrse dándole nalgadas." Los hombres compartieron una mirada conocedora.

"¿Puedes?" Nami sacudió sus coletas, sentándose con una sonrisita feliz.

"Parece que todavía tienes mucho que aprender, Gatita. Es una cosa buena que estaremos todos aquí para enseñarte." Zorro la levantó en sus brazos, cargándola fácilmente.

Él comenzó a andar hacia el pasillo que conducía al dormitorio. Sanji y Luffy los siguieron de cerca.

"Creo que necesitaremos una cama más grande. Digo, para entrar los cuatro. Por lo menos... una XXXXL de las camas." Dijo Luffy emocionado. Nami se rió, y Zorro le dio un guiño que le dijo que todo iba a estar bien. Ella tenía de vuelta a su familia. Y tenía amor. Poco convencional, pero como la Tía Mozu siempre decía, "entre más, mejor".

The End

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Perdón por la espera, tuve compromisos y no pude ponerlo antes, pero hoy he sacado un tiempo chiquitín y traeros el final de la historia.

Espero que lo disfruten de verdad y me alegro mucho que les haya gustado.

Tengo pensado adaptar igualmente alguna historia más de este estilo. Ya saben, será como este... ficty ficty. También estoy haciendo una historia mia propia, pero de momento solo llevo un capitulo. Quiero llevar un poco más antes de mostrároslo para no tardar mucho entre un capitulo y otro.

Bueno, seguimos con la rutina de reviews:

Guest: ufff, que rica la coca cola con hielo. Lo mejor para calmar el calor. Bien hecho.^^ espero te guste el final. Al final no es triste, es bastante caliente. Un besote y espero verte en futuros proyectos.

LAotaku99: cómprame a mi otra bombona... cada vez que lo leo me pasa lo mismo. ^^ Que disfrutes del final, y espero verte en futuras ocasiones. ^^ Un besote y muchas gracias por tus comentarios. Me hacen seguir adelante.

xXKristal06Xx: ay, si yo te contará. Me encantan los cuatros, y por supuesto me encanta mezclarlos. Son tan monos. Espero que te queden uñas para morder más. ^^ Un besote enorme y muchas gracias por todos tus comentarios. Como ya he dicho, me hacéis seguir adelante con futuros proyectos. Sé por lo menos que no cae en saco roto. Disfruta del final.

Y nada más... bueno, si... GRACIAS A TODOS! Ha sido mejor de lo que esperaba. Pensaba que sería una historia un poco difícil. No sabía si iba a causar horror y asco la historia... no a todo el mundo le gusta este estilo (no soy muy yaoista, aunque algo me gusta y más si son de esta parejita.^^)

Un beso a todos y todas. Disfruten del final. Déjenme sus impresiones. Es mi droga... ¡quiero más...MÁS! Soy muy adicta, lo sé. ^^

Os quiero.

Rukia Snape.