Advertencias: sin betear, por lo tanto con errores, por lo tanto cuidado! jajaja

Disclaimer: Harry Potter pertenece a J.K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. Y AOL/Time Warner INC.

N/A: Bueno este es el final, quería hacer más pero la musa se fue y al menos quería darle un cierre apropiado para no dejarlos esperando, espero que disfrutaran y quién sabe, el Harrython se acerca y podría regresar a esta historia, un gran beso a todos los que me leyeron y comentaron, me alegraron mucho.

Amor maternal que gano una guerra.

Después de aquella vez en la Mansión Malfoy los chicos siguieron citándose de cuando en cuando, claro ahora son los niños, aunque no había un día en que Scorpius no le preguntara a su padre cuando vendrían Harry Potter y sus hijos nuevamente.

En la casa de Harry era lo mismo pero por triplicado "yo quiero jugar con las mascotas de Scorp" decía Lily, "Yo quiero jugar a los sanadores con mi nuevo amigo" decía Albus, "Quiero ir con Scorpius y seguir explorando su casa y jugar toda la tarde con él" decía James. Harry solo sonreía tímidamente sin saber que decirles, a sus retoños.

Harry decidió visitar al consultorio a su ¿novio? ¿Pretendiente? Bueno a Draco. Ya después se aseguraría de dejar en claro con Draco lo que ellos eran.

Al llegar vio la pequeña sala de esperas lleno de gente con sus pequeños enfermos, uno de ellos tenía manchas café y la piel de color rosa pastel, otro tenía una mano vendada, otra niña tosía repetidamente y así, más pequeños con diferentes síntomas.

—El que sigue— se escucho desde dentro, un señor ingreso al consultorio junto la niñita que tosía y todos se recorrieron un asiento como si estuvieran formados, eso sucedió dos veces más, Draco decía "siguiente" un paciente salía y otro entraba, todos se movían un asiento y esperaban nuevamente.

Alguien tomo asiento al lado de él y le hablo.

—Buenos días señor Potter—la voz era delicada, suave y femenina el volteo a ver, se puso nervioso al ver que era la madre de Draco.

—Buenos días señora Malfoy—contestó lo más educado que pudo sin dejando entrever un poco su nerviosismo.

—Veo que viene a visitar a mi hijo— dijo como si nada, Harry se vio acorralado, él no llevaba a ninguno de sus hijos al consultorio— tranquilo señor Potter no vine hasta aquí para juzgar a nadie.

— ¿Cómo lo supo? — pregunto Harry

—Amo a mi hijo, lo conozco, las madres sabemos muchas cosas.

—El famoso amor materno que gana las guerras

Ella sonrió amablemente.

—Su madre lo sabia perfectamente— Harry sonrió a la mención de su madre— Al parecer mi hijo estará muy ocupado— Suspiro la dama observando a los pacientes que había— Quería invitarlo a cenar con nosotros pero supongo que será otro día.

—Draco cierra a las ocho, no veo por qué no podría ir a cenar con ustedes— un "siguiente" se escucho y otra familia se fue.

—Estará cenando contigo—Sonrió encantadoramente y con el gesto detuvo las muchas excusas que Harry comenzó a decir— Esta bien, solo vine a revisar que estuviera bien aparte, merece tener una vida propia, rehacerla, por eso Lucius y yo nos fuimos de la mansión, para que Draco tuviese más libertad, claro que él se negó al principio, pero le dije que su padre y yo nos íbamos de vacaciones por un tiempo, él no sabe que ya regresamos así que apreciaría mucho su discreción.

Harry asintió bobamente— Por supuesto, pierda cuidado—

La hermosa mujer se paró de la silla y se despidió de Harry y se marcho.

Se escucho otro "siguiente" y Harry pudo notar que él era el siguiente, Draco levanto la mirada de la receta que estaba escribiendo.

—Hola

—Hola—devolvió el saludo Draco sonriendo y acercándose a Harry para besarlo suavemente— En media hora salgo

—Claro, esperare.

Harry y Draco llegaron a un restauran cerca del consultorio, nada demasiado lejos pues Harry tenía que ir a recoger a sus hijos donde los Weasley, Draco agradecía internamente el haber dejado a su hijo con Blaise y Pansy, A Scorpius le encantaba estar con su amiga Liz y se quedaba a dormir cada que podía.

El portero frunció el ceño cuando vio quien acompañaba a Harry, aun así les hizo una respetuosa reverencia y los guio a una mesa cerca de una ventana.

Cuando tomaron asiento comenzaron una plática bromeando sobre la última niña que dejo el consultorio.

—Es que la señora debió ver que era pintura mágica— comentó Draco aun riendo de la cara que puso la señora cuando había limpiado a la pequeña con un simple hechizo, quitando las "misteriosas manchas negras" Harry rio ante las expresiones que hacia Draco para contar la anécdota.

Una mesera se acerco y les tomo la orden, cuando se fue ambos platicaron un poco más, Harry puso su mano sobre la de Draco acariciándolo suavemente.

Tomo su vaso de agua y le dio un trago tratando de tranquilizarse, la charla con Narcissa le había hecho entender que necesitaba continuar, y él quería continuar, no quedarse en el "soy el no sé que de Malfoy" el ya se imaginaba las navidades con el rubio con todos los niños y jugando quidditch con los Weasley, el ya estaba mayorcito para andar tonteando con alguien, mejor ponerle seriedad a las cosas.

—Draco… veras… amm…— la mesera decidió que era el momento oportuno para aparecer con la orden y servirles.

— ¿Si? — pregunto Draco.

—oh, quisiera, bueno primero que nada quiero que sepas que me la paso muy bien contigo, pero tienes que entender que ya somos mayorcitos, no podemos andar con jueguitos bobos, los niños solo confundirían las cosas y bueno no creo que a tu familia le gustara que…

— ¿Estas terminando conmigo cuando ni siquiera somos nada?— Interrumpió Malfoy el discurso tan apasionado que Harry estaba diciendo sin respirar.

— ¿Qué? ¡No! Todo lo contrario, quiero que seamos pareja, formal… tu sabes… sin jueguitos de ¿que soy para ti, un amigo con derecho a rose, un lo que sea?

Draco sonrió

—Está bien, si quieres etiquetar la relación, acepto, ya sabes todas esas cosas de la fidelidad, y del tonteo por cartas y citas rosas y empalagosas.

— ¿Es sarcasmo o hablas en serio?

—Hablo en serio, Scorpius no me perdonaría si supiera que pude tener al "Señor Aguacate" como pareja y lo deje ir, y bueno quien no querría salir conmigo, de hecho te estoy haciendo un favor…

Harry se abalanzo sobre el rubio callándolo, pensando que a partir de ese momento que cada que Draco deje salir su narcisismo él lo callaría con un beso, las personas del restaurant comenzaron a aplaudir.

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Esa noche Narcissa llego sonriente a la casa nueva que compro su marido.

— ¿Por qué tan feliz? — pregunto Lucius cuando la vio.

—porque tu hijo es feliz

— ¿Te lo dijo?

—no, Yo lo vi, en un restauran comiendo con una persona que se desvive por él.

El matrimonio se sonrió mutuamente, ella pensó que cuando Lucius se enterara de quien era la nueva pareja de su hijo le iba a dar un ataque, así que solo dijo.

—Quizá deberíamos tomarnos otro mes de vacaciones— "Así yo te preparo para la noticia y tu hijo disfruta otro mes para conocer mejor a su pareja" pensó finalmente.

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Draco sonrió dentro del beso, si definitivamente ese era su año, la serpiente había alcanzado otro de sus objetivos, ahora solo debería de lograr que Potter se mude con todo e hijos a la mansión Malfoy, eso ya vendría con el tiempo, de mientras se ocuparía de disfrutar lo que la vida le había dado.

A su familia que lo apoyaba en todo, su carrera en progreso, un maravilloso hijo que adoraba y ahora se sumaba una pareja con otros tres hijos.

El año siguiente sería muy difícil de superar la felicidad que este año había traído pero con Potter en su vida eso sería pan comido.

Fin.