Prologo: Destino

No importa que tanto llores y que tanto te culpes, el tiempo no puede recuperarse

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La brisa del viento soplaba con tranquilidad aquella noche, sus ojos ámbar se habían concentrado en la inmensidad de aquel hermoso árbol de cerezo que danzaba al compás del aire. Se encontraba perdido después de haber caminado guiado por su curiosidad infantil de apenas 7 años, pero al parecer eso le importaba poco al sentir el murmullo de la noche en sus oídos acompañados de aquellos arboles que deleitaban la vista de cualquiera.

Se quedo observándolos por casi media hora, a un preguntándose mentalmente donde se encontraba. Después de todo la ciudad de Tokio era demasiado grande para un niño indefenso como él.

Bonitas flores ¿no?–Susurro una suave voz que en si el menor no le había prestado atención, sus ojos solo se concentraban en el danzar de los pétalos del gran árbol de cerezo. – ¿Te gustan mucho las flores de cerezo?–La voz volvía a insistir, el peliazul como acto de reflejo movió su cabeza observando un rostro oscuro, sin poder reconocer más allá de su nariz.

Si…–Contesto el de ojos ámbar al desconocido chico que parecía un año mayor o dos que él, aun sin revelar su rostro.

¿Sabías que…hay cadáveres enterrados bajo el árbol de cerezo?–La voz volvió a llegar a sus tímpanos, esta vez captando su atención por completo, una sonrisa tenue se había dibujado en el rostro del desconocido. El de ojos ámbar por consiguiente sintió que la curiosidad lo invadía por completo.

¿Cadáveres?– Cuestiono el de cabellos largos con algo de dolencia en su voz. El desconocido enmarco una mueca divertida acercándose más a él.

Es por los cadáveres enterrados bajo las raíces que el cerezo florece cada año– Afirmo. El de ojos ámbar lo miro sorprendido mientras observaba al otro chico tomar con sus manos varios de los pétalos que caían alrededor de su cuerpo. –Los pétalos de cerezo con naturalmente blancos…tan puros…como la nieve fresca– susurro con voz tenue, el menor de ambos parecía no comprender lo dicho. Acción que solo hizo bufar al desconocido divertido– ¿Bueno Kazemaru…Sabes por que los pétalos de los cerezos son rosadas?–le cuestiono, el de cabello azul negó mirándolo fijamente en señal de que le diera una respuesta. –Es porque el cerezo se alimenta de la sangre de los cuerpos que están enterrados debajo del. Interesante ¿No?–Término de hablar. Kazemaru lo miro preocupado, con su corazón latiendo con violencia y sus ojos cristalizados.

Pero… ¿acaso la gente del árbol no sufre?–Murmuro el peliazul con lagrimas rebeldes en sus ojos, no podía aceptar que una persona sufriera…por que las personas no merecían sufrir…nadie lo merecía. El joven junto a él se quedo sin habla por unos segundos para pasar a sonreír algo cínico y divertido observando la preocupación del de ojos ambarinos.

Hagamos una apuesta…–susurro el desconocido acercándose al menor para posar ambos manos en sus mejillas y mirarlo fijamente a sus ojos –Cuando tú y yo nos volvamos a encontrar….

El viento Soplo con fuerza logrando mecer su largo cabello y todos los pétalos que se encontraban el piso, el menor cerró los ojos y su audición fue nula sin poder entender lo que el chico frente a él le decía. Parpadeo varias veces tratando de entender mas todo era en vano.

Perdón…yo el viento…no puedo escucharlo…–trato de alegar mas fue demasiado tarde, sintió un leve y frio contacto en una sola de sus mejillas observando al chico que se encontraba justo frente a él mover los labios sin entender del todo lo que decía.

Así que hoy te dejare marchar…–indico por último el ente dándole la espalda, marchándose con una leve sonrisa en sus labios.

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–"Ese niño dijo que había cadáveres enterrados debajo del árbol de cerezo…el dijo que era por eso que crecía tan hermoso pero…aquel chico que dijo eso con una sonrisa en sus labios ¿quién era? ¿Por qué no lo recuerdo?..."

La alarma comenzó a sonar con fuerza, sus ojos ámbar se abrieron con rapidez haciendo que su pulso se acelera de sobremanera, su mano busco con audacia aquel aparato infernal que lo había levantando tratando de apagarlo rápidamente para terminar con la tortura en sus tímpanos.

– ¡Kazemaru apaga eso ya!–Espeto un Peliverde de tez morena que dormía en una litera al lado de la suya. El de ojos ámbar sonrió logrando apagar el aparatito que maldecían todas las mañanas.

–Ya es tarde Midorikawa…el colegio…–Le acoto el peliazul cambiándose a velocidad luz. El peliverde Bufo molesto levantándose para seguir con pesadez los pasos del Ichirouta.

Salieron con rapidez con sus maletas colgadas y sus largos cabellos desordenados por el poco tiempo que tuvieron en arreglarlo. Midorikawa iba un poco más atrás que el ojiambar con una barra de pan en su boca alegando que al menos hubieran comido el desayuno. Kazemaru sonrió para seguir corriendo con fuerza para no llegar tarde el primer día de colegio. Su paso se hizo más lento al deslumbrar la entrada de aquel templo de aprendizaje donde estudiaba observando los imponentes arboles de cerezo que hacían un camino hasta la puerta. Sin poder evitarlo el sueño de hace unas horas se hizo presente en su mente.

–"Solo por esta vez te dejare ir Kazemaru…"– Es voz retumbo en su cabeza, sin poder evitar pensar a un más a fondo el recuerdo completo de aquel encuentro.

–"Aquel encuentro fue hace mucho tiempo…pero ¿fue un sueño o fue real?..."–Pensó el peliazul a sus adentros, sin poder evitarlo o ver por dónde iba tropezó siento atrapado de inmediato por unos brazos que rodearon fuertemente su cuerpo evitando que hiciera contacto con el piso. Midorikawa llego enseguida preocupado por el estado de su amigo. –Quien era ese hombre…–soltó en un leve susurro sin siquiera haberse percatado de lo que había pasado o la situación en la que estaba.

– ¡He! ¡En quien estas pensando cuando tienes a Endo! ¡Kazemaru Adultero!–Menciono el de pelo verde acercándose a la escena. Kazemaru parpadeo varias veces sin entender a lo que se refería el peliverde. Su mirada evoco hacia arriba dándose cuenta que era sostenido por un castaño de ojos marrones y una vivaracha sonrisa en sus labios.

–Yo lo siento Superior–se disculpo con rapidez Ichirouta alejándose el mayor que lo miraba atentamente sin quitar la sonrisa en su boca.

–No te preocupes Kazemaru…

–No ¡mejor celebremos el primer encuentro casual de este año de Kazemaru y Endou!–vocifero Midorikawa revoloteando un poco alrededor de ambos. – ¡Kazemaru es tan torpe! Pero créeme el haberlo visto caer justo en la entrada y tu evitándolo no tiene precio…fue tan romántico~–Menciono emocionado como si hubiera presenciado la mejor escena de la historia. El peliazul ante eso solo pudo sonrojarse y desviar la mirada. A veces Midorikawa hablaba demasiado.

–Lo siento estaba distraído, además no podía quietar la vista de la entrada…creo que se me olvido mirar mis pies–Se justifico el ojiambar. Ante eso el moreno rio de forma audible ocasionando que el peli azulado se sonrojara mas.

–Endo… ¿de verdad te enamoraste de un tonto como este?–Siguió riendo el peliverde, Endou solo miro a Kazemaru sonriendo. –Regresando al tema ¡De que Chico hablabas Ichirouta!– le exigió el chico de ojos negros a su amigo el cual solo tembló levemente mirando a ambos.

–Déjalo Ryuuji–indico el castaño con falsa tristeza–Después de todo solo soy un simple Estudiante de universidad y portero del equipo de soccer que no puede ser pareja de mi hermoso y joven conocido en toda la ciudad Kazemaru…

– ¡Superior!–le reprendió Kazemaru nervioso y sonrojado por los halagos repentinos del portero, Midorikawa y Endo solo pudieron sonreírle divertidos.–Eso no es verdad…Ser estudiante y capitán del equipo de soccer es sorprendente.

– ¿De verdad crees eso Kaze?

–Absolutamente–Indico el peliazul firme sin dudar de sus palabras.

–Me siento aliviado– suspiro el de cabello marrón – En ese caso… ¡Fijemos la fecha de nuestra boda Kazemaru!–Resoplo Endo emocionado. Ichirouta solo sonrió nervioso ante aquello

– ¡Pe…pero yo soy hombre!–Se negó con rapidez el menor.

–Eso ya lo sé Ichirouta…

–Deje de bromear superior–Resoplo con fuerza el chico peliazul tragando saliva con dificultad a un no asimilaba como el capitán del equipo podía decir aquello tan fácilmente.

–Pero si yo realmente te amo Kazemaru–susurro el castaño acercándose con tremenda velocidad al rostro del chico. El de cabello azul por instinto retrocedió algunos pasos nervioso.

–Le dije…deje… no bromee así por favor–Pidió con tono suplicante el de ojos ámbar desviando su mirada.

– ¿Me ves como si estuviera Bromeando Ichirouta?–Susurro en su oído con una leve sonrisa y un deje de seriedad que pocas veces se veía en el portero. –Yo soy hombre y tú también eres un chico Kazemaru, eso ya lo sé…–Comento Endou tomándolo del mentón para que lo mirara a los ojos. El de cabellos largo tenso su cuerpo sin poder evitar mirar aquellos ojos hipnotizadores que parecían atraparlo y dejarlo sin habla. –Solo resulta que…De la persona de quien me enamore es un chico. –susurro de nuevo cerca de su rostro. Kazemaru se sintió morir de vergüenza cerrando los ojos con fuerza, mas su cuerpo se tranquilizo al sentir como el castaño portero se alejaba y sonreía como bobo. – Aunque si lo miras de otro punto un hombre que ama a otro hombre puede llegar a sonar algo pervertido. –Acoto con una leve risa en sus labios.

–Sin importar como lo pongas eres un pervertido Endo–Gritoneo Midorikawa señalándolos divertidos. Kazemaru solo se sonrojo de nuevo ante el comentario. –Solo los chicos raros se enamoran de otro hombre~–Hablo serio cerrando sus ojos con una mano en su mentón. Endou solo pudo reír divertido ante ese comentario – ¡Pero! Yo no voy a separarlos…ustedes tienen mi bendición~–Les apunto haciendo unos ademanes algo exagerados con sus manos y el mismo entusiasmo que siempre lo caracterizaba. El portero se acerco riendo a mido algo divertido por la situación.

– ¿Y eso porque Midorikawa?–Le cuestiono inmediatamente el de ojos marrones, mido alzo los hombros como restándole importancia.

–Porque es entretenido~–Sonrió el peliverde. Kazemaru suspiro cerrando sus ojos mientras su mano iba a su rostro, su cabeza comenzaba a dolerle y todo a desenfocarse un poco, miro a Endou y al moreno obteniendo una sonrisa de ambos en forma de tranquilizarlo, mas a su mente acudió la sombra de aquel chico en su sueño. –"¿Quién era él?"–Pensó mirando fijamente a sus dos compañeros los cuales conversaban alegremente –"Ahora que lo pienso de alguna manera se veía como Endo"–Pensó fugazmente negando varias veces con su cabeza, el cansancio le estaba haciendo daño y demasiado para su gusto.

Su vista se dirigió nuevamente a los cerezos, sientiendo el aire soplar como hace 8 años en aquella noche oscura de la ciudad de Tokio podía percibir los mismos olores, las mismas emociones…sus sentidos desarrollados al máximo como clarividente, exorcista y demás poderes ocultos se lo permitían.

Kazemaru Ichirouta era el decimo tercer líder del clan ocultista mas grande de Japón…y no era un secreto ni mucho menos, de hecho se podría decir que toda la gente lo sabía, era reconocido e inclusive alabado por su trabajo para el cuerpo de policía del país y gobierno proporcionando pistas y piezas fundamentales en los grandes casos donde el crimen era casi "perfecto" el podía ver más allá de lo normal…y sentir en carne viva lo que había pasado la persona o los verdaderos hechos en el lugar en cuestión donde habían sucedido el crimen. Muchos le preguntaban si podía leer la mente o controlar a alguien si así lo deseaba…la respuesta seria "me es posible" pero jamás la daría, porque fue la única habilidad que siempre se rehusó a desarrollar…la veía inservible desde su punto de vista. Muchos solían preguntarle el por que siempre usaba aquellos guantes blancos en sus manos…el solo solía sonreír y afirmar diciendo que desde que tenía memoria se había hecho un habito tenerlos, pero… los tenia por protección y por orden directa de la cabeza actual del clan, no recordaba el por que, mas admitía que le eran de gran ayuda al momento de tener contacto con las personas, evitando husmear en su mente y enterarse de cosas que no quería ni debía enterarse…Cuando veía en la mente, recuerdos y corazón de la gente se daba cuenta de lo triste que era la vida para la mayoría de los humanos…y el sufría, se atormentaba por no poder hacer nada por ayudarlos.

–Son hermosos ¿cierto kaze?–Cuestiono Midorikawa sacándolo de sus pensamientos, el chico le dirigió la mirada y justo después miro el árbol más grande de cerezo que estaba justo frente a ellos.

–"El cerezo es hermoso pero da miedo"– Pensó nuevamente el peliazul Perdiéndose en los susurros del aire que recibían a los alumnos de nuevo ingreso, sonrió levemente pasando uno de sus largos mechones por detrás de su oído –"Ese cerezo el de mi sueño era tan hermoso como este…era tan perfecto… ¿en que parte de la ciudad estaba?"–Se cuestiono nuevamente, sin poder sacar aquella escena en su cabeza, por más que lo intentaba cada vez que le atormentaba ese sueño pasaba lo mismo durante todo el día –"Esa persona… ¿cómo supo que había cadáveres bajo el cerezo?… ¿Quién era ese chico?".

– ¿Que pasa Kazemaru?–Pregunto Endou acercándose el peliazul el cual se encontraba distraído observando directamente el árbol.

–Este árbol…–Apunto el peliazul casi como si hablara para sí mismo –Es raro…los otros están apenas a medio florecer y este…ya está cubierto de flores…–Pronunció en un murmullo logrando alcanzar con sus manos una de las ramas de ese mítico árbol.

–Tu deberías saberlo Ichirouta…–Susurro la voz de Endo por lo bajo Afilando su mirada y ocultándola en parte bajo su flequillo– es porque hay cadáveres debajo de ese cerezo…

– ¿Ah?–resoplo algo sorprendido el peliazul dilato su mirada y ver el semblante del castaño mirándolo fijamente mientras una de sus manos se posaba en el gran tronco de madera del lugar. El viento insistió en soplar mientras ambas miradas se conectaban con rapidez y al menos en su casa su corazón se aceleraba.

–"Ese…ese no era Endo…Endo se veía completamente diferente"–Se regaño mentalmente negando lo que escuchaba…Su mente le debía estar jugando una mala broma.

– ¡Kazemaru, Endo! ¡Las clases están por comenzar!–Alardeo Midorikawa quien iba unos metros delante de ambos alzando la mano en señal de victoria y sonriendo para darles la espalda.

–Kaze, ¡Mido nos espera!–Rio divertido el castaño tomando al chico de la mueca corriendo rápidamente a hacia la puerta principal de aquel gran edificio

–"¿Qué me paso hace un rato?"

Las campanas comenzaron a sonar, Kazemaru sonrió al frente corriendo con toda la fuerza que tenía el viento de abril volvió a azotar con fuerza los arboles mientras un nuevo inicio del año escolar se hacía presente para los protagonistas de esta historia…

"Así que Por hoy te dejare ir…Kazemaru"

Fin del Prologo.

Continuara…

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He aquí el inicio de esta inquietante historia…creo que no hay que ser unos genios para deducir ciertas cosas ¿no? la verdad desde hace tiempo quería escribir algo así y la idea y el tiempo ¡se me dio! Aunque claro por este fic me veré obligada a dejar los once shot por un rato y dedicarme por completo a este que les aseguro les gustara a cualquier fanático del EnKaze o bien del KiMidori inclusive les prometo que como les dije a varias y varios amigos míos les hare llorar lagrimas de sangre –Metafóricamente hablando– También pormeto actualizar como mínimo entre 3 y una semana.Este shot va dedicado a MidorikawaXRyuuji (Kone) SionFujimori (hombrecito) y EndouKida (Mayuu) principalmente a esta ultima que ha sido mi roleer de la vida~ En fin ¿que les pareció? ¿Merece un comentario? ¿Critica? Lo que sea será buen recibido y recuerden que sus comentarios son los que impulsan a un escritor a seguir escribiendo.