Hola :) nueva historia, que como ya se me hizo costumbre es de mi pareja favorita (Yamakari), sin embargo, quiero integrar otras, las que he considerado hasta el momento son Takari, Taiora, Sorato y Michiro, aunque puede que surga alguna otra eventualmente.

Disclaimer: Digimon es propiedad de Bandai y Toei animation, no hago esto con fines lucrativos


CAPÍTULO 1: Un conflicto entre hermanos

Era el primer día de clases. Lejos habían quedado aquellos tiempos en los que ocho jóvenes fueron transportados por primera vez a otra dimensión, conocida como el mundo digital, en aquel lugar habían vivido innumerables aventuras y tras su primer viaje se vieron obligados a volver para salvarlo por segunda vez, sin embargo, en ese entonces contaban con la ayuda de nuevos amigos. Cuatros años después, la paz ha vuelto a reinar entre ambos mundos y todo transcurre con tranquilidad. Ya no se enfrentan a digimons ni intentan salvar el mundo, sino que cada cual lucha con sus propios problemas día a día, los típicos problemas de un simple adolescente. Pero luego de tantas aventuras y embrollos, los lazos de amistad se han vuelto indestructibles, y aunque cada uno haya tomado su rumbo, sus vidas están inevitablemente unidas.

- Buenos días – sonríe una joven al bajar las escaleras y su madre le responde desde el comedor. Hikari Yagami, la más joven del grupo, se alista para marcharse a la escuela, hoy comienza su décimo grado.

- ¿Cómo amaneciste, Hikari?

- Bien… ¿acaso Tai todavía no baja a desayunar?

- No, estaba apunto de subir por él…

- Déjalo, voy yo…- se ofrece ella con una media sonrisa – Algunas cosas nunca cambian – piensa mientras sube las escaleras.

Efectivamente Taichi Yagami duerme profundamente en su cama, y hoy es su primer día de universidad, no puede darse el lujo de llegar tarde.

- ¿Hermano?... ¡hey! Despierta… se te hace tarde para ir a clase…

- ¿Qué?... ¡no puede ser! – protesta moviéndose entre las sábanas

- ¡Vamos! No seas holgazán, si no te levantas en cinco minutos mamá subirá por ti… y no será agradable… - advierte cerrando la puerta de la habitación, y sabe que esa es amenaza suficiente para despertarlo.

Quince minutos después su hermano baja recién duchado y vestido con un pantalón y una sudadera.

- ¡Hijo! Hasta que al fin te levantas…- le reprocha Yuuko.

- Todavía es temprano, no veo el problema…

- Es tu primer día… pensé que estarías ansioso…

- Lo estoy… pero se supone que me juntaré con Matt y Sora a las nueve… media hora antes de la ceremonia de inicio de año…

- Será bueno que conozcas a alguien… ¿vas a desayunar?

- Claro, todavía tengo tiempo…

- Yo ya me voy…- interrumpe Hikari, tomando la mochila de la silla.

- ¿No me esperarás?

- Quedé de juntarme con T.k. antes de que comiencen las clases y ya voy atrasada…

- ¿T.k.?...¿es que acaso no puedes estar ni un minuto separada de él?... ¡pasaron casi todas las vacaciones juntos!

- Vamos, Tai… no empieces con eso… tú te pasas todo el día con Matt y Sora…

- Eso es diferente… nosotros somos amigos…

- ¿Y qué se supone que somos T.k. y yo?... hemos sido amigos desde que nos conocimos en el digimundo, igual que ustedes…

- Él no tiene buenas intenciones contigo…

- ¿Ah, si?... ¿acaso tienes pruebas? – preguntó ya exasperada por la situación, su hermano era un celoso y un neurótico, lo amaba, pero algunas veces simplemente la sacaba de sus casillas, principalmente cuando se ponía en plan "ese chiquillo quiere aprovecharse de ti", muy pronto cumpliría 16 años, pero él seguía viéndola como una niña, y eso la fastidiaba.

- Ninguna, pero…

- ¡Ya basta! – afortunadamente su madre detuvo lo que amenazaba con convertirse en una discusión sin sentido – Hikari ya es lo suficientemente grande para elegir a sus amigos… además, conocemos a ese chico desde hace años, es el hermano de tu mejor amigo…

- Pero…- intentó rebatir Tai, pero nuevamente fue silenciado por Yuuko.

- Nada de peros… fue suficiente Taichi…

- Gracias, mamá… ya me voy, hasta luego – se despidió la joven dándole un beso – adiós hermanito…- murmuró cerca de su oído con un tono cantarín antes de plantarle un beso en la mejilla, aquella mañana había ganado ella.

Salió de casa y caminó tranquilamente por la vereda, la mañana estaba despejada, seguro que sería un buen día. Justo en ese momento divisó una cabellera rubia en la esquina, y cuando se acercó lo suficiente, recién se percató de quien era.

- Buenos días Yamato- sama…- saludó con una sonrisa.

- Buen día Hikari-chan… ¿ya te vas a la escuela?

- Así es… mi hermano aún está en casa, pensé que se juntarían en la universidad…

- Ese era el plan, pero creí que podría atrasarse, así que preferí venir por él…tú entiendes…

La chica se rió ante su comentario. Matt siempre había sido el más responsable y maduro de ellos tres, Tai y él eran inseparables pese a ser tan diferentes, pero quizás eso era lo que más los unía, el rubio era "la voz de la razón" y su hermano… bueno, seguro aportaba algo distinto. Sonrió ante su reflexión interna.

- Si te apuras lo encontrarás desayunando…

- Está bien, no te quito más tiempo… por cierto, Takeru salió antes que yo, así que seguro que te lo encuentras en la escuela…

- Bueno, será mejor que me apresure… suerte en tu primer día…

- Gracias, nos vemos Hikari…- sonrió el mayor besando ligeramente su mejilla y la muchacha comenzó a correr hacia la secundaria, por suerte quedaba cerca.

- ¡Hey, chicos! – llamó Sora, agitando los brazos en el aire – ahí están… pensé que no llegarían a tiempo – dijo cuando ambos la alcanzaron en medio de la multitud de nuevos estudiantes.

- Sentimos la demora, pero Tai no estaba listo cuando fui por él – le informó Matt.

- No me sorprende…- sonrió su amiga.

- ¿Por qué siempre me echan la culpa a mí?... –preguntó Tai de mal humor.

- Sólo es una broma, no te pongas así…- se disculpó el rubio – además, si llegamos a tiempo ¿no?

- Como siempre, justo a tiempo…- asintió la chica – tenemos que ir al salón de eventos, el rector dará la bienvenida y luego comenzarán las clases…el almuerzo es a la una, así que podremos juntarnos a esa hora.

- Perfecto, vamos de una vez…- concluyó Tai y se introdujeron entra la masa de jóvenes para hallar un buen asiento.

Los tres habían sido aceptados en la universidad de Tokio, aunque cada uno había elegido un área distinta. Sora estudiaría diseño, Matt había optado por aquello que siempre había llenado su vida: la música, y para sorpresa de todos, Tai había decidido estudiar relaciones exteriores, sus vidas cambiarían a partir de ahora, pero estaban seguros de que todo sería más simple si permanecían juntos.

- Secundaria Odaiba -

- ¡T.k.! – gritó Kari desde el portón de entrada. Su amigo se giró en ese momento y le sonrió.

- Kari… ¿cómo estuvieron tus vacaciones? – preguntó abrazándola.

- Muy bien, pero te extrañé mucho…

- Pero que exagerada eres, si nos vimos la semana pasada…

- Eso es demasiado tiempo…- dijo con tono melodramático.

- Pues ahora estaremos todo el día juntos… y sin hermanos que nos molesten…

- ¡Tienes razón!... este año definitivamente será genial…

- ¡Hola chicos! – saludó animosamente alguien a sus espaldas.

- ¡Yolei! – gritaron ellos al mismo tiempo.

- Te extrañé – dijo Hikari atrapándola en un abrazo.

- Yo también te extrañé Kari…llegaron muy temprano hoy…

- Le dije a T.k. que llegara a esta hora para que charláramos un poco… podemos ir al patio, no ha de haber casi nadie…

- Entonces vamos…- sonrió su amiga y los tres atravesaron las puertas de entrada.

El año escolar había iniciado y todos estaban emocionados por las sorpresas que traería.

Pasaron el resto del día conversando con sus amigos y asistiendo a las clases. Para ser el primer día los profesores ya los habían llenado de un montón de deberes, pero estaban tan felices comentando entre todos lo que habían hecho en las vacaciones que no les importó demasiado.

- Chicas, parece que este viernes será la primera fiesta del año…- comentó Amy acercándose a sus amigas.

- ¿Cómo sabes? – se interesó Sakuma.

- Ayaka está organizándola… acaba de invitarnos…- dijo enseñándoles cinco entradas – es por el inicio de curso…- se explicó luego.

- Suena entretenido… deberíamos ir – se animó Haruhi.

- Un poco de diversión no está mal…- sonrió Yolei.

- ¿Qué dices Kari?... ¿vendrás? - preguntó Amy.

Las cuatro se giraron hacia la castaña, quien las observaba titubeante.

- No lo sé chicas… tengo que pedirle permiso a mamá…

- Sólo es una fiesta, no creo que haya problema… - la tranquilizó Yolei - ¡anímate!...

Todas la miraban expectantes, la verdad la idea parecía divertida, nunca había asistido a una fiesta, porque Tai siempre estaba ahí para decirle que esa clase de cosas no le convenían, pero este año su hermano no estaba.

- Vale… le preguntaré esta noche… ¿está bien?...

- Genial… lo pasaremos muy bien, en serio…- les aseguró Amy y en ese momento sonó el timbre que indicaba el inicio de la última clase del día.

Cuando volvió a sonar el timbre, una hora después, recogió sus cosas rápidamente para marcharse, y entonces apareció T.k.

- Kari… ¿nos vamos juntos a casa?

- Claro… enseguida te alcanzo…voy a despedirme de las chicas…

- Está bien…- asintió el rubio dirigiéndose hacia la puerta.

- ¡Hasta mañana! – se despidió Hikari, sonriendo con naturalidad e ignorando las miradas cómplices que le dedicaron sus amigas. Hace tiempo que habían comenzado a decirle que Takeru y ella habían sido amigos demasiado tiempo y quizás era hora de intentar algo más, la mayoría de las veces las ignoraba, pero en ocasiones se quedaba pensando en lo que decían.

Sólo es cosa de verlo… siempre está pendiente de ti… ya crecieron, es normal que se sientan diferentes. – había dicho Haruhi en una oportunidad.

Pero ella no sabía cómo se sentía al respecto o si le gustaría tener algo más, la idea la inquietaba y la confundía, ¿acaso T.k. estaría interesado en algo más que su amistad?, no se atrevía a preguntárselo y por más que lo pensaba no lograba saber qué sentía por el rubio, siempre habían sido amigos y eso siempre había estado bien, nunca se lo habría cuestionado si las chicas no lo hubieran insinuado.

- ¿Estás bien, pequeña Kari?- se sobresaltó cuando escuchó esa voz al atravesar la puerta. T.k. estaba esperándola apoyado en la pared.

Luego del susto, se dio cuenta de lo que había dicho y frunció el ceño, una sonrisa se pintaba en los labios de él.

- No me digas así… sabes que detesto que lo hagas…

- Y tú sabes que por eso te lo digo…-contradijo él tocándole la punta de la nariz – vamos, no te enfades… sólo bromeaba…

- Está bien… vámonos ya, estoy cansada…

- ¿Pero estás bien?... eso si lo preguntaba en serio…-insistió mientras caminaban hacia la salida.

- ¿Por qué lo dices?...

- Saliste con gesto pensativo, como si algo te preocupara…

- Oh…eso…- sus mejillas se tiñeron de un leve rubor al recordar en lo que había estado pensando hace un segundo – no es nada, en serio… sólo iba distraída…

- Si tú lo dices…- replicó con poco convencimiento, Kari nunca le contaba sus problemas, sólo en escasas ocasiones había logrado que lo hiciera, pero eso luego de un extenuante interrogatorio, la conocía muy bien y sabía que era muy reservada con sus asuntos, no le gustaba que se preocuparan por ella, aunque él lo hacía a diario.

- ¿Irás a la fiesta? – preguntó ella de pronto.

- ¿Qué fiesta?

- La de Ayaka… será este viernes…

- Oh si, creo que algo escuché…

- ¿Irás? – insistió.

- No sé… sabes que no me agradan mucho… ¿por qué?... ¿piensas ir?

- Creí que sería una buena idea…

- Bueno, tal vez vaya…

- ¿En serio? – preguntó animada.

- Me lo pensaré… - sonrió él, y siguieron caminando en silencio, diciendo una que otra cosa sin importancia hasta que fue tiempo de separase.

- Bueno… yo me voy por aquí, así que… nos vemos mañana…- dijo Takeru, inclinándose para besarla en la mejilla – sólo son dos calles…estarás bien ¿no?

- ¿Disculpa?... creí que ahora que mi hermano se graduó, por fin sería una persona libre… no necesito otro hermano que me esté cuidando todo el tiempo…- protestó Kari, pero no estaba molesta, sólo intentaba explicarle algo que todo el mundo parecía desconocer, ya no era una niña, podía cuidarse sola.

Es que eres tan frágil y delicada – pensó él. Pero no se atrevió a decírselo, no por no enfadarla, sino porque le pareció cursi, así que en su lugar dijo:

- Está bien…lo siento, sólo lo dije por si querías que te acompañara…

- No es necesario, nos vemos mañana…- sonrió y ambos se alejaron en direcciones distintas, aunque ella no se percató de que el chico se detuvo a los pocos pasos y volteó a mirarla hasta que se perdió en la esquina.

Llegó a casa a las dos, así que cuando se anunció sólo la voz de su madre respondió desde la cocina.

- Hola, Kari… ¿qué tal tu primer día?...

- Estuvo bien, aunque traigo un montón de deberes, pero me divertí mucho… extrañaba a las chicas…

- Que bien… ¿tienes hambre?...el almuerzo está casi listo…

- Genial…iré a cambiarme… por cierto, hay algo que quiero preguntarte…

- Ya lo hablaremos luego con más calma… ve a cambiarte…

La chica no insistió y subió a su habitación para quitarse el uniforme y ponerse ropa más cómoda, una polera y unos shorts estarían bien.

Almorzaron y pasó toda la tarde en la computadora y haciendo deberes, así que había olvidado completamente el asunto de la fiesta.

- ¿Mamá? – preguntó asomándose a la cocina - ¿qué haces?

- Preparo la comida favorita de tu hermano… ya debe estar por llegar…

- Oh…ya veo… hay algo… sobre lo que quiero hablar…

- Cierto…me lo habías dicho cuando llegaste… ¿de qué se trata?

- Una compañera de mi salón está organizando una fiesta para este viernes para celebrar el inicio de curso… y de verdad me gustaría ir…

- Suena bien… ¿irás con las chicas?

- Si, eso haré…- sonrió Kari, no esperaba que fuera fácil, nunca le habían negado un permiso, pero nunca había ido a una fiesta y por lo general los padres eran muy aprehensivos al respecto.

- ¿De verdad me das permiso?

- Claro que sí…- dijo dejando de lado lo que estaba haciendo por un minuto – escucha Hikari, ya estás grande, no creas que no lo he notado… todos lo hemos hecho, incluso tu hermano, sólo que él no lo ha asumido y quizás nunca lo haga, tendrás que lidiar con eso, lo hace porque te quiere… no por fastidiarte…

- ¿Aunque de hecho lo haga? – preguntó irónicamente.

- Aunque de hecho lo haga – asintió su mamá con una sonrisa – así que ve a esa fiesta y diviértete… confío en ti…

- ¿Fiesta?... ¿de qué hablan?

Ambas se voltearon hacia la entrada de la cocina, desde donde dos jóvenes las observaban.

- Hijo, no te sentí llegar… buenas noches Matt…

- Buenas noches señora Yagami…

- No me habías dicho que vendrías con Matt… tendré que preparar más comida… - comentó Yuuko.

- Por mí no se preocupe señora Yagami…yo me marcharé enseguida…

- Claro que no… quédate a cenar con nosotros… sabes que siempre eres bienvenido…

- Se lo agradezco…- sonrió.

- ¿Y bien?... ¿de qué estaban hablando hace un momento?

Hikari contuvo un suspiro, por supuesto su hermano no iba olvidar el asunto tan rápido.

- Kari quiere ir a una fiesta este viernes… y le dije que sí…

- ¿Qué?... no estoy de acuerdo, sabes como son las fiestas de secundaria… hay mucho alcohol, drogas y chicos aprovechadores…

- Claro que lo sé Tai, pero no es motivo para impedir que vaya… tu hermana ya es lo suficientemente grande para cuidarse sola…

- Eso dice ella, pero…

- No lo dice ella, lo digo yo…

- No permitiré que vaya, le diré a papá…

- Arghh…por favor Tai, ya deja de hacer un escándalo de esto… ¡sólo es una fiesta! – protestó Kari.

- Está bien… irás si yo te acompaño…

- ¿Qué?... ¿ir con mi hermano mayor?... ¿sabes lo que dirán mis amigas?

- Sólo así puedo asegurarme de que estés bien…

- ¿Sabes qué?... me aburrí de esta conversación… no eres ni papá ni mamá, así que no evitarás que vaya a esa fiesta…- dijo fastidiada y salió de la cocina rumbo a su cuarto.

- ¡Ven acá jovencita!... soy tu hermano mayor…- insistió él, saliendo tras Kari.

- Cariño, puedes hacerme un favor y evitar que esos dos se maten…- pidió Yuuko a Matt.

- Lo intentaré señora Yagami…-asintió el joven, siguiendo a su amigo.

Cuando llegó arriba, estaban discutiendo en el pasillo, pero prefirió no inmiscuirse en la discusión hasta que fuera necesario y apoyó su espalda contra la pared, observando las sombras de ambos hermanos, ellos no podían verlo a él.

- Tú no sabes como es ese ambiente…

- ¡Porque no me has dejado conocerlo!... a mi edad tú ya ibas a fiestas…

- ¡Eso es diferente!

- ¿Qué lo hace diferente?

- Que yo soy un chico…- replicó él, convencido de la validez de su argumento.

- ¡Por kami! Has llegado demasiado lejos Taichi Yagami… es lo más machista y absurdo que has dicho en tu vida…

- Puede ser machista, pero es la verdad… los chicos se aprovechan de jovencitas como tú, no quiero que eso te pase…

- ¿Tan tonta me crees?... ¿piensas que iré a coquetear e involucrarme con el primer tipo que encuentre?

- Yo no…-intentó rectificarse, pero ella no se lo permitió, ahora además de enfadada estaba dolida.

- No lo dijiste, pero lo pensaste… crees que me dejaré engatusar por cualquiera que quiera conseguir algo de mí…

- Estás malinterpretando las cosas, yo no quise decir eso…

- No importa, porque lo hiciste…- un sollozó escapó de sus labios y eso le indicó a Matt que había comenzado a llorar, quizás era tiempo de intervenir, pero justo cuando iba hacerlo, ella volvió a hablar. – te odio Tai… odio que seas un maniático hermano sobre protector incapaz de dejarme vivir mi propia vida… ocúpate de la tuya…

En ese momento un portazo resonó en toda la estancia de los Yagami cuando Hikari se encerró en su habitación.

Matt salió lentamente de su escondite y se paró frente a Tai, tardó unos segundos en hablar, pues no encontraba las palabras adecuadas, su amigo estaba recargado contra la pared, observando un punto indeterminado en el suelo, sólo levantó la mirada cuando vio aparecer al rubio, pero entonces la regresó al mismo lugar de antes.

- No lo dijo en serio…- susurró con prudencia, esperando cualquier reacción de su parte. – Hikari te adora, pero esta vez te has pasado…

- Si hablaba en serio, la conozco…-musitó dejándose caer al suelo – pero yo no quise decir nada de lo que ella dijo… sólo intento…

- Protegerla, lo sé…- concluyó Matt, y se quedó viéndolo durante unos segundos, era curioso verlo de esa manera, tenía 18 años, pero así parecía un chiquillo de diez que acaba de ser regañado por su madre. – oye… te entiendo, sé que Hikari es lo más importante de tu vida…cuando eran pequeños ocupaba toda tu atención, pero quizás sea tiempo de aceptar que ya creció y darle su espacio… dejar que viva y cometa sus propios errores… no eres su papá, eres su hermano… tu misión no es guiarla, sino estar ahí para ella cuando te necesite…

- Quizás ese sea el problema… temo que llegue el momento en que no me necesite más… Kari es una chica lista, sé que puede arreglárselas sola, puede que incluso mejor que yo mismo…precisamente por eso…me da miedo que se olvide de mí…

- Eso no va suceder… ella siempre va necesitarte, pero mientras más la atosigues más lejos querrá estar de ti… lo único que estás consiguiendo con esta actitud de hermano sobre protector es alejarla más…

- Tal vez tengas razón…

- ¡Chicos!... la cena está lista… su papá llegará enseguida…

- ¿Vienes? – preguntó Matt ofreciéndole la mano y Tai asintió tomándola.

- Allá vamos mamá…- gritó para que lo oyera - ¿quieres llamar a Kari?... no querrá oírme…- le pidió al rubio.

- Adelántate… yo me encargo…-asintió él y golpeó un par de veces la puerta de Hikari.

- ¡Vete Tai! No quiero hablar contigo…

- Hikari-chan… soy yo, la cena está lista, tu mamá me pidió que te llamara…

- Dile que no me siento bien…

- Está bien, eso haré…- suspiró, los hermanos Yagami podían llegar a ser realmente complicados.

Bajó a cenar con los demás y le explicó a la señora Yagami que su hija se sentía algo indispuesta y cuando quiso subir a verla, se lo impidió diciendo que seguramente ya se habría quedado dormida.

- Que extraño… espero que no se esté resfriando…- fue todo lo que dijo.

- Bueno, muchas gracias por invitarme a cenar con ustedes señor y señora Yagami… estuvo delicioso- dijo tomando su chaqueta – creo que ya es hora de que me vaya…

- No tienes que agradecer, siempre es un placer tenerte con nosotros – dijo Yuuko y se dispuso a levantar los platos.

Matt inclinó la cabeza, algo avergonzado por el cumplido y el señor Yagami se levantó para ayudar a su mujer, de modo que los dos amigos se quedaron solos en el salón.

- ¿Y bien?... ¿qué piensas hacer con Kari?

- De hecho, estuve pensándolo mientras cenábamos…

- Oh, eso explica tu expresión pensativa…- dijo burlonamente - ¿entonces?

- Dejaré que vaya…

Finalmente Tai lo había entendido, sonrió por eso, hasta que él siguió hablando.

- Si tú vas…

- ¿Qué? – preguntó confundido.

- Es obvio… ella no quiere que yo vaya, pero no dijo nada con respecto a alguien más…

- ¿Quieres que sea el chaperón de Hikari en una fiesta de adolescentes? – preguntó con tono incrédulo, tratando de que Tai notara lo absurdo que sonaba eso.

- No, claro que no… ni ella ni sus amigas te pueden ver, te reconocerían… eres Matt Ishida, la gran estrella juvenil…

- Que curioso… pensé que me reconocerían porque soy tu amigo y te acompañaba al salón de Hikari…- murmuró sarcásticamente.

- Oh bueno, eso también…

- No lo entiendo Tai… ¿es qué no sirvió de nada todo lo que te dije allá arriba?

- Claro que sí… dejaré que vaya…

- ¡Pero me enviarás a mí como espía! – exclamó con indignación – eres insufrible, en serio entiendo a Hikari… ¿sabes lo que ella te hará si llega a enterarse?...

- Ese es el punto… no se puede enterar… será sólo por esta vez, por favor…- dijo juntando ambas manos en un gesto de súplica.

Matt lo meditó unos instantes, realmente le parecía increíble que su amigo fuera tan sobre protector, pero sabía que no podía negarse, era su mejor amigo, y una pequeña parte de sí mismo lo entendía, pues ver a Takeru crecer lejos y convertirse en un adolescente había sido difícil para él, sólo que no estaba tan mal de la cabeza como para mandar a alguien a seguirlo. Definitivamente nunca entendería porqué era amigo de Taichi Yagami, y menos aún porqué lo ayudaba en todas sus locuras.

- Está bien… está bien…lo haré ¿vale?...

- ¡Gracias!... eres el mejor amigo que existe en el mundo…- y cuando Tai decía eso, era uno de esos momentos en los que volvía a parecer un crío, aunque prefería verlo feliz que triste – iré a despedirme de Hikari y de paso, le diré que has cambiado de opinión…

Golpeó la puerta dos veces y aguardó unos instantes, podría estar dormida, pero a los pocos segundos se oyó su voz del otro lado.

- ¿Quién?

- Hikari- chan… soy yo… ¿puedes abrirme, por favor? – pidió cortésmente.

Y no tardó en escuchar una llave dando vuelta antes de que la puerta se abriera revelando la imagen de la chica. Se había puesto el pijama, simplemente no pudo evitar notarlo, así que trató de no mirarla demasiado, pero su short era muy corto y la polera tenía un ligero escote, lo que atrajo su atención de forma inevitable.

Definitivamente ya no es una niña – se dijo a sí mismo, como si acabara de constatar algo que ya sabía.

- Siento lo que antes Yamato- sama… no quise gritarte así, pensé que era mi hermano…- susurró Hikari, regresándolo a la realidad.

- No hay problema, de verdad… yo entiendo, sólo venía a decirte que tu hermano no es tan malo como crees, dejará que vayas a la fiesta…

- ¿En serio? – sus ojos se abrieron de par en par, no podía dar crédito a lo que acababa de oír - ¿cómo sucedió?

- Hablé con él… traté de que entendiera que ya no eres una niña, no estoy seguro de que haya entendido esa parte, pero finalmente accedió… así que no lo odies, él te adora… por eso hace algunas cosas que te fastidian…

- Lo sé, no podría odiarlo…- susurró apenada – sólo lo dije porque estaba muy molesta…

- Lo sé…- asintió Matt y luego dio un paso hacia atrás – buenas noches Hikari – chan…- se despidió, y luego se perdió escaleras abajo.

Volvió a despedirse del señor y la señora Yagami, le dio un palmetazo a Tai y estaba apunto de irse cuando la voz de la chica lo detuvo.

- ¡Yamato-sama!... ¡espera! – bajó raudamente las escaleras y cuando llegó a su lado se detuvo un segundo y entonces lo abrazó, cruzando ambos brazos en su espalda y apoyando su cabeza contra su pecho. – Gracias…- susurró en su oído tras unos segundos y se apartó.

Matt sólo atinó a sonreír, aunque le salió una sonrisa un poco tensa. Tras el impacto inicial de sentir el tibio cuerpo de Hikari rozando el suyo, se quedó bloqueado como si no pudiera hacer nada más que quedarse de pie ahí. Luego cuando se alejó, se sintió sonrojar, nadie pareció notarlo, así que murmuró un simple adiós y se marchó antes de que alguien pudiera decir algo.