Capitulo 1: Recuerdos

Bella Pov

Hubo un día en el que fui completamente feliz, donde por las noches podía dormir tranquila, donde jamás sentí esa opresión ahora tan cotidiana en mi corazón, donde todo era sonrisas, besos y amor, en si mi vida era tranquila y prefecta, era enormemente feliz.

Ahora no… ahora todo es complicado, doloroso y costoso. Las noches que puedo dormir siempre sueño con mis días felices y al despertar me decepciono pero tengo que intentar sonreír por todos y por mí.

Cuando era pequeña era todo tan tranquilo entre el colegio, los amigos y la familia, pero ahora de grande todo es un problema, pero un problema con nombre y apellido: "Edward Cullen".

Cuando éramos pequeños fuimos los mejores amigo, pasábamos millones de horas juntos, él se quedaba en mi casa o yo en la del, era todo simple y sin dobles intensiones hasta que en el colegio nos hicieron interpretar en el club de teatro "Romeo y Julieta" y nos tocó besarnos, desde ese día nada volvió a ser normal, los primeros días casi ni me hablaba lo que me extrañaba mucho, era indiferente y cuando me veía y era imposible esquivarme me daba una sonrisa a medias y corría lejos de mi. No podía negarlo lo extrañaba mucho, me dolía que no me quisiera hablar así que un día decidí escribirle una nota para que pudiese explicarme por qué ya no quería ser mi amigo.

"No sé que fue lo que te hice para que no me volvieras a dirigir la palabra Edward, pero te extraño, sabes que eres mi mejor amigo. Solo si quieres o tienes tiempo nos vemos a las 5 de la tarde en nuestro claro. Te amo. Tú mejor amiga… Bella".

Como nos sentábamos juntos en Biología antes de que terminara la clase dejé el papel sobre su mesa y le pedí que por favor lo leyera y me fui. Pasé por casa primero para cambiarme de ropa y comer algo, manejé una hora antes del encuentro hasta el lugar, me llevé un libro y así maté el tiempo de espera… eran las 6 de la tarde y él no llegaba las 7 y fue la hora de aceptar que él no vendría, así que con lágrimas en los ojos comencé el camino de regreso, ya casi podía ver mi auto cuando me percaté de otra cosa, Edward estaba ahí frente al camino con las manos en los bolsillos decidiendo si caminar o no. Me acerqué más rápido hasta él y lo vi sonrojarse.

Te estaba esperando…- susurré.

Perdón…- bajó la cabeza avergonzado.

No importa ya estás aquí- sonreí para infundarle un poco de valor.

Desde hace horas que estoy aquí- lo que me dejó completamente sorprendida.

¿Por qué no entraste entonces?- me dejó completamente extraña su confesión.

Porque no sabía que decir…- se alzó de hombros.

¿y ahora?- asintió- entonces dilo, sabes que eres mi mejor ami…- cerró los ojos como si lo que le dijera le molestara- ¿Qué pasa Edward? ¿Qué hice?- me acerqué hasta tomar una de sus manos.

Bella yo…- lo miré intranquila, me tenía con el alma en un hilo, quizás el ya no quisiera ser amigo… ese solo pensamiento me entristeció, yo era su amiga y lo amaba así que si le costaba tanto decirlo se lo haría fácil.

¿ya no quieres ser mi amigo?- pregunté en un susurro.

No…- sentí una terrible opresión en el pecho pero tenía que ser fuerte, a él le dolía verme llorar.

Eso…- tragué saliva- eso… eso lo cambia todo…- solté su mano.

Bella yo…- pero lo frené.

No tienes nada que explicarme- a fin de cuentas lo entendía, ser amigo de una persona como yo era solo perdida de tiempo- yo… yo comprendo.

¿Qué comprendes?- curioseo.

Jamás fue lógico que me quisieras… como amiga…- y esa confesión me dolió porque si jamás me había mirado como amiga, jamás me podría mirar como mujer.

¿Cómo?- me comencé a alejar de él, quería irme y poder refugiarme en las paredes de mi cuarto y romper en llanto, quería alejarme de este hombre que con tan pocas palabras rompía mi corazón- bella yo… ¡Hey! ¿A dónde vas?- me tomó del brazo y me volteo para poder vernos.

A casa- susurré no podía decir más si hablaba más fuerte mi voz se quebraría.

¿Por qué te quieres ir? Aún no terminamos de hablar- me miraba detenidamente.

Porque… porque… yo… tengo que hacer- llorar por ejemplo pero eso era muy denigrante como para decírselo.

¿algo más importante que conversar conmigo?- no dije ni hice nada, no me moví no un centímetro de mi lugar- Bella… yo… yo te quiero- ahí venía lo que tanto me dolería… "te quiero pero ya no podemos ser más amigos"- te quiero mucho- tomó mi rostro con ambas manos.

Pero…- susurré.

Pero ya no quiero ser tu amigo- al instante mis ojos se humedecieron, no quería llorar frente a él pero no me podía mover de mi lugar- ¡ya no quiero ser tu amigo!- dijo con brusquedad lo que me sorprendió- ¡ya no puedo ser tu amigo!- me dolía su actitud, me punzaba el pecho.

Déjame ir…- pedí cerrando los ojos.

¿Por qué lloras bella?- estaba preocupado.

Me…- sería sincera- me duelen tus palabras, porque… porque yo no puedo alejarme de ti…- tenía los ojos cerrados, me daba vergüenza confesarlo, sentía mi cara caliente.

¿Por qué?- curioseo con un tono que no supe identificar.

Porque eres mí…- pero me frenó.

¡no lo repitas!- me ordenó, abrí los ojos y su ceño estaba fruncido- me duele, no lo digas- concluyo más calmado.

¿te duele ser mi amigo? ¿Por qué no fuiste más sincero antes y me evitaste hacer el papel de idiota?- me enojé- ¿cuentas veces fingiste que te interesaba lo que decía?- le pregunté furiosa.

Ni una sola vez… y no vuelvas a repetir que eres idiota, estás muy lejos de serlo- me miró entre enojado y decepcionado, se alejó de mi y se recargó sobre su volvo.

¿entonces que soy?- no pude evitar la pregunta- ¿Qué soy para ti? ¿Cuál es mi papel en tu vida?- tenía que saberlo.

Eres maravillosa, para mi lo eres todo y quiero que juegues el papel más importante en mi vida- ¿Cómo? ¿Qué fue lo que me perdí?

No entiendo entonces… ¿Por qué buscas alejarte de mi?- quizás estaba mintiendo y decía todo eso para no ser cruel al dejar de ser mi amigo, me miró extrañado.

Jamás dije que quisiera alejarme de ti- agregó como si esa fuese la más irracional de las ideas.

Entonces…- no entendía entonces.

Dije que no quiero ser tu amigo Bella porque… yo… porque…- no se que tan entretenido había en el suelo, pero a mi no me miraba, con sus palabras solo logró alterar mi pulsación.

¿Por qué…- lo incité.

Porque quiero ser más que eso Isabella- sus dulces esmeraldas me miraban como queriendo abarcar todas mis expresiones- ¡dios por fin lo dije!- sonrió- bella, te amo- quedé congelada, mis ojos ardían con el viento, no los cerré más solo podía estar sorprendida. ¿él me amaba?

¿Cómo?- susurré cuando me repuse, eso no podía ser posible, una persona como él no podía amar a alguien como yo.

Eso… y se también que es difícil para ti porque se que no sientes lo mismo- lo real era que yo sentía muchas cosas por él pero jamás quise engañarme- se que solo me ves como tu "mejor amigo"- hizo una mala cara.

¿Por qué me lo dices hasta ahora?- pregunté aún en shock.

Porque hasta ahora me di cuenta, aun recuerdo el beso que nos dimos ese día, aún tengo el recuerdo del calor de tus labios sobre los míos- Me sonrojé- Bella se que tu no sientes lo mismo por mi, pero quiero ser honesto tenía que confesártelo… pero… yo, ahora quiero que tú seas honesta conmigo- se me acercó tanto que logro intimidarme- si me esforzara, si luchara para ser un mejor hombre ¿me darías alguna posibilidad?- vi en sus ojos la incertidumbre del momento.

Yo…- había quedado completamente helada.

Se lo más honesta posible, te juro que lo comprenderé- sus ojitos estaban tristes.

Edward esto es tan raro- sonreí.

Respóndeme por favor- suplicó.

Si…- sentía mi cara ardiente, sentía hasta mis orejas en igual condición.

¿si?- preguntó- ¿si qué?- estaba nerviosísima.

Podríamos intentarlo, quizás resultase- susurré.

¿verdad?- asentí, sonreímos- me haces tan feliz Bella…- lentamente se me acercó y posó sutilmente sus labios sobre los míos.

Desde ese momento me convertí en la mujer más feliz del universo, nuestros padres y amigos estaban felices de que estuviésemos juntos, todos argumentaban que por fin habíamos dejado de jugar. Pasamos un par de años completamente felices, nos graduamos juntos y postulamos a la universidad, juntos. Edward fue aceptado para estudiar ingeniería comercial y yo literatura. Nuestros padres juntos nos pagaron un departamento pequeñito para que no estuviésemos separados en diferentes campus y viviéramos juntitos.

Entre Edward y yo jamás había sucedido nada porque aún no me sentía del todo preparada, pero aquella noche, aquella primera anoche en nuestro nuevo hogar hicimos el amor por primera vez y fue completamente especial y maravilloso.

El tiempo pasaba y cada día estábamos mejor, hasta que de un momento a otro todo entre nosotros comenzó a cambiar, peleábamos casi todos los días, argumentaba que estaba cansado, me daba pena que nuestra relación estuviese tan tirante ya casi ni hablábamos y cuando estábamos en intimidad era todo tan diferente a como era al principio, era frío, era como meterlo, sacarlo, acabar y dormir. De verdad que daba mucha pena y sobre todo ahora, pero quizás la noticia de que pronto seríamos padres nos lograra cambiar, quizás nos afianzara como pareja.

¿Por qué tan pensativa?- preguntó mirando su comida.

Tenemos que hablar- susurré, no había probado bocado.

¿de qué?- seguía sin mirarme.

¿podrías mirarme por favor?- pregunté exasperada.

No me grites Isabella- habló con severidad.

Pero mírame cuando hablo, somos una pareja debe interesarte lo que tenga que decirte- rodó los ojos.

Hablemos después de la cena- y ya no dijo más, me daba pena que después de tanta felicidad ahora fuésemos tan diferentes, dolía porque ahora venía un bebé inocente que crecería con padres separados y que por sobre todo no se amaban ni respetaban… pero lo cierto era que yo lo amaba igual que antes o quizás más, pero parece que él ya no a mi. Cuando terminamos levanté las cosas mientras lo vi desaparecer por el pasillo que daba a nuestro cuarto, lavé todo y ordené la cocina y cuando me decidí fui hasta nuestro cuarto. Él ya estaba acostado con un libro en las manos.

Íbamos a hablar- le recordé.

Ya hablas…- agregó sin levantar la mirada.

¿Qué nos pasó, Edward?- me acerqué a la cama y me quité los zapatos para acercarme más.

No lo sé- dejó el libro al lado y por fin me miró.

Edward yo…- le tenía que decir.

Bella te amo, pero nos hacemos daño- asentí con los ojos llorosos- no llores, jamás me ha gustado- me acarició la mejilla bruscamente pero sentí ese mismo calorcito de siempre.

¿quieres que terminemos?- pero no dijo ni hizo nada… como dicen "el silencio otorga"…

Me tengo que ir Bella- y quedé helada.

¿perdón?- susurré.

Me dieron una Beca para irme a capacitar a Australia y terminar la carrera allá- pero él no se podía ir… él… seríamos padres, no podía abandonarme.

No puedes irte- volví a susurrar.

No seas egoísta, quizás esto es lo que necesitamos, quizás necesitemos extrañarnos- tenía que decírselo.

Estoy embarazada- iba a decir algo pero no pudo, se puso en pie y comenzó a moverse por toda la habitación.

¿estás segura?- asentí- ¿Cuánto tienes?- me alcé de hombros.

El Test salió positivo- me miró molesto.

Puede ser un falso positivo, quizás es falso…- negué.

Me hice 3 todos positivos- lo terminé mirando nerviosísima.

Dios santo…- me miraba completamente- ¿seremos padres?- sonrió y pude expulsar tranquilamente el aire que aún retenía en mis pulmones.

¿estás feliz?- asintió.

Bella… te amo… lógico que lo voy a estar- nos abrazamos como antes.

No te irás ¿verdad?- pero no me habló- ¿te irás?- me despegué de él y nos miramos con intensidad.

Necesito irme, ahora más que nunca necesito ser más, voy a volver Bella, te lo juro por nuestro bebé hermoso- sonreí al sentir sus manos en mi barriga. Esa noche fue maravillosa volvimos a hacer el amor como al principio. Por la mañana me contó que en dos días tenía que partir. Lo ayudé a organizar todos sus documentos y sus maletas. Los dos días se hicieron nada, lo acompañé al aeropuerto, antes de abordar el avión me juró que me mandaría a buscar apenas pudiese, nos besamos y luego con los ojos repletos de lágrimas tuve que dejarlo ir.

Te amo…- susurré.

¿Qué?- curioseo.

Nada- sonreí con vergüenza.

¿Cómo nada? ¿dijiste que me amabas?- preguntó juguetonamente volviendo a mi nuevamente.

Siempre lo has sabido- estiré mis manos para rodear su cuerpo y besarlo otra vez.

Yo también te amo mamita- y aquí estábamos, habían pasado 6 años y jamás Edward mando a buscarnos, al tiempo y antes de que nacieran nuestros bebés, porque habían sido 2, él perdió todo contacto conmigo, me enteré cambio de numero, de hecho de casa, así que todos mis sueños quedaron hechos trizas con su desaparición, él jamás volvió a contactarse con nosotros.- ¿tienes que trabajar hoy?- asentí- ¿Por qué trabajas de noche mami? ¿Por qué no podemos dormir juntitos los 3?- me dio pena los ojitos de mi bebé, daría lo que fuese por dormir abrazadita a sus cuerpos.

Nessie mi amor, sabes que mi turno es así- había tenido que dejar de estudiar para poder mantener a mis bebitos ya que no tenía ayuda del padre o de su familia- trabajo por la noche para poder estar todo el día con ustedes- miró apenadita sus manos.

Quizás si no estuviésemos podrías descansar, mami- automáticamente mis ojos se llenaron de lágrimas.

Jamás ¿me oyes?- la abracé los más fuerte a mi cuerpo- jamás repitas una cosa como esa, ustedes son lo mejor que me a pasado en la vida- ambas nos sonreímos con todo el amor acumulado que sentíamos por la otra.

Cuando yo sea grande y termine de estudiar yo trabajaré- sonreí, mi chanchita era tan tierna.

Me mantendrás tú y tu hermanito- sonreí besando su mejilla.

No lo dudes- seguimos viendo televisión un rato más. Hoy era lunes y por la noche comenzaba la rutina una nueva semana.

¿Quién me llevará a la clase hoy día?- preguntó abriendo el paquetito de cereal que le había entregado.

Amor hoy no hay clases, tu profesora estaba resfriada ¿lo recuerdas?- sonrió cuando recordó mostrándome el espacio del diente faltante- eres hermosa- y me levanté no sin antes besarla.

¿a que hora llega Charlie?- ella era tan unida a su hermanito.

En un rato amor, tu abuelito fue por él- andaba en su taller de Fútbol.

¿quieres dormir?- negué sonriendo, estaba un poquito cansada pero quería estar con ella, aprovecharla un poquito más- descansa- me tendió su mano y volví a la cama- si no descansas vas a tener sueñito en el trabajo- sonreí, ellos me hacían la pega tan fácil, me acerqué a ella e intenté relajarme sintiendo su calorcito, esa era una forma fácil para quedarme dormida, pero no lo logré porque sentí un estridente sonido de puerta.

¡MAMI!- gritó emocionado, me puse en pie, Nessie rodó sus esmeraldas preciosas, en eso se parecía a su padre.

¿Qué pasó hijo?- abrió la puerta del dormitorio rudamente, la puerta golpeo con el velador, lo miré simulando estar enojada.

Lo siento mami- sonrió torcidamente, tan iguales a su padre- me seleccionaron para el próximo partido, seré el número 9 mami- sus ojitos se pusieron llorosos, sabía cuan importante era esto para él, se había esforzado mucho para dejar de estar en la banca.

¡¿verdad? O dios mío…- me puse a gritar junto a él emocionada.

Es que hoy sobresaliste, hijo- agregó papá entrando al cuarto, se sentó en la cama- ¿has descansado?- asentí.

Te felicito Charlie- le dijo su hermanita y ambos se enfundaron en un cariñoso abrazo. Ellos se amaban y era lo que me mantenía viva después del desprecio de él... Ver como se miraban, escuchar el amor con el que se hablaban, eran mi razón de ser.

Mis bebés- me acerqué a abrazarlos.

Estoy tan feliz mami ¿me irás a ver el sábado?- asentí sonriendo encantada.

Jamás me lo perdería- pasamos otro rato hablando pero luego papá insistió en llevar a los niños al parque un rato para poder dormir, a eso de las 7 de la tarde desperté, me duché y bajé para hacer algo de cenar pero papá ya tenía todo listo. Él en sus buenos años había trabajado como oficial de policía, hoy por hoy estaba retirado, había tenido un accidente que le hizo perder la visión de un ojo, así que ya no era apto para seguir en la comisaría- papá- le critiqué.

Puedo hija, ya ven a la mesa- nos había preparado unos fideos con carne exquisitos.

Ustedes bandidos ¿se lavaron las manitos?- asintieron con una gran sonrisa.

¿llegarás cuando estemos listos para irnos al cole?- me preguntó Nessie, eso era lo mismo de siempre, asentí. Me sentía culpable de no poder ser una mamá normal y poder estar más con ellos.

¿podrás darnos el besito de los buenos días?- papá me miraba de reojo, él sabía cuan difícil era esto para mi, ellos eran mi vida y si no tuviésemos tantas necesidades… en fin…

¿Cuándo no se los ha dado?- preguntó Papá.

No sé- ambos susurraron ¿acaso se habían puesto de acuerdo para hacerme sentir mal?

Llegaré y los llevaré al colegio junto con el abuelo ¿ok?- me miraron con sus ojitos llenos de ilusión.

Te vamos a cobrar la palabra mami- sonrió Nessita.

Por favor- comimos entre risas y lo pasamos perfecto. Agradecía tanto vivir tan cerca del trabajo que podía darme el lujo de dejarlos acostaditos. Primero los subí para que tomaran un baño y luego les puse el pijama.

¿alcanzas a recostarte un ratito, mami?- asentí, los metí en nuestra cama y me recosté entre ellos, ambos me abrazaron y pasaron sus piernas por sobre las mías. Por culpa de él tenía que sacrificarme tanto, por dejarnos perdía valiosos momentos con ellos. Me levanté cuando sus respiraciones se hicieron acompasadas, fui súper sigilosa para no despertarlos, besé sus mejillas, terminé arropándolos y me alejé sin mirarlos, aunque no me creyeran esto era tan difícil para mi.

Quizás me ponga a trabajar Bella, así podrías tu dejar de hacerlo- negué antes de que terminara de hablar.

Son mi responsabilidad, no puedo dártela a ti viejito mío- sonrió.

Quiero ayudarte mi vida, quizás igual lo haga para ayudarte un poco, no quiero ser otra carga para ti- negué otra vez.

Jamás has sido una carga para mi, me criaste, me diste de todo y ahora lo haces con mis hijos, me toca devolverte la mano papá- sonreí- cuídalos por favor- mis ojos se humedecieron.

Con mi vida amor, ve tranquila- asentí, bajé tenía todo en la sala, me puse el abrigo, tomé la cartera y el paraguas- cuídate por favor- asentí- no me gusta que camines tan tarde- se preocupaba de más.

Sabes que me encuentro a dos cuadras con Áng- suspiró resignado, besé su mejilla y caminé. Mi amiga Ángela tenía 2 hijos pero a diferencia mía su esposo murió no los había abandonado a su maldita suerte.

Hola Bella-Bells- sonreímos mientras nos saludábamos de beso y con un caluroso abrazo.

¿Cómo has estado? Y ¿los niños?- sonrió.

¡Fantásticos! Solo Estella estaba triste porque no tuvieron su clase de Ballet- asentí.

Nessie también me preguntó por ello- comenzamos a caminar despacio, aún teníamos bastante tiempo.

Y Gregory… bueno él es él…- tenía un poco de problemas con él, un niño de 15 años siempre es difícil de tratar.

Espero que supere rápido la crisis de la adolescencia- asintió un poco triste.- pero bueno… creo que terminó la negociación, luego tendremos la fiesta de aniversario de la empresa- asentí, eso era lo que me gustaba de ella, cambiaba tan rápido de tema y su ánimo también cambiaba drásticamente.

Me enteré que venderían la planta ¿Qué sabes de eso?- pregunté, me ponía nerviosa, cambio de jefes cambio de horarios, quizás salarios o quizás hubiesen despidos, suspiré.

Creo que ya lo hicieron, con esto de la negociación aprovecharon de cambiar los jefes- otra vez suspiré.

De alguna forma haremos que nos dejen estar solo de noche… ahí veremos como, pero lo haremos- asentí para darme un poco de ánimo. Llegamos al trabajo con hora de sobra para vestirnos con calma.

Buenas noches chicas- saludé una vez dentro. Ya todas nos conocíamos porque rotaban todos los turnos.

Hola- me saludaron- ¿Cómo están tus bebés?- sonreí al pensar en ellos.

Grandes y perfectos, gracias por preguntar Miriam- llegué hasta mi casillero y comencé a cambiarme de ropa entre bromas con mis compañeras, salí porque había mucha gente dentro y se me acercó mi gran, gran amigo, aquel que me había conseguido este pequeño favorcito.

Bella- se me acercó y abrazó con gran cariño, besó casi la comisura de mis labios- ¿Cómo está mi operaria favorita?- susurró con una radiante sonrisa.

Jake- reí, él era supervisor donde trabajaba yo, también hacía solo noche porque tenía un bebé de 4 añitos, era separado y por el día era él quien cuidaba al niño, Efraín Black- estoy bien- no podía negar que Jake era un hombre muy apuesto, pero no era él y estúpidamente anhelaba que en algún momento volviera… estúpida Bella…

Te vez hermosa hoy- lo miré sabiendo lo que intentaba.

¿me coqueteas?- sonreímos otra vez.

¿te enteraste que cambiaron la dirección?- otra vez se me apretó la barriga.

¿Qué voy a hacer si me quieren rotar por los 3 turnos?- pregunté nerviosa.

Te ayudaré no te preocupes, además que no se te olvide que yo también necesito hacer solo noche- suspiré.

Pero tú eres supervisor, yo una simple operaria- negó rodando los ojos, sentimos sonar el timbre.

Fue una jornada realmente cansadora y un poco fría, pero daba gracias a dios que por fin había terminado.

Hay reunión sindical Bella, tendré que quedarme o me descontaran a fin de mes- dijo Áng, así que no me quedaba de otra, menos mal que no me inscribí en el sindicato te descontaban no sé cuanto por faltar a una reunión.

Caminaré sola- asintió, me vestí rápidamente y sin más me fui, me gustaba caminar por la mañana, era todo tan tranquilo, me relajaba andar por las calles sin que hubiesen tantos autos por ahí.

¡MAMI!- gritaron los niños cuando me sintieron entrar.

Mis bebés…- los abracé y besé con devoción, se veían hermosos con sus pequeñitos uniformes- los extrañe tanto hijos- ellos también me besaron con mucho cariño.

¿Cómo estuvo tu turno hija?- preguntó papá.

Tranquilo- no le diría que había sido un turno cansador, me sirvió una taza de leche calentita.

¿nos llevarás al cole?- habían tomado sus mochilas y sus bolsos con la ropa para el Taller, asentí.

Se los prometí- nos montamos en el auto, los niños y yo nos montamos en los asientos traseros y papá condujo como siempre, con extremo cuidado. Sabía que le costaba manejar pero lo hacía perfecto. Llegamos y se despidieron de su abuelito y bajé para aproximarlos a la puerta donde estaba la profesora para recibirlos.

Bella ¿Cómo estás? Hace tiempo que no te veía- me saludó cariñosamente la maestra de los niños.

E tenido bastante trabajo, pero me di un tiempo para los amores de mi vida- sonrió con ternura, ya era una mujer de edad- ¿se portarán bien?- asintieron enérgicamente- en la tarde los pasaré a buscar- asintieron felices otra vez, se me tiraron a los brazos.

Te amamos mami- dijeron al mismo tiempo.

Yo más hijos, yo más- y por fin los dejé ir.

Me enteré que cambiaron los dueños en la empresa- me asechó papa automáticamente una vez dentro del auto. Suspiré, no me gustaba que se preocupara por esas cosas.

Así es, ayer me enteré también, pero no te preocupes, nada puede cambiar tanto.

Nadie podrá hacer solo un turno- me agité- dijeron que solo durará hasta fin de mes- Ángela estaba histérica, para ella era más complicado porque no tenía nadie para que le cuidara a sus hijos, era Gregory quien cuidaba a su hermanita por las noches.

Ya verás que se solucionará- asintió pero casi sollozando ¿Cómo podía cambiar tanto todo? Esto me tenía tan nerviosa.

¡Bella!- alcé la cabeza- te busca Don Jacob- sonreí, no me acostumbraba a que lo llamaran así.

¿Qué desea "Don Jacob"?- sonrió pero estaba un poco serio.

Es cómico que me llamen así, pero al punto, hoy viene una de las dueñas de la empresa, ubícala dentro de la noche para que le comentes tus problemas- asentí sonriendo, amaba que se preocupara por mi.

¿hablarás con ella también?- bajó la vista- ¿Qué pasó?- me preocupé.

Me da vergüenza decirlo- acaricié su rostro y se sonrojó.

Sabes que puedes decirme lo que sea- susurré, sabía que podían vernos y podía complicarlo a él, pero era mi amigo.

Por ser supervisor me autorizaron a hacer solo noche- asentí feliz, lo abracé.

Me alegra tanto, podrás seguir cuidando al niño sin necesidad de que Leah lo mande a una sala cuna- me apretó más a su cuerpo.

No sabes lo mortificado que estaba, creí que pensarías que era tan injusto y te enojarías conmigo- me separé para mirarlo.

Son los privilegios de pensar tanto- sonrió y me miró fijamente lo que me ponía bastante nerviosa e de admitir- le diré a Angie para que también hable- asintió, lentamente me soltó y nos quedamos conversando un poco de nuestros hijos hasta que escuchamos el timbre. Ubiqué la máquina que me tocó y gracias a dios era frente a la oficina de los jefes, así que si venía me percataría de ello. Pasaron 3 horas y nada, incluso ya creía que no vendría hasta que vi dentro de la planta un tumulto de gente en batas blancas. Todos trataban de conversar con una mujer extremadamente hermosa, de seguro era ella. Mi ego quedó en el suelo cuando se acercó a nuestra máquina a preguntar algunas cosas, nada en particular.

Hola, buenas noches- me miró fijamente.

Buenas noches- asintió luego sonriendo mientras movía la cabeza de un lado a otro.

¿Todo esto es manual?- preguntó amablemente mientras indicaba a las chicas que ponían repetidamente una etiqueta en un producto.

Si, bueno no se supone que se usa un aparatito, pero el mecánico lo esta reparando- teníamos nosotros que turnarnos para ponerla, era tedioso.

Ok…- ¿sería el momento para hablar con ella?

Señora…- me miró sonriendo.

Tanya- asentí.

Señora Tanya, sería posible poder hablar con usted un minuto- todos los hombres que la rodeaban me miraron sin creer que me tomase ese atrevimiento.

Isabella- me llamó uno de los jefes, odiaba que me dijeran así- podrás hablarme en otro momento- miré decepcionada a la mujer, asentí sabiendo que mi oportunidad se había ido a la basura.

No, hablaremos ¿ok?- asentí- ¿podrían darme unos minutos?- nos dirigimos a una oficina de ventanas transparentes o sea todos nos miraban- dígame Isabella- la mujer se sentó por respeto me saqué la toca que usaba para cubrirme el cabello.

Acabo de enterarme que habían nuevos dueños- sonreí- y para mi mala fortuna acabó de enterarme también que desde hoy todo personal hará sol 3 turnos- asintió- quería comentarle que somos solo 2 personas que desde siempre solo hemos hecho noche- asintió otra vez.

Estoy al tanto- acotó mirando sus manos, diría que sin ponerme del todo atención.

Habló por mi y por ella cuando le pido por favor nos permita continuar con este horario. Ella no tiene quien le cuide a sus hijos y yo estoy igual, mi padre perdió totalmente la vista de 1 ojo y no puedo darle tanta responsabilidad- la mujer seguía mirando sus manos- jamás hemos fallado y ya son 4 años, señora Tanya- se aclaró la garganta cuando me quedé en completo silencio, suspiró.

Mi esposo y yo llegamos a la concusión de que es injusto para otras que ustedes tengan aquel beneficio- no lo podía creer, era un rotundo no- lo lamento Señora Isabella- me miraba con simplicidad como si esta negativa fuese cualquier cosa.

Pero no podremos trabajar- se alzó de hombros despreocupadamente.

Entonces tendremos que dejarlas ir- mi boca se abrió sin poder creerlo- las políticas antiguas durarán hasta fin de mes, luego todas y todos rotarán- asentí frustrada- espero no tenga que dejarnos, su expediente dice que eres una gran trabajadora Isabella Swan- y me sorprendió que supiese quien era yo, pero lo deje pasar.

Espero lo mismo y mi compañera igual- me puse la toca y salí del lugar para volver a mi máquina, Jake me conocía tan bien, me miraba compungido.

¿Qué te dijo?- preguntó una angustiada Ángela.

Lo siento Angie… lo siento- sus ojos se llenaron de lágrimas. Al fin del turno fuera nos esperaba Jake, nos ofreció llevarnos a casa y aceptamos. Angie se fue en completo silencio todo el camino y Jake solo me daba miraditas.

Hasta mañana Ángela- asintió, no lo pude soportar y me bajé para abrazarla.

Veremos que haremos ¿ok?- asintió pero solo para dejarme tranquila, estaba tan triste.

Ahora a tu casa- susurró Jake, asentí.

Por favor- me recargué en el asiento y cerré los ojos, vivía cerca de Angie así que llegamos al instante.

Bella- abrí los ojos y lo miré, estaba nervioso.

¿Qué pasa hombre?- pregunté con tono jocoso, quería bajar la tensión del momento.

Sabes que te quiero- asentí- que t…- no quería escucharlo, si lo decía lo nuestro jamás volvería a ser lo mismo.

No Jake… por favor- quizás luego me pasara lo mismo que con… con él…

Pero quiero decírtelo, ya a pasado tanto tiempo Bella, mereces darte una oportunidad- cerré los ojos.

Jake por favor, eres mi único amigo, no hagamos esto, no quiero perderte- lo miré y tenía pena- Jake no tengas pena- se enderezó y miró el frente, hoy ere sábado por la mañana, hoy jugaba mi niño su primer partido.

Baja conmigo- negó- por favor, te tengo una sorpresa- me miró de reojo un tanto curioso, me reí, era un niño todavía.- vamos tomaremos desayuno, se trata de Junior- como llamaba él a mi niño.

¡OK!- alargó la expresión, siempre perdía cuando le hablaba de los niños. Bajó velozmente y me abrió la puerta, me dio curiosidad ver un auto que jamás había visto unas 2 casas más allá, más aun que en el auto hubiese una persona, pero bueno, quizás esperaba a alguien, Jake estiró su mano y encantada la tomé.

Llamaré a Leah, quizás me deje tener al niño este fin de semana- sonreí feliz, sabía cuanto ilusionaba esto a Jake.

Sería lindo que viniera, lo pasaríamos juntitos todos- asintió deslumbrándome con una gran sonrisa.

Todos juntos en familia- alzó sus cejas…