Hola!

Bueno aquí estoy con una nueva jejejeje…

Como ye se habrán dado cuenta yo acostumbro mucho a escribir fics cortos o de un solo capitulo, pero en este caso esta es mi primer historia larga, la comencé a escribir hace dos años y desde hace un año la estoy publicando pero por asares del destino no he podido terminarla, ya estoy escribiendo los últimos capis y pues decidí subirla aquí, esperando que con lo que ya llevo avanzado no les quede mal en cuanto a actualizaciones.

Primero que nada quiero decir que los personajes no son creación mía si no de la señora Stephenie Meyer

Esta historia es para mayores de 18 años porque contiene momento violentos y también momentos hot un poquitín explícitos, no serán muy seguido pero los habrá

Esta historia la tengo registrada así que por favor absténganse de plagios, en verdad no me gustaría que me plagiaran, me molestaría mucho y ese tipo de situaciones no son muy agradables

Bueno dejando el tema espinoso, primero que nada les agradezco y espero que les guste

Muchas gracias aquí les dejo el prefacio espero que les gusten, espero sus reviews que son mi más grande inspiración

Besitos y abrazos

Prefacio

Hoy era el gran día, por fin se lo diría, estaba tan nerviosa igual que esa tarde en que lo busque por primera vez; caminábamos tomados de la mano, íbamos a ese lugar que tanto significaba para los dos, ese lugar donde nos dimos nuestro primer beso, donde nos confesamos cuanto nos amamos y donde nos escapábamos siempre que queríamos estar solos, llenos de paz y siempre disfrutando de la compañía y el amor del otro.

Aun después de cinco años a su lado me sigue pareciendo increíble la intensidad con que lo amo y mucho más increíble y diría casi imposible la forma en que ese amor aumenta de forma descomunal a cada segundo.

Apreté más su mano, él me miro y como de costumbre me perdí en esos ojos que desbordan amor, pasión y dulzura, esos ojos color miel que me trajeron de entre las sombras y me hicieron vivir de nuevo. Levantó nuestras manos entrelazadas y beso mi mano; seguimos nuestro camino hasta que su mano desapareció de la mía, cuando me gire para ver lo que sucedía, unas enormes manos rodearon mis brazos con fuerza y brusquedad, no necesite ver el rostro del dueño de esas manos, sabía perfectamente de quien se trataba, él era la peor de mis pesadillas.

Te dije que no te librarías de mi tan fácilmente – susurro con su horrible voz cerca de mi oído- puede que ese se me haya adelantado, pero eso no es impedimento para lograr lo que deseo hacerte – dijo mientras señalaba a Edward que estaba en el piso con sangre en uno de sus brazos

Me jaló hasta un callejón y pude ver que otro hombre hacia lo mismo con Edward que inútilmente trataba de zafarse, cada vez que lo intentaba el hombre lo golpeaba, pude ver que ese hombre sacaba una navaja y la encajaba en el brazo herido de mi esposo, no pude ver más porque él me lanzo fuertemente al frio y sucio suelo.

Tú - señalo a Edward – espero que disfrutes del espectáculo tanto como yo voy a hacerlo – grito mientras se quitaba la chaqueta y la lanzaba al piso.

Se acercó a mi lentamente y con una sonrisa maliciosa dibujada en su rostro, cuando por fin estuvo lo suficientemente cerca me dio una fuerte patada en una de mis piernas, el dolor era insoportable pero yo no emití ningún sonido apreté mis labios para evitar que cualquier sonido saliera de ellos, sentí otra patada en mi espalda pero la ignore por completo al igual que el dolor, ahora mi prioridad era otra así que automáticamente coloque mis brazos en mi vientre para protegerlo, la ronda de golpes siguió, cerré mis ojos con fuerza, sabía que este era mi fin, continuaba escuchando cada golpe, cada grito desesperado de Edward y la risa de ese maldito. Grite de dolor cuando patio uno de mis brazos que seguían protegiendo mi vientre, fui capaz de escuchar un fuerte chasquido y enseguida el más intenso de los dolores se apodero de mí, pero aun así no quite mis brazos, al contario los apreté con más fuerza, abrí mis ojos que estaban llenos de lágrimas, vi a Edward y su estaba lleno de dolor y enojo, cuando nuestras miradas se encontraron Edward se movió de forma brusca y logro zafarse del otro hombre, se giró y comenzó a golpearlo, unas manos tomaron mi rostro e hicieron que apartara la mirada de aquel lugar, lo mire y su rostro estaba lleno de triunfo y maldad, su puño impacto en mi rostro y enseguida sentí el flujo cálido de un líquido que brotaba de mi nariz, a eso le siguió otro golpe, cuando estaba a punto de atizarme otro golpe vi que alguien lo empujaba y lo alejaba de mí, trate de ver de quien se trataba pero la obscuridad se había apoderado de mí.