Epilogo

Dos semanas después, el grupo de amigos volvió a su rutina en Irme y la universidad. a Denna repentinamente le surgió un nuevo viaje Vintas que la mantendría alejada de la universidad por algunos meses según le aseguro la morena al joven arcano. Kvothe estaba agradecido de que hubiera tenido la consideración de ir a buscarlo antes de partir y no de dejarle una nota como otras tantas veces, la verdad es que últimamente se sentía inquieto. Tenía la sensación de que unos ojos le observaban les había comentado a sus amigos, quienes se estremecían con la idea, pero con el inicio de las clases y un nuevo trabajo en una taberna en el puerto todos los martes y jueves decidió ignorarlo.

Un día de otoño, mientras caminaba de regreso a casa desde la universidad, se detuvo en el puente de roca para relajarse viendo fluir el agua y la sensación de ser observado volvió con más fuerza que nunca, como si quién fuera que le estuviera observando estuviera muy cerca. Busco con la mirada entre las deshojadas ramas de los arboles, pero no encontró nada.

-Debo de estar volviéndome loco...-pensó mordaz mientras retomaba su camino.

-Serás mentiroso, sabes que estoy aquí, lo has sabido siempre, deja de ignorarme este juego empieza a aburrirme.-pronunció una voz que no parecía humana.

Kvothe detuvo sus pasos y giró sobre sus pies. Sus ojos brillaron con una fuerza que creían olvidada y luego sonrío de oreja a oreja, una suave risa nació de sus labios, negó con la cabeza divertido y siguió su camino des-enciendo por la colina, rodeando el río.

Situada en medio del puente, se alzaba una figura que algunos denominarían con el apelativo de demonio. Su pelo negro brillante como la noche largo hasta la cintura, un rostro tan hermoso que ni el mejor de los escultores sería capaz de reproducir escondía unos brillantes ojos que permanecían totalmente sumidos en la oscuridad mientras sus largas uñas tamborileaban sobre el muro. Poco a poco, la criatura fue tomando una forma más humana, sus uñas y sus colmillos empequeñecieron y la capa que le cubría se ciño a su cuerpo hasta formar un traje sobrio de color negro. Con ambas manos sobre la nuca empezó a caminar a grandes zancadas tras el pelirrojo.

-¿Cuánto más va a durar esto? Sabes es aburrido cazar todas las noches y necesito una mujer urgentemente, o un hombre... estoy tan desesperado que ya me da igual-siguió hablando el ahora atractivo hombre moreno con su voz inhumana.

Kvothe suspiro.

-Sabes la razón. Ellos quieren hacerme creer que no sucedió nada, de verdad crees que voy a decirles que uno de los seres a los que tanto temen vive tan cerca de ellos.

-Padre dijo que debías educarme.-refunfuño el moreno caprichoso.

-También que no podías huir al mundo humano y bien que me seguiste hasta aquí.

-¡Le deje una nota!-exclamó el otro alzando los brazos.

Kvothe abrió la puerta de una pequeña cabaña escondida entre unos arbustos y tras entrar en ella dejo su mochila en una silla mientras se calentaba un poco de té.

-Reshi, va enserio, quiero salir a conocer chicas. No puedo pasarme la vida aquí escondido, leyendo y leyendo... A lo mejor tu eres una rata de biblioteca pero yo no.

-Ahora me hablas en Atur, menudo cambio, no has hecho más que refunfuñar en fata desde que te traje los últimos diez libros, que por cierto, ¿te lo has leído?

-¿Bromeas? ¡Los he hasta repasado! El tiempo es el problema, es muy lento en el mundo humano-exclamó totalmente indignado el moreno.

-¡Uy, sí! Perdone su alteza, ya te dije que debías esperar al próximo ciclo, Simmon se va a casa un semestre para presentar a Fela a su familia, Mola estará tan ocupada con sus practicas en la clínica que no saldrá de su habitación en la universidad y Willem... bueno, con no invitarle será suficiente, vive en el campus así que...

-¿Y la chica pelirroja? Ya sabes la que tiene montañas de oro.

-Ella sabe que lo se, lo que yo no se como reaccionará si alguno de sus informantes te describen cerca de mi o si te ve ella en persona...

Bastas se dejo caer en una silla.

-Bien, aguantaré hasta el próximo ciclo, además, para ese entonces sus simples mentes habrán olvidado que realmente estuvieron en fata...

-si eso es así, te aseguro que solo tendremos que inventarte una identidad y caminarás a la luz del día, persiguiendo a todas las mujeres que quieras.

-alguna señal de...-se aventuró a preguntar el moreno aceptando la taza que el pelirrojo le ofrecía.

-No, nada indica que alguno de los Chandarian este cerca, creo que deben pensar que me ahuyentaron suficientemente en fata. He limitado mis búsquedas a la historia, y eso si que no puede llamar su atención.

Bastas pareció aliviado.

-Sabes aun me estremezco cuando pienso en los cuerpos de los soldados regalados por las escaleras de palacio... Aunque Erial fuera el único por el que habría dado una moneda...

Kvothe se removió incomodo. Pensar en aquella noche se le hacía pesado. Muchos de los soldados y sirvientes con los que había compartido risas habían sido asesinados, entre ellos Erial, cuyo cuerpo fue abandonado frente la recamara de Ali-ea sin cabeza, como un reto hacía él suponía, algo así como "ni el poderoso líder de los fata es rival para nosotros, recuerda lo." Negó con la cabeza, el mensaje no era para el rey de los fata, era para él un claro y contundente : "Déjanos en paz".

Suspiró cansado, miro a Bast y no pudo evitar pensar que era lo que el destino tenía preparado para él...