Título: Cobrándote el favor.
Tipo: Drabble.
Fandom: Vampire Knight.
Pareja: Zero Kiryûu & Kaname Kuran
Advertencias:Te puede sangrar la nariz, lector. Malas palabras, acercamiento chicoxchico

Cobrándote el favor

—Maldito… —murmuró sonrojado. El castaño lo observó con tranquilidad y se acercó a él nuevamente, inmovilizándolo de manos contra la pared del pasillo camino al salón de estudios.

—Deberías aprender a respetarme de una buena vez, Kiryûu-kun —el Kuran yacía sumergido en la seriedad del momento, apretujando las pálidas muñecas del prefecto entre sus manos. El cazador de platinados cabellos sólo bufó y mostró ligeramente los dientes, cansado de tener que soportar a semejante sabandija.

—¿Respeto? —dudó el amatista, soltándose bruscamente del agarre de su captor. Kaname sonrió y, con gracia, plantó una cachetada en la mejilla del Kiryûu. Zero no se quedó atrás; luego de haberse toqueteado el costado de su rostro que había sido golpeado le propinó un puñetazo en la nariz al desgraciado.

—Me debes algo, y me lo pagarás con tu sangre —El joven prefecto frunció un poco el ceño ante las palabras del vampiro. Por ello es que se había sonrojado en primera instancia, el muy… Bastardo había ido a donde él se encontraba para exigirle dejarlo beber, queriendo someterlo.

—No me interesa darle mi sangre a un chupasangre como tú, Kuran —Zero sonrió con suficiencia ente lo dicho, apreciando el magnífico porte del muchacho frente a él quebrándose por segundos.

—Con que es eso… —Murmuró Kaname con una sonrisa casi imperceptible. Zero no supo qué creer—. Entonces será por las malas —Dio por hecho, tomando agresivamente al de cabellos plata del cuello y estampándolo contra la pared más cercana. Con su mano libre desgarró el uniforme oscuro del cazador y se acercó a él.

—Imbécil —tartamudeó el atacado como pudo, el agarre del castaño alrededor de su cuello no le permitía respirar.

—Ahora sabrás que mi sangre no es gratuita —Los ojos del sangrepura se tiñeron del color de la sangre rápidamente y, acercándose al pecho de marfil del peliplateado lamió la carne de su cuello y clavó sus colmillos, sorbiendo el líquido caliente que brotaba a borbotones de los orificios. Los orbes casi púrpuras del menor yacían abiertos como platos mientras experimentaba la misma impotencia de servir a alguien de alimento. El rostro de Shizuka invadió su mente seguida de una imagen de sus propios labios bañados en la exquisita sangre de Yuuki, y entonces sintió que merecía aquello y mucho más por abusar de la bondad de la chica.

Kaname se saciaba de la sangre mientras la misma se derramaba por la comisura de sus labios y manchaba su uniforme blanco. Era verdad que no era nada del otro mundo, nada más se trataba de un ex humano pero, aún así, el líquido que pasaba por su garganta no sabía tan mal como era de esperarse. El peliplateado forcejeaba cada tanto y de sus labios brotaba uno que otro gemido ahogado, aguantando el dolor y la inquietud de ser drenado, ¿qué ese idiota no pensaba detenerse?

—K-Kuran… —jadeó separándolo a duras penas. Kaname limpió la sangre de su boca e hizo una mueca que denotaba su satisfacción. El joven le miró con odio.

—No pienses que hemos terminado —habló el castaño—. Bebiste mucho de mí aquella noche, y por consecuente, yo beberé de ti cuantas veces lo quiera.

—¡¿Qué? —gritó Zero algo mortificado—. ¡No me jodas! —Bramó observando cómo el purasangre se volteaba y se marchaba, sumergiéndose en la oscuridad del pasillo—. Chupasangre de…

Y justo cuando iba a ir tras él para pegarle unos buenos tiros con su arma, Yuuki apareció con sus grandes ojos cobalto y con exageración gritó el mal estado en el que se encontraba.

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