Mi llegar con el capitulo 7; Recién sacado del word mwahahahaha e.e

Aquí en todo el capitulo hay ciertos huecos que se llenaran en los siguientes u_u lo prometo... xD

Sin más que decir espero que lo disfruten; Este capitulo se lo dedico especialmente a ustedes (Todos son para ustedes, pero este sera doblemente (?))

Naruto no me pertenece


Flashback

El viento movía las hojas de los arboles que le daban la sombra y una brisa fresca. Sus ojos yacían entrecerrados, disfrutando de aquel momento y como aquellos finos dedos se enterraban en su melena rubia, acariciándole.

Sonrió, sabía que por más que quisiese dormir no podría. No podría dormir con ella cerca porque necesitaba mirarla. Realmente le había pegado duro aquello que sentía por ella y en ocasiones esto ocasionaba rugidos molestos por parte de Kurama, pero realmente no le importaba.

Levanto su rostro para encontrarse con una sonrisa cálida de Hinata, con sus mejillas sonrojadas y al igual que él tendida en el pasto.

Una pequeña brisa revolvió sus cabellos y rio un poco.

Creí que dormirías – Miro como una sonrisa traviesa se formaba en su rostro y se acerco un poco más a este.

Siempre había pensado que Naruto era apuesto, pero realmente con cada sonrisa que él le dedicaba rebasaba sus pensamientos.

Él solo negó con su cabeza, observando como Hinata posaba su rostro encima del suyo, a unos centímetros. Se impulso con sus brazos para acortar la distancia.

Sintió su aliento combinarse con el suyo, logrando que un sonrojo apareciese por sus mejillas, lo que le hizo sonreír aun más al notar que ella también se había sonrojado, y junto sus labios suavemente mientras una mano pasaba a acariciar su rostro, apegándose más a sus labios y pronto estos comenzaron a moverse lentamente. Un beso con los sentimientos que los embriagaba.

Se separaron unos centímetros para tomar aire y se sonrieron. Ella le planto otro beso, rápido, pero aun así lo era todo para ambos en ese momento.

Creo que comenzare a fingir que duermo más a menudo – Comento, mientras se sentaba sobre pasto sin quitar su sonrisa, ella le imito.

T-tonto – Murmuro apenada con un ligero rubor en sus mejillas.

End Flashback

Observo con detenimiento como mordía su labio inferior y apuñaba sus pequeñas manos, nerviosa. Hinata estaba nerviosa y le entendía. En esos momentos ambos se encontraban en una habitación del complejo Hyuga, esperando.

En el lugar por lo menos se encontraban 3 guardias, observándoles fijamente. Tenía que admitirlo, daban escalofríos.

Poso su mano en el hombro de ella, intentando tranquilizarla, pero ni él se encontraba tranquilo. Tenía miedo, pero la razón de esto era que Hiashi se apareciera y que sus deseos asesinos despertaran en él.

Ella asintió, bajando el rostro con un leve rubor.

Estaba nerviosa; Se suponía que aquella era su familia, del clan al que alguna vez perteneció y que no recordaba.

Pensaba que si en algún lugar pudiese tener familia, cuando les encontrara aquel lugar seria cálido, pero todo le parecía tan insípido. Pero, aun así también sus nervios se dirigían hacia él.

Tonta, pensó para sí.

Unos pasos sacaron a ambos de sus pensamientos y miraron al frente.

Y en un abrir y cerrar de ojos, Hinata se encontraba en un abrazo doble por aquellas personas; Neji y Hanabi.

Se sintió sorprendida, realmente no lo esperaba pero de igual manera, una emoción de felicidad recorrió por su cuerpo. Realmente tenía familia en aquel lugar.

Y con una pequeña sonrisa y un poco de titubeo, respondió el abrazo a ambas personas que, se estremecieron al sentir los finos brazos de ella rodearles, abrazándoles.

De sus ojos brotaban algunas lágrimas, al igual que unos pequeños gritos ahogados salían de su garganta. Ella lloraba de felicidad ¡Su hermana estaba con ella! Aquella persona que tanto admiro y que había cuidado de ella, se encontraba ahí, junto con ella ¿Cómo no estar feliz? ¡Seria idiota quien no lo estuviese en una situación!

Hinata estaba con ella de nuevo, viva.

Realmente, cuando Naruto se lo dijo no pudo creerle, realmente se negó a verle durante varias veces. Para ella era algo irreal ¿No habían pasado demaciados años? En su mente, quizás era una jugarreta. Claro, eso quedo descartado cuando accedió a escucharlo.

Y, dentro de ella aquella amargura comenzó a desaparecer hasta formarse una sonrisa. Pero claro, aquello no podía ser perfecto, ellos tuvieron que intervenir para que no le viera, pero claro ¡No podían detenerla! Ella ahora era la Líder del Clan Hyuga.

Él les observo con una sonrisa nostálgica. Realmente era una de las pocas veces en las que podía ver a Neji así.

Hinata estaba feliz.

Y realmente esperaba que el cariño de Neji y Hanabi fuera bálsamo para la probablemente herida que, probablemente, la mayor parte del Clan Hyuga le hiciera.

Su entrecejo se frunció al pensar en esto. Aun guardaba rencor.

.

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Un carraspeo se escucho a sus espaldas, y ambos soltaron del abrazo a la Hyuga, girando sus rostros para observar a aquella persona, que miraba aquella escena sin expresión alguna.

Naruto empuño sus manos y apretó su mandíbula, conteniéndose al mirarle.

Y aquel gesto de odio puro hacia el Hyuga, se convirtió en una sonrisa alterana dirigida especialmente a Hiashi.

Hanabi entrelazo su mano con la de Hinata, quien le miro confundida a lo que ella le dio una sonrisa.

Por su parte, Neji se separo de ambas, colocándose enfrente de ambas y dirigiéndole una mirada a Naruto. El siguió sonriendo de aquella manera.

Observo a aquel hombre, algo mayor para su parecer. Sus ojos, podía distinguir que eran iguales a los de aquellas dos personas, a los de los guardias de aquella habitación y a los suyos. Pero, aquellos ojos le hacían sentir triste.

Y por un segundo ambas miradas se colaron, dejando un nudo en su garganta. Raramente tenía ganas de llorar pero ignoro ese sentimiento.

Ahora se preguntaba ¿Quién era aquel hombre?

– Hokage-sama – Murmuro con tono de arrogancia, mientras sus ojos pasaban por los rostros de los presentes – Tenía entendido que había dejado en claro este asunto – Finalizo, observando con detenimiento el rostro de su hija, realmente se parecía a la madre de esta.

Realmente sabia que aquella muestra de "respeto" hacia él era una fachada.

– Con usted, sí, pero debo recordarle que la Lider del Clan Hyuga es nada menos que Hanabi-sama – Se encogió de hombros, fingiendo indignación – Sí Hanabi-sama desea saber algo con respecto a su Clan, tiene todo el derecho a saberlo y exigirlo – Argumento sin titubeos, regalándole una mirada desafiante a Hiashi.

– Ella no tiene nada que ver con el Clan – Su serenidad parecía estarce quebrando, pronto su seño se frunció levemente y sus manos se empuñaron alrededor del bastón que le sostenía.

– Y realmente me alegra que sea así, Hiashi-sama – Siseo de manera abrupta, aun con aquella sonrisa en su rostro.

Y aquellas palabras pasaron sobre ella, gravándose cada una de sus letras.

¿Cómo era que ella no tenía nada que ver con aquel clan? ¿No le habían dicho que su familia pertenecía a este?

Una leve punzada atravesó su pecho y cuando tomo el suficiente aire para replicar, un pequeño apretón en el agarre que sostenía con aquella joven callo.

Algo en su interior le dijo que esperara.

– De igual manera, Hanabi y Neji son su familia, al igual que yo – Esto último lo dejo para sí en su mente.

Se sentía expectante de aquello, pero realmente no podía hacer nada más.

Miro de reojo a su prima y una felicidad lleno su pecho, no podía creerlo.

Pero aun quedaba aquella parte que Naruto había mencionado, aquella sospecha que comenzó 5 años antes de todo aquello realmente comenzaba a tomar más fuerza ahora, con todas aquellas actitudes de parte de los Altos mandos demostraban y, ciertamente era algo de qué preocuparse ya que, si bien existía paz entre las naciones ninja, aquello podía desatar un golpe de estado.

Coloco una mano en su pecho, raramente sentía el ambiente tenso y ella se sentía aprisionada, sus labios comenzaron a temblar y, por primera vez en mucho tiempo, sintió miedo de no saber nada.

– Y sí lo que a usted le preocupa, Hiashi-sama, es que Hinata esté aquí, tranquilo – Él sonrió con altivez, sintiendo la victoria por aquel gesto molesto del Hyuga mayor – No estará en su dichosa casa Hyuga – Hanabi respingo ante este comentario y mordió su labio inferior – Más sin embargo, Hanabi-sama como su hermana y Neji como protector y hermano tienen total derecho a verle – Hizo una breve pausa – Si esto no es acatado, el clan estaría desacatando reglas, Hiashi-sama –.

¿Hermano y… Hermana?

~O~

El sol comenzaba a ponerse y débilmente unas pequeñas estrellas comenzaban a asomarse en el manto anaranjado que pronosticaba no durar mucho en el hermoso cielo sobre Konoha, pronto la noche llegaría.

Ambos se encontraban caminando a pasos lentos por las calles, en silencio. Ella estaba a unos pasos atrás de Naruto, observándolo detenidamente mientras seguían su camino. Se sentía frustrada, de nueva cuenta no se había podido defender sola, él la volvió a salvar y eso la dejo sorprendida, y algo decepcionada de sí misma.

Se sentía una tonta, una gran tonta.

Mordió su labio inferior, demostrando su confusión y nerviosismo ¿Tenía que darle las gracias, verdad?

Odiaba sentirse así, confundida.

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Cerro sus ojos, intentando mantener la calma, vale, si se había sobrepasado un poco pero aquella situación se había salido de control ¿Qué otra cosa podía hacer? ¡Él tenía ese temperamento! Que, para su buena o mala suerte había heredado de su Madre.

Paso su mano por su cabeza, en un gesto algo desesperado por despejarse. Rogaba a los cielos que su hijo no fuese tan cabeza hueca como él.

Un jalón en su chaleco ninja le saco de sus pensamientos, deteniéndose precipitadamente al igual que ella.

Viro su rostro y se encontró con el suyo; Cabizbaja, nerviosa, sonrojada y halando su chaleco. Sonrió débilmente y paso su mano directamente a su mejilla, acariciándola y levantando su mirada.

Ella le miro por unos segundos antes de esquivar sus ojos; Cada vez que veía sus ojos se sentía rara, no sabía lo que le pasaba y, eso le frustraba.

– Y-yo… – Titubeo un poco, aun apartando su mirada de él – Yo… Yo lo siento – Susurro, bajando un poco su mirada.

La miro confuso ¿Por qué ella se disculpaba?

Apretó un poco más el agarre del chaleco, intentando contener aquellas lagrimas que se estancaron momentos atrás. Ella era fuerte, entonces ¿Por qué flanqueaba cada vez que estaba cerca de él?

Flashback

Ella dejo de ser mi hija desde el momento en que… –.

Pero fue interrumpido, por un puño que le golpeo directamente en el estomago, logrando que perdiese el equilibrio y cayese al suelo.

Hanabi apretó un poco más la mano de su hermana, alejando su vista de su padre.

Ella solo miraba a ambos asombrada ¿Acaso había dicho hija? ¿Él era su padre?

Reprimió unas lagrimas, que amenazaban por salir de sus ojos y observo el semblante de Naruto. Furioso; Apretando sus puños y mandíbulas.

Los tres guardias que se encontraban en la habitación se acercaron con rapidez, casi con intención de atacar al Hokage, pero este los fulmino con la mirada, para después observar a Hiashi, quien con una indicación hizo que se alejaran de ambos.

Se levanto con dificultad, apoyándose de su bastón e intentando recuperar el aire.

Ella dejo de ser su hija en el momento que le trato como si fuese inferior – Siseo, con furia impregnada en su tono de voz – Y si, usted o alguna otra persona intentan dañarla, tenga por seguro que estará bajo tierra –.

End Flashback

– Lo siento porque… de nuevo usted me defendió y le metí en problemas – Concluyo, mientras que lo inevitable sucedió para ella. Aquellas lágrimas que había estado deseando reprimir desde aquel momento salieron en silencio de sus ojos.

Sintió una opresión en su pecho, como si en este se formara un agujero solo de verle de esa manera, porque ella no sabía la razón de sus acciones, quizás sobre un lazo que los unía, más no de la manera que era en verdad y eso le dañaba como una kunai en el pecho. Además ¿No era él quien tendría que disculparse? ¡Por supuesto que sí!

Y en un intento por disculparse, solo calló y la atrajo hacia él en un abrazo, rodeándole con sus brazos completamente y acomodándola en su pecho ¿Cómo aquella criatura podía ser tan hermosa? ¿No se daba cuenta que todos sus males eran culpa de él y no viceversa?

La respuesta era simple, a pesar que no lo recordara, ella era Hinata y, aunque no estuviese seguro del todo sabia que ella sentía algo por él, quizás algo pequeño, pero al fin y al cabo ¡Sentía algo por él! Y ¿Cómo lo sabía? Porque así actuaba la vieja Hinata.

Se sorprendió un poco cuando él le abrazo ¿Debería estar molesto, no? Pudo sentir el calor de su pecho y la respiración acompasada de él. Se sentía tan bien en sus brazos, tranquila pero también algo ansiosa.

Coloco sus brazos en su pecho, apretando el chaleco ninja de él. Realmente se sentía bien estar así, y lejos de molestarle le agradaba.

– Nada de eso es cierto ¿sí? – Murmuro mientras la estrechaba más contra sí – Tú no tienes nada de que disculparte, en cambio yo sí – Una media sonrisa apareció en su rostro mientras recargaba su barbilla en la cabeza de Hinata.

Levanto su rostro con cuidado y se separo un poco de él para poder mirarle desconcertada ¿De qué tenía que disculparse él?

Y sus miradas se entrelazaron como aquel día.

Un poderoso sonrojo se apodero de las mejillas de Hinata, al mismo tiempo que muchos pensamientos pasaban por su mente acerca de él. ¿Cómo era que aquellos ojos tenían tanto poder sobre ella y, no le molestaba en absoluto?

Sintió sus nervios dispararse a los cielos, solo con aquella mirada aperlada y en su garganta se formo un nudo en el momento que su vista se centro en sus labios entre abiertos y, tal como en muchas ocasiones en las que logro reprimirse a sí mismo, unas enormes ganas de besarla entraron en él y, para su desgracia no sabía si en ese momento tenía el control suficiente para separarse.

Reprimió un rugido de su interior, aparentemente no lo tenía.

Poso su mano con suavidad en su mejilla, levantando así su rostro para poder apreciarla.

En sus ojos buscaba algún signo de repulsión hacia él, algo que le hiciera apartarse, pero no había nada de eso.

Ella se sentía extraña, una cálida sensación se esparció por su pecho al mismo tiempo que sintió vértigo y un hormigueo en su abdomen. Le miro una vez más a sus ojos azules algo confundida por las acciones que él realizaba.

Una sonrisa cálida apareció en su rostro y ambas narices chocaron en un simple rose.

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– ¡Hokage-sama! –.

Aquel chillido resonó por los oídos de ambos, en especial los de él. Chasqueo la lengua y se separo un poco de Hinata, para poder virar su rostro y encontrarse con tres más pequeños, pasaron unos segundos y después les sonrió.

Hinata termino por separarse, bajando su rostro por demás sonrojado y mordiendo su labio inferior, observando de reojo a los pequeños.

Aquellos tres niños no tenían más de 8 o 9 años; Una niña de cabellos cortos hasta los hombros de color verde, con unos ojos violetas brillantes de mirada tierna combinada con ilusión. El otro niño miraba con emoción al Hokage, admiración quizás; Era algo bajito de estatura con sus ojos negros y su cabello marrón y el ultimo, el más alto de los tres, miraba hacia un lado, quizás intentando aparentar una actitud indiferente; Aquella actitud le recordó mucho a Sasuke, al igual que el hecho de que sus cabellos fuesen negros al igual que sus ojos.

La pequeña inmediatamente al sentir la mirada de ambos mayores se sonrojo e hizo una reverencia, a lo que sus compañeros imitaron casi de manera automática para después levantarse sonriendo.

– ¡Yo se los dije! – Exclamo con emoción, mientras que señalaba a ambos adultos y observaba a sus compañeros – ¡Les dije que él Hokage-sama estaba en una cita! –.

Ambos escucharon atentamente sus palabras, hasta que llegaron a comprenderlas y, como reflejo, sus rostros se sonrojaron.

Ella solo viro la mirada, aun con un gran sonrojo en todo su rostro; ¿Por qué aquellos niños pensaban aquello? Pero, realmente aquella idea no le molestaba y eso le avergonzaba mentalmente.

Era una tonta.

~O~

– ¡Kyaaaaaaaaaaaaah! –.

Aquel pequeño grito retumbo por sus oídos, y tan rápido como sus manos pudieron moverse se dirigieron a su boca, tapándola completamente para ahogar ese grito, más bien chillido de la pequeña pelinegra.

Sus ojos rojos se cerraron en señal de desesperación, en ocasiones los gemelos Uchihas sacaban una actitud similar a la de Uchiha-san, la matriarca Uchiha.

Ryuuji suspiro para después apartar la mano de la boca de su hermana, y pudo observar como en su rostro se formaba una siniestra sonrisa; ¿Estaba bien que ellos se hubieran involucrado?

– ¡Rin! ¿Lo viste? ¡¿Viste eso? – Pregunto emocionada, mientras que con su dedo índice señalaba aquella escena, Rin le miro confundido.

– No creo que eso funcione – Respondió observando de reojo la escena que aun no entendía muy bien ¿Qué se suponía que tenía que pasar ahí?

No entendía a su amiga, tampoco la explicación del amor que Kyosuke le había dado.

Tampoco es como si un niño de ocho años supiera todo sobre el amor; Pero su madre se lo había dicho y sobre su significado, además de que desde que él pregunto por su padre y como ambos se habían enamorado, lo entendió.

Pero solo un poco, aun no entendía porque para eso tenían que "Compartir saliva".

– ¡Claro que funciona, tonto! – Chillo, sin quitar los ojos de los adultos que se encontraban a varios metros de ellos, entablando conversación con otros niños – ¿Acaso no sabes que cuando una hermosa mujer besa a un señor es amor? – Pregunto intrigada, pronto Rin movió su cabeza en señal negativa – ¡¿Eh? –.

– Mamá te ah leído demasiadas historias de bebes – Dijo por lo bajo el pequeño Uchiha.

Rin tomo sus cabellos azulados y tiro de ellos en señal de desesperación ¡Y el que pensaba que Naruto-san fuera su papá iba a ser más sencillo! ¡Aquello era terriblemente difícil!

Había escuchado pocas cosas de lo que Arreichi y Kyosuke decían, pero nunca las había comprendido; Aquellas historias donde el gran Ninja salva a la chica más hermosa y por asares terminan juntos, se enfocaba más en los relatos de las peleas.

– ¡Con que aquí estaban! – Una voz por detrás los alerto, y, como si se tratara de un espectro giraron su cabeza lentamente y observaron unos ojos jades llenos de furia – ¡Llevo horas buscándolos! ¡Tsk! – Exclamo enfadada, mientras levantaba su puño y sus cabellos rojos se movían a la par – Parezco una maldita niñera ¡Maldición! –.

Rin palideció en un segundo, sabia como su tía se enfadaba y era peligroso.

Aimi paso sus ojos de los mocosos que estaban ahí para observar a donde anteriormente, ellos lo hacían y se sorprendió un poco para después dirigir su mirada a Rin; Quien en sus ojos azules tenía un brillo; Culpabilidad y emoción. Estaba planeando algo.

No tardo mucho en procesar la información para saber de qué se trataba el plan de aquel pequeño remolino. Tenía dos opciones cruzando por su mente; La primera, era que tal vez, solo tal vez él se ubise dado cuenta de la verdad, de que el Hokage era nada más y nada menos que su Padre.

Pero pronto desecho esa idea por una razón; Rin era un completo despistado, así que sería básicamente imposible.

Entonces pasó a la segunda razón, y realmente no sabía si esta beneficiaba o perjudicara a su querido primo.

Una media sonrisa macabra se dibujo en su rostro.

No tenia malas intenciones, solo quería divertirse con el pequeño plan de su sobrino (En el que, aparentemente ya había involucrado a los gemelos Uchiha y al Hijo de Kurenai)

– Nee, Rin ¿Crees que les pueda ayudar con su plan? –.

~O~

3 días después

Su respiración era normal; Inhalaba y exhalaba, tal como Tsunade le había pedido para monitorear su respiración. Estaba en el Hospital de Konoha en su revisión, lo cual ya parecía de lo más normal.

No le preocupaba estar ahí, ya sabía que todas esas revisiones eran por su bien pero, le preocupaba Rin. La última vez que estuvo con él había sido cuando ella e Ichiro lo habían hido a dejar en la academia hace unas horas ¡Vale! No era mucho tiempo, pero de igual manera le angustiaba ¿A qué madre no?

Tsunade observo como ella mordía su labio inferior y sonrió adivinando los pensamientos de la chica; Ella nunca fue madre realmente, pero si llego a tomarle un cariño especial a Sakura y Naruto, a tal grado de tenerles un cariño y aprecio como si estos fueran sus hijos.

Y era obvio que la Hyuga estaba preocupada.

– Tranquilizate – Murmuro Tsunade alejando el estetoscopio de su pecho – Él mocoso está bien – Termino con un tono de burla.

Ella se sorprendió, aparentemente las personas cercanas a ella en el pasado le conocían más que bien, a tal punto de saber sus pensamientos. No le molestaba, es más, le alegraba porque eso detonaba el lazo que tenían con ella y le hacía sentir dichosa.

Observo a Tsunade dejar el estetoscopio en una mesita para después tomar unas hojas y escribir en ellas. Bajo su rostro y este inmediatamente tomo un ligero sonrojo cuando recordó aquella platica con Eiko. Un ligero temblor apareció en su cuerpo, quizás Eiko tenía razón.

– Ts-Tsunade-sama – Susurro débilmente aun con su cabeza gacha y aquel recuerdo la embriago nuevamente – Yo… Yo creo que recupere un recuerdo –.

~O~

Observo para ambos lados con cuidado, intentando que nadie de aquel lugar le reconociera. Se sentía ansiosa, emocionada y miles de preguntas pasaban por su mente, todas dirigidas hacia él pequeño que ella ansiaba conocer; ¿Cómo sería? ¿Se parecería a su Hermana o a Naruto? ¿Sería tan cabezota como su padre? Pero daba igual, como fuera querría a ese niño demasiado (Aunque fuese una réplica de, para su opinión, bruto de él Hokage)

Y ¿Por qué? Era su sobrino, hijo de su hermana y a pesar de que para ella el rubio era exasperante le había tomado mucho aprecio y cariño. Además, que aquella pequeña era una razón por la que ella sonreía nuevamente.

Sí, ella en esos momentos tenía una gran sonrisa en su rostro, una de las que hacía mucho no mostraba.

Los niños comenzaban a salir por las puertas de la academia; Algunos gritando, otros saltando o simplemente serios y esto último le pareció extraño ¿Cómo unos niños podían ser amargados?

Desecho sus pensamientos cuando vio salir a Iruka, rápidamente logro interceptarlo.

– ¡Iruka-sensei! – Exclamo al estar unos pasos cerca de él y elevo su mirada para poder ver a su antiguo sensei, este mostraba un rostro de sorpresa.

– ¿Ha-Hanabi-sama? – Observo la sonrisa de su antigua alumna, esa que hacía mucho no veía en ella – ¿No sé supone que deberías estar en el complejo Hyuga? – Pregunto puesto que era raro ver a la Líder del clan Hyuga en la aldea y aun más en la academia ninja.

Ella asintió con la cabeza, sin quitar su enorme sonrisa de su rostro

– Quiero verlo, Iruka-sensei – Comento directa mientras su mirada bajaba, él le observo con confusión por unos segundos – Quiero ver a Rin –.

Y entonces comprendió que la presencia de la Lider Hyuga en aquel lugar no era coincidencia, quería conocer al niño que había causado impacto con su llegada; Quería conocer a su sobrino.

Sonrió, no era para menos. Señalo una parte del patio, donde se podía apreciar que el pequeño saltaba junto con otros niños, ella le observo.

¡Era tan pequeño y tan lindo! Desde donde se encontraba se podía ver sus cabellos negro-azulados y alborotados, una felicidad le embriago. Se detuvo a observar con un poco más de detalle y se pudo dar cuenta que sus rasgos eran muy parecidos a los de él Hokage, pero también se distinguían que eran más finos.

No dudaba en cuanto el comenzara a crecer seria apuesto.

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Escuchaba las voces de sus compañeros hablándole mientras caminaban rumbo a la Torre Hokage con pasos lentos; Acababan de volver de una simple pero larga misión. Pero precisamente solo escuchaba voces, no se molestaba en entender lo que ellos decían en esos momentos, estaba cansado y sí, desde hacia tiempo que era mucho más despistado de lo que era.

Él ya no era un niño, hacia mucho que había dejado de serlo pero aun así le sorprendía lo despistado que podía llegar a ser al sumergirse pensando únicamente en una cosa.

Hanabi Hyuga; La Líder del Clan Hyuga.

– ¡Konohamaru! ¿Si quiera me estas escuchando? – Aquella voz con un toque de molestia le saco de sus pensamientos para ver el rostro enfadado de su amiga y compañera.

Pero tampoco era el único que había cambiado con el paso de los años; Moegui había dejado de ser una niña y ya estaba en paso de convertirse en una mujer. Su inusual rubor en sus mejillas había desaparecido de estas, dejando ver una piel tersa, y, ahora su cabello lo dejaba en una larga coleta alta.

Mientras que Udon, al igual que sus compañeros dejo el aspecto infantil pero guardando el mismo tipo de peinado y gafas.

– Esto, sí te escuche lo que pasa es – Su nerviosismo crecía, ya que él carácter de Moegui al paso del tiempo se había transformado a uno parecido al de Sakura, al igual que su fuerza. Sudo frio al recordar sus pequeños golpes.

Ambos dieron un hondo suspiro, adivinando en lo que probablemente su compañero pensaba.

Moegui lo miro preocupada mientras continuaban caminando; Sabia bien que, aunque intentara ocultarlo aquello le afectaba de sobremanera y, de cierto modo al paso de esos seis años comenzó a guardarle algo de rencor a su antigua compañera Hanabi.

Pero también sabía que Konohamaru no era el único que sufría en silencio.

Observo como Udon paró en seco e hizo caso omiso esta vez ella a los comentarios de Konohamaru. Observo el rostro de su compañero de anteojos; Con sorpresa y confusión.

Dirigió su mirada hacia donde él lo hacía. Su rostro reflejo exactamente lo mismo.

Se encontraban pasando enfrente de la academia ninja y, en el patio de esta estaba nada más y nada menos que Hanabi Hyuga, sonriendo.

– ¿Ha-Hanabi? – Murmuro aun con sorpresa, trayendo con si la atención de Konohamaru.

La observo durante unos segundos, sin mostrar emoción alguna en su rostro, quedando clavado al suelo y admirando aquella sonrisa que no veía en ella hacía mucho tiempo.

Sus labios se entreabrieron, queriendo gritarle para que virara y le sonriera como en el pasado pero se detuvo.

¿Qué había logrado que ella sonriera una vez más así?

Pronto desecho todo pensamiento y solo dejo uno; Ella sonreía.

Comenzó a dar pasos torpes hacia donde ella, aun sin dejar de mirarla e ignorando las palabras de sus amigos.

Tenía que estar cerca de ella y averiguar la razón de su felicidad; porque fuese lo que fuese quería que siguiese así.

– ¡Hanabi! –.

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Escucho aquella voz que le era tan familiar y su piel se erizo por el nerviosismo cuando pudo distinguir que se dirigía a ella, cada vez aumentando más el paso.

– Konohamaru… – Murmuro conteniendo un suspiro de sus labios cuando él ya se encontraba a centímetros de ella.

Dejo que sus miradas chocaran para saber si aquello era un sueño, ilusión o algo que le terminara por volver loco.

Observo un leve rubor en sus mejillas; Hacia mucho tiempo que lo la veía así y sonrió para sus adentros ¿Acaso la capa de hielo que se había formado en el corazón de ella estaba derritiéndose? Y si era así ¿Por qué motivo?

No era porque no estuviese feliz ¡Estaba volviendo a ser la misma Hanabi! Pero una punzada de celos lo embriago ¿Por qué él no había podido lograr eso durante aquellos años tan infelices?

– ¡Eso es mentira Ryuji-Teme! – Chillo una voz a lo lejos, con un toque de molestia eh infantilismo en su voz – ¡Yo me convertiré en Hokage 'ttebano! –.

Giro su rostro al escuchar aquella voz chillona tan familiar, al igual que sus palabras y, al verle, quedo sin aliento.

Naruto –.

¿Qué había cambiado cuando él había estado fuera? Muchas cosas.

~O~

De nueva cuenta el ambiente se encontraba tenso en la oficina del Hokage; En silencio.

Medito las palabras de la persona que tenía enfrente de él, buscándole una respuesta lógica, una razón ¡No, razones no! ¡Aquello no tenia lógica! ¡Todo era una completa mierda!

Puso sus manos en sus cabellos rubios y tiro de ellos en señal de desesperación.

Ahora sus deseos de matar estaban más fuertes que nunca.

– Neji… Dime que es una broma, por favor – Dijo rompiendo el silencio, con voz llena de suplica hacia el castaño. Realmente quería que fuera una broma, pero el castaño no respondía, seguía observándolo fijamente.

Pero siempre el silencio otorga.

Sus manos se volvieron puños y se levanto de golpe del asiento.

– ¡Los matare, Neji! – Exclamo sin ganas de esconder el odio y furia en su voz.

Y antes de que él pasara de Neji, él tomo su brazo y lo retuvo intentando parecer sereno.

– Créeme, yo también – Siseo entre dientes mientras seguía observando fijamente hacia ningún lugar – Pero eso solo traería más problemas –.

– ¿Y entonces qué? ¿Me quedo de nuevo con los brazos cruzados como cuando ellos quisieron hacer lo que sus alteranas cabezas quisieron? – Pregunto con furia claramente impregnada en su voz, más no levanto él tono ya que Neji era de los pocos Hyugas involucrados.

Él castaño negó con la cabeza, soltando el agarre que impedía moverse al rubio.

Apretó sus mandíbulas en señal de frustración y un pequeño rugido salió de su garganta. Comprendió él silencio de Neji por "Esperar el momento adecuado" y frunció su seño molesto.

Pero lo que más le molestaba es que, quizás tenía razón; También tenía que actuar como Hokage y no debía ser egoísta.

Suspiro frustrado mientras un fuerte golpe resonó en la habitación, nuevamente había dejado un hueco en la pared. Pasó del lado de Neji y salió a toda prisa; Necesitaba distraerse.

Y, sobre todo alejar el pensamiento de matar lentamente a Hiashi.

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¡Yay! Me siento feliz por haber terminado el capitulo 7, es un orgasmo de felicidad doble (¿?

Ok no, e.e

Me siento emocionada por sus reviews 3 me alegro que les haya gustado el Omake _ realmente me esforcé en el, ya que, como dije antes, ES EL PRIMER OMAKE QUE ESCRIBI D8! Agyhsja

Ah, sí, por si quedaron dudas "Kyosuke" es el hijo de Kurenai~ No deje muy en clara su descripción física así que se las diré simple; Si alguna vez vieron la imagen donde esta asuma de joven, es idéntico a él a excepción de sus ojos que son iguales a los de Kurenai.

Bueno, no los entretengo tanto~

Realmente aprecio su apoyo, y les agradezco sus reviews

Así que, si te gusto o no el capitulo, igual deja un Review o mi hermano tiburón azul te comerá o_ó (¿)

Cada día me siento más safada…

¡Hasta la próxima!