Epilogo
Un año después
-¡Papa!
-¡Fate-mama!
Fate y Kaito miraron como sus hijos de 4 y 5 años, Scarlet y Yumiya peleaban, esta vez, por las palomitas del bol que Hayate había preparado.
-Bien, te toca.-dijo Fate.
-¡Que!-grito Kaito.
-Ella fue la última vez y yo estoy muy comoda con mi almohada Fate-chan.-susurro Nanoha.
Fate sonrió mientras acariciaba el pelo de Nanoha, la amaba, no podía negarlo y ahora estaba segura que el amor era correspondido sin barreras, pues Nanoha se desvivia por ella mientras Vivio hacia de hermana mayor.
Si, habían tenido más hijos, la mágia hacia milagros.
-Yumi, Scarlet, ¿galletitas?-pregunto Vivio.
-¡Si!-gritaron los niños.
Y los tres se marcharond e allí, entre las risas de los mayores que esperaban a su ahora, gran familia, aparecer en su jardín.
-Fate-chan...-susurro Hayate.
-¿Si?-pregunto la rubia.
-Nanoha me ha dicho que vais a por el tercero.-sonrio la morena.
-Eh...si...-susurro Fate sonrojada.
-¿Has probado a ser salvaje?-pregunto Hayate.
-¿¡Que!-grito Fate.
-Asi me quede yo embarazada de Scarlet.-dijo Hayate sin alarmarse.
Fate miro mal a su amiga antes de alejarse de allí toda sonrojada entre las risas de Hayate y la mirada complice de Nanoha.
Cuando había que avergonzar a Fate, nadie mejor que ellas.
-¡Ya estamos aqui!-grito Clyde.
Fate sonrió al escuchar a Clyde entrando con Lindy, ahora también embarazada muy a pesar de Chrono y Clyde, que estaba locos por los antojos de su madre y esposa, pero se lo consentían todo, ya que era la iba a traer al mundo a la nueva mujercita de la familia Harlaow.
-¡Aqui llegamos!-grito Shia.
Shia y Sasuke llegaron en la Harley de Sasuke, una que él había guardado después del nacimiento de Kaito y ahora usaba para pasear a su flamante esposa por toda la ciudad.
-Papa...-dijo Fate al ver la moto.
-Ni me digas, esta vez a sido ella.-dijo Sasuke.
Fate rió ante el comentario de su padre, pues normalmente, cuando Shia cogía la moto, solían llevarse alguna caja de frutas de algún puesto y por eso la moto quedaba como estaba...
Toda llena de naranjas...
-¡Caballería!-grito Vita.
Vita, Signum, Shamal, Zafira, Subaru, Teanna, Caro y Erio también decidieron ir a la gran comida familiar, presentandose allí, en el caso de Erio y Zafira, con un gran buey para asarlo.
-Esto...-susurro Nanoha.
-¿Es pequeño?-pregunto Erio.
-No...no precisamente.-dijo la instructora.
Caro golpeo a Erio, quien se agarro la cabeza soltando al buey que agarro Subaru sin darse cuenta de que iba a caerse y cayendo sobre Teanna que golpe a Subaru que acabo en los brazos de Signum mientras Shamal y Zafira reían y Vita bufaba.
-Lo...siento...-dijo Subaru con su mejor sonrisa.
-Mama, ¿deberíamos ir?-pregunto Alicia.
Precia no estaba muy segura, pues no quería interrumpir y entendía que ella no fuera bienvenida en la comida familiar.
-Ve...si quieres.-susurro ella.
-¿Donde vas, mama?-pregunto Fate.
Precia se giro, mirando a sus dos hijas, las dos sonrientes y tendiendole su mano, como ella había deseado, su sueño hecho realidad.
-Yo...-sollozo Precia.
-¿Vienes a comer?-pregunto Fate.
Y Precia no pudo negarse, no cuando todos la miraron con cariño y aceptación, ahora estaba en su hogar y se aseguraría de no olvidarlo jamás.
Era ya de noche cuando todos se fueron, dejando a Nanoha y Fate cansadas, Vivio, veía la televisión en su cuarto y Yumiya estaba dormido en su cuarto, lo que las dejaba solas...
Muy solas...
-Nanoha...-susurro Fate.
Nanoha se detuvo, ella esperaba la reacción de Fate a su vestido veraniego y no se esperaba que fuera a tardar tanto, pero cuando se pego a su espalda y acaricio su pierna levantando su falta supo que era hora.
¡Por fin!
-Fa..Fate-chan.-susurro Nanoha.
Fate le quitó el último plato y la miro a los ojos, determinación mezclado con lujuría y timidez la invadían haciendola perfecta para ella.
-Hayate...me ha dicho un truco...-susurro Fate sugerente.
-¿Que?-pregunto la instructora.
Fate la cogió en brazos y apago la luz mientras se la llevaba a su cuarto, para demostrarle cuando podía llegar a desearla a ella y a la familia que quería formar con ella.
-Preparate, Demonio Blanco, porque ha llegado alguien peor que tu a la ciudad...-susurro sexy Fate.
-¿S..Si? ¿Q..Quien?-mustió Nanoha mientras sentía la lengua de Fate en su garganta.
Fate sonrió su dentadura mostrandose y entonces Nanoha supo que no tendría salvación y que ni siquiera le importaba.
-La heredera...-susurro la rubia.
Y cayeron en la cama entre besos para darse todo el amor guardado durante tanto tiempo, acabando la historia sobre el Demonio Blanco y La Heredera, para empezar una historia mucho más dulce...
La de Fate T. Harlaow y Nanoha Takamachi.
A/N: AHHHHHHHHHHHHHHHH, se acabo, me ha dado pena terminar y todo y confesare que he llorado en alguna parte, pero ahí esta, terminada. Otra vez, quisiera daros las gracias (no me cansare nunca) por estar ahí y leer y comentar y apoyarme, lo aprecio mucho. Y deciros que voy a tomarme unas pequeñas vacaciones para preparar cosas nuevas, hasta entonces, nos vemos. Infamous21