Prólogo

Mid-Childa, 15 de Enero de 2010

Corría por la lluvia como si nada le importara, porque nada le parecía tener algún significado especial, los edificios no eran más que borrones a sus ojos, la calle mojada y sucia solo reflejaba parte del peso que llevaba en el pecho y el horizonte...

Ahora mismo ni el horizonte veía con claridad.

Podían ser las lágrimas, podía ser su incomprensión, podía ser simplemente que sus heridas eran demasiado para poder seguir manteniéndose en pie.

Y aún así, seguía luchando.

¿Porque? ¿Porque?

¿Es este mi destino?

Nanoha, ¿porque no estas conmigo?

Pasos se acercaban más y más a donde estaba, ella sabía, solo sabía que no podría salir de aquello con vida, pero tenía que alejarlos, tenía que...

-Aqui estas...-susurro una voz.

Fate T. Harlaow se detuvo respirando pesadamente, su líquido de vida corriendo a través de su brazo y su cabeza haciendo casi imposible su visión, pero al menos lo había conseguido.

Los había alejado.

-Si, parece que no puedo correr más.-susurro ella.

-Entonces, muere.

Cerró los ojos esperando a que todo aquello acabara, en parte así lo quería, en parte odiaba no estar para proteger ha todos aquellos que quería, en parte...

Ella solo quería descansar.

Su cuerpo no dio más de si y cayó en el suelo mientras sentía el impacto del arma en su espalda haciendo que todo no fuera más que un simple borrón, aunque ella solo llevara una cosa en mente.

Nanoha.

Nanoha...

La lluvia pareció querer compartir su dolor con ella y comenzó a tronar más fuerte y poderosa que nunca llevándose los rastros de sus heridas lejos de todos los ojos y de toda la ayuda.

Hasta que algo, una luz, apareció en el cielo.

¿Nanoha?

-Deteneos.

Sus atacantes se detuvieron para luego caer inconscientes y entonces la luz se le acerco y le acarició la cabeza suavemente.

-Tranquila, todo estará bien ahora.

-¿Na...no...ha?-susurro.

-Shh, no hables ahora.

Fate no discutió, solo se dejo llevar con la persona que la arrastraba lejos del dolor mientras, con su maltrecha visión, pudo percatarse de que había más luces alejando a sus atacantes.

Entonces notó una luz muy suave envolverla y un calor que no conocía muy bien pero del que no quería apartarse, la verdad es que ya no quería hacer nada más que dormir mucho tiempo.

Nanoha...

Donde estés, se feliz

Cumple tus sueños

Porque aunque no lo creas

Yo siempre te quise,

A mi manera.