Summary: Después de que su tío se gastara su fortuna decidió subastarla ante sus socios de la mafia y obtener dinero para pagar una deuda, pero él no contaba con que ella buscaría ayuda en la persona que él menos imaginaba y que más lo odiaba.

Disclaimer: Los personajes de Sailor Moon no me pertenecen, son propiedad de Naoko Takeuchi

Nota: Hola chicas, después de un tiempo estoy de vuelta, pues aun con mis días ocupados de trabajo he encontrado espacio para escribir y me he pasado madrugadas escribiendo, y en uno de esos aburridos días de trabajo se me ocurrió esta historia, solo espero que les agrade y le den una oportunidad para leerla, como siempre les advierto que es categoría M, así que lean bajo su responsabilidad, espero que les guste. ¡Nos leemos al final!

VENDIENDO A UNA VIRGEN

By Yurika Cullen

Capitulo Uno

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Estaba sentada junto a la ventana de mi habitación, contemplando el hermoso y resplandeciente día que hacia afuera, el clima estaba tan hermoso que me entraron enormes ganas de salir al jardín y pasear un poco, recibir los rayos del sol y sentir un poco el viento, quería poderme despejar un poco y olvidar todo este encierro. Un golpe en la puerta me saco de mi ensoñación, estaba a punto de preguntar quién era cuando la puerta se abrió sin esperar que al menos articulara palabra. No me sorprendió la persona que entro, era obvio que nadie más podría irrumpir un lugar así sin esperar respuesta, después de todo y como él decía, esta era su maldita casa, y yo no podía estar más de acuerdo en que era maldita.

— Jedite— salude hipócritamente a mi tío y trate de poner una sonrisa convincente en mi rostro, pues justo hoy no le daría el gusto de verme triste, no sé si lo logre o como siempre él lo ignoro y le importo poco

— Serena, necesito hablar contigo— respondió sin saludar, y por su tono demasiado serio me puse nerviosa, algo no iría bien, no para mi

— ¿Sobre qué?—

— Veras, ya que has cumplido diecinueve años, y por lo que es obvio ya eres toda una mujer— hizo una pausa, yo lo mire esperando que continuara, pues como él había dicho hoy era mi cumpleaños y lo único bueno que eso significaba es que estaba un año más cerca de mi libertad, pero aun faltaban dos años más para eso y mientras tanto seguiría aquí adentro, así que por ahora mi cumpleaños era un día igual que los demás— La herencia de tus padres dentro de poco estará en tus manos— continuo, pero su comentario me dio a entender que no lo estaría y en realidad ya lo sabia

— O lo que queda de ella— respondí molesta, pues él se había encargado de gastar y despilfarrar mi herencia y estoy segura que cuando tenga la suficiente edad para obtenerla ya no habrá ni un solo centavo de ella

Hace poco habíamos tenido una reunión con los abogados de mi padre, ellos se encargaban de supervisar la cuenta de la herencia y de constatar los gastos que hacia mi tío con ella, además de mostrarme periódicamente el monto total del dinero y en que se había gastado, pero la verdad es que yo sospechaba que estaban a favor de Jedite y no mío, pues la última vez que vi la cifra total de la herencia estaba terriblemente baja, quedaba por lo menos un cuarto de la herencia que había dejado mi padre hace seis años y los abogados solo justificaron y justificaron gastos que nunca hubieron, al menos no para mí. Aunque lo más posible es que otra gran parte de la herencia aun exista y este en las manos de Jedite, algún truco sucio hizo y logro quedarse con más de la mitad de ella dejándome a mí solo una mísera parte, que aunque sigue siendo mucho dinero, no es el total que me corresponde, o simplemente se la habrá gastado.

Jedite me miro con malicia y sonrió.

— Han habido gastos durante estos años, y una chiquilla de clase como tu es cara de mantener— yo fruncí el ceño, pues mi vida después de la muerte de mis padres había cambiado cien por ciento, me la pasaba casi siempre encerrada, y Jedite no había gastado prácticamente nada en mi, incluso impedía que ingresara en la universidad, porque estoy segura que todas esas cartas de rechazo en las universidades que presente fueron falsificadas por él, porque durante estos años he estudiado duro y en el instituto fui la mejor de mi clase, todo el tiempo que la he pasado aquí dentro, estudio y estudio para poder entrar en alguna de todas y poderme ir de aquí aunque sea para estudiar más, se que por lo menos en alguna debieron aceptarme, pero él es capaz de todo con tal de amarrarme aquí y controlarme a su antojo

— No entiendo a donde quieres llegar con este discurso— él sonrió— ¿Por qué no me dejas ir de una vez? Al menos déjame ingresar en alguna universidad— Jedite empezó a negar con la cabeza

— Serena, no sé si recuerdas que te rechazaron en todas— dijo con burla

— ¡Mientes! Sé que me debieron aceptar en alguna de ellas, tu falsificaste los resultados— él volvió a reír y juro por Dios que quería partirle la cara

— Me ofendes gravemente querida— fingió falsamente sentirse herido

— Por Dios deja el teatro, ambos sabemos la verdad, hoy no necesitas fingir conmigo, ni tú mismo crees todo lo que me dices, así que se honesto una vez y dime qué quieres de mí— él me miro serio por unos segundos, pero no respondió nada— ¿Porque al menos no me dejas ir? Sinceramente la herencia ya no me importa, puedes quedarte con todo, pero déjame ir, quiero vivir mi vida, no quiero estar más encerrada aquí adentro— Jedite se acerco y me tomo del mentón

— Justo hoy venia a contarte un par de cosas importantes— dijo sonriendo, yo fruncí el ceño y lo mire esperando que continuara— pero primero voy a decirte que tienes razón, si te aceptaron en todas las universidades en las que te presentaste— yo lo mire dolida

— ¿Por qué me mentiste?— él volvió a sonreír y camino hasta la ventana

— Porque me harás ganar mucho más dinero— y me soltó

— No entiendo—

— Veras— dijo de nuevo mirándome— se dé buena fuete que estas tomando anticonceptivos para regular tu periodo— yo me sonroje y a la vez me confundí por el cambio de tema

— ¿Qué tiene que ver eso?—

— Además se de la misma fuente que aun eres virgen— continuo como si nada

— ¡¿Acaso estuviste interrogado a mi ginecóloga?— pregunte ofendida

— Algo así— comento moviendo la mano para restarle importancia— el dinero siempre muestra la mejor cara de todos, y hasta los hace olvidar cuan profesionales son, pero el punto es, que es con eso con lo que me harás ganar dinero— yo abrí los ojos horrorizada

— ¿Qué quieres decir?— pregunte temerosa, Jedite sería capaz de las cosas más absurdas, él me miro serio

— Que voy a vender tu virginidad—

— ¡¿Qué? ¿Estás bromeando?— él empezó a reír

— Nunca hable tan en serio contigo como ahora querida sobrina—

— ¡Eso no es legal! ¡Estás loco!—

— ¿Quién dijo que lo haría legal? ¿Cuando me has visto hacer cosas legales?— yo guarde silencio, olvidaba ese pequeño detalle— Esta noche, vendrán un par de amigos míos y socios, y hay alguien bastante interesado en ti, en realidad es quien me dio la idea al mencionarme que pagaría lo que fuera por tenerte— yo fruncí el ceño, podía imaginar quien era— exacto, es justo quien piensas, Diamante Black, él está muy interesado en ti, pero no pienso ponérselo fácil, si quiere tenerte tendrá que pagarte caro—

— ¿Qué piensas hacer?— comente resignada y atemorizada, nada que yo intentara iba a impedir lo que él tenía planeado, Jedite era un hombre muy peligroso, estaba metido en negocios sucios y todos estos años viviendo en su casa me demostraron que el muy maldito siempre logra lo que se propone y si hoy pensaba venderme entonces nadie lo impediría… pensar en eso me hacía temblar

— Te voy a subastar esta noche— mi cuerpo se estremeció— una semana completa en tu gloriosa compañía, una chica joven y casta llamara la atención de todos, la mayoría estarán dispuestos a pagar fortunas por estrenar una hermosura como tú y satisfacer todas sus fantasías, eres de clase, con buenos modales y lo más importante de todo es que eres virgen, a estas alturas es muy difícil conseguir una joven así de tu edad, ¡Toda una novedad! Estarán desesperados—dijo mientras me tocaba el pelo y me miraba con… deseo, yo me quite rápidamente y trague el nudo que se me había hecho en la garganta pues él me observaba fijamente al describir mis cualidades, un escalofrió de terror me sacudió al pensar en las dementes fantasías que podría tener un desgraciado como él

— Eres un maldito despreciable y retorcido— dije con la voz casi en un susurro pues se me dificultaba hablar

— Lo sé— dijo riendo, luego se acerco y me tomo fuertemente del cabello— Escúchame bien Serena, tengo una gran deuda que pagar, lo que queda de la maldita herencia no puedo tocarlo, no hay forma de hacerlo, solo si mueres pudo tocar lo que queda— yo me estremecí— y aunque ya lo había pensado, Diamante hizo que se me ocurriera esta magnífica idea, tú y el tesoro que tienes entre tus piernas me harán ganar lo suficiente para pagar lo que debo y mucho mas, te voy a subastar un par de veces y cuando obtenga lo que necesito, te ofreceré a Diamante, el viejo estará dispuesto a pagar millones por tenerte, aunque te hayan usado un par de veces, él imbécil dará cualquier precio por ti, así que más te vale portarte bien, si alguno de mis clientes se quejan luego de haber estado contigo entonces lo pagaras caro, y no querrás saber de qué forma te hare pagar, si después de esta primera vez alguien se llega a quejar de que no fuiste complaciente, entonces seré yo quien te enseñe personalmente como se debe complacer a un hombre, me encantaría hacerlo ahora mismo, pero por ahora me sirves mas siendo virgen— de nuevo sentí escalofríos por todo el cuerpo, solo de pensar a Jedite poniéndome una mano encima me causaba nauseas— más tarde Morgana te traerá un vestido para la ocasión y te ayudara a que te veas presentable, así que vete preparando— en ese momento tocaron la puerta

— Señor Jedite, los hermanos Kou y Chiba ya llegaron, se instalaran en las habitaciones de siempre, el señor Diamante y Zafiro vienen en camino, los demás confirmaron su asistencia pero no han llegado aun— informo una de sus sirvientas

— Muy bien, aun es temprano, así que tenemos tiempo, encárgate de la comodidad de todos. Y tu Serena ve a darte un baño— y sin decir nada más se fue azotando la puerta

Yo me deje caer mientras abrazaba mis piernas ¡¿Por qué demonios me pasaba todo a mí? ¿Qué haría ahora? Mi día se había convertido en un infierno en un par de segundos y si no pensaba en algo rápido sería demasiado tarde, ¿Pero qué podía hacer yo para evitarlo? ¡Nada! Mi tío me mataría si es que logro escapar y me encuentra, y solo de pensar en el castigo que me impondría si me descubre intentando huir me inundaba de terror. Me levante hecha un manojo de nervios y camine en círculos por la habitación, tenía que pensar en algo, en cualquier cosa, algo que me ayudara aunque fuera un poco… de repente una idea llego a mí y aunque no evitaba mi destino al menos me lo haría más llevadero, era arriesgado, pero no tenía otra opción, solo esperaba que funcionara y que Jedite no se diera cuenta de que intervine. Salí de mi habitación y fijándome que nadie me viera me dirigí al pasillo donde estaban los cuartos para invitados, si había escuchado bien, todos los invitados usarían la habitación de siempre, así que rezando por no equivocarme toque la puerta que buscaba.

Después de unos segundos un rostro familiar para mí abrió la puerta con expresión bastante seria, siempre que estaba en la casa de Jedite tenía la misma expresión, pero en un par de ocasiones que lo encontré fuera, aunque continuaba serio sus facciones eran algo más tranquilas. Cuando me vio se sorprendió.

— ¿Serena? ¿Qué haces aquí?— yo no respondí ni espere que me invitara a pasar, entre directamente y lo obligue a cerrar la puerta

— Perdóname que irrumpa así, pero no puedo arriesgarme a que mi tío me vea aquí—

— ¡¿Estás loca? Sabes que a Jedite no le gusta que te relaciones con nadie, ¿Qué haces aquí?— pregunto de nuevo

— Al parecer de ahora en adelante le encantara que me relacione con cualquiera— El frunció el ceño

— No entiendo—

— Darién escúchame, necesito pedirte un favor, es prácticamente de vida o muerte— lo interrumpí

— ¿Paso algo malo?— me pregunto preocupado, yo negué

— No todavía, pero mira Darién, se que hace años que no nos hablamos, pero eres el único aquí adentro al que puedo recurrir, el único en el que puedo confiar—

— Deja de dar vueltas Serena, dime que pasa— me apuro

— Darién, esta noche mi tío piensa hacer una subasta— él frunció el ceño

— ¿Una subasta? ¿Para eso nos invito?— pregunto pensativo

— Escúchame, no es una subasta cualquiera—

— Eso puedo imaginármelo, él hijo de puta siempre trae alguna sorpresa, ¿Qué es ahora?—

— Soy yo… me va a subastar a mi— él abrió mucho los ojos y luego los frunció disgustado

— Maldito bastardo—

— Quiere subastar mi virginidad— dije empezando a sonrojarme—dijo que de ahora en adelante va a subastarme un par de veces y luego me venderá a Diamante, ahora piensa usarme de prostituta y si yo no hago lo que él dice y no complazco a sus clientes él mismo se encargara de enseñarme como— comente de nuevo sintiendo escalofríos, Darién frunció mas el ceño— por eso quiero pedirte un favor—

— ¿Qué tienes pensado hacer? ¿Huir? Sabes que no será fácil y desgraciadamente no puedo ayudarte con eso— yo suspire

— No, se que no podre hacerlo, por eso vine aquí… sé que no es simple lo que te voy a pedir Darién pero…— dude

— ¡Habla ya!— me apuro

— Darién por favor, cómprame— rogué

— ¿Qué?— dijo sorprendido

— ¡Por favor! Te juro que te pagare luego, cuando cumpla veintiuno podre disponer de la herencia y te pagare todo lo que gastes— intente desesperada, él me miro serio— por favor, no quiero que mi primera vez sea con el viejo asqueroso de Diamante o con el psicópata de Rubeus, al menos se que tú me trataras bien—

— ¡¿Encima pretendes que de verdad me acueste contigo?— comento mas sorprendido

— ¿Y qué esperabas? Me va a seguir subastando después, al menos quiero escoger yo con quien tener mi primera vez y no que lo haga el dinero— no sé con qué cara estaba pidiendo semejante cosa pero estaba desesperada— ¡por favor! Te lo suplico— él dudo por un rato— decídete rápido Darién, Morgana puede estarme buscando—

— Esta bien— dijo después de un rato— Lo hare, pero hay una condición y no es dinero, no necesito que me pagues nada—

— ¿Cuál es? Hare lo que quieras— él me miro serio

— Dime algo, tú debes estar al tanto de algunos de los movimientos de tu tío ¿No?—

— La verdad es que él trata de ser reservado conmigo, pero sé que está metido en algo raro, me dijo que tenía una deuda que pagar, y por eso piensa subastarme, porque según dijo no puede seguir disponiendo de mi herencia—

— Ya veo— comento pensativo— Escúchame Serena yo te ayudare, pero necesito que tú me ayudes— yo asentí, haría cualquier cosa— tienes que estar atenta a lo que hace Jedite, con quien se reúne cuando lo hace y si puedes escuchar cualquier cosa, entonces hazlo, todo aunque sea insignificante me lo dirás— de nuevo asentí— y en cuanto a la subasta, te comprare, pero lo otro lo hablamos luego—

— Gracias— dije tomándole las manos— te juro que te debo mi vida y te prometo que te diré cualquier cosa que él haga— él asintió

— Bien, pero será mejor que te vayas Serena, es peligroso si te encuentran aquí, luego hablaremos— yo asentí, él abrió la puerta miro que nadie estuviera por los alrededores y cuando me hizo una seña yo salí corriendo a mi habitación. Quince minutos después apareció Morgana con un vestido negro y maquillaje, me di una ducha y me prepare para la peor noche de mi vida. Él corazón lo tenía acelerado y no paraba de temblar, había hecho un trato con Darién para espiar a Jedite, y aunque sé que era algo peligroso no importaba, cumpliría con mi palabra.

A Darién lo conocí en la casa de mi tío hace seis años, él y su padre Mamoru venían constantemente a ver a Jedite, apenas y él tenía diecisiete años cuando lo vi por primera vez, y aunque yo tenía solo trece nos hicimos amigos rápidamente, pero como a mi tío no le gustaba que yo tuviera amigos nos hablábamos en secreto, había sido una linda amistad. Su padre tenía negocios con Jedite, y por lo que podía ver eran sucios, o al menos eso parecían, un par de meses después de conocerlos, Jedite llego con otro socio suyo llamado Malachite una noche gritando blasfemias contra Mamoru, yo estaba en la cocina y escuche lo que decía, aseguraba que lo mataría esa misma noche si podía, que Mamoru lo había hecho perder una gran cantidad de dinero y no se lo perdonaría, Malachite le respondió algo pero no pude escucharlo bien porque hablo en voz baja, después de un rato se fue y dejo a Jedite aun blasfemando y disgustado.

Un par de semanas después me entere que Mamoru había muerto, no volví a ver a Darién si no hasta un par de meses después, y para entonces él había cambiado mucho, aunque era respetuoso y cordial, siempre estaba serio y ya no intentaba entablar alguna conversación conmigo, él había pasado a ser socio de Jedite como reemplazo de su padre y lo veía constantemente en casa de mi tío en la muchas reuniones que el daba, se que Darién también estaba metido en algo raro, y sospechaba que Jedite era el culpable de la muerte de Mamoru y que Darién lo sabía, lo más lógico es que él estuviera buscando venganza, podía ver claramente la mirada que Darién le daba ahora a Jedite, antes lo miraba diferente, así que con gusto yo lo ayudaría de ser necesario. Pues aunque no conocía bien las intenciones de Darién, si él tenía en mente vengarse, entonces teníamos algo en común, por eso había pensado en él y no en nadie más para que me ayudara, ya que por nuestra vieja amistad, creía conocerlo un poco, solo esperaba que no hubiera cambiado demasiado.