Día uno

Rachel Berry había acordado que ese día iría a buscar a Quinn Fabray para hacerla entrar en razón y convencerla de regresar al club Glee; esta por supuesto, no sería una tarea fácil. Quinn había encontrado nuevas compañías durante el verano, se había teñido el cabello de color rosa y se había puesto un arete en la nariz. Esta nueva actitud la asustaba, esta Punk-Quinn era mucho mas aterradora que la HBIC. No era el look, ni la voz, no era el piercing ni el color de cabello, era mas bien que algo había cambiado en sus ojos avellana, una cosa indescifrable que hacía que Rachel se sintiera inquieta.

Esa no era su Quinn… "mi Quinn"? pensó Rachel mientras se daba los últimos toques de maquillaje frente al espejo de su tocador. No era la primera vez que la nombraba así en su mente, sólo que no lograba identificar por qué. Claro, Finn era su novio, pero siempre tuvo un interés muy especial por Quinn, un afán de protección, una atracción inexplicable que la orillaba a poner especial atención en la rubia. Era como… como… no, Rachel no sabía describirlo.

Quinn escuchó entre sueños el sonar del despertador, aún boca abajo estiró el brazo para callar el incesante sonido aturdidor. Gruñó, ahora que no estaba en los Cheerios se había acostumbrado a dormir unas horas más.

A tientas aún medio dormida y trastabillando con la ropa regada en su piso se introdujo en el baño y se desnudó, abrió el grifo de agua caliente y dejó que el vapor la despabilara. Este podría ser un día muy largo, por fortuna en su mochila aun estaba la cajetilla con cigarros suficientes para sobrevivir entre clases.

Era increíble el hecho de que por primera vez en su vida no le importaba lo que la gente pensara de cómo lucía o lo que hacía, así que sin dudar tomó unos pantalones a cuadros de color rojo, una playera negra sin mangas, sus botas de piel y dejó su cabello alborotado.

Bajando las escaleras con prisa Quinn encendió el primer cigarro del día.

Rachel vio a Quinn a lo lejos, en el mismo lugar de siempre pero esta vez, estaba sola. Sostenía en su mano lo que bien podría ser el sexto cigarro en un periodo de tres horas, dio una calada aspiró el humo y lo soltó por la nariz. Vaya si Quinn luce sexy fumando, no es que apruebe que los adolescentes fumen, porque no lo hago, de hecho me parece totalmente incorrecto, además, podría hacerle daño a su voz… dios, me encanta su voz! Concentrate Rachel, esto no va a funcionar si no te concentras, recuerda que tienes que convencerla de volver a Glee. Con paso seguro pero algo lento, Rachel se acercó a ella. Quinn ni siquiera volteó a verla, pero le hizo un espacio para que la diva pudiera sentarse también.

Los minutos pasaron en silencio, largos minutos. El corazón de ambas latía con fuerza dentro de sus pechos, cada una temía que la otra pudiera escuchar el frenesí que se había desatado en su interior. Rachel no encontraba las palabras, Quinn no tenía prisa por terminar con esto, la compañía de Rachel le venía bien, siempre lo había hecho.

La rubia tenía las piernas cruzadas y tenía el codo sobre su rodilla recargando la cabeza en la palma de su mano, vio que el cigarro estaba por acabarse, se irguió estiró las piernas, dio la ultima calada y lo aventó lejos hacia el campo de football.

"Qué quieres Berry? Si vienes a convencerme de que regrese al club Glee, la respuesta como siempre, es NO. No quiero volver a ese estúpido salón, no quiero tener que sentarme en esas estúpidas sillas, esperando que canten sus estúpidas canciones". Rachel tragó saliva con dificultad, tenía un nudo en la garganta, en qué punto cambió Quinn? De verdad se sentía tan sola como para actuar de esta forma? Sí, es verdad, antes era fría tenía que serlo, había una reputación que cuidar, un grupo que liderar, pero podías sentir su alma. Ahora se sentía una ausencia, a dónde se había marchado Quinn Fabray?

Rachel respiró profundo y se alisó la falda de color azul; Quinn vio aquel movimiento, puso especial atención en sus manos que no tenían nada de hombre, ah! Cómo se arrepentía de haberla humillado por tanto tiempo, la diva tenía manos hermosas…si tan solo pudiera tomar su mano entre la mía y quedarme aquí, así, en silencio; sólo su mano y la mía. Por qué siempre debe traer faldas tan diminutas? No se da cuenta de lo difícil que es para mi? Estoy a punto de quedarme viendo fijamente sus piernas… me pregunto cómo se sentirán alrededor de mi cintura.

"Quinn" dijo Rachel sacándola de sus pensamientos "sé que he insistido demasiado en esto, también sé que la respuesta es siempre la misma. Esta no eres tú, no niego que todo este look te va bien y que… y que.. acabo de decirle que le va bien? Oh dios, respira, respira… crees que de este modo nadie te va a herir tanto como antes. Comprendo que es muy cómodo aislarse y poner una barrera enorme entre tu y el resto del mundo, pero la soledad no se combate con mas soledad" Rachel se paró frente a Quinn y cruzó los brazos determinada a convencerla, a llevarla de vuelta al club. La rubia por su parte temía alzar la vista y verla a los ojos, esos hermosos ojos cafés, grandes y expresivos. Se decidió por tomar otro cigarrillo y lo encendió. Rachel notó el nerviosismo en las manos temblorosas de Quinn que con dificultad prendieron el cigarro.

"Haré lo que sea, puedes aventarme slushies las veces que quieras, seguir con los sobrenombres e inventar mas, puedes humillarme todo lo que quieras, pero regresa. No somos los mismos sin ti… yo no soy la misma sin ti volviste a hacerlo Rachel! Estas siendo demasiado obvia. No puedo evitarlo, simplemente lo digo, no pienso antes de decirlo. Qué hay de Finn? No había pensado en Finn.

" no eres la misma sin mi?" dijo Quinn confundida

"yo, yo, bueno es que…" Quinn encontró gracioso el tartamudeo de Rachel y rió entre dientes.

"Bien, dices que harás lo que yo quiera; segura que harás lo que yo quiera?" Rachel asintió "Quiero que termines con Finn"

La sorpresa que se posó en Rachel podía verse en sus ojos bien abiertos; intentaba articular palabras pero no podía, de hecho abrió y cerró la boca varias veces. Se sintió helada de pronto, como que la sangre se hubiera congelado dentro del cuerpo, estaba petrificada.

"Perdón? N-n-no entiendo"
"Termina con Finn, Rachel" me dijo Rachel. Sus ojos pasaron de asombro a dulzura en unos segundos, Quinn no la había llamado por su nombre en mucho tiempo.
"yo, no… por qué?" La rubia se puso de pie y esta vez Rachel debió subir la mirada para poder ver a Quinn a la cara. Quinn dio un paso al frente acercándose mas a la diva. Su corazón volvió a acelerarse y su respiración agitada era notable; su pecho casi estaba cerca del de Quinn.
"Finn no es el indicado para ti Ra…"se acalaró la garganta "Berry" Rachel se sintió triste ahora vuelvo a ser Berry "No se da cuenta de lo valiosa que eres, no te apoya como deberías de ser apoyada, no comprende tus sueños y tampoco te escucha, cuántas veces se quedó callado en lugar de defenderte? Eso sin contar que en cuanto tuvo la oportunidad se acostó con Santana. No, él sólo frenará tus planes de ser una gran estrella" Quinn levantó su mano y la acercó al rostro de Rachel, ella cerró los ojos, y sintió cómo le acomodaba el cabello tras la oreja. Las piernas comenzaron a temblarle.
"Rach" ahora soy Rach! Su corazón brinco de alegría "Hay personas que matarían a Finn con tal de tenerte"

El rostro de Quinn se acercó lentamente al de Rachel, ella aún no abría los ojos, pero podía sentir la respiración de la ex rubia muy cerca de su cara, el aliento tibio de Quinn.

Un estruendo se escuchó al otro lado de la valla, ambas Quinn y Rachel voltearon asustadas. Azimio estaba viéndolas fijamente, pero algo era distinto en él, tenía la mirada perdida y sangraba del cuello.

"Azimio, eres un imbécil" dijo Quinn llevándose las manos al pecho "nos has pegado un susto que… Azimio?"
"está herido, debemos llevarlo a la enfermería, quizás ha perdido mucha sangre, quizás pueda morirse, oh Dios Quinn y si muere aquí frente a nosotras? No creo que esté preparada para esto"
"sshh"
"pero Quinn está sangrando, ya se que es un completo idiota y que me ha tirado slushies encima hasta el cansancio" Azimio soltó un gruñido "es verdad, lo has hecho muchas veces, has estropeado muchos de mis suéteres"
"Rachel cállate" la diva volteó la mirada hacia Quinn quien tenía los ojos fijos en Azimio. Su mirada reflejaba terror
"Quinn, qué pasa?"

Ella no contestó, tomó a Rachel de la mano y se echó a correr, la diva apenas y pudo seguirla. "Quinn, qué pasa?" volvió a decir Rachel
"Solo cállate y corre! Corre más y habla menos!"