Capítulo 20

Como nunca, las vacaciones de verano las pasó acompañado de una chica, lo que era curioso para toda su familia, salvo para Rinko que estaba al tanto de todo y la hacía muy feliz verlo salir cada tarde rumbo a la casa de la castaña de ojos carmesí, quien lo recibía con una sonrisa. No se quedaron en casa como Sumire esperaría que lo hicieran, vigilando a Ryoma todo el día, más bien pensaron en todo tipo de panoramas para ambos, entre ellos estaba incluido el tenis por supuesto. Por lo mismo, no era de esperarse que en un abrir y cerrar de ojos las vacaciones de verano terminaran y se diera a inicio al segundo cuatrimestre escolar, donde a diferencia de otros años, Ryoma no era un compañero más con el que compartiría el mismo salón, sino que era su novio y eso lo cambiaba todo.

— ¿Estás preparada? Sí quieres huir, podemos hacerlo. —Le advirtió Ryoma.

—N-No podemos huir, no ahora que estamos a sólo unos metros de tu casa. —Tomó aire. —Sólo dame un minuto.

— ¿Segura? Días como éstos tengo mis derechos, podemos irnos si lo deseas.

—Lo estoy, pareciera que tú estuvieses más nervioso de esto que yo. —Se burló la castaña. —No quiero huir, más considerando que no podemos hacerle esto a tu familia. Es noche buena y

—Te recuerdo que también es mi cumpleaños, por lo mismo puedo intervenir si lo deseas.

—No te preocupes, estaré bien.

—Estás temblando…—Tomó su rostro para tocar sus mejillas— ¿Estás bien?

—S-Sí, lo estoy. Es sólo que tengo frío, eso es todo.

—Deberías habérmelo dicho de un principio. —Suspiró, tomando sus manos para soplárselas y darle calor. — ¿Estás mejor?

—S-Sí, gracias. —Susurró sonrojada, no se esperaba eso.

"Oh qué son adorables. Jamás pensé ver a Ryoma-Kun así, tía" Susurró Nanako, mirándolos con su tía desde la puerta, parecían tan concentrados en ellos mismos que no las habían notado. "Tienes razón, lo son. Y también me sorprende verlo así." Sonrió la mujer que llevaba su cabello largo atado a una cola.

—Estás palideciendo ¿Estás segura que te encuentras bien? —Le preguntó Ryoma preocupado.

—P-Pues verás…tu familia está ahora mismo observándonos. —Rió nerviosa.

De pronto un escalofrío se apoderó de su espalda, provocando que sus músculos se tensaran y su misma cara palideciera, preocupando más a la castaña. Al voltear, se percató que efectivamente su familia le sonreía a la distancia.

— ¿Desde cuándo están ahí? —Los interrogó enfadado.

—Hace unos minutos. —Sonrió Rinko.

—Pero lo suficiente para notar lo que acabas de hacer con las manos de Sakuno—Chan. —Se burló su prima. — ¡Eres tan tierno, primito! Jamás imaginé qué harías eso.

—Sí estaban ahí, deberían habernos hablado. —Gruñó el ambarino, sintiendo como sus mejillas ardían.

—Bueno, ya que están aquí. Deberíamos entrar, se ve que tu novia no se encuentra nada bien, ha palidecido mucho. —Habló esta vez Rinko.

—Eso es debido a su culpa.

—Tiene razón, deberíamos entrar. —Susurró Sakuno.

Una vez que se encontraron adentro, Rinko se presentó como correspondía y guío a Sakuno al salón, mientras Nanako les servía limonada para unirse a ellas. El chico de cabello negro las observaba a una distancia remota, viendo como su novia poco a poco parecía adaptarse al ambiente en el que se encontraba, suspiró aliviado de que no se sintiera incomoda y que parecía comenzar a actuar normal. "Quién imaginaría que te quedarías con la nieta de Sumire. " Le susurró su padre súbitamente, asustándolo. El sólo se atrevió a asentir sin decir una palabra, todo lo que dijera su padre podría tomarlo en su contra, así que por primera vez se dedicó a escuchar todo lo que tenía que decir, como sus bromas de que ni la misma Sumire lo habría imaginado, hasta le comentó que se habían puesto en contacto en las vacaciones de verano y había admitido en un principio qué estaba tan enfadada con su hijo que estuvo a punto de escribirlo en su lista negra, lo que para Nanjiro eso significaba el final de su vida, pero que después de un tiempo la había sorprendido y se había vuelto un gran novio, de lo que estaba orgulloso.

—Recuerda Ryoma, no debes jamás contradecir a Sumire, no importa lo que diga.

—Todos me dicen eso, pero a veces está equivocada y

—Es demasiado testaruda para oírlo. Además si te llevas mal con Sumire…no te aseguro que salgas vivo de esto, menos si le haces daño a Sakuno.

—No volveré a hacerle daño, se lo prometí.

—Agradece que tu novia no adquirió el carácter de su abuela, pero si ustedes continúan quizás en el futuro lo conozcas. —Se rió, recordando los regaños de Sumire.

—No es como su abuela en muchos sentidos, pero eso no significa que tenga carácter. —Sonrió, recordando las veces que se había enfadado con él.

—Ya veo, tal vez tanto criarse con ella…aprendió algunas cosas. Pero hay algo en lo que no se parecen en nada.

— ¿En qué?

—Ya sabes…la delantera. Sakuno es demasiado plana.

— ¡No te atrevas a mirarla! —Gruñó, su padre no dejaba de ser un pervertido.

"¿Está todo bien por allá?" Preguntó Rinko, notando su discusión. Ryoma controló su ira una vez que sus ojos se encontraron con los carmesí de su novia, por lo que reprimió sus deseos de luchar con su padre y le limitó a asentirle a su madre. "Todo bien por aquí" Habló Nanjiro con una sonrisa, nervioso de que su esposa lo regañara otra vez. Cuando todas se tranquilizaron, retomaron su conversación.

—Está bien, lo siento. —Susurró Nanjiro. —Casi consigues que tu madre me mate.

—Te lo merecías, no puedes hablar así de ella.

—Por cierto, ahora que lo pienso…—Murmuró mirando a su esposa. —Sakuno es similar a tu madre ¿no crees?

—No sigas. —Gruñó.

—No lo estoy diciendo por su delantera, sino en general en su apariencia, cabello largo y castaño, retraído en algunos momentos, perseverante y su sonrisa puede enamorar a cualquiera. Pero cuando se enfada, sálvense quien pueda.

—He pensado en eso antes, más ahora que las veo juntas.

—Escuchaste mi consejo, después de todo.

— ¿De qué hablas?

—Cuando eras pequeño, tenías cerca de tres o cuatro años de edad, no lo recuerdo bien. —Sonrió nostálgico. —Pero recuerdo con exactitud aquella vez que tu madre se enfadó mucho porque habías encontrado revistas de mis chicas en el suelo. Estaba tan enfadada que quería fumigar la casa y acabar con todas, diciendo qué te estaba enseñando desde pequeño a ser como yo y a contaminar su mente inocente. Bueno, ese mismo día cuando me dediqué a guardarlas bien en un lugar que jamás creí que podrías encontrar, diste con ellas otra vez y me preguntaste si prefería a esas mujeres que a mamá. En ese momento me sorprendiste, siendo tan pequeño ya podías notar las discusiones que teníamos. Entonces te dije "No es así, nunca podría elegir a alguien que no fuera a tu madre. ". Incluso ahora mismo pienso que si tuviera que elegir otra vez, no cambiaría de opinión. Tu madre es especial, no se compara con las demás, es por lo mismo que esa noche te dije que esperaba que en el futuro encontraras a alguien tan dulce como tu madre. Creí que no me habías oído, pero ahora me he dado cuenta que ya la has encontrado, considerando que eras pequeño.

—No recuerdo eso, pero creo que de algún modo, Sakuno me recordaba a mi madre en muchas ocasiones.

"Chicos, únanse a nosotras" Les habló Nanako sonriendo y ambos asintieron para acompañarlas a comer.

Un día 31 de diciembre, sin haberlo planeado siquiera, Eiji ofreció el departamento de Oishi para despedir el año y celebrar el nuevo en compañía de todos, lo que no sólo incluía a Seigaku, también por supuesto a los novatos, Osakada, Tachibana, algunos chicos de otros clubes y por supuesto la pareja favorita de todos (Sakuno y Ryoma). Por lo mismo, una vez que el pelirrojo logró convencer a su mejor amigo de hacerlo en su departamento nuevo, aprovechando que Oishi no era muy sociable con los vecinos, se comprometió a ayudarle en la limpieza y comprar los víveres con Momo, ante lo cual hicieron caso omiso a las precauciones del ex sub capitán qué aceptó sus condiciones después de una larga charla.

En esos precisos momentos se encontraban ahí, Ryoma bebía una gaseosa junto a sus amigos que no se cansaban de burlarse del pobre Oishi que había sido traicionado al prometerle que sería una fiesta "Pequeña", sin avisarle que la lista había sido tan sorpresivamente larga que el conserje le pidió algunas explicaciones sobre ello, pero finalmente accedió a cambio de que no hicieran desorden considerando que se encontraban en año nuevo. Así fue como todos llegaron a su casa, incluyendo Tezuka, lo que estabilizó el ataque de histeria que sufría Oishi por lo que estaba sucediendo en su propio apartamento.

El ambarino tomó un sorbo, mientras oía como Eiji contaba el relato y cómo había interferido Momo en su charla para convencerlo. Estaba ahí concentrado en eso, cuando las risas de unas chicas lo hicieron desviar su mirada y dirigirla hacia donde se encontraba su novia, platicando con Tomoka y Ann a unos cuantos metros de él, se veía hermosa, se preguntaba de qué hablarían, su conversación parecía más divertida que la suya. "Ve a verla si deseas, Echizen" Le sugirió Momo a su lado, leyendo sus pensamientos. Miró a su alrededor y sin pensarlo demasiado, se tomó el último sorbo y le entregó a su mejor amigo el vaso de plástico para dirigirse hacia ella.

Ante su constante mirada, Tomoka le dice a Ann que la ayude a servir el pastel antes y se van para dejarlos a solas. Sakuno quiere acompañarlas, ignorando la repentina emergencia de su amiga, pero su novio aparece frente a ella, provocando el mismo efecto de hace meses…sentir como su corazón salta en su pecho, haciendo que sus mejillas se volvieran roja por tanta presión. "¿Salgamos un rato?" Le propone Ryoma y la dirige hacia la terraza del departamento.

La fría brisa de invierno los abraza, bajo la oscuridad de la noche, escuchan como a lo lejos todo el mundo está de fiesta, incluso hay gente que supera el volumen moderado de música que debiesen manejar en un recinto privado como aquel, no obstante en esos momentos nada importa, porque en cuestión de minutos despedirán el año. Ryoma rodea sus hombros para abrazarla, mientras la castaña se acomoda en él para apoyar su cabeza junto a la suya. A pesar de toda la neblina que invade su espacio, aún pueden percibir como la luna les sonríe desde lo alto y cómo las estrellas aunque permanecen dispersas de ella, siguen brillando en la oscuridad.

—Nunca creí que viviría el año nuevo aquí, con todos. —Sonrió Sakuno.

—Yo tampoco, suelo ignorar las invitaciones de Momo-Sempai y Kikumaru-Sempai en esta época. —Reprimió una risa, recordando todas las veces que los había rechazado, pero cuando el plan la consideraba a ella, todo había cambiado. —Menos imaginé que celebraría el año nuevo contigo precisamente. Eso es nuevo.

—Sonó como si te molestara.

—No me refería a eso, no me molesta que estés aquí, sólo me sorprende el hecho en sí.

—Ah lo siento por malinterpretarlo, pensé que te referías a eso.

—En ese sentido, preferiría escuchar a la Sakuno más segura de sí misma en estos momentos.

— ¿Antes no decías que extrañabas a la vieja Sakuno? —Enarcó una ceja. —Sí quieres puedo volver a serlo, pero tendría que olvidarte ¿no te molesta? —Se burló, alejándose de él.

—Sí me molesta y mucho. —Bufó— Te lo advierto, Sakuno. No permitiré que me olvides de nuevo.

— ¿Así? ¿Y qué harás al respecto? Echizen-Kun. —Rió, sabiendo que odiaba que lo llamara así.

—No me apartaré de tu lado jamás. —Declaró, cortando la distancia que había entre ellos para besar sus labios.

Tras separarse para tomar aire, rieron por lo sucedido, sin duda Sakuno había perdido con ese beso y esas palabras, se sentía incapaz de volver a olvidarlo, al menos en su sano juicio. No podía comprometerse a no hacerlo en el futuro, como decía Tomoka cuando fueran unos ancianos.

—Sabes, me agrada pasar la fiesta de año nuevo aquí. —Susurró Sakuno— Tampoco creí que la viviría contigo. Supongo que eso habla de un nuevo comienzo de año. Sí tuviera qué hacer una reflexión de este año, fue uno de los peores por un lado, en relación a todo lo que sucedió con el accidente. Pero a la vez, también fue uno de los mejores que he tenido gracias a ti. Sí veo el lado positivo del accidente, fue poder conocerte más.

—Aún así, espero que no vuelva a ocurrir. Y con respecto a eso, para mí también lo fue, sí lo tuviera que definir en una palabra lo llamaría Vaivén por todo lo que significó. —Suspiró. —Sí algo aprendí de todo esto, es que si no valoras lo que tienes y no luchas por ello, vas a perderlo.

Escucharon a lo lejos el grito de sus amigos, anunciado que quedaban 10 segundos para el año nuevo. Pero aún así, Sakuno estaba frente a él inmóvil por sus palabras.

—Pero eso me ayudó a madurar.

("10, 9, 8" empezaron a gritar sus amigos, uniéndose a la cuenta regresiva de los vecinos.)

—A todos nos enseñó algo.

—Tienes razón. —Tomó sus manos. —Pero el próximo año será mejor.

("7, 6,5")

— ¿Por qué estás tan seguro de ello?

—Porque estarás tú en él, más que nunca.

(4, 3,2)

Cuando llegaron al segundo, Sakuno se estrelló en sus brazos, siendo la primera de todos los de Seigaku en poder abrazarlo. Ryoma correspondió su abrazo para decirle "Feliz año", y ella le deseó lo mismo, sintiendo su aroma a fresas impregnado en sus cabellos castaños, no era necesario desearle un feliz año para sentirse afortunado, porque ya lo era desde el momento en qué Sakuno había aceptado ser su novia, desde ese entonces no sólo aprendió a valorar a las personas que estaban en su vida, sino también comenzó a valorar a la vida misma. Su rutina ya no era tan aburrida como antes, en la que seguía un patrón automático de levantarse todas las mañanas al Instituto para luego jugar tenis con sus amigos, ahora había alguien más en su vida qué le daba un sentido nuevo de su existencia, hacer feliz a su novia del mismo modo que ella lo hacía sentirse a menudo. Sí deseaba la luna, él se la daría a toda costa.

—Por cierto, Nanako-Chan me invitó a ir al santuario mañana ¿Irás?

— ¿Eh? No estaba enterado de eso.

—Creí que estabas al tanto de todo, pero Nanako-Chan me advirtió que no sueles ir a ese tipo de cosas, por eso te preguntaba. La tía también irá y tu padre.

—Estaban planeando reunirse contigo y ni siquiera me lo habían informado. —Suspiró. —A estas alturas no debería sorprenderme de ellos. Bueno, si ese es el caso iré.

— ¿De verdad? Le diré a Nanako-Chan.

—Yo se lo diré, me debe una explicación.

—No te molestes con ella.

—Eres igual de blanda que…mi madre. De cierta manera se parecen.

— ¿Eh? ¿De verdad? Siento que tu madre es maravillosa, es atenta, cariñosa, cooperadora.

— ¿No te suenan esas cualidades? Porque también se preocupa demasiado de los demás. Y es distraída, me faltó agregar eso.

—Hey! Chicos. —Habló Momo— ¿Podemos interrumpirlos? Osakada quiere saludar a Sakuno y tú te mereces un gran abrazo por parte de nosotros.

—Es cierto, ochibi. Ya tendrán tiempo para seguir a solas, ahora es momento de compartir con nosotros. —Sonrió Eiji acercándose al ambarino para abrazarlo, ignorando las protestas de su amigo.

—Kikumaru-Sempai me asfixias. —Se quejó Ryoma, viendo como Sakuno se reía de él con su mejor amiga.

— ¡Es mi turno! Yo también quiero abrazarlo. —Uniéndose al abrazo.

— ¿Pueden dejarme en paz? Ya ha sido suficiente. —Gruñó Echizen.

Mientras los demás saludaban a la castaña, llegó el turno de Tomoka que la apartó de la multitud para desearle un feliz nuevo año y esperando que fuera muy feliz alado de Ryoma, porque es lo que más quería. "Gracias, TomoChan. Todo esto es gracias a ti, sí no hubieras intervenido entre nosotros no habríamos estado juntos. Te deseo lo mejor, te lo mereces de todo corazón. Y espero que sigamos siendo compañeras este nuevo semestre "Le dedicó una sonrisa. Ante dicho gesto, Osakada se lanzó a sus brazos para estrellarla contra ella y sonreír, por supuesto que lo seguirían siendo por siempre, incluso la perseguiría más adelante a la Universidad si era necesario.

Cuando Ryoma regresó a su lugar, fue el turno de Tomoka de abrazar a Ryoma, aunque fue corto a diferencia de los demás, fue preciso para hacerle su advertencia final "Te deseo lo mejor, RyomaSama para este año tanto en el tenis como en el amor. Pero sí me entero que haces sufrir a Sakuno otra vez, haré tu año un infierno" Le susurró, haciendo que Ryoma se volviera pálido esas palabras le recordaban a Sumire.

— ¿Lo has entendido? —Le sonrió Tomoka una vez que se separaron.

—Sí.

— ¿Eh? ¿Qué cosa? —Preguntó Sakuno alterada.

—No es nada. —Rió Tomoka.

—Gracias por tu preocupación, Osakada. Pero no volveré a fallar de nuevo.

—Así me gusta.

Ryoma debía sentirse agradecido por tener a una chica como ella a su lado, Sakuno no era como las demás y eso la hacía especial, considerando que lo había amado por años, aún cuando él no estaba interesado en ella y era cruel con sus palabras. Por lo mismo, ahora que comenzaba a valorarla, debía estar siempre a su lado, sino ella o la misma Ryuzaki-Sensei se encargarían de hacerle la vida a cuadritos.

The end

Hola! ¿Cómo están? Espero que bien :D Se me ocurrió este nuevo final, ya que consideré cuando lo estaba editando que el capítulo 19 anterior no era suficiente para finalizarlo. Así que espero que con esto haya menos cabos sueltos y les haya gustado más. Gracias a todos por apoyarme con este proyecto y comentar.

Mi página de facebook es Hinata Sakuno fanfiction/locaescritora93

Seguiré con el resto de las historias ahora y publicaré una nueva edición de fanfiction.

Saludos!