Los personajes no me pertenecen, son creaciones de Meyer, la historia es 100% mía.
Bella pov
-Anda Bells, él está aquí- me dijo tiernamente.
-¿Y si no me ama? ¿Y si ahora tiene a otra?- le pregunté con ojos llorosos.
-No lo creo, siento sus emociones y esta triste y vacío, como tú antes de saber que él estaba vivo- me empujó así delante y yo suspiré, era ahora o nunca.
Lo busque rápidamente con la mirada, hasta que lo vi. Era aun más hermoso de lo que recordaba, más perfecto.
Se encontraba recostado, en un Volvo gris, no se había dado cuenta de mi presencia, ni la de mis hermanos.
-Edward- susurré captando su atención.
Él se volteó y me miro confundido. Sonreí nerviosa, no sabría lo que pasaría, pero mis instintos fueron quienes me guiaron a hacer lo correcto. Corrí hacia él en forma humana, pero veloz. Pude notar mientras corría que Alice y Jasper se encontraban abrazados y mirándome cariñosamente y Rosalie y Emmett confusos.
-Bella- susurró al fin mi esposo, por fin me había reconocido.
Cuando me encontraba a pocos centímetros de distancia salte encima de él, envolviendo mis piernas en su cintura y mis manos en su cuello, él me abrazó fuertemente la cintura. Ninguno de los dos se movió, queríamos quedarnos así… para siempre.
-Te he extrañado tanto- le susurré al oído, pude notar la mirada de muchos estudiantes posadas en nosotros, la chica nueva acosando al chico más deseado por todo el instituto. –Pobre Jazz, debe sentir un montón de celos provenientes de esas colegialas- pensé-.
-Creí que estabas muerta- confesó, apretándome más a él.
-Yo también Edward, yo también- le susurré- fueron las peores décadas de mi vida-.
Comencé a sollozar aun abrazándolo, pensar que estuvo muerto 150 años y después tenerlo en frente tuyo, saber que tal vez no sería lo mismo que antes, aunque poseía esperanzas.
-Shh, Shh, mi Bella no llores- me acarició el pelo tratando de consolarme, pero no pude, eso hizo que sollozara aun mas.
-Ed..Edward, quiero que me digas algo, que me lo respondas sinceramente- le ordené, refregándome los ojos con una mano, aunque eso fuese inútil, no poseía lágrimas, sino que eran instintos humanos.
-Dime Bells- me susurró apoyando su cabeza en mi hombro, para inspirar mi dulce aroma, muy parecido al que poseía de humana.
-¿Aun me amas? ¿Me amas, como alguna vez amaste a la torpe humana?- Le pregunté mirándolo fijamente a los ojos.
El se separo de mi cuello para mirarme fijamente a los ojos. No aprecian vacios y sin vida como estaban antes los míos, sino ahora estaban llenos de amor y ternura… además había esperanza.
-Bella, te amo más que a nada en el mundo- me respondió sinceramente, provocando que soltara una risita nerviosa, la que tuve guardada hace algunos minutos- ¿Y tú? ¿Aun amas a tu esposo?
Sonreí de oreja a oreja, el me seguía amando, tal y como lo había dicho Jasper.
-¿Esposo?- se escuchó un susurro proveniente de Rosalie.
-Aun te sigo amando, no como la primera vez que te vi, sino aun más-. Me acerque lentamente a sus labios para besarlo apasionadamente, sin importarme los alumnos del instituto que nos observaban, ahora solo existíamos nosotros dos, él y yo, y nuevamente, después de muchas décadas, pude ver de nuevo un futuro, junto a él y todo lo que veía era felicidad y amor.
Después de cortar nuestro profundo beso, me baje de el depositándome ágilmente en el piso a su lado, teníamos las manos entre lazadas.
Como era de suponer Alice vino corriendo a mi lado, y miro a Edward con una sonrisa en su rostro.
-Hola Eddy, soy tu cuñada, Alice Swam, hermana de tu esposa- le dijo abrazándolo con dificultad, debido a nuestro tierno agarre de manos.
-Alice- le dije feliz, por primera vez en mi existencia- gracias-.
Enseguida Jasper se deposito al lado de Alice, abrazándola por la cintura.
-Gracias por devolverle la felicidad a nuestra hermana Edward, es un gusto tenerte en nuestra familia- le dijo con sinceridad, algo raro en él.
Tanto Rosalie y Emmett se quedaron confundidos al lado de su deportivo, aun no se movían, parecían estar en shock. Empecé a avanzar hacia ellos con paso humano, aun agarrando a Edward de la mano.
-Creo que les debes explicar algo amor- le susurré pegándome más a su cuerpo.
-Hoy podríamos faltar a clases así les explicaríamos todo lo que sucede- les sugirió amablemente, de acuerdo con migo, como en el pasado.
Su casa, o mejor dicho mansión, era hermosa. La nuestra era muchas más grande y espaciosa, pero esa casa tenía algo que la hacía ver diferente, tal vez el decorado, me encantaba.
-Es muy bonita- le susurré y luego recordé mi vida humana junto a él- ¿Recuerdas la nuestra?- Al ser un vampiro tus recuerdos se desvanecían o se tornaban borrosos, yo los sigo recordando perfectamente.
El me sonrió y me beso tiernamente mi mejilla.
-¿Cómo poder olvidarlo?, era perfecta- reí por lo bajo, era una casa chica, de un solo piso, no era ni grande ni pequeña, tenía un pequeño jardín, nadie la podía envidiar, no era importante, pero para nosotros sí: porque era nuestra, por eso era perfecta.
Entré a su casa atrás de sus hermanos, que aun querían explicaciones, Jazz y Ally, se encontraban detrás nuestro, felices por nuestro reencuentro.
-Tendremos que esperar a que vengan Esme y Carlisle- les informó Alice con una sonrisa en su rostro y dando brinquitos- ellos también quieren saber la historia.
Los tuvimos que esperar, afortunadamente no se encontraban lejos, sino que estaban dando un paseo por el bosque, ellos tardarían en llegar en 5 minutos aproximadamente.
-Jaspy ¿Por qué no tranquilizas el ambiente?- le pregunto su esposa, al notar que todavía tanto Rosalie y Emmett estaban confundidos.
-¿Qué?- exclamó Rosalie sorprendida, pero más calmada gracias al don de mi hermano- ayer no me dijeron nada sobre sus dones- comentó algo molesta, por supuesto.
-Es debido que no nos gusta presumir- le dije con una sonrisa en mi rostro- Jasper puede sentir y manipular las emociones a su gusto, Alice puede ver el futuro y yo tengo un escudo.
-Su poder es el mejor de los tres, debido a que ella nos puede proteger tanto mentalmente como físicamente de otros dones, a demás actúa como un espejo- empezó a explicarles Jasper con admiración en su voz- imagínate un vampiro con el poder de lanzarte llamas y quemarte vivo, ella te protegería y podría manipular esas llamas quemando al atacante, si hace esfuerzo puede hasta copiar los dones de otros- Edward sonrio.
-Aunque eso no lo hago muy a menudo, cuesta mucho esfuerzo- les explique sonriendo tiernamente- solamente copio los necesarios para protegerme a mí y a los que me rodean.
-Hasta ahora copio el donde de Jane y Alec Vulturi- les dijo nuevamente mi hermano con admiración.
-Y puede manipular los 4 elementos a su manera- Gritó Ally con su voz que sonaba como campanillas.
Edward ahora se encontraba callado a mi lado, al igual que Rosalie y Emmett.
-Wow- dijeron al uniso.
-Aunque no estoy de acuerdo con lo que dice Jasper, mi poder no es el mejor que los tres, sin Alice no podríamos saber lo que planean nuestros oponentes, o sabríamos como ni en donde atacar, ni que estrategias usar y sin la sabiduría de Jasper no sabríamos como luchar, además el con su don, impone terror, los que nos hace todo más fácil y rápido- les explique, nunca me gustó ser el centro de atención.
-¿Bella en cuantas luchas has participado?- me preguntó tenso mi esposo.
-No quieres saber amor- le respondí sinceramente, mirándolo fijamente a sus ojos dorados, iguales que los míos- Extraño tus ojos verdes- le confesé, tratando de cambiar un poco de tema.
-Y a mí los tuyos marrones- me dijo acariciándome mi mejilla.
-Se ven muy tiernos juntos- dijo Rosalie- no puedo ni dudar en que hubo mucha historia entre ustedes dos-.
-Entonces Edward no es virgen…- empezó a decir Emmett pero le fuerte golpe que le dio Rose en el estómago le hizo detenerse. Edward rio por lo bajo y yo embocé una sonrisa de oreja a oreja, haciéndole saber que estaba en lo correcto.
-Están llegando- informó Jasper, yo asentí, asiéndole saber que ya lo sabía.
Edward se sentó en un sillón depositándome en sus piernas.
-¿Cómo lo sabes? Si yo no estaría leyendo la mente de mis padres en este instante no notaría su presencia.
-Jasper me enseñó todo lo del combate, técnicamente todas las estrategias, todos los pasos que sabe mi hermano los sé yo y yo le enseñé a él el rastreo, se me da bien en esas cosas, hubiese sido una buena cazadora- reí entre dientes, procurando no asustar a los Cullen ni a mi esposo- Aunque nunca quise seguir ese camino ¿Saben algo? Me extraña que no hayan escuchado hablar de nosotros- confesé algo apenada, si ellos hubieran escuchado hablar de mí y mi familia, nos hubiésemos reencontrados mucho antes.
-¿Por qué? –me pregunto confuso Edward.
-Después le relato bien nuestra historia, Ya están aquí- les dije y no me confundía, se escuchó cómo se abría la puerta principal y sus aromas era mucho más cercanos. El hombre tenía su esencia vampírica mezclada con el olor a la almendras, lo que daba sensación de empalagarse, porque era todo un dios griego y la mujer tenía su esencia vampírica mezclada con un toque de miel, a dulzura, mis teorías dirían que era muy maternal y dulce con sus hijos y esposo, con todo el mundo.
Ellos vinieron tranquilamente a nuestro lado, al principio se encontraban precavidos, pero rápidamente su cara cambio a confusión al verme en sima de Edward, su hijo adoptivo.
Me levanté con una sonrisa en mi rostro, no había olvidado su rostro, prácticamente se veía igual de cuando yo era humana ya que los vampiros no cambian, pero ahora podía verlo todo más definido.
Los recuerdos volvieron, recordé como Carlisle intentó con mucho esfuerzo sanar a Edward y estaba agradecida con él pon aquello.
-¿Isabella Marie Swam?- me dijo al reconocerme, sonreí, el tampoco me había olvidado.
-Hola doctor Cullen, gracias por haber salvado a Edward de la gripe española- le dije con una sonrisa, abrazando a mi esposo.
-¿Ustedes dos se conocían?- me preguntó Carlisle confundido, al vernos juntos. Yo lo miré perpleja, al parecer él no sabía que yo era la esposa de su hijo.
-Carlisle, no sabía lo de nosotros, el conoció solamente a nuestros padres, cuando supo que ya estaba agonizando y que no me quedaba familia, según mi expediente, me convirtió en lo que soy o sino nunca lo hubiese hecho- me explico mi esposo.
Ahogue un sollozo, no era por no haber esta en el expediente de mi esposo, si porque si hubiese estado, el estaría muerto y yo no estaría de nuevo en sus brazos. Todos me miraron preocupados, menos mi hermano, que sabía lo que me pasaba, el me miraba con compasión y Edward que había leído su mente.
-No llores amor- me susurró al oído tranquilizándome- agradezco con todo mi muerto corazón que no que hayas estado allí-.
-Igual que yo- le susurré, besándole la punta de la nariz.
-Familia, les tenemos que contar algo muy importante- comenzó a hablar Edward, que tenía su brazo alrededor de mi cintura- Es mi vida como humano, la cual nunca se los dije porque si la decía los recuerdos volvían y dolía-.
-Dolía mucho- coincidí- Suerte que esos días de sufrimientos ya acabaron-.
Todos tomaron asiento, Jasper y Alice nos imitaron, Rosalie y Emmett se sentaron en un sillón doble y Carlisle y Esme se quedaron parados, lo entendía, los vampiros no sentíamos necesidad de sentarnos.
Cuando Edward terminó de relatar nuestra historia Esme vino corriendo a velocidad vampírica a donde me encontraba, abrazándome fuertemente.
-Que suerte que volviste, nuestro Edward era un zombi andante, no hacía nada, ahora sé que cambiará, porque te tiene a ti, su corazón ha vuelto- Como había pensado, ella era muy amorosa y maternal.
-Lamento no a ver sabido de ti Bella-se disculpó Carlisle, medio avergonzado.
-Carlisle, no te lamentes- le dije abrazándolo- yo no lo lamento, ni me siento dañada por eso, porque si hubiese estado en ese expediente, yo me hubiese transformado igual en vampiro y nunca hubiese tenido a mi Edward de vuelta-.
-Tienes razón- me dijo devolviéndome el abrazó.
Emmett vino a velocidad vampírica a mi lado y me abrazó fuertemente dando vueltas en el lugar.
-Tengo una nueva hermanita- gritó emocionado, haciéndome reír en carcajadas. El primer aspecto que te hacía ver Emmett, era el de un chico temible, parecía que si te acercarías a él te mataría, pero una vez que lo conocías lo temible se iba y te dabas cuenta de su inmadurez.
-Bueno, al parecer tengo un nuevo hermano- le dije feliz, lo quería como a uno, aunque sinceramente quería mucho mas a Jasper.
Rosalie se acercó a mí con una sonrisa verdadera en su rostro y me abrazó dulcemente.
-Gracias por devolverle la felicidad a mi hermano- le susurró al oído- tu ahora eres mi hermanita-Yo la abracé fuertemente, ella en el fondo era muy amorosa y dulce, muy maternal en muchos casos.
-El también me devolvió la felicidad a mí Rose- le contesté feliz- sin él seguiría siendo también un Zombi- reí por lo bajo, recordando cómo me comportaba habitualmente.
Rápidamente los brazos de Edward rodearon mi cintura y apoyó su cabeza en mi hombro.
-Todavía falta que nos cuentes a cerca de tu historia, y el enfrentamiento con los Vulturis- me reí, probablemente había leí los pensamientos de Emmett o Rosalie.
-¿Se enfrentaron a los Vulturis?- Preguntó preocupada Esme, con una mano en su corazón muerto.
-Eso no es posible- susurró Carlisle, mas para sí mismo.
Emmett se concentró, para no perderse nada de lo que relataría a continuación. Rosalie tenía un poco de preocupación al igual de Edward y Esme, y Carlisle, esta asombrado, en ninguno de sus siglos había oído hablar de algo así.
-Realmente no entendió como no se enteraron de estos acontecimientos-le dije- todos los clanes saben de nuestra existencia y de que hicimos- dije mas para mí misma, que para otros.
-Nosotros nunca buscamos a los Vulturis ellos vinieron hacia nosotros- comentó Alice- Sinceramente fue horrible, se presentaron Aro, Cayo y Marco junto con sus esposas, las cuales rara vez dejan el castillo, además venían Alec y Jane-.
-Afortunadamente Bella copio sus dones en ese momento y nos puso su escudo sobre nosotros, para protegernos- Prosiguió Jasper.
-En esa ocasión los Vulturis vinieron "en paz" solamente nos ofrecieron estar en su guardia, debido a nuestros poderes- les explique- cuando le dijimos que no queríamos, se enfurecieron, sabía que Aro haría todo lo posible para tenernos, pero se fueron sin protestar ni rogar, lo cual nos confundió, esa notablemente no era la actitud de Aro, menos la de Cayo- gruñí por a verlo recordado, Edward me paso la mano por la espalda, para tranquilizarme.
-Al principio creímos que nos dejarían en paz, y que no quisieron pelear con nosotros debidos nuestros dones y nuestras estrategias-menciono Alice, que se encontraba acurrucada en el pecho de su esposo, al igual que yo- pero después de algunos años nos provocaron, se enfrentaron con un clan amigo nuestro- dijo algo apenada Alice, recordando lo sucedido- matándolos a todos-.
-Nuestro amigo era Nahuel, el era híbrido al igual que sus hermanas, ellas ni él tenían la culpa de lo que hacía su padre. Su padre se creía un "Dios", el procreaba híbridos en el cuerpo de mujeres humanas, el semi-vampiro al momento de parto utilizaba sus garras y dientes para salir al exterior, matando a la madre- dijo apenado Jasper.
-Nosotros estábamos en contra de todo eso, no nos importaba que los Vulturis mataban a al creador de los híbridos, pero sus hijos no eran culpables, ellos no se merecían morir- dije lacrimógena- Alice vio lo que sucedería pero ya era demasiado tarde, todos estaban muertos… Entonces fue cuando decidimos vengarnos de los Vulturis, no sé si era lo correcto o no, pero lo hicimos- Dije con una sonrisa maliciosa en mi rostro- Éramos solo nosotros tres y contábamos con nuestros dones- Les explique.
Por un segundo me concentré en mí alrededor, Alice y jasper también tenían una sonrisa en su rostro, por a ver recordada la venganza, Carlisle se encontraba fascinado con nuestro relato, no lo encontraba posible, Esme seguía preocupada, Emmett estaba encantado con el relato pudo llegar a jurar que a él le hubiese gustado estar en esa batalla, Rosalie y Edward se encontraban tensos, esperando a que alguien continuara.
-Recuerdo cuando llegamos a Volterra, los ojos de Bella eran de rojo puro, pero no por a ver bebido sangre humana, sino por el fuego que poseía adentro debido a su don, Jasper se encontraba serio al igual que yo, él se enfocaba en pensar en estrategias y yo en ver el futuro que se nos avecinaba-decía Alice, pero fue interrumpida por la fuerte y ronca voz de Emmett.
-¿Bella no preparaba estrategias para el combate?- dudoso, obviamente.
-Claro que no, ella tiene que ver primero la situación para luego analizar, por eso todo sale bien, gracias a ella salimos de todas las luchas que tuvimos, y sus dones, claro- le respondió Jasper.
Deje que mis hermanos continuaran, a ellos siempre les gustaba relatar la misma historia a los clanes.
-Rápidamente nos pudimos adentrar dentro del escondite de Aro, ningún guardia noto nuestra presencia, todo fue muy silencioso y planeado. Bella iba a la cabecera del grupo, como siempre, atrás iba Jasper tratando de protegerme, estuve atenta en nuestros futuros, todas las visiones indicaban que seríamos ganadores- volvió a relatar Alice, con voz cantarina.
-Luego nos encontrabas en la sala, donde usualmente se encuentran Aro, Marco y Cayo. Bella no pudo aguantar más y a velocidad vampírica agarró a Aro por el cuello, el hombre se encontraba sorprendido. Jane y alec se encontraban furiosos, en ningún momento pudieron utilizar sus dones en contra de nosotros, Yo agarré a Alec, mientras que mi Alice agarró a Jane. Nosotros no tuvimos que hacer nada, todo lo hizo Bella- sonrió Jazz.
-Si observas bien el cuello de Aro tiene marcas de quemadura, esa fui yo, al tener tanto rencor el fuego se propagó por mis manos, quemándolo. Le dije, tal vez grite, que no le haga más daño a quienes queríamos ni a mi familia, porque si entramos sin ser detectados y los tuvimos como "rehenes" la próxima vez fácilmente podíamos matarlos. Ese día murieron 10 personas de las guardias, los cuales tenían los mejores dones y no eran inocentes, era la misma cantidad de personas que ellos nos sacaron, pero para Aro simplemente era títeres y para nosotros era amigos, casi familiares- comente media nostálgica, siempre me dolía recordar como perdimos a Nahuel y a sus hermanas.
-Wow- gritó Emmett-Me encantó ese relato, me hubiese gustado estar haya con ustedes- luego se acercó a su esposa y le dio un apasionado beso.
-¿Hacemos algo esta noche Señora Masen?- me pregunto mi esposo, a pocos centímetros de mi cara.
-Me encantaría Señor Masen- le dije besándolo tiernamente, se escucharon varios suspiros, seguramente provenientes de Esme y Alice.
-Bella- gritó Emmett, asiéndome cortar el beso- Me debes una pelea- así fue como feliz me adentre a dentro del bosque, para pelear con mi nuevo hermano Oso.
Reí, el nunca de daría por vencido. Ya era la quinta vez que le ganaba sin esfuerzo alguno, y Emmett cada vez se enfurecía más.
-Quiero ver una pelea verdadera- gritó Alice, provocando mas a Emmett, pero el ya no pidió más, al parecer estaba agotado.
-Lo siento Emm, te dije que no podrías con migo- le dije con una sonrisa maliciosa en mi rostro.
-Te reto a que peles con Jasper- Gritó Emmett que se encontraba desplomado en el piso, -Oh vamos, es un vampiro- pensé-.
-Ok, acepto la apuesta- luego me dirigí hacia mi hermano- Te ganaré, como siempre- mi ego volvió.
Rápidamente desaparecí entre las ramas de los árboles. Jasper no sabía en donde buscarme, mi esencia se encontraba por todos lados gracias a la lucha que tuve con Emmett. Cuando estaba de espaldas a mí, salté hacia él, cayendo en el frío suelo y levantando un montón de tierra seca, pero conociéndome, se dio vuelta con intención de agarrarme, aunque para ser sincera: francamente casi lo logra, pero rápidamente me deslice entre sus piernas, quedando lejos de su agarre.
-Eso estuvo cerca- gritó Emmett, que se encontraba emocionada, mirando el espectáculo.
Miré a Jasper y Corrí hacia él, el hizo lo mismo, a pocos centímetros de chocarnos di una voltereta sobre él a la vez que él estiraba su mano y me sacaba la blusa azul que poseía, mostrando mi corpiño Negro de encaje. Los chicos, incluidos mi esposo y Carlisle, chiflaron.
-Me hiciste enojar Jasper Brando- grite, vi todo de color rojo, al parecer mis ojos cambiaron de color, el fuego había vuelto.
Me acerque con él y ahí fue cuando empezó la verdadera pelea, pegando patadas y puñetazos, tratando el derribar al enemigo, obviamente iba ganado. Me agache y me deslice entre sus piernas, sacándole su Jean, Jasper quedo en bóxer, buena vista para mi hermana. El se quedo estático, por lo tanto aproveché mi oportunidad, salté hacia su espalda y puse mis colmillos a centímetros de su cuello.
-Te gane, de nuevo- le dije besándole su mejilla, Alice aplaudió al lado nuestro.
-Lo sabía- chillo emocionada- siempre Belly-Bells gana- oh no, de nuevo con ese apodo.
Pero esta vez provoqué a mi hermana, tenía otra cosa más importante que hacer. A velocidad vampírica me acerque a mi esposo y lo bese ferozmente, el me correspondió gustoso.
-Te amo- dijimos al mismo tiempo, rompiendo en carcajadas.
A pesar del tiempo que no nos vimos, a pesar de todas las cosas que tuvimos que afrontar, el destino quiso que nos reencontráramos y vivir eternamente felices, uno al lado del otro, con una familia que nos amara. Todo lo que una vez habíamos deseado… pero lo más importante es que una vez más estábamos juntos.
Lo termine!
Espero que les guste el final, tarde demasiado, lo sé, pero todos los días trataba de hacer mejor este capítulo ya que este es el cierre de toda la historia.
Gracias a todos los que me pusieron en Alerts o en sus favoritos. Y gracias con todos sus Reviews eso es lo que me inspira a seguir.