Capítulo 1: Te lo advertí.

-Es… simplemente perfecto Sora…- suspiraba la castaña al mencionar al chico que había conocido hace poco.

-Parece una buena persona ¿Dónde lo conociste?

-En Estados Unidos, fue hace mucho en realidad como hace un año, estábamos en una fiesta con Michael y ahí estaba el, no sé como empezamos a conversar e intercambiamos MSN- explicaba aun recordándolo- el me agregó pero nunca conversamos, hasta ahora, me dijo que me había visto en Japón, le expliqué que me había devuelto a mi ciudad y me sorprendí mucho cuando me comentó que él también se vino a vivir aquí. Desde entonces nos hemos juntado un par de veces…

-¿Y recién ahora me vienes a contar?- se hace la ofendida su mejor amiga.

-No seas dramática- roda los ojos divertida- quería decirlo cuando estuviera clara con mis sentimientos- sonríe tímida.

-¿Tiene Facebook? ¿Podemos hacer de psicópatas y revisarle el muro?- propone la pelirroja sonriendo- quiero ver como es.

-No sabes como también me gustaría, pero no tiene Facebook- ladea sus labios- dice que es una pérdida de tiempo.

-Oh pero que maduro- dice sarcástica la chica- ¿Qué edad tiene?

-Este… veinticuatro- desvía su mirada sonrojada.

-¡¿Veinticuatro? ¡Mimi sales con un chico ocho años mayor que tú!- escandalizó Sora.

-Para el amor no hay edad- se cruza de brazos la chica- además Dylan es muy caballero y muy agradable. Con él me siento querida…

Aun podía recordar perfectamente el día en que llegó a casa de Sora para contarle sobre su nuevo "amigo", aun recordaba como hablaba maravillas de él y como su amiga a pesar de no agradarle mucho la idea de salir con un chico ocho años mayor, la apoyó.

Los días fueron pasando y la castaña más feliz no podía estar, Dylan para ella era el chico ideal. El castaño de grises ojos había sido el primero en la vida de Mimi o por lo menos el primero que probó sus labios, así es, su primer beso fue con el estadounidense…

Hasta ese entonces aun seguían siendo amigos, pero contando las caricias, los besos y abrazos, se podría decir que eran "amigos con ventaja".

La única que sabia del chico de Mimi era Sora, la castaña le pidió que no le dijera a lo demás, que por el momento lo guardaran en secreto.

Todo marchaba de maravilla hasta que el chico comenzó a comportarse extraño con ella…

-¡¿Qué hizo qué?- Sora gritó cuando la ojimiel le relató lo que había pasado con Dylan.

-Eso…- bajo la mirada sonrojada- pero no fue adrede, fue sin querer, se disculpó como mil veces luego de lo ocurrido…

-Pero Mimi ¿cómo llegó a eso? ¡Solo llevan encontrándose tres semanas y ya se está sobrepasando contigo!- la pelirroja se mostraba muy molesta.

-Fue sin querer Sora.

-Si claro, sin querer- ironizó- seguro no quería llevarte a la cama acto seguido de lo que hizo- fue dura- por favor Mimi, tiene veinticuatro y tu dieciséis, ¡es un pervertido! Un chico mucho mayor que tu, ocho años para ser mas exactas, ¡lo único que anda buscando es sexo!

-Sora…

-Está bien…- suspira al ver la cara de su amiga- lo siento, pero espero que no vuelva a pasar, no dejes que vuelva a toquetearte.

-Descuida- sonrió Mimi- no volverá a pasar, el me lo prometió.

Fue una tonta al verle creído, su amiga tubo razón era un pervertido, ya que la caricias y toqueteos por parte de él no se detuvieron, aunque ella no le tomó importancia, seguía embobada a su lado y aceptando las falsas disculpas que el chico le daba…

-Mimi debes alejarte de el- insistía la pelirroja- solo se está aprovechando de ti.

-Pero Sora en verdad me gusta…- cabizbaja se encontraba ella.

-Debes dejarle las cosas claras, decirle que no quieres y punto.

-Si lo eh hecho, pero siempre vuelve a pasar una y otra vez- habla frustrada.

-Te dije que lo único que quiere es llevarte a la cama Mimi, Qué harás cuando ya no se controle y siga ¿eh?- inquirió la chica molestándose.

-No pasará… confío en el- excusó suspirando.

-No ha sido solo una vez, ya ha pasado varias veces. Mimi te repito aléjate de él antes de que sea demasiado tarde.

-Nada va a pasar Sora…

Ojalá hubiera escuchado las palabras de su amiga, si tan solo le hubiera hecho caso y se hubiera alejado cuando se lo advirtió…

Pero nada podía hacer… ya era tarde.

Eran épocas festivas la navidad había pasado y esa misma noche era año nuevo, necesitaba hablar con Sora, necesitaba de su mejor amiga, debía decirle lo que pasó, era la única que sabía de Dylan, en ese momento no podía contar con la ayuda de sus demás amigas…

Para su mala suerte Sora se había ido a Osaka donde su abuela a celebrar las pascuas y el año nuevo, no llegaría hasta el 5 de enero…

Ya sin otra alternativa le dejó un mensaje en Facebook…

Mimi Tachikawa

Sora necesito tu ayuda…

Hola, ¿cómo estás? Sora necesito hablar de algo contigo es sobre Dylan, no sé qué hacer. Pasó algo y nadie más entendería, por favor llámame cuando llegues a Odaiba o cuando lo leas, aunque te lo quiero contar en persona, es que tu comprenderías mas de esto que yo y de verdad necesito un consejo, si no me llamas lo entiendo. Sería mejor que me llamaras a mi casa porque apagué el celular, él no me deja de llamar y tampoco me puedo conectar me tiene muerta de miedo…

Estuvo esperando la respuesta de su amiga muy inquieta, ya en la tarde por fin la pelirroja respondió a su mensaje…

Sora Takenouchi

Hola Mimi yo estoy bien, lo siento por no llamarte, es que no sé cómo funcionan las líneas acá y tampoco me conecto porque el internet es asqueroso ¬¬ y se pasa cayendo el MSN. Eeemm a ver ¿cómo?, no entendí o sea... ¿el tipo como que te está acechando? tonta te dije, si no quieres nada mándalo a la mierda, pero déjale las cosas claras, y dile que no quieres nada, ¡si te lo dije!

-Si me lo dijiste pero fui una tonta al no hacerte caso- sollozó Mimi mientras respondía al mensaje…

Mimi Tachikawa

Es que el lunes me llamó para pedirme disculpas porque se había desubicado y me pidió que fuéramos amigos nuevamente, le dije que bueno. Nos juntamos porque me pidió que lo acompañara a buscar un perrito y yo acepté, todo andaba bien pero el miércoles nos volvimos a juntar y fue horrible no te puedo decir más por acá…

Mimi estalló en llanto, tomó su notebook y se apoyó en el respaldo de su cama, cada vez estaba más desesperada y arrepentida de todo. La pelirroja tardó menos en responder.

Sora Takenouchi

¡¿Pero para qué vuelves a salir con él tonta? Mira, lo que sea que haya pasado, olvídate y mándalo a la mierda, pero bien, onda dile todo y nada mas con él, ¿ok?

Sora no entendía lo que estaba pasando, pensaba Mimi, no podía tampoco llegar y decirle por ese medio, debía decírselo a la cara…

Mimi Tachikawa

Es que me dijo que fuéramos amigos y le creí, si se que fui una imbécil pero lo que pasó no se me puede olvidar... no sé si me entiendes. Esperaré hasta que llegues y te explico mejor.

Decidió dejarlo hasta ahí, ya se lo diría cuando llegue…

Cerró su notebook y suspiró por milésima vez, caminó hasta su ventana y miró el cielo.

-¿Cómo pude ser tan estúpida?- ahogó un sollozo.

Sacó del bolsillo su celular y lo encendió, tal como lo sospechó tenía trece mensajes de él y unas veinte llamadas perdidas.

Las borró todas no pensaba leer ninguno. Una vez que ya tenía su bandeja vacía lo apagó nuevamente.

Se sobresaltó cuando sintió que tocaban la puerta.

-Mimi hija ¿puedo pasar?

-¡Me estoy cambiando Mamá!- mintió para que no entrara y la viera en ese estado.

-Ok, eso era lo que venía a preguntarte, alístate pronto iremos a cenar y luego a ver los fuegos artificiales- sonrió la señora Tachikawa emocionada.

-Sí, bajaré cuando esté lista- respondió sin ánimos y Satoe se marchó.

Año nuevo… y ya estaba comenzando con el pie izquierdo…

-Solo espero que no me traiga sorpresas este año…- susurró para luego ir a su closet y cambiarse.

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Al fin, al fin se decía Mimi mientras caminaba, más bien corría, rumbo a una farmacia, estuvo todo el día anterior demasiado inquieta por toda su casa, no podía salir a comprar ya que por ser primero de enero estaba todo cerrado.

Pero ahora por fin iba a salir de sus sospechas…

Mientras corría pasó a pegarle a alguien sin querer.

-¡Lo siento mucho! –se disculpó apenada.

-No te preocupes…oh Mimi eras tú –sonrió el rubio al darse cuenta que era su amiga.

-TK, ¿Cómo estás? ¿Ya volvieron de Francia?

Matt y TK habían ido a pasar las fiestas con sus abuelos.

-Sí, pero solo yo, mi hermano se quedó por unos meses más.

-¿Unos meses más? ¿Por qué?- preguntó extrañada.

-Volverá en abril – le explicó- le ofrecieron un trabajo como modelo y dura cuatro meses.

-¿De verdad?- sonrió- quien lo diría, Matt como modelo, ¿y qué pasará con la escuela?

-Se incorporará cuando llegue – se encoje de hombros- a propósito ¿A dónde ibas tan apurada?

-¡Cierto debo irme! Voy a comprar algo y tengo que ir rápido- exclamó angustiada.

-¿Quieres que te acompañe?

-Me gustaría pero no, luego debo ir a otra parte- mintió nerviosa- nos vemos luego –se despide con la mano y comienza a correr.

-¡Mimi!- el chico le grita y ella a lo lejos se da vuelta a mirarlo- ¡Feliz año nuevo! – alzó su mano despidiéndose.

-¡Feliz año para ti también!- le gritó de vuelta y continuó con su camino- ojalas sea un feliz año TK... –musitó mientras corría.

Cuando por fin llega a su destino, ya parada frente a la puerta de la farmacia, da un largo y sonoro suspiro, miró el cielo y rogó para no pasar de nuevo por esto…

Entró y se dirigió al mostrador, para su suerte estaba vacío y no tuvo que tomar un numero.

-¿Puedo ayudarte?- un joven como de veinticinco años le atendió.

Mimi involuntariamente se sonrojó, ¿no le pudo haber atendido alguien más guapo? ¿Por qué a ella le tenían que pasar este tipo de cosas? ¿Por qué no le pudo atender él cuando tuviera que venir a comprar maquillaje u otra cosa? ¿Por qué justo cuando tenía que comprar…?

-Necesito tres test de embarazo, por favor- bajó la vista muy ruborizada y el farmacéutico rubio que tenía en frente muy tranquilo indagó.

-¿Quieres alguna marca en específica?

-Cualquiera, pero que sean de diferentes marcas…- indicó Mimi, su voz apenas le salía.

-Ok.

El chico fue en busca del pedido de Mimi, los marcó en la caja y le dijo el precio. Cuando la chica paga el rubio le preguntó…

-¿Te explico cómo usarlo?- la castaña pudo sentir como toda la sangre del cuerpo llegaba a su cabeza.

-N-no… no te p-preocupes… g-gra...cias- logró articular, cogió la bolsa y salió casi corriendo de ahí chocando con varias cosas a su paso…

La parte más vergonzosa ya había pasado, ahora venía lo peor…

Cerró la puerta y las cortinas de su habitación, se dirigió al baño muy nerviosa, sacó de la bolsa las tres cajas de los test, vio las instrucciones de cada uno y comenzó…

Cinco minutos, eso indicaba cada caja lo que había que esperar para ver los resultados. Mimi muy afligida caminaba de un lado a otro contando los segundos en el celular, inhalaba y exhalaba repetidas veces para calmarse. Tenía una leve esperanza de que no estuviera embarazada, hace tiempo que llevaba tomando anticonceptivos, aunque no era muy consiente con eso, había días en que no los tomaba o se le olvidaba…

Cuando pasan al fin los cinco tormentosos y eternos minutos, la chica entra al baño, perturbada se acerca a ver…

Dos rayitas, un signo positivo y una carita feliz…

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-No es justo llego yo y te vas tú, ¿acaso lo planearon para no verme?- Sora hablaba por celular con su mejor amigo mientras caminaba por las calles.

-Solo nos vamos por una semana, no sufras ya podrás verme la cara dentro de unos días- contestó Tai.

-Como sea, pásala bien saludos a Kari.

-Ok, adiós cuídate, te quiero.

-Igual yo, adiós Tai- cuelga y llega justo al lugar donde Mimi le había indicado…

Se adentró al parque y divisó a su amiga sentada en una banca cabizbaja…

-Hola- saludó sonriente, la chica alzó la vista y Sora borró su sonrisa. La castaña se veía muy demacrada- ¿Qué pasa Mimi?

-Me alegra que llegaras… espero que lo hayas pasado bien donde tu abuela…-hablaba con una voz muy apagada.

-Mimi, me dejaste muy preocupada la última vez que hablamos por Facebook ¿Qué está pasando?

-Sora…- se levanta y comienzan las lágrimas a caer- fui una tonta...

-¿Qué pasa? ¡Mimi habla por favor!- la pelirroja coloca sus manos sobre los hombros de ella.

-Abusó de mí…- musita mirándola a los ojos.

-¡¿Qué? –Gritó llamando la atención de los que pasaban por ahí- ¡Mimi como fuiste tan tonta! ¡Te lo advertí en todos los tonos! ¡¿Por qué te dejaste?

-¡Yo no quería! ¡Sora me obligó! –respondía más desesperada.

-¿¡Cómo que te…- se dio cuenta que varios las miraban, tomó a la castaña de un brazo y ambas se sentaron- ¿Cómo que te obligó? – bajó la voz sólo para que ella no mas escuche.

-Fue contra mi voluntad… no pude hacer nada…- sollozó.

-Explícame desde el principio.

-¿Cómo estas hermosa?

-Hola Dylan, muy bien ¿y tú?- se acerca al chico y besa sus labios.

-Pues un poco triste…-baja su mirada y Mimi se preocupa.

-¿Qué pasa?

-¿Recuerdas el perrito que fuimos a buscar la otra vez?- ella asiente- se escapó esta mañana.

-¿Quieres que te ayude a buscarlo?- le preguntó con su ceño entristecido, mientras ponía una mano en la espalda del chico.

-Claro- le sonríe el y toma su mano- vamos a ver al mirador…

Estaban precisamente en la plaza de un condominio, era donde comúnmente se reunían, el no conocía la casa de Mimi y ella tampoco la de él, solían pasar mucho tiempo en esa plaza, quedaba cerca de un mirador.

Fue incluso en ese ahí mismo donde Dylan encontró un perrito hace unos días, supuso que a lo mejor volvió a ese lugar…

-¿Qué pasaría si no lo encuentras?- preguntó Mimi mientras caminaban.

-Pues nada en realidad- se encoje de hombros- en mi casa no lo querían, yo solo quería darle un hogar.

-Eres tan tierno, me gusta mucho esa faceta tuya – le sonríe la chica.

-Y tu eres hermosa, y no me cansaré de decírtelo- le devolvió la sonrisa el castaño de grises ojos.

Cuando llegan a dicho lugar buscan al pequeño perro pero no vieron nada, se adentraron a unas malezas del cerro y tampoco lo encontraron.

Luego de varios minutos ambos se rinden.

-De acuerdo ya no lo volveré a ver- suspira rendido llegando al lado de la castaña.

-Lo siento mucho- se entristece ella.

-Da igual –ladea sus labios y la mira- ahora descansemos – propone y se sienten en el pasto, Mimi se apoya en el hombro del chico mientras que este la abraza por el costado- me gusta mucho venir aquí.

-Es lindo, pero debo admitir que me da un poco de miedo, en la noche se llena de drogadictos y alcohólicos.

-Pero también hay que admitir que la vista es genial- le señala la ciudad.

-Sí, aunque igual estoy intranquila no hay nadie por estos lados y temo que nos aparezca un asesino o algo así- Mimi se aterroriza y él ríe.

-No te preocupes a esta hora no hay nadie más que nosotros- besa su frente- además no dejaría que nada te pase.

-Lo sé- Mimi lo mira a los ojos y se acerca para besarlo.

A veces la ojimiel temía besar al chico, ya que este en cosa de segundos se desubicaba con ella y comenzaba a tocarla. Esta no fue la excepción volvió a hacerlo, muy nerviosa trata de alejarlo como siempre…

-Basta… basta por favor Dylan- pedía ella con sus ojos cerrados.

-Esta vez no Mimi, esta vez no…- sin detenerse la apoyó en el pasto poniéndose sobre ella, mientras sus manos descontroladas subían y bajaban por el cuerpo de la castaña desde sus muslos hasta su cintura.

-¡Dylan detente! ¡No quiero!- lo trataba de empujar, pero él era mucho más fuerte y grande que ella- por favor…- musitó con lágrimas en sus ojos.

-¡Quédate quieta! – la tomó por ambas muñecas y la miró fríamente- Mimi quiero demostrarte cuanto te amo –el chico continuó con los besos.

-Eso es mentira, por favor aléjate, ¡no quiero!- suplicaba Mimi ya en llanto, pero nada podía hacer el chico estaba muy descontrolado…

-Y luego pasó…- terminó diciendo la chica con un hilo de voz.

-¡Pero Mimi! ¿Por qué no gritaste o algo?- Sora estaba estupefacta, tantas veces que le pidió a su amiga que se alejara de ese tipo para evitar justamente lo que pasó

-Lo hice, pero no había nadie –sollozó mas fuerte- me siento sucia, usada… lo siento mucho Sora sé que me lo dijiste y no hice caso…

-¿Qué pasó después?- la pelirroja quiso saber.

-El me dejó ahí y se fue… cuando llegué a casa comenzó a llamarme, no quise contestar… pero luego de un rato lo hice sin hablar y empezó a gritarme que lo sentía que me necesitaba con urgencia que…- comienza a tiritar- se oía realmente desesperado, tanto que me dio terror seguir escuchándolo… desde entonces no supe más de él.

-¿El sabe dónde vives?- Mimi negó con la cabeza- bien- suspira- al menos no irá a buscarte a tu casa- da otro suspiro- bueno ahora debes tranquilizarte, contarle a tus padres e ir al médico, te deben revisar y…

-Eso no es todo Sora…- con sus ojos llenos de lágrimas miró los de su amiga- quedé embarazada...

-¡¿Qué? -gritó espantada- ¡Pero… Ay Mimi! –comenzó a alterarse y se levantó para caminar en frente de ella como si fuera un león enjaulado- ¡porque fuiste tan estúpida! ¡Te lo advertí! ¡Te lo advertí! –la señaló enfurecida- te dije que te alejaras de él antes de que llegara a pasar lo peor ¡Arch!- pateó la banca que tenía al lado- ¡y ese maldito! ¡¿Por qué te dejaste? ¡¿Por qué no le pateaste cierta parte y saliste huyendo? ¡¿Por qué Mimi?

-¡No podía hacer nada Sora! ¡Él es mucho más fuerte que yo!- aumentó su llanto por la reacción de la pelirroja- sé que fui una tonta, lo sé…

-¿Se lo piensas decir a tus padres?- Mimi niega con la cabeza- ¿Por qué no? ¿Qué piensas hacer?- trataba de calmarse respirando por la nariz.

-Esperaré algún tiempo, por ahora lo mantendré en secreto…

-¿En secreto? ¡Mimi tus padres deben ser los primeros en saberlo! –volvió a exasperarse- ¿esperarás que pasen los meses y lo descubran ellos mismo al verte cada vez más gorda? ¡Debes decirles! Si quieres yo lo hago.

-¡No! – la castaña se levantó de donde estaba y se puso enfrente de ella- ¡Debes prometerme que no se lo dirás a nadie! –la pelirroja la miró dudosa y más molesta- ¡por favor! –su amiga no respondía- ¡Sora!

-¡Esta bien! –soltó enojada- ¿Cómo supiste que estabas embarazada?

-Me hice tres test y salieron positivos.

-No puedo creerlo- negó con la cabeza mientras entrecerraba sus ojos- ¿se lo dirás a ese imbécil?

-No, nunca más pienso verlo, ni mucho menos quiero saber de él –habló decidida- este hijo va a ser solo mío, no pienso pedir ayuda de nadie.

-¿Como harás para ir al doctor y hacerte todos esos exámenes?

-Tengo algunos ahorros –suspira entrecortado- no sé, algo se me ocurrirá…

-¿Se lo dirás a los chicos?- continuó con el interrogatorio la pelirroja.

-Sólo a los más cercanos…-baja la mirada- pero a mis padres se los pienso decir mucho después… aun no estoy lista.

-Ok… Mimi – su amiga le levanta la barbilla a la castaña- quiero que sepas que cuentas conmigo en todo momento, te apoyaré en lo que sea. Estoy molesta, estoy realmente decepcionada y furiosa contigo, pero aun así sabes que no te dejaré sola nunca ¿de acuerdo? – no pudo evitar que sus ojos se aguaran.

Mimi asiente y se abrazan ambas amigas…

Pasaron tres días y la chica tuvo su primera consulta con el doctor…

-Qué bueno que hayas venido a tiempo, otras jovencitas por miedo no lo hacen y después es peor al momento del parto. Dime Mimi ¿tomabas anticonceptivos o algo?

-Si…- se mostraba muy tímida delante del mayor de edad.

-¿Comprimidos? ¿Parches? ¿Inyecciones?

-Comprimidos.

-¿Te las tomabas todos los días? ¿Eras consiente con eso?- la chica niega con la cabeza- se te olvidaba- determinó.

-Sí, la verdad es que no me las tomaba algunas veces porque se me olvidaba o porque no quería…

-Bien ahí está el problema, por no haber sido regular con eso, no te hicieron efecto –comenzó a escribir en una hoja- te mandaré a hacer algunos exámenes de sangre y deberás ir a tu ginecólogo para que te haga otros mas, toma- le extiende la hoja- por ahora no te puedo dar medicamentos hasta después de ver tus exámenes.

-Ok…- se levanta de su asiento- muchas gracias nos vemos.

-Adiós jovencita que le vaya bien- se despiden con un apretón de manos y la castaña sale en busca de su amiga.

-¿Y?- pregunta la pelirroja que la esperaba.

-Debo hacerme unos exámenes…

Desde ese entonces Mimi pasaba haciéndose exámenes, yendo al doctor y comprando medicamentos. Sora era su acompañante a todas esas cosas, estaban de vacaciones y tenían más tiempo para salir.

Hasta el momento la única que sabia del secreto era la pelirroja y Mimi pensó que era el momento de decírselo a alguien más…

-¡Hola hola! –saludó una castaña muy sonriente que apareció con un chico y se sentó en el pasto con su amiga

-Hola chicos ¿Cómo están? ¿Cómo la pasaron? –dijo Mimi que los estuvo esperando un buen rato.

-Bien, un poco de descanso nos hacía falta- respondió el castaño sentándose a su lado.

-Y bueno Mimi ¿qué es eso que nos tenias que contar? –preguntó Kari curiosa.

-Tai… Kari… lo que tengo que decirles es algo un poco…- pasó su vista por todo el parque donde estaban reunidos- serio…

-¿Te vas de nuevo a Estados Unidos? –preguntó Tai abriendo sus ojos.

-Ojalas fuera eso, pero no… -suspira y comienza- conocí a un chico… fue a finales de octubre, no se los dije nunca porque pensé que me juzgarían, como sea, la cosa es que comenzamos a hablar por MSN, después nos juntábamos y como que iniciamos "algo" –hace comillas y los chicos la miraban sorprendidos.

-Por eso nunca salías con nosotras, te ibas con él- dijo Kari y Mimi asiente.

-¿Por qué pensaste que te juzgaríamos?- Tai se extrañó.

-Por la diferencia de edad- dice avergonzada- tiene veinticuatro.

-¡Veinticuatro! –exclamó el castaño mas sorprendido- es… bastante mayor que tu por no decir viejo.

-Pero bueno ¿qué pasa con él, Mimi? ¿Son novios? – Kari siguió con el tema.

-No… bueno después de un tiempo juntos –continuó un poco dudosa- el comenzó a cambiar, mucho. Como que se descontrolaba y se sobrepasaba conmigo- baja la mirada sonrosada- yo siempre lo detenía y le decía que parara con eso, me pedía disculpas y yo como una tonta le perdonaba todo… Hasta que un día no se controló y…- los mira a ambos y Kari fue la primera en entender.

-No es verdad…-musitó sin creerlo- no lo hizo ¿cierto? Por favor Mimi dime que no lo hizo...- fue entonces cuando Tai también comprendió.

-¡¿Te obligó a…?- Mimi asintió con los ojos llorosos- maldito animal…- se enfureció el chico.

-Eso no es lo peor…- sigue ella.

-Si me dices que quedaste embarazada me dirás quien es el imbécil y lo iré a matar, Mimi- advirtió el castaño al borde de la ira.

-Lo estoy Tai, quedé embarazada de él…

Continuará…

Hola! Tanto tiempo chiquillas! Jaja ni tanto bueno como ven comencé la historia pues :) todos sus lindos reviews de mi historia anterior me dieron las ganas de hacer esta y también Gravi está de por medio que insistió en Facebook jaja xD

Ya les comenté que es un hecho real en el otro fic, como ven Mimi fue la protagonista de todo esto y la embarazada ._. desde ahora nada va a ser fácil para la castaña, vieron por no hacerle caso a la amiga terminó en esto! (porsiacaso yo no soy la amiga xD es otra, yo aquí vendría siendo Kari o no se)

Emm no se que mas decir ya van a ir viendo más adelante como van empeorando las cosas pff pasan muchas créanme, ayer mi amiga vino a mi casa y la interrogué jaja ella no sabe que hago una historia con su vida xD

Espero que les haya gustado la trama :) y aunque no salió Mimato en el primer cap lo va a ver, no se preocupen tengo la escena lista en mi cabeza de cómo será el reencuentro entre Mimi y Matt por qué creen que lo dejé fuera por unos meses? Ya lo verán… jojojo

Y sería chicas jaj espero con ansias sus comentarios de esta historia…

Nos vemos!

Feliz Navidad y prospero año nuevo a todas! :D