Hola a todos XD, si ya se, debería estar actualizando mis otras historias, pero como dicen por ahí, Doña inspiración viene cuando se le da la gana y pues… heme aquí con un nuevo proyecto de Ghost Hunt *0*, como decía, con respecto a mis otros fics, acabo de salir de vacaciones, así que apenas pueda los estaré actualizando, a mas tardar el viernes, tal vez antes, ahora sí, sin más los dejo con el primer capítulo de esta nueva historia El alumno de nuevo ingreso

Encuentros, besos y… ¿Armaduras?

Mai corría a todo lo que sus piernas daban, tenía que huir, escapar de aquel ente que la perseguía por los corredores de su escuela, ¿Cómo rayos había terminado en esa situación? Bueno, ahora eso era lo de menos, es decir, cuando una armadura vacía poseída por algún espíritu, te perseguía con espada en mano con la clara intención de matarte detenerte a pensar en el "por qué" y en el "como" no era una opción, más aun si estaba a punto de alcanzarte y volarte la cabeza.

Continuo corriendo como si su vida dependiera de ello, aunque… en verdad su vida dependía ahora de su velocidad, de pronto, tropezó con algo en el camino maldiciendo su torpeza pues cayo pesadamente al suelo quedando indefensa ante aquel ente que no tardó en aparecer, alzando luego su espada dispuesto a acabar con la muchacha que tenía en frente, Mai cerró los ojos esperando el ataque que nunca llego, abrió los ojos y se encontró con un joven alto, de cabello negro que además vestía el uniforme masculino de su escuela, aquel joven había bloqueado el ataque dirigido para ella con una katana, alejando casi inmediatamente a aquella figura de ella, el muchacho volteo en dirección hacia la castaña, entonces lo vio, era el mismo chico que había ingresado aquella mañana a su salón como alumno nuevo, esa mañana en que todo el embrollo en el que ahora estaba metida comenzó…

Lunes 1ro de agosto, 7:30 am

Una no muy animada Taniyama Mai caminaba con dirección a la escuela, ¿La razón? Esa tenía nombre y apellido: Kazuya Shibuya, o simplemente "Naru" como solían llamarlo, ¿Por qué tenía que ser así con ella?, es decir, era un poco torpe, es verdad, siempre se lastimaba en los casos, cierto, pero… pero de una u otra manera terminaba siendo de ayuda, entonces ¿Por qué? ¿Por qué cada vez que ella le pedía un favor él se negaba?, pero no, eso no era lo malo, lo peor era que lo que le negaba a ella se lo cumplía a Masako, eso era lo que más le dolía… Y esa vez no sería la excepción. Hace una semana sus amigas le habían contado acerca de una historia de fantasmas, "Vaya novedad" pensó la castaña, más lo que le llamo la atención fue el lugar donde se desarrollaban los hechos…

-Dicen que en el deposito abandonado detrás de la escuela hay una armadura –Empezó Haruka, compañera de Mai que ingreso en segundo año- cuentan que perteneció a un despiadado general que durante la época de guerras civiles asesino sin piedad a mujeres, ancianos y niños, su nombre fue conocido y temido en casi toda la región –agrego mientras se acercaba tétricamente al rostro de Mai tratando de asustarla- Yakumo era su nombre…

-¿Y? -Cuestiono con desgano la castaña, no es que no le gustaran las historias de fantasmas, al contrario, le encantaban, pero ahora que podía vivirlas en carne propia le había perdido interés a los relatos- ¿Qué hay de fantasmagórico en ello?

-A eso voy –explico Haruka- Según escuche, durante un mes, cada que llega el mes de agosto, sale cada noche a buscar su presa, pues según dicen, durante la guerra civil, un soldado del que no se sabe el nombre logro herirlo de muerte, Yakumo vago durante exactamente un mes, con aquella herida carcomiéndole por dentro, sufriendo de infecciones, pudriéndose, arrastrándose con la sola idea de vengarse de aquel hombre que lo había herido, ahora su espíritu aparece cada año buscando venganza y acabando con cuanto ser se cruce en su camino…

-Ok Haruka –replico Mai dirigiendo la vista a su compañera- y dime… como llego esa armadura aquí y por qué no ha atacado a nadie durante todos estos años

-H-he pues… -susurro la chica pues se le había olvidado ese pequeño detalle-

-Porque lleva apenas una semana aquí –explico un hombre de mediana edad apareciendo tras ellas- Es parte del vestuario para la filmación…

-¿Filmación? –Cuestiono Haruka al extraño- ¿Qué filmación?

-Antes que nada –intervino Mai dirigiéndose al hombre- ¿Quién es usted?

-Perdón –Se excusó el hombre para luego hacer una reverencia ante las chicas- Kaito, Otonashi Kaito, director de cine

-¿Director? ¿Filmación? –Cuestiono Haruka confundida- ¿Qué sucede aquí?

-Ha eso –Contesto el aludido- Vamos a rodar una película de terror en su escuela…

-¡He! –Exclamo Haruka emocionada con la idea- ¡cuéntemelo todo!

Mi solo emitió un suspiro escuchando la conversación de esos dos hasta que termino el descanso, cuando este terminó, ambas se despidieron del hombre y se encaminaron hacia el salón, aquella tarde les tocaba hacer la limpieza por lo que se quedaron hasta tarde, definitivamente Naru la regañaría por ello. Una vez terminada su labor se dispusieron a retirarse, percatándose entonces que la noche estaba por caer, resignada a recibir una buena reprimenda se dirigió a la salida, sin embargo un grito proveniente de la parte trasera de la escuela llamo su atención y acompañada por Haruka se dirigió al lugar, encontrándose con una muchacha temblando en el suelo, señalando a lo que parecía ser una armadura caída. Sucesos como esos se repitieron cada tarde, algunos más graves que otros, incluso la filmación que se llevaba cabo en las instalaciones tuvo que detenerse pues uno de los actores había resultado herido y no dejaba de repetir "L-la a-armaduras-semueve"

Ante esto, Mai le pidió a Naru ayuda, pero este como siempre se negó a ayudarla "Están filmando una película de terror,es natural que los adolescentes se sugestionen" esas habían sido sus palabras, de una u otra manera se esperaba algo como eso, sin embargo, poco después llegó Masako pidiendo ayuda en el mismo caso que Mai y tal como también ella supuso, el accedió sin chistar, ¡En verdad odiaba eso! Bou-san y el resto del equipo se percataron de la molestia de Mai por lo que, el siempre animado monje sugirió salir al igual que siempre que algo así sucedía, Mai agradecía eso, al menos le quedaba el consuelo de que el caso de su escuela sería resuelto…

Era por eso que ahora caminaba cabizbaja hacia la escuela, Bou-san y el resto del equipo siempre trataban de animarla pero ella no era tonta, sabía que ellos tenían una "relación" pues Masako se lo echaba en cara cada vez que Naru mostraba una ligera preocupación o acto de amabilidad hacia ella; un suspiro escapo de su boca y sin fijarse si alguien venia cerro los ojos chocando al instante con una muchacho alto, de negro cabello y extraños ojos dorados, no pudo evitar sonrojarse ligeramente, no solo porque hubiese tropezado el, aquel muchacho era realmente apuesto…

-¿Te lastimaste? –Cuestiono el muchacho tendiéndole la mano a la castaña para luego ayudarla a ponerse de pie-

-N-no –cuestiono ligeramente nerviosa percatándose entonces que el muchacho llevaba el uniforme masculino de su escuela- gracias y perdón, no te vi fue culpa mía, si puedo ayudarte en algo…

-Descuida, no hay problema –replico sonriéndole ligeramente a la castaña- aunque… -agrego mirándola detenidamente- si hay algo…

Y así había terminado llegando con aquel chico a su escuela, parecía ser nuevo pues no sabía dónde quedaba el lugar y después de mirar detenidamente a la castaña se percató de que iban a la misma escuela, Mai sonrió ante esto y decidió acompañarlo, después de todo su día no había sido del todo malo. Grande fue su sorpresa al verlo en su salón, presentándose bajo el nombre de Shinomiya Len, "Tal vez sea el destino" había dicho el seguido de una sonrisa que derritió a casi todas las chicas del salón, a lo que ella había respondido con simple "Quizás"

Llegada la tarde, la escuela quedo desierta, salvo por Mai y el equipo de SPR que a partir de esa noche empezarían las investigaciones en el plantel. Para variar, Naru había ordenado a Mai recoger los datos de la temperatura de cada piso pues los demás estaban haciendo rondas en los alrededores, salvo Masako que oportunamente se sintió mal y se quedó con Naru y Lin vigilando las cámaras. Ahora estaba allí, sola en medio del pasillo del cuarto piso de la escuela que nunca antes se le había hecho tan largo, de repente oyó un ruido tras ella, giro pero no encontró nada, siguió caminando y el ruido se hizo más fuerte, creyó que tal vez sería mera sugestión pues estaba en medio de un pasillo ambientado para le película, con sangre salpicada en las paredes, falsa claro está, uno que otro cadáver en el suelo, falso también, aunque se veían demasiado reales para su gusto, derramaban sangre "seguro olvidaron apagar el dispositivo" fue lo que cruzo por la cabeza de la castaña que amablemente se tomó la molestia de apagarlo, dándose con una "pequeña" sorpresa…

-S-Son… -tartamudeó retrocediendo instintivamente chocando contra una pared-¡Son reales!

Entonces hecho a correr como si su vida dependiera de ello, o aquellos eran los mejores maniquíes del mundo o eran los alumnos de segundo año que se quedaron a hacer la limpieza, un escalofrío recorrió su columna ante este pensamiento desviando luego la mirada hacia atrás sin dejar de correr, entonces lo vio, aquello que las victimas anteriores habían visto, la armadura estaba viva…

Y eso la llevaba al punto en que estaba ahora, siendo llevada en brazos por Len, el alumno nuevo mientras eran perseguidos por la armadura, encontrándose con el resto del equipo, Bou-san y John lograron detener al ente que al escuchar los canticos del monje y sentir el agua bendita del sacerdote sobre si, despareció. Lin coloco una barrera alrededor como protección en caso aquel ente volviera, todos habían sido testigos de su obra pues tal y como lo sospecho Mai, aquellos no era maniquíes, eran cadáveres…

-¿Tu eres? –Cuestiono Naru con cierta molestia que paso desapercibida por todos menos por Lin, refiriéndose a Len que aun llevaba a Mai en brazos-

-Mai-chan estuvo a punto de morir –Replico el aludido con cierta incredulidad- Y lo primero que preguntas es ¿Quién soy?, Vaya jefe tienes –agrego refiriéndose a Mai-

-Responda mi pregunta –insistió Naru tratando de ignorar los comentarios del sujeto- ¿Quién es y que hace aquí?

-No tengo por qué decir mi nombre a alguien que no valora la vida de otros –contesto enviando una mirada desafiante al pelinegro- y lo que haga o deje de hacer no es problema suyo

-Vaya Joyita –Dijo bou-san en un susurro a Ayako- esto se pone interesante…

-Parece que Naru encontró la horma de su zapato –afirmo la miko notando como el pelinegro empezaba a perder la paciencia- y que horma, no está nada mal el muchachito…

-Es natural que quiera saber el nombre de la persona a quien estoy protegiendo –reto el pelinegro- ¿No cree?

-Descuida… como quiera que te llames –respondió Len mientras depositaba a Mai en una silla del lugar y causaba la molestia del pelinegro que empezaba a hacerse notoria- No necesito que me "Protejas" –agrego resaltando aquella palabra para luego empuñar su katana- puedo hacerlo yo solo, no necesito de gente como tu…

Ok, eso fue el colmo, se atrevía a retarlo delante de todos, ¿Qué sabia el si se preocupaba o no por Mai? Claro que lo hacía, pero a su manera, no conocía a ese muchacho y preferiría no volver a verlo, pero tenía el presentimiento de que de allí en adelante sus caminos se cruzarían más de una vez. Trato de calmarse, él no era así, no perdía la paciencia tan fácilmente, alzo la vista donde estaba aquel muchacho y eso fue suficiente, la gota que rebalso el vaso, ese tipo estaba… estaba… besando a Mai…

Definitivamente era hombre muerto, si no lo mataba la armadura, lo mataba el…

Notas de la autora

Y así llegamos al final de este episodio, ¿Qué les pareció?, Bueno, ¿Malo?, ¿Regular?, ¿Merezco algún comentario?, bueeeeeeeeno, eso lo dejo a su criterio, espero les haya gustado esta nueva historia y sin más que decir, me despido, ya saben, si gustan que continúe esta fic ¿Qué tiene que hacer? ¡Comentar! *0*