Marierux: Y no sólo serán 2 años... son más, ahora verás por qué lo digo. Karofsky es simplemente él, es un personaje que ya está así y lo que viene con él puede ser extraño. Lo de James era lo que se merecía, no podía quedar impune después de todo lo que hizo. Las tías de Kurt... ya verás qué pasa con ellas y en cuanto a Kurt, bueno... mejor lee, porque realmente no podría explicarte todo lo que tiene que pasar ahora... Es cierto, Blaine está destrozado, pero todo pasa con el tiempo o no? Espero que te guste el final y me alegro mucho de que a pesar de que no te gustaba en un comienzo decidieras leerlo, me diste una oportunidad y eso lo valoro mucho, al igual como tantas otras personas decidieron leer y darme una oportunidad, infinitas gracias. Espero que te guste lo que sigue, nos leemos pronto, cuídate mucho, qué estés muy bien! estamos hablando =)

ariam18: Gracias por leer y comentar, realmente agradezco mucho tus comentarios =) me alegro de que te haya gustado este fic y la forma en la que todos recibieron su merecido, aquí tienes el final y espero que sea de tu agrado y pronto tendré otro fic en línea, muchas gracias por leer! qué estés muy bien y suerte en todo =)

julieloveskurt: Mil gracias por siempre analizar cada parte de este fic, por sacar hasta lo más mínimo como conclusión, porque realmente gracias a varias cosas que ibas diciendo pude formular más ideas y llevar a buen puerto este fic, realmente fuiste la inspiradora de varios aspectos de este fic y te lo agradezco enormemente. Y por lo mismo ahora será un orgullo poder escribir un fic en conjunto contigo, veamos como me va escribiendo dos fics grandes, espero que resulte todo bien no más. No contesto preguntas por ahora, ya verás en este capítulo cómo todo se ve solucionado y las cosas quedan saldadas... para bien o para mal el final elegido creo que es el mejor, espero no decepcionar, pero veamos qué pasa. Mil gracias por leer y comentar! qué estés muy bien, suerte en todo y estamos hablando! =)

Carlikurtlandia: Tanto como anorexico no estaba Kurt, pero sí muy delgado, lo bueno es que te hiciste una idea de ello, ahora verás qué pasa con las tías de Kurt y también lo que pasará con Blaine... espero te guste el final, gracias por leer y comentar, suerte en todo, qué estés muy bien!

DessKlaine: Ahora te quedará claro lo que ocurrió con Finn, porque en el capítulo anterior sólo di una leve pincelada de lo que le sucedía, ahora ya va una explicación más a fondo. Ahora también vienen Blaine y Kurt, ya verás qué pasa con ellos y también están los Warblers con sus locuras =) Ahora tienes el final, espero te guste, gracias por leer y comentar, suerte en todo y nos leemos pronto!

Lpuckettanderson: Ahora verás si hay algo malo o no, me agrada que te guste cómo terminó James, es lo que merecía después de todo lo que hizo, en cuanto a Dave ya verás qué pasó con él, aquí está su momento. Muchas gracias por tus palabras, espero que ahora se resuelva la duda de si terminan juntos al final, espero que te guste el final que escogí para este fic, gracias por leer y comentar, qué estés muy bien!

Merlii: Gracias por tus palabras! Ahora se responde tu pregunta, ya verás si terminan o no juntos al final. Aquí está el final, gracias por leer y comentar, nos leemos pronto! suerte en todo =)

Gracias por todos sus comentarios a lo largo de este fic, por leer y las sugerencias que surgieron a medida que pasaban los capítulos, mil gracias! Realmente disfrute escribiendo este fic y espero que les haya gustado cómo quedó. Espero que les guste el final que elegí para este fic. Para quienes me han preguntado si escribiré otro fic les cuento que ya estoy escribiendo, lo publicaré en los próximos días, se llamará "Ilusiones de un mago" y el final del fic Professional lo subiré en los próximos días, ya que no he tenido tiempo de escribirlo.

ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO TIENE LEMMON

Gracias por leer!

Anixita


¿Cómo reaccionas cuando ves a una de las personas que más amas en el suelo? Corres y haces lo posible por ayudarlo, eso había hecho Carole cuando entraba a la sala y vio cómo Kurt se desplomaba en el suelo. Burt lo auxilió de inmediato y ella hizo lo posible por ayudar. Ambos llevaron al muchacho al sillón y una vez ahí fue la mujer quien buscó incienso para poner en la nariz del castaño y despertarlo, sólo pasaron unos minutos antes de que el muchacho volviera a abrir los ojos y los mirara con algo de tristeza.

-¿Estás bien?-preguntó Burt de forma precavida y tomó una de las manos del castaño, quien no podía articular palabra, pero los observaba realmente apesadumbrado ¿qué pasaba por su cabeza en ese instante?

-Kurt-susurró Carole junto a él, movió un mechón que caía por la frente del contratenor y le sonrió-¿Tienes hambre?-ella tampoco lo había visto en días, al igual que muchas personas que a diario iban a visitarlo.

-Yo…-dijo en un hilo de voz, quería decir que no y que lo dejaran en paz, pero el solo ver los ojos de su padre y toda la preocupación que los embargaba lo hizo retractarse y hacer un gesto afirmativo, al instante la mujer volvió con una sopa y comenzó a dársela con suavidad.

-Cariño-susurró Carole dándole la comida con cuidado-Necesitas alimentarte, estamos preocupados por ti-no media sus palabras, es que ya no había razón para pensar antes de hablar, lo mejor era decirle lo que sentía y lo que pasaba por su cabeza, ya que Kurt no era adivino para saber qué estaba perturbándola-Estás más delgado y ya no sales de casa, incluso dejaste de ir…

-Lo sé-murmuró Kurt, quien sentía su estómago lleno-Sé que…-intentaba encontrar palabras para especificar lo que sentía, pero su mente era un completo remolino, su cuerpo temblaba y las lágrimas se asomaban a sus ojos, el solo recordar cómo Karofsky lo había tocado en la casa de los Anderson, cómo Thad lo violó, cuando James lo había masturbado delante de Blaine, le daban arcadas de sólo pensar en eso y no poder decirlo, no poder limpiarse de cada una de esas cosas. También recordaba cuando Puck lo atacó en los vestuarios y estuvo a punto de violarlo, la forma en la que lo tocaba y arrinconaba, todas las veces que casi entró en él. De sólo recordarlo vomitó toda la comida que había ingerido. Al instante su padre se puso junto a él y lo sujetó, se veía débil y parecía que en cualquier momento se iba a desmayar.

-Lo siento-susurró el ojiazul-ensucié…

-No te preocupes por eso-dijo Burt y lo miró algo más tranquilo-¿Te sientes bien?-se atrevió a preguntar, al instante el ojiazul negó y él sintió que volvía a hacer las cosas mal, que volvían al tiempo en que él era un inútil en la cocina y con la limpieza, a los días en que Elizabeth había muerto y él se había quedado con Kurt, los dos solos.

-¿Quieres hablar?-dijo Carole, haciendo que el mecánico volviera a la realidad y se diera cuenta de que no estaba solo, de que tenía a esa mujer a su lado y que no lo dejaría solo por nada del mundo, incluso Kurt podía llamarla mamá si gustaba, pero él jamás había hecho eso.

-No-susurró el castaño-Quiero dormir-dijo en voz baja y mirando al suelo.

-Te llevo-dijo su padre haciendo un movimiento para llevarlo hasta su habitación.

-No-volvió a decir Kurt, pero con algo más de fuerza-Aquí-dijo aferrándose a un cojín del sillón, no tenía fuerzas como para sujetarse bien, pero el gesto fue evidente para ambos adultos, quienes lo dejaron quedarse ahí.

-¿Necesitas algo, muchacho?-dijo el mecánico con suavidad.

-No, papá-dijo el ojiazul mirando a su progenitor y sintiendo que le había fallado, que era más débil que nunca y que debía ser fuerte como antes, enfrentar las cosas cómo debía, no estar ahí vomitando y desmayándose.

-Bien, si necesitas algo estaremos aquí-dijo el hombre con una dulce sonrisa y su hijo correspondió. Carole salió de ahí para buscar un paño y limpiar el suelo, necesitaban comprender qué estaba pasando por la cabeza de Kurt, pero ¿cómo hacerlo? Lo habían enviado a un psicólogo y al parecer progresó y después nada, incluso había entrado en NYADA, su sueño de toda la vida y lo había dejado, ya no sabían a quién recurrir.

Cerró los ojos y logró dormirse de inmediato. En sueños siempre se encontraba con Blaine, siempre reían y se amaban, estaban juntos sin que nadie los molestara o hiciera de sus vidas un caos. Ellos eran felices en los sueños de Kurt y ahora más que nunca el castaño deseaba quedarse ahí por siempre, no volver a la realidad y darse cuenta de que estaba tan dañado y sucio como se veía a diario. Fue un sueño breve y a penas volvió a abrir los ojos se encontró en la sala y había una frazada sobre su cuerpo, miró a todas partes y todo estaba oscuro, sí, era de noche y lo peor del caso no era eso, sino que descubrir que su padre estaba durmiendo en otro sillón, vigilando sus movimientos y por si necesitaba algo, realmente se sentía mal con todo eso, él no debería hacer que su padre pasara por eso, incluso había ido a ver a Blaine.

-Perdón-murmuró en un hilo de voz y sintió como las lágrimas volvían a bajar por su rostro, el que estaba reseco e irritado por todo lo que había llorado en el último tiempo. Aún pasaba por su cabeza el día en que su padre cayó al hospital por un infarto, el día en que se dio cuenta que lo único que tenía era él y que se necesitaban mutuamente, aunque ahora él tenía a Carole, quien dormía en otro sillón que se encontraba ahí. Esa mujer había hecho lo imposible por su padre y por él, los había acompañado durante todo ese tiempo y era esplendida, le debía mucho, incluso a veces pensaba que ella podía ser su verdadera madre, pero él había tenido una mamá y no la cambiaba por nada del mundo, aunque esa mujer era realmente sensacional y no la quería fuera de su vida- Las cosas no deberían ser así-susurró levantándose de su lugar y sintiendo cómo todo se movía a su alrededor. Hace mucho que no se atrevía a moverse, hace mucho que no buscaba ayuda y ahora más que nunca la necesitaba.

-Kurt-lo llamó su padre, quien se paró de inmediato y se acercó al castaño-¿A dónde vas?-dijo preocupado.

-Tengo hambre-murmuró apenado.

-¿Quieres algo en especial?-dijo su padre.

-No-murmuró-Sólo quiero comer-dijo bajando la mirada.

-Vamos a la cocina-dijo Burt ofreciéndole su brazo para que se sujetara de él, Kurt se aferró a su padre y llegaron en unos minutos a la cocina, una vez ahí el castaño se sentó y el mecánico abrió el refrigerador, comenzó a nombrar todo lo que había en el interior hasta que el ojiazul aceptó comer flan.

Se lo sirvió en un pocillo y le entregó una cuchara, él sólo se sirvió un vaso de leche y se observaron por un momento. Nunca había visto a su hijo en tan malas condiciones, si bien lo había visto triste, jamás tan destruido como ahora. Necesitaba hacer algo para ayudarlo, no podía permitir que siguiera así.

-Kurt yo…-intentó decir.

-Papá-dijo con los ojos aguados-Cuando…-eso era difícil, porque no quería que su padre se enterara de todo eso, sólo quería borrar esos malos recuerdos, pero le era imposible.

-Te escucho-susurró Burt tomando una de las manos de su hijo.

-Cuando me secuestraron me tuvieron en una casa igual a esta-dijo de una vez y sintió como el relato se volvía más pesado y no sabía si podría terminar de habalr y contar todo lo que pasaba por su cabeza.

-¿Quién estaba ahí?-prefería intervenir y que su hijo le contara lo que consideraba necesario, quería ayudarlo y si la forma era hablar, así lo harían.

-Blaine-murmuró presionando la mano de su padre-Él me cuidó-dijo suavemente y sonriendo-Él me alimentaba y veía que nada me faltara, me cuidaba-dijo con un leve sonrojo en sus mejillas.

-¿Había alguien más?-preguntó con suavidad, sabía que Kurt necesitaba tiempo y sería él quien se lo daría, ellos estarían bien, él haría lo posible porque así fuera.

-No, se suponía que…-dijo reprimiendo un sollozo-no, pero un día-dijo mordiendo su labio inferior, el que estaba agrietado y seco-pero… yo…-dijo temblando con fuerza.

-Muchacho-susurró Burt acercando su silla a la de su hijo-Hey-dijo abrazándolo y sintiendo como el castaño se aferraba a él-dime, te escucharé-dijo con seguridad y sintió como poco a poco Kurt se calmaba.

-Thad-dijo en un hilo de voz-él me…-dijo temblando-yo no quería, pero…-decía sin hilar bien sus ideas-papá yo…

-Kurt-dijo suavemente su padre, tenía que darle seguridad para hablar-te voy a creer siempre a ti, lo que tú me digas será la verdad para mí, te conozco y sé que nunca mentirás, así que dime lo que ocurrió y tranquilo escucharé todo lo que tú decidas contar.

-Gracias-murmuró tímidamente e intentó calmarse, comenzó a respirar con fuerza y se separó de su padre, lo miró a los ojos y sintió que podía ser fuerte y hablar de eso con su progenitor, sentía que estaría bien con que él lo supiera-Thad me…-su voz se cortaba y su garganta estaba seca, impidiéndole hablar bien, pero haría su mejor esfuerzo, tenía que hacerlo-me violó-dijo sintiendo como las lágrimas bajaban por su rostro y los ojos de su padre se inundaban.

-¿Cómo te sientes respecto a eso?-dijo su padre de una vez. Aunque nunca lo quisiera reconocer había tomado clases para enfrentar situaciones como esas. Hace un año y medio cuando todo había vuelto a la normalidad se le acercó el profesor William Schuester y Sue Sylvester, ambos le dijeron que lo mejor es que estuviera preparado para una situación como esa, donde su hijo podía dejar las terapias de lado y su vida se podía derrumbar de una vez, llegada esa ocasión él tendría que saber cómo reaccionar y qué decir o hacer para poder ayudarlo, en caso de que decidiera hablar con él, y ahí estaban en la cocina, hablando de todo lo que su hijo sufrió durante unos meses.

-¿Qué?-dijo el castaño sorprendido por la pregunta de su padre-¿Cómo me siento?-dijo incrédulo-¿Importa?-dijo sintiéndose miserable-¿Acaso importa cómo me sienta?-dijo quebrándose aún más.

-Sí, importa, a mí me importa ¿cómo te sientes?-dijo firmemente, sabía que esos eran los primeros pasos para que Kurt volviera a ser el mismo o al menos mejor de lo que era, porque él no permitiría que se convirtiera en una sombra o en algo menos que un Hummel.

-Sucio-respondió con algo de rabia-tengo miedo de estar en mi habitación-no quiero…-iba a decir, pero se arrepintió.

-¿Qué no quieres?- aún recordaba las palabras del especialista que lo había ayudado, era posible que su hijo le confesara que no quería vivir y que prefería morirse, lo sabía, estaba consciente de eso.

-Vivir-susurró mirando sus manos que seguían aferradas a las de su padre, no se atrevió a mirarlo, no después de lo que había dicho. Pero lo único que sintió fue a su padre abrazarlo.

-Te amo, Kurt y saldremos juntos de todo esto, no te dejaré caer-murmuró en su oído y sintió como el muchacho se abrazaba a él.

Los miraba desde el marco de la puerta, sabía que saldrían adelante. Estaba segura que les costaría enfrentar lo que venía, pero lo lograrían porque eran una familia, sobre todo ahora que volvían a estar juntos, sí, eso incluía a Finn, quien fin de semana por medio se quedaba en casa y el resto de los días se iba a dormir a otro lado, además, ayudaba a Burt en el taller como una forma de restaurar el lazo que alguna vez tuvieron. Ahora más que nunca necesitaban estar bien.

Ella sabía que su hijo estaba arrepentido, sabía que había sido un cobarde y que estaba dispuesto a ayudar a Kurt, él se lo había dicho la última vez que se vieron, pero Carole sentía que Finn la pasaba peor que nunca, ya que se encontraba totalmente solo, sin una novia, sin amigos y sin una carrera que estudiar, su vida se había hecho pedazos ante sus ojos, pero él se había encargado, porque ella y Burt le habían ofrecido dinero para sus estudios y la opción de ir a la ciudad que quisiera, pero él dijo que no, que permanecería cerca de ellos, para poder ayudarlos en lo posible y remediar todo lo hecho. Se lo agradecía realmente, pero no podía decirlo, porque no era el momento, pero algún día le haría saber que estaba orgullosa de que estuviera con ellos nuevamente.


Después de la visita de Burt Hummel y de que Thad le dijera que fuera tras Kurt, él se había empecinado en no hacer nada de eso y seguir tal como estaba. Solo y enfocado en su trabajo, el cual era trabajar en un centro de psiquiatría. Sí, ahí trabajaba hace más de un año y hasta él se sorprendía por eso, ya que su padre era un desquiciado mental y él estuvo a punto de convertirse en lo mismo, sino hubiese sido por Kurt, tal vez dónde estaría.

Durante muchos días estuvo pensando en la carta que le había dejado el mecánico, estuvo pensando seriamente en correr a Estados Unidos, llegar a Lima y abrazar a Kurt, no dejarlo ir ni separarse nunca de él. Pero no era la solución, no podía llegar así como si nada a un lugar donde no era querido y donde no debía estar, lo mejor era seguir alejado y mantenerse a raya como lo había hecho hasta ahora. Con ese pensamiento había pasado poco más de un año desde la visita de Burt, en ese tiempo él se había convertido en lo que nunca pensó, estudiante de medicina y realmente le gustaba, podría ayudar a personas que lo necesitaban, pero no por eso dejaba de ser un cobarde que no ayudó a la persona que más lo había necesitado.

-Blaine-susurró Thad entrando en la habitación del ojimiel-Hablé con Dave hace un par de horas y…

-No me interesa-dijo el moreno terminando de vestirse, iba con la hora justa y no llegaría tarde a trabajar, ya que además de poder estudiar, trabajaba en el mismo lugar.

-Me voy a Lima, él quiere vivir conmigo y yo con él, Blaine yo…-quería decir, pero el moreno parecía no escucharlo-¿me vas a escuchar?-dijo molestándose.

-Habla, Harwood, no tengo toda la mañana-dijo poniendo unos papeles en su bolso y buscando su teléfono junto con las llaves del departamento.

-Estoy enamorado de Dave Karofsky y me iré a vivir con él- con eso Blaine se quedó quieto por un par de segundos y giró a verlo.

-Suerte, Thad, fue un gusto vivir contigo-tomó sus llaves y salió de ahí, no tenía tiempo para ese tipo de cosas, tenía que trabajar.

Lo había intentado, él sabía que había intentado que Blaine lo escuchara, pero había sido casi imposible, no lo había tomado en cuenta y al parecer no le importaba que su relación con uno de los matones y tipos más desquiciados de Lima le hubiese propuesto irse a vivir con él. Cuando Dave salió de la correccional habían podido comenzar una relación, a vista de todos había sido una locura, pero ahora podía decir que llevaban felices dos años de relación, estaba orgulloso de ello, pero parecía ser que a Blaine no le interesaba, y él lo único que quería ahora era verlo feliz, porque su amor se había convertido en un cariño de hermanos, él haría lo que Blaine le pidiera y estaría con él para todo, pero no comprendía cómo había dejado de hablar con sus amigos.

-Diga-susurró Thad contestando su teléfono-Hola Wes-dijo suspirando con fuerza.

-¿Qué dijo Blaine cuando se enteró que se quedaba solo?

-Con suerte me escuchó y se fue a trabajar-dijo molesto y sentándose sobre la cama del pelinegro.

-Entonces ¿este año tampoco vendrá a vernos?-dijo algo molesto el chico asiático.

-Sabes que él nunca falta a nuestras juntas, él siempre va a Westerville para…

-Iba, él dejó de venir hace dos años, ya no lo hemos visto y si no fuera por ti creeríamos que está muerto-dijo molesto Wes.

-Descuida-susurró Thad con pesar-Este año lo tendrán por allá, hay una convención de psiquiatría en Westerville, por lo que debe ir por unos días.

-Averigua qué días es la convención y dónde se quedará queremos verlo, es necesario-dijo Wes con una sonrisa, se le había ocurrido una idea fabulosa.

-Está bien, por cierto, Blaine siempre llega dos días antes a las convenciones, eso en caso de cualquier percance que pueda tener en el camino.

-Perfecto, estaré esperando tu llamada, Harwood-dijo de una vez y colgó.


El tiempo lo cura todo ¿cuántas veces había escuchado esa frase? ¿Cuántas veces había sentido que no era cierta? Sí, él mejor que nadie podía dar fe de que esas palabras eran una total mentira, porque desde que había abandonado a Kurt a su suerte, hace casi tres años, que era un amargado e infeliz. Tuvo la oportunidad de volver a Lima, no una, sino que cientos de veces y las había desaprovechado, sabía mejor que nadie que estaba siendo un completo idiota al dejar de lado su pasado, al no tomar en cuenta a quien había amado por tanto tiempo, ya ni se molestaba por tener noticias sobre el castaño, sólo se limitaba a escuchar a Thad decirle que Kurt había sacado una obra de teatro o que se había rehabilitado completamente, que ahora comía y había vuelto a sus estudios, incluso iba cada cierto tiempo al psicólogo y se le veía mejor que nunca. Incluso pudo seguir inmutable cuando escuchó a su compañero decir que Kurt estaba saliendo con alguien y era feliz.

-Tengo que verlo-murmuró entrando a su departamento, ese día haría sus maletas y a la mañana siguiente se iría a Estados Unidos, a Westerville específicamente, ya que tenía una convención en tres días más y era la excusa perfecta para poder pasar por Lima y ver al menos que Kurt era feliz y que ya no lo necesitaba, aunque él seguía como tonto pensando en él y nunca había hecho nada por remediarlo.

-Blaine-escuchó como Thad lo llamaba desde la cocina-Blaine-volvió a decir y el aludido sólo se limitó a seguir haciendo sus maletas-¡Oye!-le gritó una vez a las espaldas del ojimiel.

-No me interesa hablar contigo, Harwood-susurró cerrando la maleta y tomándola, siempre dejaba sus cosas casi listas la noche anterior, así podía irse con tranquilidad.

-¿A dónde vas?

-Tengo convención en tres días más, me voy ahora-dijo seriamente-nos vemos en una semana o dos-dijo decidido y saliendo del departamento. Sí, ahora iba a Lima para ver a Kurt o al menos hacer lo posible para saber si estaba bien o no.

Habían sido largas horas de viaje, un vuelo común con gente común, nada que valiera la pena nombrar, pero cuando llegó al aeropuerto de Westerville quedó mudo, porque nunca creyó que estarían todos los Warblers esperando su llegada, a pesar de que el uniforme había quedado de lado hace un par de años, ellos seguían iguales y aún con sus ropas normales parecían los mismos chicos de Dalton.

-¡Blaine!-gritaban todos y la gente alrededor del moreno sólo miraba a todas partes buscando a quien tanto llamaban, en cambio el ojimiel pasó lo más rápido que pudo por el lado de ellos, porque si algo sabía era que si sus ex compañeros lo habían ido a buscar era porque una locura estaban tramando o porque él era la pieza clave de esa locura, como fuera él no iba a participar de todo eso, porque ya tenía otros planes para esa semana.

-Anderson-escuchó como lo llamaba seriamente Flint-Anderson-volvió a decir y el pelinegro se detuvo, si había alguien a quien respetaba, por no decir que temía era a Flint ¿por qué? Porque más de una vez habían tenido una pelea y él no había salido bien parado de ello, a pesar de que fueran sólo un juego de niños o al menos eso querían suponer ellos.

-Hola chicos-murmuró el pelinegro girando a verlos, llevaba lentes oscuros con un marco de color verde petróleo, y no pensaba sacárselos por nada del mundo, primero muerto antes de que lo miraran a la cara para notar que estaba desesperado por salir de ahí y conseguir lo que tanto quería, estar con Kurt.

-Blaine, ya no eres el caballero que conocíamos, antes saludabas-dijo Wes acercándose-Thad nos comentó que venías a la convención y decidimos que te acompañaríamos, así que te escoltaremos hasta la mansión Anderson y luego te guiaremos por algunos bares para que conversemos y tomemos algo.

-No, gracias, yo paso-dijo dando media vuelta para irse, pero fue tomado por ambos brazos, a un lado estaba Jeff y al otro Nick.

-No es una sugerencia ni pregunta, es lo que haremos y sabes que no nos gustan las negativas-dijo David con una reluciente sonrisa-Además, tenemos a un buen amigo que te quiere saludar ¿o no chicos?

-¿Quién?-dijo seriamente Blaine, quien se agitaba con fuerza entre los brazos de sus ex compañeros.

-Es una sorpresa, pero descuida, antes de lo que imaginas se podrán ver las caras.


El perdón es algo que se gana, algo que no es fácil de conseguir, mucho menos si te involucraste en el secuestro de tú único sobrino y luego hiciste como si todo estuviera bien, sí, Jenny y Andrea tendrían que hacer mucho mérito para que Kurt las perdonara, y en esos días se encontraban de vuelta en Lima, las razones no las sabía nadie, ellas sólo se embarcaron en un avión y decidieron visitar a la familia Hummel-Hudson, porque habían vuelto a estar juntos, aunque Finn seguía dando un paso al costado.

-Kurt-dijo Carole desde la cocina-¿Puedes abrir la puerta?-ella cocinaba y el muchacho estaba ensayando en la sala, su padre estaba en el taller con Finn.

-Sí, no hay problema-dijo leyendo el guión y marcando unas líneas, ya hablaría con el guionista, eso no era lo que habían pactado para su papel. Seguía inmerso en el libreto cuando abrió la puerta.

-¿Ya no saludas?-escuchó que alguien decía, alzó la vista y miró a sus tías.

-¿Qué hacen aquí?-dijo seriamente.

-Vinimos a verte-dijo Andrea tranquilamente-¿Podemos…

-Pasen-dijo haciéndose a un lado y ambas entraron.

-Kurt-dijo Carole entrando a la sala y se encontró con Jenny y Andrea-¡Qué hacen aquí!-dijo contenta la mujer y fue a abrazarlas, ambas sonrieron, Carole jamás cambiaba.

-Veníamos a hablar con Kurt-dijo Jenny mirando a su sobrino.

-Hablen-dijo el ojiazul seriamente.

-Tendrán todo el día para eso-dijo la mujer tranquilamente-¿Quieren algo de comer? ¿Dónde se van a quedar?-dijo caminando a la cocina-Vengan y ayúdenme a terminar la comida.

-Vamos-dijo Andrea tomando la mano de Jenny, quien se había quedado mirando al castaño.

-Adelántense-susurró la psicóloga y se quedó junto al actor en la sala. Se miraron por unos segundos, Kurt dejó el libreto sobre una mesa y caminó un par de pasos hasta Jenny.

-Te extrañé-murmuró el castaño y vio como los ojos de su tía se aguaban-Realmente te extrañé-dijo terminando con el espacio entre ellos y abrazándola con fuerza.

-Cariño-susurró la mujer abrazándolo con fuerza-Perdóname por todo-susurró con los ojos llorosos, por favor, nosotras…

-Entiendo-la detuvo Kurt-realmente las entiendo y me costó hacerlo-susurró separándose.

-¿No deberíamos hablarlo?-dijo la mujer con una sonrisa.

-No, no es necesario, realmente está todo bien-dijo sonriendo y mirando a su tía con cariño.

-Gracias.

-¿Y a mí me perdonas?-dijo Andrea con una sonrisa y mirándolos desde el marco de la puerta de la cocina.

-Sí-dijo el castaño con una sonrisa.

-Gracias, y por eso-dijo sonriendo-te trajimos algo-dijo sacando un sobre de su bolsillo.

-¿Qué es esto?-murmuró mirándolas a ambas.

-Un regalo, sólo aprovéchalo-dijeron ambas mirándolo con atención. Kurt abrió el sobre y luego las observó sorprendido.

-No puedo aceptarlo, es…-susurró seriamente-es mucho-dijo mirándolas emocionado.

-Cariño-dijo Jenny pasando uno de sus brazos por sobre sus hombros-Para ti nunca será demasiado, acéptalo.

-Gracias-murmuró con una sonrisa.

-¡Llegamos!-dijo Burt cuando entraba con Finn a la casa, ambos se quedaron quietos al ver a Jenny y Andrea delante de ellos.

-Hola-susurró Jenny mirando a Burt.

-Hey-dijo con una sonrisa-¿Cómo están?-dijo acercándose para saludarlas.

-Hola, Burt-dijo Andrea con una sonrisa y sintiendo que al fin las cosas estaban bien, que ya nada malo podía ocurrir, al menos no de momento, porque no podía desafiar al destino pensando que todo sería miel sobre hojuelas de ahí en adelante.

-No se queden ahí-dijo Carole-Vayan a lavarse y luego vienen a comer, la cena está lista-dijo la mujer con una sonrisa.

La cena había transcurrido con total tranquilidad, realmente había sido una cena muy animada, como hace mucho que no la tenían los Hummel-Hudson, no tocaron ningún tema serio, sólo lo pertinente, es decir, lo que Kurt hacía con su vida y todo lo que les había sucedido en ese último tiempo, pero por lo pronto el regalo que Jenny y Andrea le habían dado había sido lo principal.

-Kurt-dijo Carole cambiando la conversación-¿Me acompañas al centro comercial?-dijo con una sonrisa.

-Sí, no hay problema ¿vienen con nosotros?-preguntó a Jenny y Andrea.

-Sí, nosotras los acompañamos-dijeron sonrientes.


Estaba harto de todo eso. Lo único que quería era irse a dormir y averiguar si Kurt seguía en Lima o se había ido a algún otro lado. Pero los Warblers no se lo permitían, habían armado una fiesta en su casa y parecía que no terminarían nunca. Lo que más le había llamado la atención era la presencia de David Karofsky, quien sólo se había limitado a observarlo durante la tarde, pero ahora sería él quien se acercaría a hablar, necesitaba respuestas.

-Karofsky-dijo Blaine seriamente.

-Anderson-dijo con una sonrisa y ambos salieron hasta el jardín-tanto tiempo sin verte.

-Lo mismo digo ¿a quién te cogiste en la correccional? Me contaron que tuviste a Puckerman como tu puta particular-dijo fríamente.

-Es cierto y no tienes idea de cómo…

-No quiero detalles-dijo de inmediato.

-Entonces ¿qué quieres saber?

-¿Realmente estás con Thad?

-Lo estamos intentando y nos iremos a vivir juntos, si resulta bien, sino ya vendrá alguien más, pero ahora estoy tranquilo-dijo seriamente.

-¿Tranquilo? O sea no secuestrarás a nadie ni vas detrás de alguien con tal de forzarlo a amarte.

-No te metas en mi terreno, Anderson, no bromearé nunca contigo, lo que pasó con Hummel está saldado, él me perdonó, pero no por eso me quiere cerca, así que no te metas, si es que valoras tu vida claro-dijo seriamente.

-Entiendo-dijo suspirando, él quería ver a Kurt, necesitaba saber de él, pero al parecer nadie quería dar mayores indicaciones.

-¡Blaine!-escuchó como Wes lo buscaba-¡Blaine!-gritó sorprendido al verlo junto a Dave-¿Todo bien o vuelvo cuando se rompan la cara?

-Cállate, qué quieres-dijo Blaine seriamente y mirando a su compañero.

-Queríamos ir a un bar ¿nos acompañas?-dijo con una sonrisa.

-Vamos-dijo seriamente y mirando a Dave por última vez-Espero no volver a verte-dijo furioso.

-Créeme Anderson que es lo que más quiero y hasta ahora no lo he conseguido-dijo con frialdad y vio como ambos desaparecían del jardín.

Se subió al auto de Wes y vio como el resto de sus compañeros subían en sus autos y los seguían, había sido un viaje silencioso y él observaba por la ventana, Westerville estaba cambiado, pero no lo suficiente, habían pasado tantas cosas durante esos años, pero él sabía que tal vez podía tener una nueva oportunidad para ser feliz y si todo salía bien eso sería junto a Kurt o al menos así le gustaría a él. Porque no es posible tenerlo todo, pero al menos intentaría que se concretaran algunas cosas.

-Llegamos-dijo el asiático y Blaine se dio cuenta de que no estaban precisamente en un bar o cerca de alguno- ¿Qué hacemos aquí?-dijo sin bajar del auto y mirando a su compañero con seriedad.

-Bájate, Anderson-dijo seriamente y notó como el pelinegro se extrañaba-No te diste cuenta cuándo desviamos el camino y mucho menos cuando los chicos dejaron de seguirnos, será mejor que bajes ahora-dijo fríamente. El pelinegro obedeció y al instante Wes se fue de ahí, Blaine sólo podía observar la casa que se veía más enorme que nunca.

-¿Por qué me trajeron aquí?-murmuró mirando el lugar donde él tuviera a Kurt secuestrado por tanto tiempo.

-Lo mismo me pregunté yo cuando Carole me dejó aquí justo cuando tú bajabas de ese auto-dijo el ojiazul junto a él-Me dijeron que iríamos al centro comercial-dijo con amargura.

-Kurt-murmuró volteando a verlo, pudo notar que seguía delgado, al parecer estaba algo más repuesto y se veía más maduro de lo que lo había conocido, su pelo estaba tan castaño como siempre y al parecer había crecido un par de centímetros, él también creció, pero seguía viéndose más bajo que el ojiazul.

-Blaine-dijo seriamente-¿Cuánto tiempo ha pasado?-dijo con frialdad.

-Yo…-intentaba hablar, pero tenerlo delante de él era difícil, no sabía qué decir.

-Yo no pedí venir aquí-dijo mirándolo con frialdad-no quería verte de nuevo, por algo no salí de Lima nunca.

-Kurt, yo…-se acercó y tomó una de sus manos-No te he olvidado, realmente quiero estar contigo y…

-¿No sabías?-dijo con una sonrisa de ironía en los labios.

-¿Qué cosa?-dijo mirándolo dudoso.

-Estoy comprometido, me caso en un par de meses, tengo un departamento en Nueva York, me lo regalaron hoy mis tías y en un par de semanas me voy con mi prometido-dijo con tranquilidad.

-Eso es mentira, sé que no hay…-dijo sintiendo como la voz le temblaba-tiene que ser mentira-dijo mirando detenidamente los ojos azules que se le presentaban tan brillosos como siempre, eso jamás había cambiado.

-Me caso, acéptalo, te olvidé y no habrá nada que puedas hacer.

-Kurt-dijo sujetando su rostro con ambas manos-dime que no me amas y te dejo en paz, dime que no sientes nada por mí y…

-¿Te irás y no te vuelvo a ver nunca más?-dijo seriamente-No te amo, Blaine, te olvidé y ahora soy feliz-dijo sintiendo como sus ojos se aguaban-Ya no te quiero-murmuró viendo como el moreno temblaba levemente.

-No te creo-susurró uniendo sus labios a los del castaño y lo besó con suavidad, al instante sintió como Kurt lo empujaba .

-No vuelvas a hacer eso-dijo seriamente.

-No volverá a …-Blaine miró a Kurt por una vez más y notó que la verdad estaba delante de él, era cierto, Kurt era feliz con alguien más, se notaba. Caminó hasta la casa y entró en ella, si se iba a quedar en un lugar que fuera ese, porque mal que mal no le quedaba donde ir en ese momento.

Kurt se quedó mirando por donde se había ido Blaine. Sabía que las cosas entre ellos eran un ir y venir, que tal vez nada se arreglaría, que… Todo dependía de él en ese momento, él decidía qué hacer. Blaine lo seguía amando ¿y él qué sentía? Hace más de un año que se había negado a escuchar lo que sentía, hace mucho que velaba por su carrera y familia, nada más.

Vio que ya anochecía y no tenía nada más qué hacer de momento, lo mejor sería entrar a la casa, porque estaba seguro que nadie iría a buscarlo hasta el próximo día, así que no le quedaba de otra que dormir ahí. A penas estuvo dentro pudo notar que Blaine no había encendido las luces, todo estaba en penumbras, tal vez lo mejor sería dejarle las cosas en claro y ver cómo terminaba todo entre ellos. Comenzó a buscarlo por toda la casa y no lo encontraba ¿dónde se había metido? A los minutos cesó su búsqueda y subió las escaleras hasta la que fuera su habitación, abrió la puerta y vio a Blaine recostado en la cama, estaba abrazado a una almohada y él no pudo más que cerrar la puerta y suspirar.

-Blaine-susurró caminando hasta donde se encontraba y se recostó junto a él. Se miraron por unos segundos y Kurt simplemente tocó el rostro del moreno con una de sus manos, sí, lo había extrañado, el besó que le había dado fue increíble y cómo siempre lo había dejado en las nubes, pero ¿cómo respondía a eso después de tanto tiempo sin verse? Cómo decía que todo estaba bien cuando habían ocurrido tantas cosas, muchas en las que el moreno ni siquiera estuvo con él.

-Kurt-susurró el pelinegro abrazándose al castaño y al instante el ojiazul correspondió.

-Tranquilo-murmuró Kurt abrazándolo y acariciando su cabello, el moreno se había quedado apoyado en su pecho y respiraba con fuerza, quería recordar el aroma del castaño por siempre, le gustaba estar con él y no podía creer que estuvieran separados tanto tiempo, aunque ahora no estaban juntos como él quisiera. A los minutos ambos se quedaron dormidos, seguían abrazados y estuvieron así por toda la noche, sin nada que los importunara y sintiéndose cómodos como hace mucho tiempo, estaban tranquilos y en paz.

El amanecer llegó y el sol entraba por la ventana suavemente, iluminando el rostro de Blaine, quien seguía aferrado al cuerpo del castaño, el pelinegro comenzó a abrir los ojos y sintió la tristeza que lo embargara la noche anterior. Ver a Kurt era lo que más había querido y soñado, pero estando tan cerca el uno del otro seguían tan alejados como al comienzo, realmente no habían nacido para estar juntos como él había pensado durante tanto tiempo.

Se levantó con cuidado de no despertar al ojiazul, caminó hasta la puerta y giró el pomo, pero no pudo abrir, estaba con llave. Lo intentó una vez más y nada. Al parecer los Warblers habían hecho de las suyas y los habían encerrado, eso no le gustaría a Kurt cuando despertara y él lo sabía, tenía que conseguir una forma de abrir. Estaba pensando en cómo saldrían cuando sintió como pasaban unas manos por su cintura y lo abrazaban con fuerza.

-Kurt-murmuró en un hilo de voz.

-Buenos días-susurró en su oído, a lo que Blaine tembló, el castaño apoyaba su cabeza sobre el hombro del moreno y lo abrazaba con fuerza ¿por qué había luchado contra eso la noche anterior? Él sabía que se sentía bien tener a Blaine entre sus brazos, estaba seguro que lo mejor era estar así por siempre. El ojimiel giró para ver al otro muchacho y se encontró con una hermosa sonrisa.

-Kurt yo…-iba a decir, pero el castaño lo besó con fuerza, sin dejarlo hablar o hacer algo. Cerró los ojos y continúo con el beso, lo había necesito tanto durante esos años, había querido estar con él tantas veces, sentirlo contra su cuerpo y seguir creyendo que se pertenecían el uno al otro, que Kurt lo amaba tanto como él seguía queriéndolo.

-Ven-susurró el castaño tomándolo por la mano y guiándolo a la cama, se sentaron y Kurt lo miró con detención.

-¿Qué ocurre? Tú ayer dijiste que…-dijo Blaine y vio como una sonrisa se dibujaba en los labios del ojiazul-¿Mentiste?

-¿No sabías que soy actor?

-Entonces ¿lo del prometido es mentira?-dijo ilusionado y viendo como la sonrisa del castaño se ensanchaba.

-Veo que soy buen actor-susurró antes de volver a besarlo. Blaine sonrió y sólo recostó al castaño sobre la cama, se puso sobre él e intensificó el beso, sintió como las ropas estorbaban y necesitaba tocar la piel del ojiazul, tanto tiempo extrañándolo y necesitando de él que ahora sentía que no se podría detener.

Kurt quitó la camisa que portaba el moreno y pudo tocar la piel de su pecho, bajó sus manos hasta el pantalón y lo desabotonó de una vez, nunca dejó de besarlo. Sentía que su cuerpo reaccionaba ante lo que podía tocar del ojimiel, quien desnudaba poco a poco al castaño. Ambos quedaron en ropa interior y se sonrieron, hace tanto que querían estar juntos y las cosas habían sido tan complicadas para eso, y justamente ahora lograban estar solos, sin nada que los molestara ni hiciera imposibles las cosas.

-Te amo-murmuró Blaine besando el cuello de Kurt y dejando un camino de besos por su cuerpo, poco a poco llegaba hasta sus tetillas y las succionaba con suavidad, sentía como el castaño se estremecía debajo de él, lentamente fue trazando un camino con su lengua, marcando hasta que llegó al borde de los calzoncillos y los fue bajando poco a poco, dejando al descubierto el miembro del ojiazul, quien gimió con fuerza al sentir la lengua del moreno sobre su erección, sentía la húmeda boca sobre su miembro, succionando y lamiendo, realmente iba llegando al orgasmo con solo tener a Blaine en ese sector, sentía que desfallecería, pero quería más y estaba dispuesto a que Blaine fuera el que le diera todo lo que quería.

-Sigue-susurró moviendo sus caderas para que su miembro entrara cada vez más en la boca del moreno-sigue-murmuró presionando el cubrecamas con ambas manos-Blaine-gimió con fuerza y sintió como el moreno dejaba su labor y volvía a subir con su lengua por su abdomen hasta su boca, se besaron nuevamente con fuerza. Kurt giró sobre la cama e hizo que Blaine quedara debajo-Ahora es mi turno-susurró y sonrió.

Blaine intentó atraerlo hasta él y besarlo, pero el ojiazul puso una mano en su pecho y lo dejó recostado, se deshizo de la ropa interior del pelinegro y lo miró por unos segundos. El ojimiel se excitó más al sentir al ojiazul posicionándose firmemente sobre él. Kurt bajó a besarlo y Blaine enredó sus manos en el cabello castaño, sentía como sus erecciones se rozaban y se sentía en la gloria, al fin estaba con quien amaba. El ojiazul bajó una de sus manos hasta el trasero del moreno, presionó sus nalgas y luego puso un dedo en su interior, Blaine gimió sobre sus labios y Kurt sonrió, sí, ahora él llevaba las riendas de todo. Comenzó a mover el dedo en el interior del ojimiel, a los segundos puso otro dedo dentro y cuando sintió lo suficientemente dilatada la entrada de Blaine se separó de él.

-Kurt-gimió con fuerza al no sentir el cuerpo del castaño sobre él, lo miró por unos segundos y lo abrazó, sentándose sobre la erección del ojiazul, fue bajando lentamente hasta que sintió que estaba totalmente dentro-Cariño-murmuró abrazándolo con fuerza y sintiendo como su miembro había quedado atrapado entre sus cuerpos-por favor-susurró mordiendo su cuello, sólo quería que Kurt se moviera, pero parecía no querer, ya que lo sujetaba con fuerza por las caderas, impidiendo que él se moviera.

-Te amo-dijo el ojiazul en el oído del moreno y levantó por las caderas a Blaine, guiándolo en el ritmo para que subiera y bajara sobre él, con la rapidez adecuada.

-Te amo, Kurt-murmuró Blaine sintiendo como se corría con fuerza y se quedaba abrazado al castaño, quien lo sujetó con fuerza y aumentó la velocidad de las embestidas, si Blaine había acabado él también debía hacerlo, le dio cuatro embestidas fuertes y sintió como se corría con fuerza en el interior del moreno, lo abrazó y se quedaron así por un par de minutos, sintiendo el aroma del otro, deleitándose con el calor que despedían sus cuerpos al estar juntos y dejándose amar, porque hace mucho que no se sentían tan bien. Ambos se durmieron abrazados.

-¿Ya?-susurró Wes abriendo la puerta y mirando al interior. Cerró al instante-Señora Hudson no puede entrar, Jenny y Andrea tampoco-miró a todas partes y se arriesgó-¿Quién se ofrece a entrar a…

-¿Es broma que quieres entrar a taparlos y hacer que despierten y nos golpeen?-dijo Trent incrédulo.

-Ok, mejor los dejamos así-dijo cerrando nuevamente la puerta que sus compañeros habían abierto-Pero dejemos comida en la cocina y un auto en la puerta para que puedan volver a penas…

-¿Despierten?-dijo Andrea con una sonrisa-Se nota que no los conoces, dejen la comida, el auto y ya, porque ese par se estarán dando como conejos durante todas las horas que puedan, si es que no empiezan a hacerlo en…

-¡Basta!-la reprendió Jenny-Es suficiente-dijo tomándola por un brazo y caminando con ella escaleras abajo, se iban de ahí. Carole las siguió y los Warblers hicieron lo mismo.

Cuando todos abandonaron la casa, Blaine se removió un poco y Kurt salió por completo de él, y se afianzaron aún más el abrazo, se miraron por unos segundos y se besaron suavemente.

-Te amo, Blaine-susurró el castaño.

-Y yo a ti, Kurt-murmuró comenzando a reír.

-¿De qué te ríes?-dijo extrañado.

-Es increíble que hayan tenido que estar todos ellos detrás para que nosotros termináramos así.

-Si no resultaba iba yo a buscarte a Londres.

-¿Sabías dónde estaba?-dijo sorprendido.

-Sí-susurró acariciando el cabello de Blaine que se apoyaba en su pecho-hace poco más de un año comencé a enterarme de lo que hacías y en dónde estabas, sé todo de ti, incluso de que tú y Thad jamás estuvieron juntos, pero no sabía si te volvería a ver.

-Me atrevo a decir que te resultó bastante bien la investigación y aquí me tienes-dijo acomodándose sobre Kurt y sintiendo como poco a poco se volvía a excitar-y si quieres te puedo probar lo contento que estoy con estar contigo-murmuró besándolo con fuerza.

-Ya quiero saber-susurró correspondiendo a las caricias.

FIN