Comienza el juego

Jejejeje, antes que nada, por favor, por favor no me maten T_T, les juro que por mas que intentaba no me llegaba la inspiración, me costó mucho trabajo hacer este cap. Luego se me vinieron algunos problemas personales encima y ya no pude actualizar, pero tal como lo prometí, no me he olvidado del fic, y aunque sea a paso muuuuuy lento lo terminare.

Bueno hasta aquí mis excusas, ojala y les guste el cap. =)


*Disclaimer: Hey Arnold no me pertenece, Hey Arnold es propiedad de Craig Barttlet y todos los derechos le pertenecen a él.

*Para evitar confusiones las letras estarán en negrita cuando un personaje está hablando en voz alta.


En el cap. Anterior:

Helga sintió el fuerte golpe y sin poder meter la manos ni hacer ningún otro movimiento simplemente cayo encima de cualquiera con quien hubiera chocado, de un momento a otro lo único que pudo sentir fue algo cálido contra sus labios, al igual que ella, el no pudo hacer nada mas que caer, pero fue muy grande su sorpresa al abrir sus ojos.

Ninguno de los dos pudo reaccionar, los ojos de ambos ahora se encontraban bien abiertos y como platos. Arnold fue el primero en poder pensar algo.

B-beso, nosotros nos estamos… BESANDO!

Y así era, ellos se estaban besando ante la mirada atónita del otro rubio.


En ese momento el cabeza de balón sentía que estaba en el paraíso, ciertamente su intención no era el besar a la chica del moño rosa pero las cosas no pudieron pasar de mejor manera, sus labios eran tan suaves y por alguna razón le parecieron de lo mas dulces, ciertamente ese día había obtenido una nueva adicción.

Helga se encontraba totalmente en shock al igual que cierto chico rubio denominado cariñosamente "pelos de elote", el acontecimiento los tomo a ambos por sorpresa por lo que ninguno lograba reaccionar, hasta que…

-pero que demonios te has creído estúpido cabeza de balón?! –des pues de un rato, Helga logro conectarle un puñetazo a Arnold , el cual lo mando directito al suelo, por lo que ocasiono que su contacto se rompiera bruscamente.

-hee…yo…pues veras…fue un acci- intentaba decir Arnold, aunque la verdad no estaba seguro de lo decía, su cabeza estaba en blanco y en lo único que podía pensar era en lo linda que se veía Helga enojada.

-NO ME DIGAS NADA!, haa estoy harta, he tenido suficiente de ti por hoy zopenco, me largo de aquí –y ante la atenta mirada de Arnold y Wallas, se fue de ahí sin siquiera dirigirle una ultima mirada a ninguno de los dos.

-Helga espera!-Arnold intento ir tras ella pero una mano lo dejo quieto en su lugar sin darle oportunidad a moverse.

-Pero que rayos te pasa?, suéltame!- Arnold movió bruscamente la mano del otro chico que le había impedido el paso.

-Que que rayos me pasa a mi? Que demonios es lo que te pasa a ti? Crees que puedes besar a Helga e irte como si nada hubiera pasado?.- ciertamente Wallas estaba molesto, muy molesto.

-Y eso a ti que te importa?, ya te lo dije, lo que deje de hacer o no con Helga es asunto mio, no te metas.- Arnold también estaba irritado.

-Pues me importa y mucho, te dejare esto bien claro porque me gusta jugar limpio, me gusta Helga, no se como ni porque, pero me gusta y no permitiré que nadie la haga sufrir, me has oído?- los ojos de Wallas demostraron un gran desafío, tanto que por un momento dejaron atónito al otro chico.

-Bueno ya que estamos siendo sinceros- dijo con u poco de ironía y sarcasmo, el cabeza de balón- a mi también me gusta Helga, me gusta mucho y no importa lo que pienses de mi, en la primera oportunidad que tenga usare todos los trucos que pueda para quedarme con ella, estas advertido.

-Crees que acaso ella te necesita para ser feliz? –agrego mordazmente Wallas.

-No, ella no me necesita para eso, pero…yo si – sus palabras hicieron dudar un poco la firmeza del otro chico.

-Ja, ella puede amar a alguien mas, eso te lo aseguro de igual manera puede ser muy feliz con otro.- sus palabras tenían la intención de dañar al chico, sin duda alguna.

-Puede que ella intente ser feliz con otro, pero por lo menos tengo la certeza de que jamás nadie la amara como yo, por eso no dejare de luchar, jamás hare eso, así que mas te vale que te quites de mi camino – y sin ninguna otra palabra, paso corriendo junto al rubio, dando un ligero golpe, hombro con hombro para moverlo un poco y así reanudar su carrera tras la chica.

Walla simplemente no supo como reaccionar, lo único que podía hacer era ver en la dirección en que se fueron ambos rubios, se sentía confundido, cierto era que le gusta la chica del moño rosa pero tampoco estaba seguro de poder competir con el otro joven, no porque no fuera lo suficientemente bueno, si no porque realmente temía sentir mucho menos por Helga que el cabeza de balón.

Helga llego corriendo a su casa, intentaba detener las lágrimas que neciamente amenazaban por salir a media calle, pero una vez que hubo ingresado en su habitación se lanzo a su cama y las dejo caer sin ningún reparo.

-Estúpido cabeza de balón, como se atreve!- muchas mas lagrimas salían ahora de sus ojos, aprovecharía la oportunidad para llorar, ciertamente su familia no la interrumpiría, ni siquiera se dieron cuenta cuando paso corriendo tras de ellos cuando se encontraban en el sillón viendo la tv.

-Y todavía el muy idiota dijo que fue un accidente, claro, que mas iba a ser?, tu eres la estúpida Helga, se supone que tenias que olvidarlo, dejarlo atrás, ESTUPIDA!- Se gritaba furiosa con ella misma.

-Si alguien tiene que ser llamado estúpido aquí soy yo, no estas de acuerdo?- la dulce voz del chico la sorprendió de sobremanera.

-A-arnold? –como era posible que el cabeza de balón se encontrara ahora ahí con ella?, en su habitación!.

-Pero como demonios entraste aquí? Que no sabes que eso es un delito? Criminal! Y ahora si lo digo enserio. – por mas que quisiera jamás podría tener otro manera de hablar que no fuera una burlesca.

-Yo, lo siento, entre por la escalera de emergencias, sabia que si tocaba a tu puerta no pasaría de la planta baja, jamás me hubieras dejado entrar para hablar contigo.- sus palabras no denotaban ningún arrepentimiento, quizás nervios pero no arrepentimiento.

-Ciertamente es lo que hubiera pasado, pero no crees que eso fuera porque yo de verdad que no deseo hablar contigo?, es mas ni siquiera me apetece verte zopenco, así que lárgate de aquí antes de que llame a la policía.- ella también estaba nerviosa, aunque lo aparentaba tan bien como siempre.

-Porque?, porque quieres alejarme de ti?, Helga yo no quiero esto, vine porque quería disculparme por lo del be…-no pudo terminar ya que fue bruscamente interrumpido por Helga.

-Ya lo se!, fue un accidente, un maldito error, quedas perdonado, estas contento?, puedes irte ahora de mi cuarto?

-No, te equivocas, Helga ciertamente fue un accidente pero yo…

-Ahí lo tienes, tu y yo sabemos lo que paso, Arnold ya te perdone que mas quieres de mi? –mientras decía esto miro directamente a los ojos al chico, lo cual fue un gran error ya que por la mirada del otro le fue imposible volver a apartar la suya.

-A ti – lo dijo simple y sencillo, pero al mismo tiempo tan profundo que las palabras calaron fuertemente en la chica.

-Q-q-que?, como dices?, no te entiendo Arnold.- ahora el chico se encontraba avanzando hacia ella, por lo que a cada paso que daba ella retrocedía uno mas, llena de nerviosismo e incredulidad por lo que le estaba sucediendo.

-Helga, ciertamente lo del beso fue un accidente, el mejor accidente de mi vida, sin embargo sé que las cosas no debieron darse así, tu te mereces algo mucho mejor, por eso es mi disculpa, no porque me arrepienta ni nada parecido.- sus ojos y sus palabras impactaban mas a la niña a cada momento.

-Pero tu…es decir…yo…-no pudo continuar gracias a que, al ir caminando hacia atrás no se percato de la presencia de un pequeño peluche que ella misma había arrojado al suelo, por lo que cayo de sentón irremediablemente.

-Pequeña tonta, te has hecho daño? –Arnold se arrodillo junto a ella y le hablo tan gentilmente como ella nunca lo había escuchado.

-Arnold, que estas tratando de hacer? Que quieres? – extrañamente y por primera vez en mucho tiempo hablo totalmente serena y tranquila, pero sin poder despegar la mirada del chico que tenia enfrente y que cada vez se acercaba mas a ella.

-Ya te lo dije… te quiero a ti.- y sin mas, sello los labios de la chica con los suyos, nuevamente no estaba en sus planes besarla pero por mas que intento no pudo resistirse.

-NO! –Por unos instantes Helga no reacciono pero después de unos cuantos segundo se recupero aventando bruscamente al chico lejos de ella.

-No se a que demonios estés jugando ahora pero ya basta!- esta vez Helga se levanto viendo fieramente al chico.

-No estoy jugando, sé que tienes todo el derecho de estar enojada conmigo quizás hasta de odiarme, ya que he durante toda mi vida he sido un completo idiota pero ya no mas.- él también se paro con la mirada desafiante.

-Pero que…?- ahora la que no pudo terminar la frase fue ella.

-Helga, sé que me equivocado todo este tiempo y te hecho sufrir, no tienes idea de como lamento eso, si pudiera daría cualquier cosa por regresar al pasado y evitar tu sufrimiento pero por desgracia no puedo hacerlo, no puedo cambiar el pasado, pero si el futuro…nuestro futuro.

-Que estas diciendo? –la chica no se creía nada de lo que escuchaba.

- Que quiero cambiar mi futuro, quiero un futuro donde tu estés tu –en su voz no se escuchaba ni atisbo de duda.

-Pero yo…porque?- se estaba esforzando, de verdad pero a pesar de todo, no lograba entender al chico.

-Que porque?, Helga que no es obvio?, porque TE AMO!, te amo y quiero pasar el resto de vida a tu lado.- espero un largo rato, hasta que volvió a escuchar la voz de la niña.

-P-pero no crees que decir eso es demasiado, es decir, por Dios Arnold tienes 11 o por mucho 12 años, aun eres un niño, además la ultima vez estabas mas que contento cuando te aseguraste, según tu, de que te odiaba, no me vengas con que tus sentimiento cambiaron de un día para otro –por alguna razón se sentía frustrada.

-La ultima vez, cuando salvamos el vecindario, fui un completo cobarde, lo reconozco, no estaba listo para aceptar tus sentimiento, tenia miedo, pero no puedes echarme toda la culpa de eso, si mal no recuerdo, tu fuiste la que me dijiste que me odiabas y que nunca lo olvidara para luego irte totalmente feliz de ahí, tampoco estabas listas- tomo un poco de aire para serenarse mas.

-Igual sé que fue un gran error el que cometí ese día pero si me dejas, te prometo que te lo compensare cada día por el resto de tu vida, Helga no estoy exagerando ni tampoco digo las cosas a la ligera, me tomo mucho tiempo darme cuenta de lo que sentía por ti y cuando por fin lo descubrí, sentía tanto miedo que incluso intente rehuir a mis sentimientos hasta que ya no pude mas, no podía mas mentirme a mi mismo, yo de verdad… te amo.- dijo suavemente a la chica.

-A-arnold, yo…lo siento, pero ahora no sé que pensar, tienes razón me hiciste mucho, no estoy segura de simplemente poder aceptarte ahora, no cuando me prometí a mi misma que te olvida…-ya se estaba haciendo costumbre que se interrumpieran bruscamente entre ellos.

-No te lo permitiré!, Helga ciertamente esperaba cierta resistencia de tu parte, por lo que de momento dejare las cosas así, me basta con saber que ahora sabes como me siento hacia ti y que eso jamás cambiara.- le dirigió una mirada llena de ternura

-Pero ciertamente no dejare que me apartes de ti y de tu vida, no me iré, entiendes? Pase lo que pase me quedare a tu lado, aun cuando tu no me ames, por ti pero mas aun por mi…me quedare.- y sin decir mas dio un pequeño beso en la frente a la niña para posteriormente salir de ahí.

Helga nuevamente no podía reaccionar, tantas cosas habían sucedido ese día, lo que mas había querido escuchar en su vida al fin había sido dicho, Arnold le había dicho que la amaba, a ELLA!, a Helga G. Pataki y no solo eso, él la había BESADO!, pero y ahora... que haría? Además también estaban esos dos nuevos chicos, que por alguna razón había comenzado a pensar más ellos.

-Haaa Helga debes estar loca.- y así por el cansancio de tantas emociones se quedo dormida en un dos por tres.

Mientras tanto con Arnold…

-Uff, bueno al menos pude decirle lo que sentía…-entro entre feliz y resignado a su casa.

-Abuelo, abuela, ya llegue.

-Hola Tex, llegas justo para la cena.

-Ha eres tu chaparrin, ya empezaba a preocuparme, que bueno que llegas, pero porque esa cara hombre pequeño?.- como siempre su abuelo veía mas de lo que trataba de aparentar.

-No es nada abuelo, no te preocupes, es solo que yo…-dudo en decir más.

-Arnold no tienes que decir nada si no quieres ya me lo dirás cuando estés listo.- le dijo comprensivamente su abuelo, cosa que animo mas al joven.

-Es solo que, bueno, yo, por fin pude confesarme a la chica me gusta y pues digamos que las cosas no salieron tan bien como esperaba.- ahora si estaba totalmente resignado.

-No te preocupes pequeñín, dale tiempo al tiempo, si estas seguro de tus sentimiento lo único que tienes que hacer, es mantenerte fiel a ellos, ya veras como tarde o temprano esa chica comprenderá la sinceridad de tu corazón y vendrá voluntariamente a ti.

-De veras lo crees abuelo?- pregunto con toda esperanza.

-Claro que si hombre pequeño, ahora ve a la lavarte para cenar.

-gracias abuelo.- y con un tierno abrazo agradeció a su abuelo.

-No hay de que Arnold, además siempre me ha gustado esa pequeña de una sola ceja, estoy seguro que pronto los veré por aquí totalmente acaramelados, jajaja- reía mientras se dirigía al comedor dejando atrás a un atónito Arnold.

-Pero como…? Es que acaso todo mundo se dio cuenta menos yo?.- y sin mas se retiro.

En algún lugar del parque…

Vemos a un joven rubio que todavía esta parado junto al lago a pesar de que la luna ya ha ocupado su lugar en el firmamento.

-Pero que rayos hago yo aquí todavía?, buuuuuaaaa se han olvidado todos de mi .- y aun mas resignado que el chico con cabeza de balón, se retiro tristemente a su casa.

Al otro día en la primaria P.S 118…

-Buenos días, viejo.- saludaba Gerald a su amigo que por cierto, extrañamente había llegado antes que él a la escuela.

-Hola Gerald, dime no te parece que es un bonito día?.- dijo el rubio a pesar de que estaba haciendo mucho viento y el cielo estaba medio nublado, por lo que de inmediato su amigo comenzó a "sospechar" que algo raro le había pasado.

-Ooook, ahora mismo me vas a decir que te tiene tan contento.-exigió el moreno.

-Es seguro? –pregunto por si había alguien que los pudiera escuchar, pero al ver la afirmación de su amigo dejo salir toda su felicidad.

-Sucede que ayer BESE A HELGA! y dos veces, fue genial, Gerald, mucho mas de lo que había soñado.- sus ojos no podían resplandecer mas.

-Que hiciste que?, viejo te has vuelto loco? A pesar de todo, conoces el carácter de Helga, pudo haberte matado por tal osadía.- su amigo, a pesar de que lo apoyaba estaba preocupado por él.

-Pero no lo hizo, cierto que de un momento a otro en ambas ocasiones me alejo de ella, pero por unos instantes acepto mi beso Gerald yo lo sé, y no solo eso, ayer también le dije que la amaba.- ok sus ojos si podían resplandecer mas.

-Ok, creo que debo sentarme viejo, tienes que contarme todo, pero eso será después, ahora lo único que quiero saber es lo que te respondió.

-Mmm bueno, pues veras, no fue del todo bueno, como sabes yo la herí mucho, así que le dije que por ahora me conformaba con simplemente permanecer a su lado…sé que puedo volver hacer que me ame Gerald, lo se. –una nueva convicción se apodero de él.

-Pues yo que tú, no estaría tan seguro.- una nueva voz interrumpió la conversación de los chicos.

-Oye, que no sabes que es mala educación escuchar conversaciones ajenas, Kyo.- dijo el moreno molesto.

-Yo no tengo la culpa que estén diciendo tantas tonterías y a todo volumen tan tempano, además la escuela es un lugar publico, si quieren chismear váyanse a un café.

-Por cierto Arnold, debo darte las gracias, gracias a ti, tuve que escuchar las quejas de mi primo toda la noche, por lo que se a detalle tu pequeño "accidente" con Helga el día de ayer.- agrego mordazmente el pelirrojo, mientras la mayoría de sus demás compañeros llegaban al aula.

-Pues créelo o no, eso si fue un accidente, el otro por otro lado…-mala idea decir eso, ya que en el acto hizo enojar al pelirrojo el cual lo jalo rudamente de la solapa a manera de amenaza.

-Que has dicho? Deja de decir tonterías, eres un mentiroso!.- apretó mas fuerte a Arnold.

-No son mentiras y tampoco me importa si me crees o no, pero ya que sabes con lujo de detalle lo que le dije ayer a tu primo, lo mismo va para ti, no te metas en mi camino.- bruscamente retiro las manos del pelirrojo ante la atónita mirada de sus compañeros.

-Hey jugando ustedes dos son mi?- una voz mas hizo su aparición.

-Nada de que preocuparse Wallas.- exclamo sin dejar de mirar con desafío a Arnold el pelirrojo.

-Pues a mi me parece que están mas que preocupados, quizás, mmm…asustados?.- Ahora el retador era Arnold.

-Arnold, Kyo, Wallas, porque no nos calmamos? Ya saben que todos aquí somos muy buenos amigos no? –intento intervenir con su melosa voz una pelirroja que desde hacia un rato había llegado al salón.

-Lo siento Layla, pero yo no soy amigo de ninguno de estos dos.- exclamo duramente el cabeza de balón.

-Te aseguro que también estas en nuestra lista negra .- Kyo hizo uso de su habitual humor.

Pero ya no hubo tiempo de decir nada mas, ya que en ese momento ingreso al Sr. Simmons al aula mandando a todos a sus lugares, aunque sin poder evitar el cuchicheo de lo que se acaba de decir.

-Muy bien alumnos, el día de hoy se me ha avisado que Helga no se sentía muy bien por lo que no vendrá a clases, necesito un voluntario para llevarle los deberes.

De inmediato tres manos estaban, entusiastamente levantadas, lo que hizo que el trio de chicos se mandaran miradas desafiantes los unos con los otros, causando así mismo la molestia de todas las féminas del salón, especialmente de cierta pelirroja.

-Me da gusto ver tan buen compañerismo, seguramente gracias a su interés, Helga se sentirá mucho mejor, ahora veamos, quien debería ir…?.- estaba decidiendo cuando una voz intervino sus pensamientos.

-Sr. Simmons, soy ciertamente el mejor para la ocasión ya que si no lo recuerda, Helga y yo trabajamos juntos en el proyecto de los cachorros, así podremos aprovechar mas el tiempo y planear el que debemos hacer con ello.

-Eso es muy cierto Wallas, por lo tanto…

-Pero Sr. Simmons, usted sabe que Helga y yo hemos sido amigos desde prescolar, es obvio que entre nosotros hay mas confianza y pues usted conoce su carácter, en ese estado no se dejara ver tan fácilmente, que mejor que un buen amigo en quien si confía.- argumento rápidamente Arnold.

- Cierto, muy cierto Arnold, viéndolo de esa forma el más indicado eres…

-Pero Sr. Simmons, Helga probablemente este mal por mi culpa, recuerde que yo la noquee hace poco, como buen caballero que soy lo menos que puedo hacer es llevarle los deberes y asegurarme de que este bien, ciertamente es mi responsabilidad.

-Vaya, si ahora lo vemos por ese lado….

-Sr, Simmons!.- gritaron los tres chicos al mismo tiempo para meter presión cada uno, a su querido profesor.

-Bueno pues ya que cada uno tiene un muy buen motivo para ir, he decidido que irán los tres!, si eso ciertamente será lo mejor.- respuesta que solo aumento el desafío entre los jóvenes, pero claro que esto no fue vislumbrado por su profesor que siempre vivía en su mundo color de rosa.

Aunque los demás alumnos si se dieron cuenta de las miradas asesinas entre los tres jóvenes, decidieron no hacer mucho caso, después de todo Arnold era un pacifista por lo que quizás solo era un pequeño desacuerdo que tarde o temprano se arreglaría de la manera mas aburrida.

Ese era pensamiento general, exceptuando a una pelirroja que se encontraba muy molesta por la exhibición de los chicos, un moreno el cual estaba sumamente preocupado por su amigo y una pequeña oriental, que se lamentaba por su amiga, mientras veía a los otros tres jóvenes.

-Creo que a Helga le va dar algo.- agrego para sí mismo y con gran resignación la oriental.

Continuara…

Nuevamente me disculpo por la tardanza, aunque ahora que lo recuerdo, he de agregar un comentario mas, por favor no me digan cortantemente que van a utilizar a mis personajes si no les gusta como va la historia, yo los he creado con mucho cariño y ciertamente fue una cuestión que me molesto de sobre manera, si eso llegase a suceder me veré obligada a retirar el fic del portal, recuerden, No hay que hacer lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros, además si me lo pidieran amablemente, no tendría ningún problema en dejarlos que los usen pero no se vale que los roben.

Bueno con ese punto aclarado me retiro por esta ocasión, a todos los que leen mi fic:

Arigato!

Y no se olviden de dejarme sus reviews ya saben que es lo que me anima a seguir escribiendo =P