Notasdeautora: New fic XD porque sí ya mátenme! tienen permiso para hacerlo XD

Advertencias: AU, Ooc claramente por el contexto de la historia.


El Príncipe y el mendigo

Zutte-chan

by

Zutte-chan

I

"Penitencia"

Desde hacía tiempo inmemorables, al alrededor del mundo la humanidad había comenzado con las llamadas guerras, el derramamiento de sangre era parte de su historia, al pasar los años los humanos fueron dándose cuenta que quizás podían vivir en paz. La tierra devastada por la guerra era deplorable, pero aún así decidieron que podían levantarse y por un momento olvidar sus diferencias, estableciendo seis ciudades donde reinara la paz y así conseguir la armonía entre ellas y evitar el derramamiento de sangre...

En el reino de No.6, la vida era prospera, las personas siempre sonreían bajo el hermoso manto del cielo azul. Alimentos frescos y una buena calidad de vida era lo que te esperaba si eras habitante de tan perfecta ciudad.

La familia real de No.6 se encargaba de velar por el bienestar de su pueblo. El Rey y la Reina eran personas claramente amables y bondadosas, se decía que tenían un pequeño niño, un heredero, pero el pequeño príncipe nunca salía del castillo por razones que se desconocían, el pueblo había tenido la fortuna de conocer al pequeño durante sus primeros años pero de ahí no sé le volvió a ver.

- ¡Majestades! Hemos traído ante usted a un ladrón! Se ha infiltrado en el castillo para robar las joyas de la Reina- señaló un guardia robusto a un joven el cual tenía la cara cubierta con un saco.

- Robert, por favor descubre su rostro - pidió la reina, y el guardia así lo hizo.

Un joven de cabellos negros y ojos grises, tenía una mirada desafiante, se veía que tenía un espíritu muy fuerte.

- ¿Dime por qué has tenido que robar, pequeño? - dijo la Reina con una voz apacible. Más el muchacho no habló.

- ¡La reina te ha hecho una pregunta! - gritó el guardia.

- Ya déjalo - habló el rey que había permanecido observante de la situación - ¿No nos piensas decir tus motivos? Sabes que es un delito robar dentro del reino, al igual que matar -

- Lo sé...- dijo con un tono firme y audible.

- ¿Y entonces, por qué...?-

- Simplemente tenía que buscar como sobrevivir. Aunque creo que elegí el peor lugar para hacerlo -

- Pero hay maneras de ganarse la vida honradamente - dijo la Reina.

- Ustedes viven dentro de las murallas de su castillo pensando que todo está bien, pero no se dan cuenta de la inmundicia que rodea este reino, no es así? - ambos reyes miraron al joven perplejos.

- ¿Cómo se atreve a hablarle así a sus Majestades? - el guardia había desenvainado su arma.

- ¿Entonces esa es su justicia? - dijo burlón viendo al guardia.

- ¡Por favor! baje el arma - pidió la Reina. El guardia se tragó su orgullo para guardar la espada de vuelta a su funda.

- Sabemos que no todo es perfecto pero tratamos de que ayudar a todo el que podamos. Dime qué podemos hacer por ti? -

- Jajajaja! es acaso una broma? - rió escandalosamente - No necesito nada de ustedes, en primer lugar ni se para que vine aquí, pude ir a cualquier lugar. No quiero nada de ustedes -

- Veo que eres un muchacho con agallas - dijo algo burlón el Rey - No quieres nada de lo que podamos ofrecer, bien. Pero en ese caso no podemos pasar por alto tu comportamiento, así que deberás pagar por el crimen que has cometido - el chico le miró furiosamente - Primero dinos ¿cómo te llamas, muchacho y que edad tienes? -

Tardó un poco en contestar, tomó un poco de aire para decir su nombre - Nezumi, tengo dieciséis -

- ¿Nezumi? es tú nombre verdadero? - dijo la Reina algo preocupada por aquel nombre. Nezumi que significaba rata.

- ¿Tiene algún problema con eso, Majestad? -

- No...Guardia por favor retírese - pidió la Reina, el guardia dudo en hacerlo pero se retiró con una reverencia.

- ¿Y bien qué es lo que piensan hacer conmigo? - dijo viendo algo extrañado que el sujeto se retirara.

- Dinos, ¿sabes leer o escribir?, ¿qué sabes hacer? -

- Obviamente se mucho más que todo eso... y las dos primeras las sé a la perfección - respondió regodeándose en sus conocimientos - Sé de clásicos hasta de autores modernos, y algunas ciencias y también se que hacer para sobrevivir en este mundo -

- Pareces un sujeto con bastante experiencia, quién lo diría para sólo tener dieciséis... Entonces no te molestaría que como castigo o penitencia tengas que hacer de compañía de nuestro hijo - dijo el Rey mirándolo fríamente.

- ¿Su hijo? ¿El príncipe? ¿No que estaba muerto o algo así? - dijo incrédulo.

- Veo que se esparcen rumores bastantes desagradables en las calles, pero no es así. Nuestro hijo sufre de una grave enfermedad, por eso no podemos dejarlo exponerse tanto -

- wow - soltó un silbido - Pero por qué quiere que yo, una sucia rata cuide de su hijo sí está de un estado de salud tan delicado -

- Veo que eres alguien bastante audaz, creo que no le vendría nada mal a mi hijo aprender algo de ti -

- ¿Acaso es una broma? Dígame, no cree que puedo poner a su hijo en malos pasos considerando quién soy, podría aprovecharme y cumplir con lo que vine a hacer -

- Claro que no tienes mi confianza del todo, pero dudo hagas algo de lo que has dicho -

- Ja! ¿Cómo puede estar tan seguro? -

- Es una corazonada -

- Rikiga, ¿de verdad piensas hacer eso? -

- Tranquila Karan, míralo no es un mal muchacho, sólo ha sido arrojado aquí por las circunstancias - la Reina suspiró y se levantó de su trono con una sonrisa.

- Ven sígueme - dijo tendiéndole la mano.

- No soy un niño, puedo seguirla fácilmente -

- Está bien - sonrió.

Camino siguiendo a la Reina, una hermosa mujer para su edad, incluso podía decir que era más joven de lo que aparentaba. Salió del salón dónde habían estado antes para ir por los pasillos algo solitarios. A su simple vista parecía que los reyes eran un par de idiotas, dejándolos a solas con un ladrón. Podía simplemente atacar a la reina y darle un golpe mortal, pensó mientras veía de reojo el cuchillo escondido en un de los bolsillos de su pantalón.

- Ya casi llegamos - anunció. Quiso preguntar a donde, pero ya suponía a dónde se dirigían, a la habitación del príncipe quizás - Sion es algo tímido por eso hay que tenerle algo de paciencia- estaba hablando de su hijo - Le gusta mucho leer, así que quizás puedan compartir gustos, no te parece? - la mujer le sonrió, más no le respondió - De seguro se emociona que alguien venga a verle, no son muchos los que vienen a visitarle - que tenía de emocionante que te visitara un ladrón, aunque considerando lo que dijo, su hijo debía ser una persona solitaria - Bien ya estamos aquí - se paró frente a una puerta decorada con madera de color blanco y algunos detalles en dorado. Giró la perilla no sin antes tocar sin recibir respuesta, aún así decidió entrar.

Era habitación grande y pulcra, era tan blanca, sólo tenía los muebles necesarios, en grandes proporciones. Una gran cama con sabanas de mismo color combinando la habitación, una biblioteca llena de libros, todo parecía en orden, sólo que faltaba la pieza más importante de aquel cuadro. El príncipe.

- Vaya, parece que está en su mundo...- dijo divertida Karan mientras comenzaba a recoger algunos libros del suelo y apilandolos sobre una mesa. Entonces se pudo percatar cuando ella tiró de una sabana donde había un bulto dandoles las espalda en la cama - Sion, vamos saluda! - le quitó el libro de las manos y enseguida el joven se levantó algo apresurado.

- Mamá, estaba en la mejor parte! - se quejó.

- Lo sé, lo sé, pero ya habrá tiempo para leer el resto. Hay alguien que quiero que conozcas -

Sintió en ese momento el tiempo detenerse, vio como aquel chico giraba la mirada hacia donde su madre señalaba. Pudo ver sus cabellos y piel tan blancos como la nieve y sus ojos tan hermosos como dos rubíes, por su mejilla descendía una extraña cicatriz que asoció a una serpiente que se ocultaba en sus ropas. Simplemente quedó fascinado, que las palabras se quedaron en su boca.

- Sion, el es Nezumi, a partir de ahora te hará compañía -

El albino le miró casi confundido sin decir palabra alguna. La mujer observó curiosamente sus comportamientos y sonrió.

- Los dejo para que se conozcan, estoy segura de que serán buenos amigos - dijo saliendo de la habitación mientras les dedicaba una sonrisa.

Un silencio incomodo se hizo presente en el lugar, ninguno de los dos se atrevían a soltar palabra alguna.


Notas Finales:

¿ Y bien?, que les pareció? Esta horriblemente premeditado? Bueno todo va conveniencia mia la historia no será hola, y let's have sex x,x tengo pensado algo medio raro

No sé pero tenía unas ganas de desarrollar un fic de ellos en este contexto; D ya que tanto "su majestad "por parte de Nezumi me hace imaginarme cosas; D sólo espero no cagarla Y como pueden ver ya el fic está lleno de incoherencias, como que a quien se le ocurre dejar a su hijo con un malandro XD pues a mi todo es valido si es Nezumi.

Bueno… no leemos en el próximo cap

Sí no quieren que Hamlet, Cravat y Tsukiyo vayan a la horca, dejen review