CAPÍTULO 25

DECLAIMER: Todos los personajes que aparecen son propiedad de la grandiosa Naoko Takeuchi, usados sin ningún fin de lucro. La historia en cien por ciento origina de la autora aquí presente.

Este capítulo se los dedico a mis amigas, aquellas que han estado conmigo en mis mejores y peores momentos, que me han aceptado con mis defectos y virtudes. Gracias chicas.

Nathalie, Evelyn, Lizzy y Aysha, siempre estarán en mi corazón. Cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia jejeje.

Para leer un epilogo de esta historia lo puede encontrar en el siguiente foro, solo únanlo y ya les sale la página.

starmoon. foro-colombia

Les dejo el final de una vez, no me maten, hice todo lo que pude, espero que les guste y pronto saber cuánto jejeje. Ya saben a dónde ir si quieren leer el epilogo. A y allí también les dejo unas imágenes de cómo son algunas Sailor y los hijos de los reyes, también el rey apolo y algo mas jajaja

….

Mientras la gran luz brillaba sobre la pequeña pelirroja, Endimión seguía con su maldad en los ojos.

-por qué lo hace Darién, eras una buen apersona –Rei hablo, sabía que ese no era el Darién que había conocido y que alguna vez amo. Las sombras la dejaron mal herida, pero se puso de pie.

-llegamos a admirarte, eras una persona a quien podíamos seguir, no sigas con esto –expreso Haruka, las heridas eran profundas.

-sé que no te hace feliz hacer daño, ese no eres tu –Amy, lo vio con dolor.

-no sigas, eres nuestro amigo –Mina le sonrió, la mirada de Darién era fría.

-por ti pudimos dar hasta la vida, así, de esa manera, te queríamos –grito Lita.

Selene tomo el cristal dorado y lo entrego a él joven príncipe Seiya su hermano menor, este aunque aún no era diestro en el combate y el uso del cristal, logro hacerlo brillar, la luz dorada cegó a Endimión del futuro como a Endimión del pasado y a la maldad por un rato, Rini aprovecho para entregarle el cristal a su padre, Seiya, el cristal brillo como nunca, una gran nebulosa cubrió los cielos, Endimión del presente callo al suelo, se había rendido, aun la maldad no lo consumía.

Una gran luz dorada con grandes destellos blancos brillantes ilumino la luna, así como llego a cada rincón del universo.

-Por el poder del cristal solar

-Por el poder del cristal lunar

Gritaron al unísono, en ese momento cuatro figuras aparecieron, Apolo y Serenity aparecieron junto a sus rencarnaciones, la luz dorada y blanca se mezcló haciendo que Endimión se desvaneciera lentamente, este maldecía y juraba regresar, pero esta vez no se trataba de terminar con su vida solo se trataba de purificar ese cristal que por muchos siglos permaneció negro. Todas las Sailor y los guardianes dieron su poder, habían llegado a la lucha las Sailor de ese futuro, algunas no conocidas, los poderes se mezclaron con la luz de los cristales.

Rini, Selene, y Seiya sabía de su misión, tenía que alejar a las Outher para que el mal desapareciera para siempre y así no viviera en ellas, la luna cubrió a Sailor Plut, las estrellas cubrieron a Sailor Neptuno y el sol cubrió a Sailor Uranos, solo así los cristales desaparecerían para siempre. Ella lo notaron, siguieron dando su poder, pero si ellas del futuro habían vuelto como malignas, había sido porque habían seguido su misión, ahora se daban cuenta que estaban equivocadas siempre, su misión era solo una, proteger a su princesa y espera a que su líder naciera.

El cristal era poderoso, era mucha maldad durante mucho tiempo, ahora el destino se decidiría, no habría más cuatros pensamientos, ahora solo serían dos y al final uno, no sería ni Serenity y Serena, solo serían una y nada más, lo mismo paso con Seiya, solo sería él y nada más, se quedarían con su pasado, su presente y su futuro, lucharían contra el mal, pelearían por su amor y nada iba a cambiar la decisión, no ahora que sabían toda la verdad. Poco a poco se quedan sin energía, pero ese solo era el cristal del futuro.

Serena se acercó a Darién, vestida como princesa, este sostenía su pecho y luchaba contra el mal. Volteo a verla y le sonrió.

-Serena, perdóname, no quiero que esto pase, no quiero seguir con esta carga –dijo y se dejó caer al suelo. Apolo floto hasta donde estaba el.

-tranquilo primero, ya todo acabara –dijo y destellos dorados lo subieron, Serena le tomo de la mano a Seiya.

-perdón –dijo Darién en su agonía.

-te perdonamos, siempre serás un hermoso recuerdo –dijo Serena, se refería al Darién que ella como su presente había conocido.

Los cristales brillaron como nunca.

-no habrán recuerdos de un pasado, serás una estrella salida por primera vez del caldero, tu futuro será prometedor, serás la buena persona que fuiste con ayuda, ahora lo serás por ti mismo –Serena dejo derramar una lagrima y Darién se desvanecía poco a poco.

-tendrás una vida lejos del mal y el peligro, tu pasado será borrado como si nunca hubieras existido, pero tu existencia marcara historia tras historia – Seiya sonrió dulcemente y el cristal solar brillo.

Sailor Galaxia apareció, quizá era muy tarde, Seiya y Serena tenían combinados sus poderes, pero no se rendiría, con su armadura dora corrió hacia donde estaban

-No usen todo el poder, los matara –grito todo se sorprendieron, sabían que hacia había sido en el primer milenio y en el segundo también, el uso de todo los poderes del cristal acabaría con ellos.

-vayan chicos, yo las cubro –dijo Sailor Satur y su campo de energía cubrió a las Sailor exteriores.

Los heredero de los cristales subieron sus manos de las cuales salieron los cristales que les había sido heredados, eran pequeños aun, pero su herencia había nacido con ellos, todo su poder lo proyectaron hacia sus amigos que en un futuro serian su padres. Sailor Galaxia hizo lo mismo.

Los cristales brillaron y todo se tornó blanco y dorado, Darién se había vuelto una estrella y surco el cielo, ahora tendría una mejor vida. El poder que cubrió el universo devolvió las semillas, los cristales, los talismanes a su lugar, aquellos que habían perdido la vida la volverían a tener. Los pequeños príncipes cayeron al suelo, fueron auxiliados por sus amigos, mientras que Seiya decencia de lo alto con Serena en los brazos, al tocar el suelo se desvaneció, pero sus amigos, ya lo estaban esperado.

En ese momento el Pegaso apareció en su forma humana, corría hacia donde se encontraba su amada y su cristal había sido devuelto, con su poder hizo que todos fueran sanados, aunque necesito mucho más para los reyes. Pero no importaba ya todo había terminado.

Todas las Sailor se reunieron en el mismo lugar, ahora era cuestión de minutos para que los reyes descendieran, aunque habían muchas Sailor que no conocían, pero lo importante era que los pequeños príncipes sí.

-sé que les debo una explicación –dijo Rini y todos asintieron –Sailor, Serena, Seiya, guardianes – dijo ella con propiedad, todos esperaban una explicación. Aunque algunos ya lo sabían –son la heredera de la luna, mis padres son Seiya y Serena –todos quedaron tonitos, excepto unas que ya lo sabían.

-encontré unas estrellas fugaces –dijo una melodiosa voz tras el grupo que allí se encontraba, todo giraron a ver y eran la Neo reina Serena y su esposo el Magnánimo rey Seiya, la Sailor Star light corrieron a abrazar a sus amigos, Seiya el rey sonrió.

Los pequeños corrieron hacia sus padres, gritando lo más fuerte que pudieron mami y papi, Rini no se quedó atrás, pues habían pasado tanto para volver a este día.

-mi nombre es Chibi-chibi, heredera de la tierra –dijo y su vestido de princesa apareció. El pequeño Seiya tomo su verdadera forma y se presentó.

-mi nombre es Seiya, heredero de Kinmoku –dijo y su armadura dorada, digno de un futuro rey apareció.

-donde está la pequeña Serenity –pregunto el Magnánimo rey Seiya.

-está a salvo, junto a los concejeros –dijo Serena.

-majestades –dijo luna y todos giraron a verlo, que grandes sorpresas, la pequeña Serenity estaba en su brazos.

-mami –dijo y corrió con paso corto hacia la Neo reina Serena.

-pequeña –dijo y la abrazo.

-gracias luna –dijo el Magnánimo rey Seiya.

-majestades, queremos ayudar a construir el reino –dijeron los guardianes y Sailor del pasado, para todos fue una buena idea tener dos de cada uno. Así que con los poderes descontaminaban el aire y los ríos, los árboles crecían, los cielos brillaban el viento soplaba.

Después de horas y horas de trabajo, todos terminaban en el palacio, hablando y hablando, así, devolviendo recuerdos robado, así comprendían poco a poco, por qué y cómo habían pasado las cosas.

Rini salió al balcón, ahora su vida sería más sencilla y feliz, junto a su balcón había una Sailor Star, la veía ver las estrellas, suspirar y derramar una que otra lagrima.

-aun eres una niña de ocho años, pero tienes la misma mirada vivas de ahora, sé que estas confundida y el corazón te duele, pero créeme, en realidad amaras a otra persona –dijo Rini y Ruby la volteo a ver, como le decía esas cosas, tenía tanto que soportar y ahora ella le decía que la conocía.

-Me conoces, quieres decir que nací, pero tu serás mayor que yo –los papeles iban invertirse, por lo menos conocería al rey en un futuro, solo esperaba no enamorarse de él.

-Si claro, pero no se lo digas a nadie

-Creo que no volveré a amar sabes, amo a Seiya, y aunque él ame a otra yo jamás lo dejare de amar –Ruby y Rini estaba conversando de balcón a balcón, en realidad no estaba lejos Rini sintió un nudo en el estómago cuando escucho a Ruby decir eso, pues abajo en el primer nivel se encontraba Eliot, Selene, Seiya, Violeta, Verdi y Serenity jugaban a la agarradera –tú le amas a él verdad –pregunto Ruby señalando a Eliot.

-¿Qué?

-Se ve que el también te ama, te ve como si fueras lo último que vera

Rini volteo a ver y Eliot se sonrojo pues él la estaba observando, Rini solo sonrió

-Desde que tengo diez años, pero Endimión le dio la misión de proteger el cristal dorado, así que él tuvo que pasar su vida encerrado en otro mundo, sé que ahora que no existe el cristal negro, papá lo liberara

-Tu padre ha de ser muy estricto

-No, bueno en ocasiones, en otras es un niño vanidoso sabes, antes de ser rey era cantante, cantaba junto a su hermanos, cuando nací me escribió muchas canciones y a mis hermanos también, es muy divertido –Ruby se quedó viendo hacia la nada. De nuevo sus ojos se llenaron de agua. Rini imaginaba lo que pasaba, ya se lo había dicho el príncipe Seiya, aunque ella jamás había vivido esa historia, pero no imaginaba que fuera tan real.

Seiya y Serena había decidido caminar.

-Sabes bombón, todo esto me ha impactado, es increíble como una acción puede cambiar el mundo

-A que te refieres

-Nunca dejare de amarte, quizá te cases de escucharlo, pero eres mi vida bombón

-Ese día en el balcón no te mentí Seiya, cuando partiste aquella vez, fue cobarde, quería que te quedaras a mi lado, pero no podía ofrecerte nada, tenía un deber que cumplir, pero cuando regresaste quise ser egoísta, aunque no lo logre, mi amor por ti crecía cada vez más y cuando nos veíamos siempre estabas a mi lado diciéndome lo que sentíamos por mí, era doloroso no poder corresponderte, pero ahora no me arrepiento de nada, si me tocaría volver a vivir todo tan solo para estar de nuevo aquí diciéndote lo que asiento lo volvería a vivir.

-Oh bombón, me hacen muy feliz, jamás he dejado de pensar en ti, mi tiempo libre en el planeta Kinmoku me la pasaba contemplando la luna, escribiéndote canciones que jamás envié, te habías convertido en todo para mí y era doloroso pensarte embarazos de otro, te amé, te amo y siempre te amare

Un beso se fundió entre los dos jóvenes, habían pasado por mucho, su amor no era como una utopía, su amor había sufrido el desamor, la desilusión y el dolor, su amor era más humanos que fantasías, ahora podían soñar el uno con el otro y al despertar estarían junto. Ya no había nada que temer, su amor existió en el pasado, pero se amaron antes de saber de esa existencia, solo que tenía una futuro que llevar a cabo, pero ahora sabían que su amor había sido bendecido desde hacía ya mucho tiempo.

-Donde esta Ruby –pegunto el príncipe Seiya al ver que su hermana estaba en el balcón hablando con ella y luego la había ido a buscar al cuarto y ya no estaba.

-ella no es la Ruby que conoces, es su pasado, será la reencarnación, déjala –Rini vio al niño, ese pequeño era como su padre, no le importaba si la había amado, la amaría y la amaba hasta el fin.

Seiya le sonrió –ella debe de ser feliz ahora y siempre, no pude sufrir una vida y la otra ser feliz, no reencarnan como nosotros, ellas meren y vuelven a nacer, pero recuerda que jamás sus recuerdos volverá a tener –dijo el pequeño y corrió por el pasillo en busca de la Sailor.

-Que haces aquí –pregunto un apuesto joven príncipe Seiya de unos 19 años.

-Necesito tu ayuda, ¿no está ella aquí?

-No, está contemplando con él bebe las estrellas –dijo un príncipe Seiya adulto.

-Necesito que la ayudes, yo no puedo porque tengo ocho en este pasado donde la conocí como una Sailor, pero necesito que esa primer vida de ella, la pase feliz –dijo el pequeño.

-no recuerdo haberla conocido en un pasado como una Sailor – ya no Vivian la misma línea de tiempo, se había roto desde que se venció al mal, este príncipe Seiya que ahora ya tenía familia era de la línea de tiempo donde se venció al mal y Seiya y Serena estaban juntos.

-bueno, la vida ya no será igual, no pasare lo que pase, ahora mi futuro si será como el tuyo, no es complicado entenderlo –dijo e pequeño Seiya.

-comprendo, sé que mi futuro cambio gracias a que mis padres se dieron cuento de su amor antes de ser reyes y que destruyeron al mal siendo aún muy jóvenes –dijo el joven de facciones forjadas por los mismo dioses del olimpo.

-entonces, vamos –se tomaron de la mano y desaparecieron.

Ruby está sentada bajo un árbol, la esperanza que aún vivía había muerto, Seiya jamás regresaría al planeta y menos junto a ella, había sido fuerte, había querido ver a Seiya feliz, pero no sabía que debía de sufrir así.

-¿Te encuentras bien? –la voz fina, suave y masculina la saco de sus pensamientos, limpio sus lágrimas y se puso de pie sin voltear a ver a aquella persona que le interrumpió sus pensamientos

-Si gracias –dijo temblorosa

-Puedo ayudarte

-Puedes hacerme olvida el amor, puedes llevarte mis tormentos, puedes tu acaso –Ruby volteo a ver, el hombre que esta tras de ella, era ver a Seiya como cuando tenía diez y siete, pero su cabellos era dorado era la única diferencia.

-No me conoces, pero no quiero que sufras

-Eso a ti que

-Me importas

-No te conozco, además quien eres, de donde eres

-Ruby, en este pasado amaste al hombre equivocado, pero un día nos conoceremos y serás feliz –en ese momento salió el pequeño hijo de Seiya tras el árbol, ella se sorprendió, era idénticos solo que con diferencia de años, los poderes de ese niño lo podían hacer viajar del pasado, al futuro – ¿qué haces aquí, estas bien? –ella le vio con dulzura

-Es mi yo del futuro, de un futuro lejano para ti, pero en el presente tú eres mi mejor amiga

-Soy tu amiga –Ruby se dirigió, al menos existiría, pero como seria ver a su amor casado y con hijos, aunque sería mucho más joven, eso ya se lo había dicho Rini.

-Mi esposa –eso fue sorprendente, ahora comprendía por qué ese chiquillo la vio raro desde un principio, pero como era posible si prácticamente ella amaba a su suegro. Se sonrojo.

-Que

-No debíamos decirte esto, pero no quiero que sufras en esta vida –Seiya el adulto se acercó a ella y le beso, Ruby sintió que su cuerpo se quemaba, su cabeza explotaría, se había enamorado del hijo de Seiya.

No creo que esto sea traicionarte en el futuro pues eres mi esposa –dijo y le sonrió.

-No sé qué decir –la mirada de Ruby cambio, era la mirada que en el futuro conocían, estaba hecho, ella esperaría su próxima vida llena de vida, Seiya adulto se despidió y desapareció. Seiya el niño tomo a Ruby de la mano y caminaron hasta el parque donde Seiya, Serena, Verdi, Violeta, Rini, Selene, Taiky, Yaten, Eliot y Serenity les esperaban, Ruby iba sonriendo, era como si el dolor había desaparecido como por arte de magia.

-Los esperábamos –Serena sonrió, tendría un hijo igual a su padre, sintió pena por Ruby, sabía que la chica sufriría, aunque jamás le vio reír como lo venía haciendo junto a su pequeño.

-Lo sentimos, fuimos a comprar un helado

-Bien comeremos unas pizzas y alquilaremos una película para ver

-Si –todas parecían tan felices.

El amor entre guardianes y Sailor se notaba, pero sabían que era algo que no se podría llevar a cabo, Yaten, Mina, Taiky y Amy, debían de oponerse a sus sentimientos.

El tiempo paso como agua entre los dedos, los chicos debían de regresar a su universo.

Todos estaba reunidos, Rini se había convertido en una linda adolecente como cuando su madre se enamoró realmente, la joven Selene era linda, emanaba la misma juventud que su padre emanaba en su adolescencia, Seiya el joven Seiya sería un hombre apuesto al igual que su padre, la pequeña Serenity era tan dulce como un bombón, ahora comprendían por qué Seiya se dirigía hacia a Serena.

-Gracias por todo chicos, si su ayuda jamás hubiéramos restaurado la paz en el universo

-Espero me disculpen por robar el cristal

Los cuatro príncipes se encontraban frente a todos los chicos, las lágrimas no podían dejar de resbalar por los rostros de aquellas jóvenes.

-Cuando nacerás Rini –Mina pregunto sin pensar, Seiya y Serena se pusieron colorados, todos se rieron ante tal pregunta.

-Aun no es el momento, aun podrán disfrutar de su vidas de estudiantes, y vivir en la tierra que fue forjada para ustedes, cuando nos volvamos a ver, será en nuestro hogar

-Magnánimo rey Seiya, cuide de la familia real, y espero que las cosas del pasado queden allí –Haruka le vio, jama se hubiera imaginado que su actitud estaba poniendo en peligro la vida de la princesa heredera.

-Luna Artemis, ahora que recobraron su memoria, Diana es una linda niña de cabello lila y ojos hermosos –Luna y Artemis se sonrojaron

-Gracias por todo

-Gracias

-Gracias –el príncipe Seiya dio las gracias y dio una vista a su nueva amiga y le giño el ojo, Ruby se sonrojo ante tal acto.

-Acias –la pequeña Serenity meció la mano y una luz blanca apareció, haciendo que los cuatro chiquillos desaparecieran, la tristeza les embargo, pero algún día se volverían a ver.

-Es momento de irnos también –Ruby, Verdi y Violeta se había transformado para despedirse

-Se van ustedes también

-Es hora, debemos de cuidar nuestro planeta, espero que algún día nos volvamos a ver –Ruby tenia lágrimas en sus ojos, aunque sabía que un futuro la esperaba, su corazón aun dolía.

-Gracias por su ayuda, si ustedes no lo hubiéramos podido lograr

-Gracias Ruby, Verdi, Violeta por luchar junto a nosotros –Seiya hablo Ruby derramo lagrimas

-Adiós –dijeron todas al unísono. Tres estrellas cursaron el espacio sideral.

-Sé que ahora todo debe de ser diferente, este futuro deberá cambiar pues las cosas seguirán otro camino, aunque al final eligieron como nosotros, no fue fácil, pero luchar por nuestros hijos nos mantenía con esperanza –dijo la neo reina serena.

Una semana ha pasado desde que el mal desapareció, las Outher y las inners se encontraban reunidas en el templo, las cosas entre Seiya y Haruka habían mejorado.

Los chicos y las chicas regresarían hacer lo que más les gustaba, Haruka regreso las carreras, la carrera de Michiru como violinista estaba mejor que nunca, Sepsuna abrió más sucursales, de su almacén junto Hotaru, Lita se había convertido en una fabulosa chef, trabajaba con los mejores del Paris e incluso había ganado una beca para ir a estudiar en Francia, Amy estudiaba junto a Taiky medicina, los dos eran muy buenos en la escuela, iban en primer lugar, Rei se había convertido en una famosa modelo, Mina logro su sueño de ser una famosa cántate y hoy se presentaría junto a los Three Lights, Seiya seguía escribiendo canciones para la dueña de su corazón, Serena se había convertido en una fabulosa psicóloga, después de mucho pensarlo era algo que le gustaba, así ayudare a aquellos que tenían problemas, aunque ella quería le trabajo de Cupido, pero Mina ya tenía esa misión. Al final, como príncipes que eran querían que sus ahora amigos, fueran felices así que una de las nuevas leyes el día que surgieran seria que los guerreros del sol y la luna podrían amar y casarse. Por eso Amy y Taiky se hicieron novios y Mina y Yaten también.

Cuando el mundo los necesitara de nuevo volverían, pero por ahora disfrutarían su vida, amarían como humanos hasta que el reino surja y las cosas cambien.

Fin…