Samurai Jack no me pertenece, y este es solo un fic ordinario :3
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Ella, La Aranea
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Era un día tranquilo de otoño, las hojas crujían debajo de sus sandalias de madera y el ambiente olía a corteza seca. Jack tembló ligeramente al pasar una fría brisa, y no se percato que, a pesar del soleado día, su aliento era visible.
Allí no había una presencia amistosa, pero el samurai no tenía conocimiento sobre esto. Se olvido del frío después de restregarse sus manos en su yukata para calentarlas, y siguió firme por su camino.
Finalmente, vio un claro en ese enorme bosque de robles color castaño que perdían rápidamente sus hojas.
En este lugar, había una hermosa mujer tocando una refinada y antigua melodía en un koto colocado delante de sus rodillas.
-Ya has llegado- Dice la mujer ansiosa mirando su koto como si estuviera hablándole -Espero que te quedes por un buen rato a escuchar, Samurai Jack-
-¿Cómo averiguaste mi nombre?- El samurai quedó helado ante la visión de ese koto. No había visto uno desde que era pequeño, solo las damas refinadas y las mujeres virtuosas lograban dominar semejante instrumento.
Las cuerdas comenzaron a vibrar bajo los dedos de esa extraña mujer y Jack no tardó en ponerse nervioso.
¿Qué hacia allí sola en medio de un bosque?
-El invierno está acercándose- Dice la mujer con voz cantarina –Y es una época difícil para mí-
-En estos lugares el invierno suele ser muy crudo- Comenta Jack algo incomodo. En esa escena, la extraña mujer parecía sobrar.
-Así es- La mujer sigue tocando y se corta uno de sus dedos. Jack hace un gesto de dolor al ver como continuaba con la composición, y una de las cuerdas del koto se manchaba con su sangre color carmín –Pero lo más complicado es encontrar comida para mis hijos-
-Son tiempos duros- Dice Jack con voz apagada.
-Es cierto, este es el único lugar donde puedo vivir- La mujer sonríe con algo de malicia –Mis hijos lo destetan, quieren irse lejos-
Jack asiente. No quería seguir con la charla pero no era educado irse si la melodía no había terminado. La mujer le sonríe con falsa dulzura y sigue tocando, otro de sus dedos se lastima y más cuerdas se tiñen de rojo.
-¿No tienes miedo?-
La mujer lo mira con duda.
Jack observó fijamente los oscuros ojos de aquella mujer y negó levemente. Había peligro inminente a su alrededor pero le resto importancia. Tenía la sensación de que ella sabía muchas cosas, era un extravagante ser que evocaba tiempos remotos. Aclara su garganta y escoge sus palabras con calma.
-Señora ¿Por casualidad conoce una forma de viajar al pasado?- Jack pregunta esto esperanzado.
-¿Pasado?- La mujer no deja de tocar y sonríe levemente –Hay muchas formas de viajar al pasado, conozco una particularmente difícil y otra extremadamente fácil-
-Necesito regresar a mi época- Corta molesto Jack ante la respuesta. Esa mujer se estaba burlando de su situación, lo sabía perfectamente.
-No, samurai- Dice con calma la mujer, dejando la pieza sin terminar –Tu no necesitas regresar a tu época, necesitas aprender y es por eso que no te dejan regresar-
-¿Qué?- Dice confundido el hombre. La mujer lo mira con un rostro hambriento.
-Solo digo la verdad a las presas que devorare- Esa extraña dama se levanta del suelo y comienza a elevarse cada vez más, Jack ve salir debajo de su hermoso kimono rojo unas patas peludas y articuladas. Eran ocho en total.
Era una araña, con un rostro de mujer. Era la más grande araña que Jack había visto en su vida.
-Es el "Destino"- Dice la araña con voz cantarina, mientras sus ojos se volvían rojos como la sangre –Ellas no te dejaran ir, aún no, manipularan tu meta y la alejaran de ti, hasta que seas un hombre sabio y comprendas la verdad de Aku-
-¿Quién eres realmente?- Dice en guardia Jack, colocando su mano en el mango de su espada.
-Yo soy una de las damas más antiguas de este mundo- Dice la araña mientras cientos de pequeñas arañas se lanzan sobre Jack –Y necesito alimentar a mis hijos ¿No crees que es suficiente información?-
El samurai perdió el interés en las palabras de la araña, y comenzó a destruir las pequeñas arañas que caían encima de sus ropas. Estaba llenando sus manos de un líquido verdoso que picaba su piel como si fuera un ácido suave.
-Jack, no te resistas- Dice la araña con voz melodiosa –El conocimiento, al igual que todo en esta vida, tiene un precio-
-No me comerás, monstruo embustero- Jack blande su espada, listo para atacar. La araña recibe un corte en unas de sus patas y un vapor negro se desprendió de la herida. De repente, comenzó a quemarse al igual que lo hacia Aku al contacto con esa arma mágica.
-Debía comprobarlo por mi misma- La araña mira con tristeza su extremidad perdida, siendo consumida por el poder puro que emanaba la espada del samurai –Los rumores de este acero forjado por los dioses son reales, siendo así no me queda más opción…-
La araña se lanza sobre el samurai, este le da una estocada, pero no logra tocarla. La dama-araña se transformó en miles de pequeñas arañas negras que escaparon entre las hojas del otoño y se esparcieron por el bosque de robles.
El samurai envaina su espada, y se quita una pequeña araña perdida en la cima de su hombro. Mira con duda el koto y trata de tocar una nota en este instrumento. Se desintegra apenas logra alcanzar unas de sus cuerdas, convirtiéndose en polvo.
Jack frunce el ceño molesto. Esta araña resultó ser otro espíritu maligno que intentaba devorarlo, pero no era como todos los que se había enfrentado. Se desintegraba como Aku, al roce de su espada, no era pretensioso y sabía cuando retirarse. Debía ser un ser muy similar a ese horrible demonio y se preguntaba si podía confiar en sus palabras.
Si su destino era permanecer en esa época, debía buscar una forma de ir en contra de este y regresar al pasado. Tal vez podía preguntar por ahí si era posible vencer al "Destino".
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Continuara…
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N/A:Este capitulo esta basado en la película animada de Hellboy, donde se enfrenta a un criatura similar a esta. Además Ella, la Araña aparece en el "señor de los anillos". Es un monstruo muy conocido en el folcklor japonés. El siguiente capitulo es un historia distinta, pero es la continuación de esta.