1-Por una partida de ajedrez y una apuesta.

Ya desde antes algo le decía que aquello no era buena idea, nunca había sido la mejor jugando al ajedrez, de hecho, siendo sinceros, Rima era un rotundo fracaso en aquellas artes donde predominaba la astucia. Sus probabilidades de ganar eran simple y sencillamente nulas.

Y no es que aquella "Linda rubia" (como la llamaban los estudiantes de la clase diurna) fuera una chica sin cerebro, en realidad era todo lo contrario, pero el aprender a jugar ajedrez de manera compleja simplemente se le había vuelto un reto imposible de cumplir.

Shiki la miraba con una casi imperceptible pizca de diversión en los ojos, juraría que en esos momentos Rima se exprimía la cabeza para poder recuperar algunas de sus fichas perdidas; lástima que la muchacha ya no tuviera escapatoria, tan sólo era cuestión de que él moviera unas cuantas piezas y el juego que no se había prolongado ni siquiera un hora terminaría, únicamente alargaba la partida por placer, le agradaba ver esa expresión frustrada en el rostro de su amiga.

Rima chasqueo la lengua y con decisión avanzo uno de los dos peones blancos que le quedaban, si perdía (que era lo único que ya tenía asegurado), perdería con algo de dignidad.

Ya sabía ella que eso acabaría mal, normalmente tan sólo con Shiki se permitía jugar al ajedrez, no sólo le había enseñado técnicas (o al menos intentado), sino que el chico de cabello color vino era al único que lograba vencer en todas y cada una de las partidas, no porque fuera peor que Rima jugando, a decir verdad Senri Shiki era todo un as en los juegos de ajedrez, la razón por la que ella siempre ganaba era porque su amigo se lo permitía. Ambos lo sabían, se había vuelto una especie de regla nunca dicha, cada tarde que se reunieran en la habitación de Rima a jugar, Shiki sería el perdedor y ella se regocijaría en una falsa victoria, de todos modos ¿qué importaba? Ninguno de los dos acababa más pobre o más rico, jamás existía nada de por medio en aquellos juegos y Shiki siempre podía deleitarse de la pequeña, pero sincera sonrisa que surcaba el rostro de la joven cada que se declaraba vencedora.

Fue por esa razón, que cuando Shiki irrumpió en su habitación con el tablero de ajedrez a medianoche, supo que nada de lo que sucedería a continuación sería de su agrado. No sólo no estaban jugando en el horario de costumbre (es decir, durante la tarde), sino que esta vez el de la iniciativa había sido él y no Rima, como también era su costumbre. Esta vez no se trataba de un simple juego inocente, esta vez Shiki había propuesto una apuesta para volverlo más "divertido", esta vez tenía el presentimiento de que su amigo no sería tan amable cuando llegara el momento de que las piezas comenzaran su movimiento.

—Jaque. —murmuro Shiki de forma despreocupada cuando, con una de sus torres, había acorralado al indefenso rey de la muchacha. Empezaba a aburrirse, cierto que aquella expresión en el rostro de Rima no se veía muy a menudo y bien podría quedarse horas contemplándola, pero lo que obtendría al ganar la partida era cien veces mejor que un simple seño fruncido.

Después de eso, ¿Cuántas veces la chica Touya tuvo que desplazar a un mediocre rey? Ciertamente Shiki no llevaba la cuenta pero si podía asegurar que eran muchas, de pronto, aquella partida de ajedrez sin futuro se había convertido en una patética persecución; el juego del gato y el ratón. Por supuesto, él ya no estaba para esas tonterías.

—Jaque mate.

Sin siquiera darse cuenta, las cosas habían terminado, el rey blanco acababa de ser derrocado y la silla frente a Rima estuvo vacía en tan sólo un parpadear.

Shiki, de pie a su lado, la observaba con su acostumbrada cara de póker , no necesitaba ni mencionarlo, ella sabía muy bien lo que quería. ¿Para qué alargar lo inevitable? Una apuesta era una apuesta después de todo.

—Hmph… que quede claro que has hecho trampa —dijo la chica con un suspiro resignado mientras se levantaba del asiento sin dudar, pero aun así con una lentitud morbosa.

Para Rima Touya la apuesta no era nada relevante, sin embargo lo que sí la hería era aquella pérdida, se trataba de un golpe a su orgullo después de todo.

Quizás fue por esa razón (o tal vez porque simplemente quería que las cosas terminaran pronto), que no dudo ni un segundo en ponerse de puntillas y besar los labios de Shiki. Apenas era un ligero roce, un toque inocente que visto desde afuera bien se asemejaba a una invitación a algo más, un entretenido juego de seducción. Así lo habían acordado ambos antes de comenzar el juego, no obstante, Rima olvidaba (o no quería recordar) que los vampiros solían ser traicioneros, aunque algunas veces, sólo algunas veces, ciertos vampiros eran "dulcemente traicioneros"

Aquel roce pronto se convirtió en un beso profundo, no era tierno, ni apasionado, ni mucho menos romántico, ese beso era como Rima y Shiki, inexpresivo, silencioso, monótono, tan frío, pero a la vez tan cargado de sentimientos… nadie lo entendería, por supuesto, porque nadie se preocupaba por entenderlos aparte del otro, pero con eso bastaba, no necesitaban la comprensión de alguien más cuando se tenían el uno al otro, siempre había sido así y siempre seguiría igual, porque así lo habían decidido, porque ellos así lo quisieron.

—Ne, Shiki —hablo Rima luego de un rato de silencio, ninguno de los dos sabía cuánto tiempo había transcurrido desde que ella terminara de saldar aquella apuesta, sólo sabían que el reloj marcaba las dos de la madrugada y que él pronto tendría que marcharse.

—¿Mmm?

—Si querías un beso, ¿Por qué simplemente no lo pediste?

Shiki no respondió de inmediato, guardo la última pieza de ajedrez y en silencio se encamino a la puerta, únicamente estando allí se digno a girar un poco la cabeza y contestar a la chica que se encontraba sentada en la cama:

—Si ese es el caso, ¿Dónde hubiera quedado lo interesante?


Notas de la autora: Hola! Este es un proyecto repentino que ronda mi cabeza desde hace dos días, se trata de una serie de viñetas (o pequeños one-shots) acerca de Rima y Shiki en vista que luego de un tiempo volví a obsecionarme con ellos XD. Sigo sin estar del todo segura cuántas viñetas seran, pero publicare conforme la inspiración toque a mi puerta (algo muy seguido considerando que mis musas andan muy cooperativas ultimamente jajaja). Espero que sean de su agrado, puede que algunas muestren cierta relación pero por lo general seran independientes. En fin, eso es todo, sus reviews serían de gran ayuda, me animarían a continuar =). Besos.