N/A: Muuuuchas gracias por sus reviews y saludos.

Bien, bien, he demorado demasiado en actualizar y lo siento, pero la falta de inspiración, sumado a una falta de tiempo y a un notebook roto son mis excusas.

Ahora, tengo vaaarias noticias. La primera es que hice una leve modificación al fic, y agregué un PREFACIO, que es digamos un capítulo que cuenta la mitad del fic y el motivo por el cual la historia tiene este nombre. Suena enredado pero no lo es. Lo juro.

La segunda noticia es que cambié el nombre de los capítulos pero solo eso, así que espero no tengan problemas con hilar la trama.

Y la tercera es que prometí actualizar todos mis fics antes de año nuevo así que si siguen otra historia, antes del 31 de Diciembre.

Sin más que desearles un excelente nuevo año y que hayan tenido una Feliz Navidad me despido con una abrazo enorme.

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LUCHARÉ

Los siguientes días fueron horrendos, Kari optó por evitar a la pareja Himeru lo más que pudo, aunque en algunas clases era imposible, como Literatura. Como de costumbre Takeru y Himeku participaron en la clase destacando de los demás alumnos. Al finalizar, la profesora pidió los ensayos y enfatizó que el lunes tendría los resultados. Esa sería su última semana de clases y luego, felicidad por dos meses. Vacaciones de verano con su hermano, sus amigos y... Takeru.

- No será tan malo – le animó la pelirroja.

- Ni siquiera estarás tú.

- Bueno pero estarán tus otras amigas ¿No?

- Sora estará pendiente de Matt como de costumbre y Mimí... de cualquier cosa.

- Bueno, estará Davis – le respondió la joven ahogándolo con una carcajada.

- Davis se pone algo insoportable cuando estamos todos juntos.

- ¿Más aún?

- Sí, es decir, se pone muy sobreprotector… no me deja estar a solas con Takeru, y ni hablar de Tai. Supongo que ahora se los agradeceré.

- Eso es porque todos ven la química entre ustedes, si Takeru se fuera soltero y tu pusieras un poco más de empeño… estoy segura que pasaría algo entre ustedes.

- Por favor Akane no sigas con eso…

- Es que es cierto Kari todos lo ven, si tan solo tú no fueras tan ciega para verlo…

La joven le negó con una leve sonrisa. Ambas chicas estaban guardando sus cosas en el casillero para luego ir a clase de arte.

De pronto Akane abrió los ojos y una mirada maligna se posó sobre ella.

- ¿Akane?

- ¡Tengo una idea! Nos vemos en la clase.

- Bien – respondió la joven confundida.

Kari tomó sus materiales para arte, pero eran demasiados y uno a uno se le cayeron de las manos.

- Maldición… - susurró la joven en voz baja al momento que ponía de rodillas a recoger sus cosas

- Hey, esa boquita – dijo una voz conocida para ella.

- ¿Mejor ayúdame quieres? – respondió la joven.

- Lo siento Kari voy tarde.

- Pero… ¡Davis! Uff.

- Deja, yo te ayudo.

- Takeru… - fue todo lo que la joven pudo decir – n-no te preocupes.

- Tranquila, tenemos la misma clase, puedo ayudarte – el rubio le entregó una dulce sonrisa.

Ambos jóvenes estaban frente a frente, y aunque el silencio los invadió, sus miradas decían todo lo que sus labios callaban.

- ¡Takeru! – gritó una voz femenina que Kari detestaba.

- Himeko – respondió el aludido.

- Necesito hablar contigo. Ahora – el rostro de la joven estaba molesto y a la vez nervioso, y solo se permitió una mirada de odio hacia la castaña.

Kari corrió la vista, y se encontró con Akane a espaldas de Himeko. La castaña miró a su amiga con suspicacia, tomó sus cosas y se acercó a ella.

- ¿Se puede saber que hiciste?

- Solo debes prometerme que si funciona, pondrás de tu parte.

- ¿De qué hablas?

- ¡Ya lo sabrás! – Akane respondió con una voz extremadamente feliz, y se fue al salón dando saltitos, lo que lejos de tranquilizar a Kari, la preocupo aún más.

La clase de arte comenzó sin problemas, aunque Kari no podía evitar mirar hacia el espacio vacío que ocupaba Takeru. Como si lo llamará con la mente el joven llegó a los pocos minutos excusándose con el maestro y ocupando su lugar con tranquilidad.

- …bien, entonces… tienen dos horas – fue lo único que alcanzó a oír de parte del maestro, para variar la joven estaba pendiente de otra cosa y no escucho las indicaciones.

- Akane, ¿Qué dijo el maestro?

- Oh, qué debemos hacer un trabajo en duplas.

- Ah, bien. Creo que deberíamos hacer un paisaje ¿No?

- Oh, lo siento Kari, no puedo trabajar contigo.

- ¿Por qué? Siempre trabajamos juntas.

- Trabajaré con… - intentó decir la pelirroja, pero ya casi todas los alumnos tenían pareja, de pronto vio a su compañero y de mala gana terminó su frase - Davis.

- ¿Qué? Pero si tu…

- Nah, mira quién más está solo – respondió con picardía su amiga, mientras señalaba a un rubio bastante confundido. Por llegar tarde a clases se había quedado solo.

- No, no. Akane no me hagas esto – suplicó.

- Lo siento Kari, pero si yo hago un esfuerzo trabajando con Davis…

- ¡Hey! – se quejó el aludido.

- … debe valer la pena – le reprendió, luego agregó más fuerte - ¡Hey Takeru! Kari tampoco tiene pareja.

El rubio se dio vuelta y alzó las cejas confundido.

- Yo trabajaré con Davis – respondió la pelirroja antes de que el Takaishi preguntara, y empujo a su amiga hacia el rubio.

Kari estaba en blanco. Y solo podía articular monosílabos.

- H-hola.

- Hola Kari, entonces ¿Cómo se te da el arte?

- Mejor que la literatura – respondió la joven ya más tranquila.

- Qué bien, porque en mi caso es al revés – Takeru se rascó la cabeza, sin saber que más decir.

- ¿Estás bien? – preguntó la joven.

- Eh, en realidad estoy confundido – al ver que la joven continuaba en silencio agregó – Himeko terminó conmigo.

- ¿Qué? – intuitivamente la joven miró a su amiga que ajena a todo acontecimiento reciente, reía de las ocurrencias de Davis.

- Sí, hace un rato. Fue… raro.

- ¿Estás bien?

- Si es decir, no. Bueno, la verdad me siento… como aliviado.

Kari no pudo evitar sonreír de medio lado. Sabía que su amiga tenía que ver con el término de Himeru y tenía que averiguar como lo había conseguido.

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- No te lo diré – respondió la pelirroja por quinta vez esa tarde. Ambas chicas se alistaban para una fiesta de finalización de año en casa de Yukito quien, como de costumbre la realizaba en su casa.

- Vamos Akane, sé que tuviste que ver con eso.

- Sí, no te lo niego, solo le dije un par de verdades a Saito, y al parecer se dio cuenta que tenía razón.

- ¿Tengo que ver con eso?

- Por supuesto – Akane ignoró la cara de espanto de su amiga y agregó – ahora es tu turno.

- ¿Mi turno de qué?

- Takeru está soltero, tienes dos meses para que caiga rendido a tus pies, lo que honestamente no será muy difícil.

- Akane…

- Pero tienes que ponerle empeño.

- Akane…

- ¡Kari! No puedes esperar que él haga todo el trabajo, solo hazle ver, sutilmente claro. Que te gusta.

- Mmmm…

- Prométeme que pondrás de tu parte.

- Bien – se rindió la joven – haré lo que pueda.

- Más que eso.

- Bien, haré más de lo que pueda.

- Es en serio Kari, me niego a ver tu cara de enamorada en secreto por un año más.

- ¡Akane!

- En serio, y ahora… ¡Vámonos! -Aunque fue difícil convencer a Kari, Akane lo había conseguido.

Al llegar al lugar – pasadas las doce de la noche – la fiesta estaba en su apogeo. Alcohol, bailes apretados y diversión por donde se mirase.

- Maldición debo ir al baño – se quejó la pelirroja, mientras daba saltitos como niña pequeña.

- Bien, nos vemos en un rato. Voy por una cerveza – respondió la castaña.

Apenas había entrado al lugar Kari se sintió mejor, la música sin duda ayudaba.

- ¡Kari! Por fin llegaste... ¿y Akane? - preguntó ansioso como siempre el joven.

- Eh...fue al baño – Kari se sorprendió, ¿Desde cuándo Davis preguntaba por su amiga?

- Ah... bueno. Nos vemos al rato.

- Claro - ¿Y ahora la dejaba? Eso no era normal. Pero sin darle más importancia, Kari localizó su cometido. Abrió la lata y bebió un poco.

- ¿Y tú? ¿Desde cuándo bebes cerveza? - La voz de T.K. la tomó por sorpresa.

- Eh… es solo una.

- Claro – respondió el joven escéptico.

- ¿Y tú? ¿Qué estas tomando?

- Roncola – respondió el joven con una sonrisa, al parecer había comenzado a beber hace mucho rato.

- ¿Roncola? Que los deportistas no beben?

- Es solo una... - mintió el rubio, dejando paso a un silencio... más cómodo de lo normal – ¿Todo listo para la próxima semana? - preguntó el joven cambiando de tema.

- La verdad... no. Pero estoy ansiosa. Hemos planeado tanto todo, que solo espero que nos salga bien.

- Si, espero que sea inolvidable.

Kari agradeció al cielo – y claro a Yukito – el que las luces estuvieran tan bajas y Takeru no notara su sonrojo. ¿Porque Takeru era tan jodidamente guapo?

- Kari, yo...

- ¿Tú? - le animó la joven.

- Yo solo quisiera que las cosas fueran como antes. ¿Recuerdas? Éramos inseparables, no había problemas. Todo estaba bien.

- Al parecer es imposible.

- ¿Por qué?

- No lo sé…

- Me gusta estar cercas tuyo – soltó el joven de pronto.

- ¿Sí? – a Kari le sorprendió la honestidad del chico, y a la vez tomó el mismo camino.

- También me gusta estar cerca de ti… no sabes cuánto.

- ¿En serio? – los ojos de Takeru brillaron de una intensidad desconocida.

Kari abrió los ojos como platos, y se maldijo internamente por hablar demasiado.

- ¿Quieres ir al jardín? – le preguntó Takeru, recibiendo como respuesta solo un movimiento de cabeza.

Takeru tomó de la mano a la joven y la ayudó a pasar entre la gente, quienes bailaban canciones de moda y bebían en desmesura.

- Aquí está mejor ¿Verdad?

- Sí, al parecer la fiesta comenzó temprano.

- Nosotros comenzamos cuando salimos del entrenamiento.

La castaña sonrió y se sentó en uno de los asientos del enorme jardín de Yukito. Las risas y la música se oían perfectamente. Takeru por su parte continuaba de pie, junto a ella, sin dejar de mirarla.

- ¿Qué, tengo algo?

- No, claro que no – respondió el joven con una sonrisa – estas perfecta.

Kari se sonrojó ante esa fuerte declaración y se lo atribuyó al alcohol que seguramente Takeru había ingerido.

- Lo siento, yo… creo que debo dejar de beber – respondió el joven de pronto sentándose junto a ella.

- No pasa nada – Kari acercó a Takeru quedando frente a él, y las palabras de Akane llegaron a su cabeza, más que como consejo, como una orden "todo depende de ti – Takeru… - dijo la joven en susurro acercándose aún más.

Estaban tan cerca…

Takeru tragó saliva fuertemente, estaba nervioso, y la joven pudo sentirlo, aunque sus nervios eran aún mayores. Pero estaba decidida, era ese el momento en que podría cumplir uno de sus grandes anhelos…

Y estaban aún más cerca…

Kari cerró los ojos, y se dejó llevar… pero de pronto una llovizna cada vez más intensa la sobresaltó. Takeru también se había corrido de su asiento con sorpresa.

- ¿Qué demonios? – dijo el rubio, sacando a la chica de ahí.

La regadera del jardín se había activado, y de pronto dos chicas aparecieron.

- Oh lo siento, los mojamos – respondió Himeko con fingido arrepentimiento.

- No sabíamos que estaban aquí – agregó su mejor amiga con una risita - ¿Interrumpimos algo?

Kari bufó con molestia, tomó su lata de cerveza y se fue de allí, la noche era joven y no tenía interés en echarla a perder por culpa de esa chica.

- Nos vemos luego Takeru – dijo en susurro y se fue de allí.

Pero no lo vio más. Aunque Kari se divirtió durante toda la noche, hubo momentos en que lo extraño… y el casi beso llegaba a su cabeza.

¿Dónde estaba Takeru?

¿Dónde estaba Himeko?

¿Estarían juntos?

¿Habría pasado algo entre ellos?

La castaña no podía quitarse esas preguntas de la cabeza. Tenía miedo, estaba vez estaba tan cerca, tan cerca de besar aquellos labios que tanto había anhelado… y ella lo había arruinado todo, una vez más.

Pero había algo que no podía negar… Takeru también había querido besarla, entonces tal vez… la teoría de Akane no era tan descabellada.

Y la idea más que agradarle, la ilusionaba en sobremanera…

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N/A: Wow! ¿Qué les pareció?

Cada vez más cerca el parcito. Pero como siempre Himeko interfiriendo.

En fin, les deseos unas muy felices fiestas de fin de año. Disfruten a concho con sus familias y amigos!

Un abrazo