Disclaimer: Hetalia no me pertenece, le pertenece (al gran) Hidekaz Himaruya. Y New Girl es de Fox, además.


El auditorio de Bellas Artes se encontraba en una parte céntrica de la ciudad. Construido a fines del siglo pasado, por su escenario pasaron desde actores hasta concertistas. Roderich trabajaba ahí, cuando las giras y encargos lo permitían.

-Solo llega y dile que quieres el televisor. No es tan terrible, ¿no? ¿No?

. El problema era que, cada vez que Elizabeta ponía un pie dentro del auditorio, daba la vuelta. Tres veces volteó hacia la calle. También otro problemilla: tres cuartos de los empleados del auditorio la conocían (o ubicaban de cara). Cuando su ex fue contratado, ella compraba enormes ramos de flores, se escabullía hacia los camerinos o las salas de música, o para las convenciones de anime. Al final, logró entrar por la puerta trasera, recordando que aún poseía la llave. La bodega estaba llena de trastos y escenografía olvidaba, llena de polvo y falta de luz. Afortunadamente, el pasillo que continuaba estaba vacío; por lo que recordaba, este terminaba al lado de los camerinos, así que el plan era entrar al camerino de Roderich y pedirle (amablemente) el estúpido televisor, y de paso, recuperar parte de sus cosas.

-Vamos allá…

Giró sutilmente el pestillo de la puerta, y tragándose la ansiedad, abrió la puerta.


Mientras tanto, en el apartamento, Francis recogía los pedazos olvidados de la pantalla del plasma. Desde hace dos días que aún recogían trocitos negros y no podía andar descalzo. De momento, como televisor usaban el móvil de Antonio. Una pena que el español lo usaba a todas horas, viendo una y otra vez la repetición del partidazo del Barca contra el Real Madrid. Por cierto, ganó el Real Madrid. Gilbert descansaba echado en el sillón, jugando con una lata vacía.

-¿De nuevo ves el partido?

-Por supuesto, le pateamos el trasero al Barcelona.

-¿Y es necesario que sostengas el celular como si vieras la puta televisión?

Antonio estiraba el brazo lo más que ponía y afirmaba con la mano el teléfono. Al frente de este, estaba la televisora, rota. Incluso las latas de cerveza vacías estaban apiladas al lado del televisor, el rincón de basura.

-¿Cómo crees que le esté yendo a Eli?

-Solo hasta que no vea el televisor aquí diré que la misión esté cumplida. Además tu teléfono no se compara en nada a un plasma.

-¿Francis, qué hay de almuerzo?

-Sobras de pescado, vinagre, un plátano podrido y… alpiste. Nada comestible, por dios.

-Pediré una pizza, listo. Y cerveza.

-No quiero eso, pasado ayer encargamos.

-¿Y qué sugieres?

-Una 'amiga' tiene un restaurante cerca de aquí. Podemos ir a comer y hacer una 'visita'

-¡Votación! ¡¿Vamos al restaurante de la amiguita de Francis o comemos pescado?

-¡Restaurante! –Antonio, hipnotizado por la pantalla del teléfono, respondió casi maquinalmente. Francis sonrió al ver que haría una visita a su amiga, que conoció en una de las tantas noches de descontrol.

Al cabo de un rato, los tres abandonaron el apartamento, rumbo al restaurante.


La ley de Murphy dice que si las cosas pueden salir mal, saldrán mal. Porque el pasillo que supuestamente terminaba al lado de los camerinos dejó a Elizabeta en el estacionamiento subterráneo del auditorio.

-¿Quizás giré a la derecha cuando era a la izquierda?

Pocos autos estaban estacionados; la mayoría tenía carteles de "estacionamiento reservado para la persona ******". Iba a devolverse, pero notó que uno de los carteles decía:

'Estacionamiento reservado para el Sr. Roderich Edelstein'

-Al menos no ha cambiado el auto.

Seguía igual de impecable, con la carrocería brillante, reflejaba a Elizabeta, los espejos correctamente pulidos y las ruedas sin rasguños. Hasta aún percibía el perfume de su ex. Ahhh… tantos recuerdos….

Elizabeta sacudió su cabeza: ¡Estaba babeando por un auto! Dios, que idiota. Se arrepintió de haber entrado al auditorio, hubiese sido mejor idea esperarlo en la entrada, pero si Roderich andaba en automóvil no la vería en el vestíbulo. ¿Y si vendía algunas cosas para comprar el televisor? Mejor. Elizabeta se escabulliría por donde vino, vigilando no toparse con nadie y hacer que nunca vino a este lugar.

Y citando de nuevo a la ley de Murphy:

Si las cosas pueden salir ya mal, saldrán peor

Chocó con alguien cuando giró. Quedó petrificada por unos instantes, maldiciéndose por su mala suerte.

-¿Eli? ¿Pero qué haces aquí?

-R-Roderich…


The London Eye era un restaurante pequeño, pero con una clientela fiel. La especialidad era la cocina británica, pero de todas formas servían platos internacionales. Ese día, su dueña, esperaba otro día normal, sirviendo fish and chips*, Sunday roast*, scones y té, pero no contó que cierto franchute aparecería de improviso en el lugar.

-¿Y cómo está tu cosa de yogurt, Francis?

-¿El parfait? Es parfait*, Antonio.

Una mesera de coletas rubias dejó un plato lleno de scones, no quemados ni malolientes.

-Hola Rose, te ves tan inteligente, bella y saludable hoy~ ¿Por qué no te sientas con nosotros y la pasamos bien un rato?

-Vete al infierno, Francis. Tengo trabajo.

-¿Trabajo? Son solo cinco minutos y…

-Como insistas te echo a escobazos otra vez. –La chica recogió un plato vacío de la mesa y raudamente se dirigió a la cocina, dejando al trío.

-Estos panecillos son muy ricos –Gilbert cogió uno de los scones y le dio una probada. –Recuerdo esa vez que tu amigo… Glup… Arthur, nos dio de sus scones… Glup…

-Mastica lento, o te atragantarás… -Antonio bebió un poco del té Lady Grey (la verdad lo pidió solo porque el nombre sonaba bonito). –La cocina de este lugar es muy buena, Francis ¿Y cómo conociste este lugar?

-Eh…

Flasback

(…)

Pocas veces el alcohol dominaba al francés, excepto hoy. Se balanceaba de un lado a otro, auto convenciéndose que la calle por donde caminaba le dejaría al lado del apartamento. Pronto, su abrigo quedó empapado, llovía a cántaros. Un cartel luminoso alumbraba la noche, en penumbras. Sin pensarlo dos veces entró al lugar y se sentó en la mesa más próxima a la ventana.

-Deme un vino, el mejor que tengas.

-Disculpe señor…. Ahora mismo no disponemos de vino. Pero podemos darle un buen té Darjeeling. ¿Quiere acompañarlo con unas galletas?

-Lo que sea…hip…

Cuando la mesera se fue, la observó durante un rato. De pelo largo, rubio y amarrado en dos coletas infantiles. Buen culo.

No pensó. Eso de pensar antes de actuar jamás pasó.

-Aquí está su té. ¿Algo más?

-Sí…

En ese momento sus recuerdos quedaban nublados. Recordó que 'perdió el equilibrio' y 'accidentalmente' manoseó el trasero de la mesera. Esta soltó un gritó y soltó la bandeja de plata, que hizo un sonido estruendoso al caer. El francés volcó la mesa, derramando todo su contenido. Sin dudarlo, ella cogió una fiel compañera, la escoba, y por poco no destruye el interior del restaurante al echar a un hombre tan maleducado. Hubiese pasado como un incidente más, si no fuera porque Francis olvidó su carnet. Lo fue a buscar a la otra mañana.

(…)

Fin Flasback

-Ajem… pasemos a otro tema…

-Tenemos que pasar al supermercado a comprar algunas cosas… ¿Qué tal ese nuevo, el sólo vegetariano?

-Ese no… también tengo 'amiguitos' ahí… que no estarán muy felices si los voy a ver...


-¿Qué haces aquí?

-Eh… digo… ¿Qué haces tú por acá?

-Digo… aquí trabajo…

-Verdad, lo 'olvidé'… -Aghhhh, está tan guapo, no mentía cuando les dije a los chicos acerca de esa influencia extraña de Roderich. ¡Siempre me pongo idiota con él! Eli, concéntrate en tu objetivo. Concéntrate. Imagina que si logras vencer tus impulsos, ganarás más puntos de experiencia. Vamos, tú puedes…

-Despierta, Elizabeta. Al parecer estás en las nubes…

-¿Ah?... esto… yo… ¿Có-cómo has estado?

-Bastante bien. En algunas semanas más deberé viajar a Europa por la orquesta. Como ahora la dirijo, pasaré 10 semanas fuera del país…

-Ya veo… ¿es un tour o algo así? –Sigue el curso de la conversación… no te desesperes…

-Más o menos. Aparte de hacer conciertos, asistiré a algunas charlas. He tomado mi semana de vacaciones justo después finalizado el 'tour'. Estaré algunos días en Viena y después volveré.

-¿Y si me voy a Viena? No Eli, tú estás por algo que se llama televisión. Y tus cosas olvidadas.-

-¿Y cómo has estado tú, Eli?

-Bien (creo). Me mudé a un apartamento compartido en el centro y es agradable. Estoy en vacaciones por la universidad, así que tengo más tiempo libre…

El estacionamiento quedó sumado con un silencio. Era la primera vez que se veían en 6 meses. Tanto tiempo y tantas cosas que mencionar, las palabras sobraban.

-Ha pasado 6 meses… es bastante tiempo…

-Sí…

-Fue estúpida nuestra 'separación'

-Y que lo digas.

-Ni siquiera recuerdo por qué discutimos ya… sea cual fuese el motivo, espero que no estés disgustada por ello, Elizabeta. Sé que en su momento, dijimos ciertas cosas que nos dañaron a ambos, pero no quiero que pasado tanto, sigas recordándolo. Disculpa.

-No, no, no. ¡Abortar misión, ya! Pide la televisión, no dejes que te distraiga.

-Gracias… supongo… también te debo una disculpa… -La muchacha tomó aire- Roderich, necesito mis cosas de vuelta. Mi televisión, mis cosplays, mis plantas, mis sartenes y…

-Entiendo.

-Entonces, llámame en caso de algo… mi celular sigue siendo el mismo…. Creo que yo me lar…

-¿Quieres que te deje en la estación de autobuses? Hoy anunciaron lluvia.

-Me parece bien. -¡¿Qué dijiste? Eli, recuerda lo que dijo Antonio, para qué quieres ser amiga de tu ex. Ya dijiste que sí, así que aguántate. Igual, no creo que pase nada, no me entrará la nostalgia…

(…)

Recordó lo que le dijo esa vez en el torero rojo al español. Había que cerrar una etapa. Cometía el mismo error, pretender que nada pasó. La pelea fue la gota que rebalsó el vaso, pero la relación entre Roderich y ella llevaba meses deteriorada. Vivían juntos, pero cada uno por su lado. Si realimentaba la relación, pasaría lo mismo….

(…)

-Y qué esperas, Elizabeta. Entra al aut-….

Elizabeta abrazó a Roderich y alzándose, lo besó. Roderich, sorprendido, iba a apartarse -¡Ya no eran nada!- pero, dejó que la muchacha lo abrazara. Quizás existiera la pequeña posibilidad que regresaran, que olvidaran esas peleas, comenzaran de cero…

Ya no era sano. Si había que terminar, que fuera para siempre.

-Buscaré mis cosas en la tarde. Ten todo listo, por favor. No te preocupes, iré sola.

-De a-acuerdo… ¿Elizabeta?

-Perdón, Roderich, pero… creo que nuestra relación… terminó, oficialmente hablando.

Y la muchacha se fue, con la cabeza gacha, dejando solo a Roderich, iluminado tenuemente por las luces del lugar.


Glosario y notas anexas:

*Fish and Chips: es un plato de comida rápida originado en el Reino Unido. Trae pescado, que puede ser bacalao, lenguado, merluza o dorado, envuelto en un rebozado, acompañado con papas fritas.

*Sunday Roast: también por el nombre de Sunday lunch, es un plato típico de la gastronomía británica, relacionado con su celebración de los domingos. Consiste en un asado (la carne puede ser de cerdo, ternera o cordero) y acompañamiento están las papas, salchichas, etc.

*Parfait: es una palabra francesa que quiere decir perfecto y denomina a un postre helado creado en 1894. En Norteamérica se refiere a la combinación de frutas y helado servidos en vasos alargados. Se le da sabor con variados licores, o en su defecto, con chocolate, café, praliné, etc.


¡CLIFFHANGER, OH SHII-!

Mil disculpas por el retraso. Semana loca, loca de verdad. Sobreviví a mis 17~ (No escribí ni hice nada productivo –fiesta, carrete y descontrol~ - durante el fin de semana –Era mi día para ser servida XD-) y como se viene las vacaciones y todo ese rollo, estoy llena de proyectos –cosplay, tour de fotos, salidas, vacaciones :D, etc-. Eso sí, no abandonaré fanfiction, siempre encuentro un ratito para escribirˆˆ

Sé que este capítulo debería tener el triple de extensión, pero decidí hacer un cliffhanger. Soy una newbie en esto, mil disculpas. Con la práctica, mis cliffhanger serán de mejor calidad.

También este capítulo no fue escrito de corrido, lo hice en distintos lugares y estados anímicos; de ahí los momentos cortavenas y demases~

Me encantan los cameos :D si lo desean, puedo poner más cameos escondidos, es entrenido hacer eso.

¡Gracias por todos los que me saludaron en mi cumpleaños! Y gracias a Akeifa, ozora no hime, MikumiH, Joly-chan, PrincesaLuna23, Ruby Kagamine, Karura Suzume y todos los que agregaron la historia a sus favoritos, story alerts, etc. :D